«El pueblo palestino declaró la guerra a Israel, y con guerra hay que responder. Son nuestros enemigos y nuestras manos deberían estar manchadas de su sangre. Esto se aplica igual a las madres de los terroristas fallecidos. Deberían desaparecer junto a sus hogares, donde han criado a estas serpientes. De lo contrario, criarán más pequeñas serpientes». (Ayelet Shaked, miembro del Parlamento israelí, 2014 y luego Ministra de Justicia (sic) de Israel).
“Este al que nos hemos visto sometidos es un colonialismo único donde nosotros no le somos de utilidad alguna. Para ellos el mejor palestino es el que está muerto o se ha largado”. (Edward Said).
«La cuestión de la seguridad de Israel siempre será de importancia central para cualquier gobierno alemán» (Angela Merkel)
En estos momentos caen bombas asesinas sobre Gaza y Cisjordania en una brutal carnicería que no tiene nada que envidiarle a la barbarie de los nazis. Israel, con el apoyo de los delincuentes de la autodenominada comunidad internacional, masacra a los habitantes de las zonas ocupadas en forma inmisericorde. Su objetivo eliminar físicamente al pueblo palestino en un proceso de limpieza étnica planificado que lleva más de 75 años. Esas bombas matan en forma indiscriminada a los palestinos y a todos los seres vivos que se encuentren en tierra. Entre los asesinados se encuentran periodistas, profesores, escritores, poetas, pintores, artistas, deportistas…porque todos son objetivos de la limpieza étnica genocida de Israel que pretende eliminar a cualquier palestino que se encuentre en las zonas ocupados y con ellos a la milenaria cultura palestina.Eso lo han dicho en forma abierta Benjamin Netanyahu y otros asesinos de Israel, amparado por la impunidad que le proporciona el saber que sus declaraciones criminales no van a ser rechazadas; por el contrario, son aplaudidas y difundidas por falsimedia mundial, como cuando los altos funcionarios de Israel dicen que en lugar de dejar entrar alimentos a Gaza lo que le van a llegar son toneladas de bombas, y los están haciendo en forma bestial.
MASACRE DE ESCRITORES Y ARTISTAS EN GAZA
En esa masacre han sido asesinados, al momento de escribir estas líneas, veinte periodistas, decenas de profesores, escritores, artistas, músicos, futbolistas… Se tienen documentados algunos casos de artistas que han sido triturados por Israel, porque la cifra en realidad es incalculable, por la escala genocida en juego. Hablemos de dos asesinatos recientes.
La pintora Heba Zagout de 39 años fue asesinada, junto con sus dos hijos, el 13 de octubre. Era profesora en una escuela pública de Gaza, había estudiado bellas artes en la Universidad Al-Aqsa de Gaza, y sus pinturas reflejaban la dura realidad de sus tierras, ocupadas por los sionistas. En un video que realizó semanas antes de su asesinato señaló la razón por la cual pintaba en medio del caos de la guerra de ocupación: “Traté de expresar los sentimientos, emociones y tensiones negativas que ocurren en Gaza […] Considero el arte un mensaje que entrego al mundo exterior a través de mi expresión de la causa palestina y la identidad palestina”. Su hermana la despidió de esta forma: “Mi hermana, la amada de mi corazón y alma, que hoy fue martirizada con sus hijos en la agresión contra Gaza. Tus oraciones por misericordia y perdón para ella”[i].
La novelista palestina Heba Abu Nada fue asesinada por los misiles de Israel en la localidad de Khan Yunis. Tenía 32 años y en 2017 había obtenido el segundo lugar en el Premio Sharjah a la Creatividad Árabe por su novela El oxígeno no es para los muertos. Era bioquímica de la Universidad Islamista de Gaza, se desempeñó como profesora e hizo una maestría en nutrición clínica. En medio del ruido atronador de las bombas y contemplando la destrucción de los edificios en Gaza y la muerte de vecinos y conocidos, poco antes de su muerte escribió: “Si morimos, sepamos que estamos contentos y firmes, y transmitamos en nuestro nombre que somos personas de verdad… Oh, Dios mío, Heba”.
