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Recortes del gobierno PSOE-IU en Andalucía

Lo fácil, lo obvio

Fuentes: Rebelión

El martes 15 de mayo se «estrenó» el nuevo gobierno andaluz. Lo hizo a lo grande, cara de «no me gusta esto» (la misma que pone Soraya Sáenz de Santamaría), rictus de «me duele más que a vosotros» (clavadito a los de Esperanza Aguirre) y anuncio de que son medidas transitorias y revertibles (también lo […]

El martes 15 de mayo se «estrenó» el nuevo gobierno andaluz. Lo hizo a lo grande, cara de «no me gusta esto» (la misma que pone Soraya Sáenz de Santamaría), rictus de «me duele más que a vosotros» (clavadito a los de Esperanza Aguirre) y anuncio de que son medidas transitorias y revertibles (también lo dicen Montoro, Mas o De Guindos), dentro de un enunciado lleno de palabrería huera en la que a cada frase la acompañaba el concepto » solidaridad» con los parados (¿la misma que hasta el momento han demostrado la oligarquía dirigente causante de la crisis?).

Difundidas las propuestas de tijeretazo, se impone el análisis de las medidas y, más allá del etéreo deseo volador de que «los ricos paguen más», el pájaro en mano, el sacrificio medible y cuantificable, vuelve a caer sobre la espalda del mismo, el funcionariado andaluz ,que nuevamente verá disminuir sus ingresos en un importante porcentaje -no olvidemos que se sumaría al ya realizado en época de Zapatero- mientras, se le recompensa el esfuerzo altruista aumentándole la jornada laboral, añadiéndose a la columna de pérdida del salario real otra correspondiente al salario antes llamado diferido, encarnado en la desaparición continuada de sus derechos laborales.

El funcionario como concepto difuso -junto a los inmigrantes- se está convirtiendo en el chivo expiatorio de esta crisis, como en otras lo fueron judíos, masones y bolcheviques. A una sociedad crispada conviene ponerle delante un «culpable de los males por los que atraviesa el país» para que se entretenga retorciéndole la cabeza al muñeco y no piense en los verdaderos responsables.

Una buena parte de la ciudadanía saliva placenteramente si se le da leña al funcionario vago y poco trabajador (todos en su imaginario). Es la misma que desea ver a sus hijos bien educados, su salud atendida, las carreteras en buen estado, su solicitud burocrática tramitada correctamente y el fuego apagado en caso de incendio, obviando que profesores, personal de sanidad, de mantenimiento, administrativos, bomberos… son el 90% de esos «malditos funcionarios» y que nuestro país estaba y ahora lo estará mucho más (leed al maestro Viçenc Navarro) en el puesto de cola europeo en el porcentaje de trabajadores de la administración pública.

El gobierno andaluz ha hecho lo fácil, lo obvio y lo intenta disfrazar de medida progresista. Si su receta hubiese ido acompañada de otras más arriesgadas (y con carga político-social), seguramente el extraordinario malestar que han generado (ayer, sin ser día de difuntos, fue día de recuerdo masivo a los antepasados del gabinete y sus aledaños) no se daría.

Evidentemente la alternativa hubiese significado audacia y ganas de que te duela la cabeza por enfrentarte a quienes realmente mandan. La crisis está demostrando que en nuestro país tenemos sectores a los que no se le pueden tocar sus privilegios de clase y estos no hacen nada por disimularlo.

¿Podríamos imaginarnos una rueda de prensa en la que el vicepresidente del Gobierno, Valderas, -aprovechando un descuido de «Pepe Griñán», reunido con empresarios y judicatura para tranquilizarlos (¡¡¡¿ de qué?!!!)- anunciase:

  • Se le ha pedido al gobierno central que recorte los gastos militares. Según datos de los organismos Fundación por la Paz y de Justicia y Paz, el recorte en Defensa ha sido del 8% frente a la media del 17% de los ministerios y se mantienen partidas como las de Afganistan (914 millones entre 2010-11, a los que se les podría sumar los 110 que costó Libia), los 28987 millones como cuantía de los contratos vigentes en 2011 para compra de armamento, los 834 de la fragata F-105 contratada en 2011, los 232 de los misiles Meteor previstos para 2013-16, los 1353 para los helicópteros Tigre hasta 2014… Por supuesto esta partida de gastos no se toca y no tiene nada que ver en ello la circunstancia de que el actual ministro de Defensa sea a la vez uno de los grandes empresarios del sector. Ya hacía negocios con Carmen Chacón.

