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Los 10 ecocidios del 2022 en Latinoamérica

Fuentes: Rebelión

Hoy recordaremos los mayores problemas ambientales del año 2022. Una serie de ecocidios que destruyeron los recursos naturales latinoamericanos tras el paso devastador de doce meses llenos de sangre, dolor y lágrimas.

Cuando el dinero impone sus propias reglas de juego en el planeta Tierra, se establece un desequilibrio ecológico en nuestros territorios latinoamericanos, que se acrecienta con la inacción judicial de los organismos públicos, que son incapaces de aplicar las leyes ambientales vigentes, para castigar con celeridad los hechos delictivos presentados.

La gran delincuencia en contra de la Pachamama, es un problema multifacético dentro de las regiones latinoamericanas, ya que cada empresario, latifundista, guerrillero o político, tiene sus propias ambiciones económicas que deben ser rápidamente alcanzadas, violentando la santidad del Medio Ambiente y fructificando la ignorancia de sus decisiones.

Desde la Bahía de Jobos en Puerto Rico, pasando por la Reserva de Biosfera de Río Plátano en Honduras, y llegando a la Reserva Oasis de la Campana en Chile, existen terribles inconvenientes ambientales que se vienen ocultando en paquetes turísticos, en hoteles cinco estrellas y en enormes centros comerciales, que NO reflejan la realidad socio-ambiental de la geografía latinoamericana.

Por eso, explicaremos los 10 principales ecocidios visualizados en América Latina durante el año 2022, para NO quedarnos calladitos en el abismo de la impunidad, y para alzar la voz de protesta social junto a la ciudadanía.

En el puesto número diez denunciamos una fiesta de revelación de sexo realizada en la cascada del río Queima-Pé en el municipio Tangará da Serra (Brasil), donde por pura vanidad y capricho humano, una pareja decidió teñir totalmente de color azul a la cascada, para anunciar públicamente que el hijo que esperaban era varón, demostrando claramente la ausencia de Educación Ambiental en la mente de las personas, pues los tintes sintéticos que se venden en la actualidad para el divertimento humano, emplean sustancias químicas que incrementan las tonalidades de los colores, por lo que derramar gran cantidad de pintura de origen inorgánico en las aguas naturales de una cascada brasileña, es un delito que inevitablemente perturba la vida del ecosistema marino.

En el puesto número nueve lamentamos la afectación sufrida en las dunas costeras de la playa San Francisco ubicada en Uruguay, donde seres vandálicos alteraron 100 metros de dunas, removiendo la vegetación costera del área playera, para luego dejar la capa vegetal tirada sobre el manto asfáltico de la ruta, generando malestar en el departamento uruguayo de Maldonado, ya que las dunas son parte del atractivo turístico y cultural de la ciudad balnearia de Piriápolis, y es bueno saber que las dunas protegen las aguas subterráneas evitando el ingreso de agua salina, aminoran el avance del oleaje, y también evitan posibles inundaciones en los pueblos costeros.

En el puesto número ocho resalta el daño ambiental ocasionado en el humedal Quebrada Honda, ubicado en la ciudad de Puerto Varas en Chile, donde camiones rellenaron y aplanaron la extensión del terreno, que se encuentra registrado en el Inventario Nacional de Humedales Urbanos, pero que por el uso de maquinaria mecánica fue removida la vegetación nativa y las plantaciones de mimbre, muy valiosas para los artesanos sureños chilenos, además se puso en riesgo el curso natural del estero debido al bloqueo del terreno, y aunque la alcaldía ha expresado malestar por la contaminación, hasta ahora el anónimo crimen ambiental sigue sin castigarse en Puerto Varas.

En el puesto número siete informamos el decomiso de 123 bultos de carbón vegetal procesados y dos pilas de madera en proceso de combustión, localizadas en la vereda Rasgatá del municipio Tausa (Colombia), donde tres criminales que incineraban madera a cielo abierto para su posterior comercialización fueron capturados en flagrancia, y aunque el carbón vegetal es considerado un bio-combustible, es importante saber que su obtención convencional mediante la combustión de la madera en las calles, produce gases nocivos para la salud humana y un impacto ambiental negativo en el ecosistema, incluyendo náuseas, jaquecas, vómitos, alergias, problemas respiratorios y oculares para los pobladores aledaños, que inhalan los residuos de la combustión incompleta.

En el puesto número seis visualizamos el grave vertido de residuos tóxicos en el arroyo de San Lorenzo ubicado en Argentina, debido a que la empresa Petroquímica IDM aprovechó la distracción del pueblo argentino por el partido futbolístico entre Argentina y Polonia, para derramar ilegalmente residuos industriales y patológicos en las aguas del arroyo San Lorenzo, a sabiendas que la gente no observaría el delito por el fanatismo deportivo argentino, pero la Petroquímica IDM violó los protocolos ambientales para el tratamiento de materiales venenosos y peligrosos, socavando el arroyo San Lorenzo que es un lugar de esparcimiento para las familias argentinas.