Como legado póstumo escribió un último poema, en medio de las bombas de Israel, un día antes de ser asesinada:
La noche en la ciudad es oscura,
excepto por el brillo de los
misiles;
silenciosa, excepto por el
sonido del bombardeo;
aterradora, excepto por la
promesa tranquilizadora de la
oración;
negra, excepto por la luz de los
mártires.
Buenas noches[ii].
EL FRENTE EUROPEO DE LA LIMPIEZA ÉTNICA
Junto a la limpieza étnica sobre el terreno de Palestina que realiza el estado sionista de Israel, los gobiernos que le son incondicionales (empezando por Estados Unidos, seguido por los de Europa y de vasallos de otras lares del mundo), llevan a cabo una limpieza étnica de tipo cultural, político y deportivo. Vamos a mencionar algunos casos representativos de esta otra limpieza étnica en marcha, que va más allá de Palestina, porque se trata de silenciar cualquier voz que denuncie las atrocidades sionistas e imperialistas, todo a nombre del “derecho a la defensa de Israel”.
Un poderoso lobby israelí funciona en Europa, Estados Unidos y en algunos países de América Latina. Este lobby, aparte de financiar los crímenes del estado sionista, tiene gran influencia en falsimedia y cuenta con sus “intelectuales orgánicos”, bien pagos por supuesto. Este lobby se encarga de condenar y perseguir a todos a los que denuncian y enfrentan a los “pacíficos corderitos” de Israel y sus crímenes, a los que se califica de “antisemitas”.
Los gobiernos de Europa, casi sin excepción, se han convertido en los perros guardianes de Israel, y se han dedicado a condenar y perseguir cualquier cosa que huela a Palestina. Es algo así como la rusofobia actualizada, pero ahora dirigida contra los palestinos, esto es una extendida palestinofobia, que por fortuna no es compartida por importantes segmentos de la población. Al lado se despliega una vergonzosa israelofilia para lavar los crímenes del Estado sionista.
Adquiere sentido recordar que, desde el momento en que comenzó la guerra en Ucrania, se ha desplegado el boicot y saboteo de todo lo referido a Rusia, en donde ni siquiera se han salvado Leon Tolstoi, Fedor Dostoievski o Piotr Chaikovski, se ha impedido a sus deportistas participar en torneros internacionales y en los estadios de futbol se permite que se diga todo lo que se quiera contra Rusia, se enarbolen banderas de Ucrania e incluso los futbolistas portan estandartes de este país y en los estadios los equipos recogen fondos destinados a financiar esa guerra. Hasta el momento Rusia ha soportado 14 mil sanciones de diversa índole. Para impulsar este bloqueo y la rusofobia se argumenta que se estaba sancionando al país invasor y se apoyaba a Ucrania, el país agredido.
Pero ahora hete acá que ha quedado en evidencia tamaña hipocresía y doble moral, porque ahora no se apoya al pueblo palestino, siempre agredido y masacrado, sino al país ocupante, a Israel. Con esto se respalda y legitima su política de tierra arrasada y limpieza étnica en Palestina.Incluso, los soldados de Ucrania ‒que se supone forman parte de un país agredido, como lo repite falsimedia‒ enviaron mensajes de apoyo a Israel y de condenas a Palestina, diciendo que tanto ellos como los soldados sionistas luchaban por el bien, mientras que sus enemigos (los palestinos) representan el mal.
El frente mundial de la limpieza étnica en Europa lo encabezan Francia y Alemania, en donde en sus capitales se colocó la bandera de Israel, con cuyos colores se iluminó la Torre Eiffel y la Puerta de Brandemburgo. Por supuesto, eso nunca se ha hecho con Palestina y menos ahora cuando llueven bombas asesinas sobre los palestinos de Gaza y Cisjordania.
