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Afirmaciones de dueño de arsenal son puras mentiras, dicen fiscales

‘Libertador’ cubano es desenmascarado

Fuentes: Progreso Semanal

La verdad se está desmoronando alrededor de Roberto R. Ferro, el cubano propietario de un enorme arsenal cuyos fines, según él, eran «liberar» a su país natal. La semana pasada, se descubrió que él no es quien él dijo que era. Progreso Semanal cubrió esta noticia desde su inicio («Cuba y California; a capa y […]

La verdad se está desmoronando alrededor de Roberto R. Ferro, el cubano propietario de un enorme arsenal cuyos fines, según él, eran «liberar» a su país natal. La semana pasada, se descubrió que él no es quien él dijo que era.

Progreso Semanal cubrió esta noticia desde su inicio («Cuba y California; a capa y C-4», 27 de abril; «EEUU apoyó su plan para atacar a Cuba», 4 de mayo) pero para los lectores que no hayan leído nuestros reportajes, aquí va un resumen. La información viene de los medios de prensa de Los Angeles y de documentos procesales.

Armas, mentiras y una videocinta

El 14 de abril en Los Angeles, policías y agentes federales que buscaban armas utilizadas en una reyerta doméstica irrumpieron en el hogar de Roberto Ferro, donde encontraron — según la lista más reciente — 1,571 armas de fuego, incluyendo 35 ametralladoras, 130 silenciadores y dos escopetas de cañón recortado, además de una granada de mano, un tubo lanzacohetes, componentes para granadas y 89,000 cartuchos de munición. Era el arsenal privado más grande incautado en Estados Unidos.

En el sótano de la casa hallaron un campo de tiro y una videocinta que explicaba cómo preparar explosivos plásticos usando productos comerciales ordinarios.

La Asistente al Fiscal Federal Dennise Willett dijo la semana pasada que mucho después de que Ferro fuera arrestado, los investigadores seguían encontrando armas escondidas. Willett dijo que los agentes hallaron dos pistolas en una caja de depósitos en un banco y creen que Ferro todavía tiene otras armas escondidas.

Tras su arresto, Ferro le dijo a la policía que era miembro de Alpha 66, un grupo anticastrista de Miami, y que él había obtenido las armas a solicitud de esa organización para una invasión de Cuba. Muchas de las armas le fueron suministradas por la administración Bush, dijo. Alpha 66 negó toda relación con Ferro; el Pentágono dijo que sus aseveraciones «no están basadas en los hechos».

‘No es peligroso’, dicen abogados

Durante una audiencia en la Corte Federal de Distrito en Riverside, California, el 30 de junio, los abogados de Ferro pidieron que su cliente fuera puesto en libertad bajo fianza, alegando que él no representa un peligro para la comunidad y que debería permanecer libre hasta que sea enjuiciado.

Para demostrar que Ferro es una persona honorable y confiable, los abogados dijeron que su bisabuelo fue «un general-mayor en el Ejército de Cuba y el primer Presidente de Cuba».

Los abogados dijeron que Ferro entró de voluntario al Ejército de EEUU en 1961, ascendió al grado de teniente coronel y participó en operaciones de las Fuerzas Especiales en el sureste de Asia, Africa y América Central durante cuatro años de servicio militar. También trabajó como ayudante del sheriff de Defuniak Springs en la Florida, añadieron.

Ferro debe ser puesto en libertad, alegan los abogados, porque su salud se está deteriorando ahora que está en el Centro de Detenciones del West Valley en Rancho Cucamonga, California. Los abogados se quejan de que él no recibe el cuidado adecuado para su diabetes.

Un notable árbol genealógico

Los argumentos de los abogados comenzaron a hacer agua casi apenas fueron expresados.

Para comenzar, sería muy raro que un descendiente de Tomás Estrada Palma no fuese conocido por los historiadores cubanos. Empero, el gobierno de Cuba no ha podido ubicar ningún documento que conecte a Ferro con el primer Presidente de Cuba. Ferro dice que tiene 61 años y que vino a Estados Unidos en 1960; su acta de nacimiento, presuntamente escrita en 1945, daría testimonio de su abolengo.

Otra inconsistencia en sus declaraciones es que, si vino a EEUU en 1960 tenía 15 años en ese entonces, no 18, como él le dijo al diario Los Angeles Times en una entrevista a fines de abril.

«Muchos de los ‘hechos’ citados por el acusado son falsedades totales», dijeron los fiscales federales en respuesta a la solicitud de fianza.

La falsificación es una posibilidad

En específico, en cuanto a las aseveraciones de servicio distinguido en el Ejército de EEUU, «los archivos militares certificados dicen lo contrario», dijeron los fiscales en documentos procesales. Los archivos demuestran de que Ferro rindió servicio activo durante seis meses, entre 1962 y 1963, dimitió y fue puesto en estado inactivo. Su grado más alto fue soldado raso.

Además, si Ferro nació en 1945, hubiera llegado al grado de teniente coronel a los 21 años, lo que el gobierno describe como «imposible.» Los investigadores hallaron en su casa un formulario militar en blanco que «puede haber facilitado una falsificación» de su hoja de servicio, dijo el gobierno.

En cuanto a la aseveración de que Ferro fue un ayudante al sheriff de Defuniak Springs en la Florida y que fue premiado por sus tres años de servicio, los fiscales dijeron que una investigación a fondo no encontró ninguna evidencia de que Ferro fuera un funcionario del orden en ese estado — o en ningun otro.

Enfermedad autoinfligida

¿Debería Ferro ser puesto en libertad porque sufre de diabetes? Los fiscales dicen que Ferro tiene un alto nivel de azúcar en su sangre, no debido a un mal tratamiento médico sino porque consume comida malsana, tal como dulces y chips, en el comedor de la cárcel.

Durante la audiencia del 30 de junio, el Juez Magistrado Oswald Parada rehusó otorgar fianza a Ferro, diciendo que él es un peligro para su familia y vecinos.

El próximo paso legal de Ferro será pedir que la evidencia en su contra sea suprimida porque, según él, las órdenes de allanamiento usadas por la policía y los agentes federales para entrar a su casa fueron ilegales. Una audiencia a ese efecto tendrá lugar en el tribunal de Riverside el 21 de agosto.

Ferro se enfrenta a cinco cargos de posesión de armas por un criminal y posesión de armas no registradas. Cada cargo es punible por una sentencia máxima de 10 años en prisión.