  • Se le ha exigido al gobierno que penalice el fraude fiscal y combata la economía sumergida. Si vais a la página web de Gestha (Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda) encontraréis tarifado el volumen del delito. Dan escalofríos pensar que mientras día tras día se anuncian medidas de endurecimiento penal para quienes protesten por la situación económica, se perdone a quienes hurtaron al fisco decenas de miles de millones de euros o leer que en nuestro país circulan más de 240 mil millones de euros en «dinero negro» mientras que la economía sumergida mueve más de 80 mil millones.

  • Se han denunciado los privilegios de la Iglesia católica -cálculos de Europa Laica en su página «laicismo.org». Leed el desglose realizado minuciosamente por su presidente Francisco Delgado en su artículo del 6 de abril de 2012- a la que el Estado (central y autonómico) aporta anualmente 11 mil millones de euros en subvenciones y exenciones. La denuncia va acompañada de medidas que pongan fin a la injusticia.

  • Se va a revertir el modelo de reordenación del Sector Público andaluz. Se regulará el Estatuto del Empleado Público teniendo como meta la gestión a cargo de funcionarios de la Junta de todas sus competencias. Esto se traducirá en una radiografía de agencias, fundaciones y empresas públicas, cuya gestión y funciones vuelven a la matriz, demostrando a la ciudadanía que se cumplieron para acceder a esos puestos de trabajo los principios de igualdad, mérito, capacidad, publicidad, libre concurrencia… y que no estamos ante agencias de colocación transformadas en yacimientos de empleo para miembros de uno o varios partidos

Soñar es gratis y sabemos que esa comparecencia nunca se dará. Pero entonces, ¿cuál va a ser el papel de Izquierda Unida?

Vaya por delante para no engañar a nadie que mi apuesta (el NO que pedía facilitar la investidura y pasar a la oposición) en el referéndum celebrado entre los militantes fue minoritaria, ampliamente rechazada por los compañeros que legítima y democráticamente se inclinaron por participar en el Gobierno.

Una vez conocida la composición y áreas gestionadas (4’4% del total del presupuesto según los cálculos de Juan Torres) por la coalición, la percepción negativa no se disipa. Sin llegar a los postulados de un amigo -votante histórico, amante del cluedo- que desde hace una semana me dice para picarme «Niño, ya tengo localizados al trilero y al pardillo, me faltan los que hicieron de gancho y el falso tonto», considero que IU no sólo está en la encrucijada, es que está jugándose la supervivencia y puede pasar de concitar la ilusión de la Izquierda a convertirse en colaboradora necesaria del «recorticidio» o , como poco, encubridora.

Los que llevamos en nuestra piel la doble marca de Caín -ser funcionarios a los ojos de la sociedad y estar identificados públicamente como miembros de IU por nuestros compañeros de trabajo-, ¿con qué cara explicamos en nuestros centros -no, el 99 y mucho % de la militancia no está liberada- que los recortes son insufribles si los hace CiU en Cataluña o el PP en Madrid, pero asumibles como mal menor si llevan nuestra firma o nuestro silencio?

Cuando se firmó el acuerdo programático (pese a leerlo detenidamente no encuentro el punto que hablaba de lo que se hizo ayer), nos dijeron que se habían trazado unas líneas rojas en defensa del estado social cuyo cruce significaría romper lo pactado. Si se observan que estas líneas se saltan, IU puede irse del gobierno con argumentos y dignidad.

Nadie nos puso una pistola en el pecho para entrar, nada nos puede impedir, si queremos, la salida. Por el bien de todos, espero que no hayamos tenido la mala suerte de poner en los puestos de responsabilidad, sin saberlo, a dirigentes daltónicos.

Juan Rivera Reyes. Colectivo Prometeo de Córdoba

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.