Cancelación de banderas y símbolos de Palestina
En algunos países de Europa, como Inglaterra, se ha prohibido portar, izar y ondear al viento banderas de Palestina, incluso hacerlo es considerado un delito de orden público. Al respecto la Ministra del Interior, Suella Braverman, envió una carta a los jefes locales de policía, con esta orden: «Los comportamientos que son legítimos en algunas circunstancias, por ejemplo ondear una bandera palestina, pueden no serlo cuando pretenden enaltecer actos de terrorismo». Esta ministra prosionista, conocida por su odio a los inmigrantes, ha ido más lejos al indicar que no pueden enarbolarse banderas de Palestina en barrios judíos y ni siquiera pueden entonarse cantos como el From the riverto the sea, Palestine will be free (Desde el río hasta el mar, Palestina será libre), porque estos han sido catalogados de antisemitas[iii].
En Francia y en algunos lugares de Alemania se han prohibido las manifestaciones de apoyo y solidaridad a Palestina. En el país de la “libertad”, el ministro del interior, Gérald Darmanin, prohibió las manifestaciones que denuncian a Israel, con el argumento de “ser susceptibles de generar alteraciones del orden público”, amenazando con detener a sus organizadores y a los “alborotadores” que allí participen. En Berlín también se prohibieron manifestaciones a favor de Palestina porque algunas anteriores supuestamente habían generado “odio antisemita” por denunciar los crímenes de Israel[iv].
En Berlín se prohibió el uso del pañuelo palestino [la kifuya] porque “representa una amenaza a la paz escolar”, como balbuceó la senadora regional de Educación. La Asociación de Profesores acató la orden y se unió al coro antipalestino al manifestar “Cualquier conducta demostrativa o expresión de opinión que pueda entenderse como una defensa o aprobación de los ataques contra Israel o un apoyo a las organizaciones terroristas que los llevan a cabo, como Hamás o Herbola, representa una amenaza a la paz escolar en la situación actual y está prohibida”.
Al mismo tiempo, un profesor fue agredido y pateado por un alumno que quería retirar la bandera palestina que era enarbolada en ese centro educativo. Ese ataque fue grabado y en las redes sociales fue celebrado por muchos antipalestinos y prosionistas.
En Alemania se prohibió el uso de calcomanías alusivas a Palestina, entre ellas la que diga Palestina Libre, algo que se considera una apología del terrorismo. También fueron prohibidos las pegatinas en las que aparece un mapa de Israel con los coleres de la bandera de Palestina. De ahora en adelante no se permite que los estudiantes, muchos de ellos de origen árabe, utilicen esas pegatinas en sus mochilas o en sus cuadernos. El argumento para prohibirlos es de gran brillantez, propia de la tolerancia de Israel con los palestinos, como lo dispuso la senadora: “Tales acciones y símbolos ponen en peligro la paz escolar, lo que dificulta la educación en un estado de libertad y resolución de conflictos por medio del diálogo que permita procesos escolares adecuados, para que se pueda cumplir el mandato educativo y de crianza del Estado”[v]. ¡Claro, igual que el dialogo que promueve Israel, con bombardeos genocidas, que es su forma predilecta de conversar y resolver su guerra eternacon los palestinos!
En el Parlamento Europeo sucedió un hecho bochornoso, pero indicativo de la intolerancia antipalestina que se respira en los altos círculos del poder en ese continente. Al diputado de la Izquierda Unida Manuel Pineda se le prohibió que llevara puesta un pañuelo de palestina a la hora de hacer su intervención. Allí denunció:
“No sé por qué aquí se ha reivindicado llevar la kipa y a mí me acaban de impedir salir con la kufiya, que es un símbolo cultural. No hay ningún motivo, ni ninguna norma, es un atropello que no se me permita entrar con la kufiya”. […]. Una censura inexplicable, un paso más de la UE en su persecución e invisibilización de la solidaridad con Palestina.
“Ursula Von derLeyen [presidenta de la Comisión Europea] y Roberta Metsola [la presidenta del Parlamento] han estado en Tel Aviv apoyando de forma incondicional a un régimen genocida que ha convertido la Franja de Gaza en algo muy parecido al gueto de Varsovia, sometiéndolo a un asedio en el que les están dejando morir sin agua, ni carburantes, ni medicinas, ni alimentos”.
Para completar, y mostrar la libertad de prensa en Europa, las intervenciones del eurodiputado fueron borradas de las redes sociales. Al respecto señaló: “La censura no está solo en el Parlamento Europeo. Twitter acaba de eliminar dos vídeos míos, entre ellos en el que me impedían intervenir en el debate sobre Gaza con mi kufiya palestina. El lobby sionista y sus tentáculos intentan silenciar la solidaridad con Palestina pero no podrán”[vi].
Es decir, que mientras se cancelan los símbolos culturales palestinos ‒como se hace con los de Rusia‒ se exalta de manera miserable a los de Israel, y se avalan sus crímenes contra niños, mujeres y ancianos.
Una última mención para comentar el caso de la activista climática Greta Thunberg quien compartió a través de redes sociales una fotografía en la que denuncia la masacre de Gaza, pidió Justicia y libertad para el pueblo palestino y el cese inmediato de los ataques de Israel. Quién dijo miedo, porque de inmediato Israel de manera directa la calificó de cómplice de los terroristas, antisemita. Al respecto, Arye Sharuz Shalicar, portavoz del ejército israelí, sostuvo: «Quien se identifique con Greta de alguna manera en el futuro, en mi opinión, es un partidario del terrorismo». Y así ha seguido una larga campaña de calumnias contra la joven activista, cuyo delito es haberse a atrevido a denunciar el genocidio que está ocurriendo en Gaza.
Como puede constatarse con este último ejemplo, la limpieza étnica opera como un engranaje bien aceitado, en el que actúan de manera directa los sionistas de Israel, sus lacayos y voceros, y en Europa los gobiernos son incondicionales sirvientesde lo que diga Israel.
Fútbol
En el futbol ha habido muchas voces de respaldo a Palestina, algo explicable porque muchos futbolistas son de origen árabe o son musulmanes y es elemental que ellos denuncien los crímenes que soportan los habitantes de Gaza y Cisjordania. Entre las voces destacadas debe mencionarse a los exfutbolistas Mesut Özil, campeón mundial con Alemania en 2014 y de origen turco y el de Arda Turan, de nacionalidad turca. Este señalo en su cuenta de Instagram: «Israel está matando civiles, niños inocentes. El mundo entero debería unirse y alzar la voz contra este cruel acto. Quien no reaccione hoy, será responsable. La humanidad no puede vivir con este dolor, con esta brutalidad. Israel detenga el crimen contra la humanidad». Por su parte, Özil escribió: «¿Puede haber alguna razón en este mundo para lanzar bombas cada día, cada hora sobre seres humanos inocentes y especialmente sobre niños pequeños para matarlos? ¡Definitivamente no! Esto es una pesadilla. ¿Dónde está la humanidad, gente?».
Otro futbolista que ha brindado su apoyo a los palestinos es el franco-argelino Karin Benzema, quien difundió este mensaje en la red social X: «Todas nuestras oraciones están con los habitantes de Gaza que una vez más son víctimas de estos injustos bombardeos que no perdonan a mujeres ni a niños».
Vaya coincidencia, de inmediato fue acusado directamente por el Ministro del Interior de Francia de«tener relación» con el grupo terrorista los Hermanos Musulmanes. Y la senadoraValérie Boyer pidió que a Benzema se le quite el balón de oro y la nacionalidad francesa, porque “no podemos aceptar que una doble nacionalizado francés, conocido internacionalmente, pueda deshonrar e incluso traicionar a su país de esta manera”[vii].
Otros clubes de futbol de Europa han procedido a expulsar de sus filas a futbolistas que se han atrevido a apoyar a Palestina. Entre algunos de los casos más sonados se encuentran el del delantero neerlandés, de ascendencia marroquí, Anwar El Ghazi. Este difundió en Instagram un mensaje en el que señalaba que Israel está realizando un genocidio en Gaza y remató diciendo que Palestina será libre del río al mar. Esto se consideró una apología a Hamas por parte del club Mainz 05 de Alemania. Entre sus argumentos para tomar esa decisión afirmaron que no podían tolerar las palabras del futbolista porque no se avenían con su postura sobre Israel.
Entre los “graves delitos” cometidos por el futbolista Anwar El Ghazi encuentran el haber compartido mensajes a favor de Palestina. En uno de ellos aparece con su hijo y dice: «Ayer estaba paseando por la ciudad con Malik y escuchó el sonido de un avión. Entonces dijo: ‘Avión’. Sólo podía pensar en lo agradecida que estoy de que mi bebé oyera el ruido de un avión y no de bombas. Es un regalo porque ningún gobierno hace nada para detener a Israel».
En el segundo, El Ghazi escribió: «¿Cómo puede el mundo tolerar a quienes hacen daño a los niños? Creo que debemos tratar los problemas de abuso y abandono infantil con la máxima seriedad e imponer castigos severos por estos actos», y el mensaje venía acompañado con la foto de un niño y un avión en Gaza. En un tercer mensajeafirmaba que no se estaba librando una guerra, sino una matanza genocida, porque «cuando un lado corta el agua, la comida y la electricidad, no es una guerra. Cuando un lado tiene armas nucleares y el otro, no es una guerra. Cuando un lado tiene financiación de billones de dólares, no es una guerra.Esto no es un conflicto y no es una guerra. Esto es un genocidio de destrucción masiva y estamos siendo testigos de lo que ocurre en directo. Del río al mar, Palestina será libre»[viii].
Lo revelador del asunto radica en que sobre la esencia verídica de los mensajes no se dice nada, sino de la frase “Del río al mar, Palestina será libre”, que es considerada como un delito en Alemania porque supuestamente incita el odio «contra grupos nacionales, raciales, religiosos o étnicos”, una forma eufemística de referirse a Israel, porque por lo visto para las autoridades de Alemania se pude masacrar a los palestinos y eso no es ningún delito ni crimen.
Por su parte, un jugador del Bayer Múnich, el defensa marroquí Noussair Mazraoui, publicó un mensaje a favor de Palestina en Israel y de inmediato vinieron las presiones para que fuera sancionado e incluso expulsado del país, con el argumento de que el fundador de ese equipo murió en el campo de concentración de Auschwitz y respaldar a Palestina era mancillar su memoria. ¡Vaya descaro, porque ahora el Auschwitzdel siglo XX no está en Israel ni lo soportan los judíos, sino que se encuentra en Palestina! Esto, simplemente, es una forma burda de apoyar a los verdugos de Israel,que se siguen presentando como víctimas y convirtieron el Holocausto en una industria y en el lavadero moral de su imagen criminal.
El club señala que el defensa «ha reconocido su error, retiró enseguida el vídeo y presentó excusas públicas», pero toma esta decisión «ante la naturaleza de la publicación y su gravedad».
El futbolista compartió un vídeo de un predicador palestino que rogaba a dios enviar «un día negro para los judíos» y pedía acompañar «la mano» de los habitantes de Gaza que «lanzan piedras» contra Israel.
Llama la atención, como muestra del claro sesgo antipalestino de los clubes de futbol de Europa y de las ligas nacionales, que un mensaje verdaderamente criminal del jugador israelí Shom Weissman no haya generado ninguna reacción oficial, ni del equipo Granada en donde juega ni de la Liga Española de futbol. Entre los “inofensivos” y “humanitarios” mensajes de este futbolista se encuentran la reproducción de una fotografía en la que un militar de Israel apunta a dos palestinos que están desnudos y a lo que agregó este “bondadoso” comentario: «¿Por qué Ezael no dispara en la cabeza?». Este mensaje fue eliminado por el jugador israelí, pero se suma a otros en los que anima a la venganza como este que replica en sus cuentas personales y dice:»¿Alguien puede darme una razón lógica por la que todavía no se han lanzado 200 toneladas de bombas sobre Gaza?»[ix].
Para medir la clara parcialidad de los equipos de futbol a favor de Israel es relevante el caso del Tottenham de Inglaterra, donde el futbolista israelí Manor Salomon colgó en sus redes sociales este mensaje: «¡Israel tiene derecho a defenderse!». Sin embargo, esto no se considera intervenir en política ni hace apología del peor de los terrorismos, el del Estado sionista de Israel.
Como es apenas obvio en estos tiempos de limpieza étnica de Palestina, el Tottenham tampoco ha dicho nada ni condenado esa apología del terrorismo por parte de su jugador de futbol. Si fuera Palestino y diera su apoyo al sufrido pueblo de Gaza, de inmediato hubiera sido condenado por incitar al odio.
Cancelación de artistas y escritores
En Suiza se cancelaron los conciertos del pianista y compositor turco Fazil Say, por haber expresado una opinión crítica con Israel por el genocidio de Gaza, haber dicho que las políticas de Benjamin Netanyahu, «no tienen futuro» y «son muy erróneas y crueles». Al respecto el pianista censurado informó:»En Suiza, he sido eliminado de la alineación de los cuatro conciertos planeados por la organización de la empresa MIGROS.
Trabajadores de MIGROS han citado como causa las ideas que he expresado sobre las tensiones entre Israel y Palestina en mis redes sociales». Sobre la cancelación ha dicho que la censura busca que no se escuchen “nuestras voces” y ha mostrado su decepción por Europa, donde «podríamos confiar en la libertad de expresión, un lugar donde la oscuridad y la falta de entendimiento nunca se experimentará. Quiero resaltar que mi confianza ha sido agitada por este perturbador incidente». Y concluyó con un elemento central, el referido a la persecución a la libertad de pensamiento que hoy caracteriza a la “civilizada” Europa, y más en tiempos de genocidio sionista: «Cada individuo debería tener una opinión. Y más importante, estas opiniones no deberían afectar nuestras vidas profesionales. Estoy del lado de la paz y la humanidad y hago música para dar esperanza a la gente»[x].
En la feria del libro de Frankfurt se presentó otro hecho detestable de cancelación de Palestina. En ese certamen estaba previsto, desde antes de los sucesos del 7 de octubre, la entrega del premio literario Liberatur a la escritora palestina Adania Shibli por su obra Un detalle menor. Sin ninguna explicación convincente, porque no la tienen, salvo la del espíritu antipalestino reinante, Litpron, la entidad que entrega dicho premio, decidió posponer la ceremonia de entrega “debido a la guerra iniciada por Hamás, que tiene bajo sufrimiento a millones de personas en Israel y Palestina”. No sorprende la censura, si se tiene en cuenta que el argumento del libro gira entorno a la violación y asesinato de una mujer beduina en 1949 por soldados del recién inaugurado ejército de Israel. La decisión de los organizadores de la Feria no es extraña, puesto que declararon su apoyo incondicional al Estado de Israel. Por supuesto, la corrección política pro-sionista se ha impuesto en Europa, obliga a prohibir todo lo que esté relacionado con Palestina. Y si en algún lugar es más notable esa corrección política es en Alemania, por aquello de intentar lavar a toda costa su pasado nazi. Además, los organizadores de la feria finalmente aceptaron, aunque de dientes para afuera lo hayan negado, los comentarios que circularon en Alemania donde declaraban que la autora y su obra eran antisemitas, por referirse a la violación realizada por miembros de las idílicas fuerzas armadas de Israel.
Las razones reales del aplazamiento (¿definitivo?) de la entrega del premio las proporcionó el Director de la Feria del Libro de Frankfurt, Juerguen Boos, que en el comunicado que justificaba su decisión dijo: “Condenamos enérgicamente el terrorismo terrible de Hamás contra Israel. El terror contra Israel contradice todos los valores de la Feria del Libro de Frankfurt”[xi]. Al parecer el terrorismo de Estado genocida de Israel si está acorde con los valores de ese evento bibliográfico, porque ni una mención se hizo a los crímenes sionistas, como el del bombardeo a un hospital en Gaza en donde fueron masacradas 600 personas.
Y para darse cuenta el sentido de la limpieza étnica de tipo cultural ‒que replica lo sucedido con Rusia y Ucrania, donde un museo de Londres llegó al extremo risible de cambiar el nombre de la pintura del siglo XIX “Bailarinas Rusas” por el de “Bailarinas Ucranianas”‒ al mismo tiempo que a la escritora palestina Adania Shibli no se le ha concedido ningún espacio para intervenir en la Feria del Libro, los organizadores decidieron “crear espontáneamente una espacio adicional para las voces israelíes”.
Respecto a este caso de cancelación de la presencia palestina, los editores de la novela en español afirmaron que se estaba aplicando una abierta censura, siendo el motivo para tomar esa decisión “el tremendo trauma y complejo de culpa que tiene la sociedad alemana con la comunidad judía, que le lleva a defender situaciones indefendibles, como es el conflicto árabe israelí y la ocupación de Palestina por parte de Israel”[xii].
Mientras que en Gaza los poetas, escritores y artistas son aplastados por las bombas y misiles de Israel, muchos de esos artefactos de muerte Made in USA o Made in Europa, los que han podido salvar su vida porque no están en los territorios ocupados, se les liquida mediante la política de la cancelación, que solo pretende acallar la voz de los palestinos y unirse al coro mediático de los genocidas de Israel. Esa es la característica de la limpieza étnica de índole cultural que ha llevado a cabo Europa en los últimos cinco siglos, y que se distingue por el silenciamiento de las voces de los vencidos, para que de ellos no quede la menor huella. No solamente es el asesinato físico el que está en marcha, sino el espiritual, que quiere borrar cualquier sombra perturbadora de los palestinos sobre la faz de la tierra.
CONCLUSIÓN
En las actuales circunstancias, el término limpieza étnica parece haberse quedado corto a la hora de referirse a la acción concertada del Estado de Israel, Estados Unidos, Europa y sus vasallos en otros lares del mundo contra los palestinos. Podría hablarse, y me parece un término más preciso, de etnocidio, como complemento al de genocidio, para resaltar que el objetivo es eliminar a un grupo humano entero, a su lengua, su cultura, su historia, su religión, sus tradiciones, sus costumbres. Y eso se realiza, además, en forma alevosa y premeditada, como se muestra en este artículo sobre los palestinos.
Etnocidio, según lo definió el antropólogo francés Robert Jaulin, que lo concibió estudiando el caso de los indígenas barís del noreste colombiano, es la destrucción de la cultura de un pueblo determinado, una destrucción sistemática y continua que se basa en el presupuesto europeo y occidental de que existen seres inferiores (los “barbaros”) que no merecen existir, mientras que los que se autodenominan a sí mismos superiores (los “civilizados”)se arrogan el derecho, de naturaleza divina, de exterminarlos.[xiii] El genocidio mata los cuerpos, el etnocidio liquida el espíritu. La colonización tiene entre sus objetivos erradicar lo que define como culturas inferiores e incluso no humanas o subhumanas, como hace Israel en estos momentos. Esta visión eurocéntrica y etnocentrista es evidente en lo que hoy hace Israel, Europa y Estados Unidos a los palestinos, cuyo objetivo final es consumar el etnocidio que comenzó hace más de un siglo en los territorios de la Palestina histórica. Pero para lograrlo deben vencer la heroica resistencia de hombres, mujeres y niños de Palestina que defienden con coraje y valentía sus tierras, sus valores y su cultura.
Notas:
[i]. https://www.elespectador.com/el-magazin-cultural/la-artista-palestina-asesinada-en-la-franja-de-gaza-heba-zagout/
[ii]. https://rebelion.org/la-escritora-palestina-heba-abu-nada-ha-sido-asesinada/
[iv]. https://www.newtral.es/prohibicion-manifestaciones-pro-palestina-europa/20231015/
[v]. https://www.abc.es/sociedad/berlin-prohibe-panuelos-palestinos-escuelas-20231016094039-nt.html
[vii]. https://www.marca.com/mx/futbol/2023/10/18/652fee2ce2704e9bbd8b45c6.html
[xiii]. Robert Jaulin, La paz blanca. Introducción al etnocidio, Tiempo Contemporáneo, Buenos Aires, 1973.
Renán Vega Cantor es un historiador y docente colombiano.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.