En el puesto número cinco señalamos el agresivo deterioro ambiental en el Centro Turístico Kim, que es una zona de conectividad para la recarga de acuíferos de las Lomas de Arena, ubicadas en Santa Cruz (Bolivia), debido a que se realizaron prácticas ambientales ilegales que incluyeron la quema de 60 hectáreas de capa vegetal, desmontes con maquinaria pesada, contaminación de lagunas, instalación de carpas y letrinas en las zonas verdes del corredor hídrico, incineración de animales silvestres como serpientes y perezosos, siendo el escenario criminal causado por asentamientos de subversivos, quienes con machetes, palos y piedras, invaden predios bolivianos que son áreas ambientalmente protegidas, y trafican ilegalmente la compra y venta de esas tierras.

En el puesto número cuatro repudiamos la deforestación de 500 hectáreas en el pueblo lagunero de Bacalar, estado Quintana Roo en México, donde las mafias que trafican y comercializan maderas preciosas, talaron ejemplares de árboles de caoba, cedro, tzalam, huano y machiche, que se encuentran en la selva del ejido Bacalar, considerada como una reserva forestal dentro de la Península de Yucatán en territorio azteca, pero la tala clandestina de maderas preciosas en Bacalar, que se venden a los aserraderos para construir lujosas infraestructuras turísticas mexicanas, obligó a establecer comités ambientales de vigilancia en el año 2022.

En el puesto número tres subrayamos la alta contaminación del aire provocada por un incendio, tras la ruptura de dos tanques de combustibles, en la zona industrial de la provincia de Matanzas ubicada en el país centroamericano de Cuba, generando una enorme nube de humo, muy tóxica para la salud de los cubanos, y cuya polución se extendió hasta pueblos foráneos del país a más de 100 kilómetros de distancia, acelerando los problemas respiratorios y ambientales por las sustancias corrosivas derivadas de la combustión.

Aunque según la empresa estatal cubana Unión Cuba Petróleo, todo el desastre petrolero fue causado por culpa de un rayo, sabemos que la negligencia humana siempre culpa a la Madre Naturaleza de los ecocidios, porque es más fácil asegurar que se produjo un fallo en el sistema de pararrayos, y porque es más difícil reconocer que no existe una política ambiental que garantice la seguridad laboral, para evitar que la descarga eléctrica de un rayo provoque un mortífero incendio.

De hecho, en tiempos recientes muchas empresas petroleras que operan en países latinoamericanos, vienen culpando a los rayos y a fenómenos naturales, para justificar las fugas de hidrocarburos en sus tanques de almacenamiento y en sus plataformas marinas, siendo una genial excusa usada por compañías petroleras estatales y transnacionales, para evitar las demandas judiciales nacionales, las sanciones penales internacionales, y las millonarias multas económicas que deberían pagar, si se descubriera que realmente los derrames de crudo fueron ocasionados por manos humanas.

Si bien los ministerios cubanos de Medio Ambiente y Salud Pública, insistieron en que la gran nube de humo del incendio, no generó problemas socio-ambientales a los ciudadanos cubanos, y aunque los medios de comunicación cubanos pretendieron eclipsar el posible daño ecológico, resulta evidente que con la explosión de un primer tanque que contenía 26.000 metros cúbicos de petróleo, y con la explosión de un segundo tanque que contenía 52.000 metros cúbicos de fuel oil, no hay duda que el incendio provocado por más de 75.000 metros cúbicos de hidrocarburos, más temprano que tarde, generará una crisis ambiental en tierras cubanas.

En el puesto número dos denunciamos la tremenda alteración ambiental causada en el Parque Nacional Sierra Nevada del estado Mérida en Venezuela, donde la delincuencia ambiental del llamado “rustiqueo 4×4 o piques fangueros” generó un grave desequilibrio ecológico en el Páramo La Culata del montañoso ecosistema venezolano, ya que motocicletas y vehículos rústicos pisotearon los delicados frailejones del páramo andino, afectando un área de 7 mil metros cuadrados en las adyacencias del Pico El Águila, sin importar que el frailejón es una planta oriunda del estado Mérida, y solo se puede encontrar nativamente en Venezuela, Colombia y Ecuador.

Pero la cultura de violencia ciudadana que impera en Venezuela, sigue perpetuando el ecocidio por culpa de las carreras extremas 4×4, que previamente arruinaron la biomasa del Parque Nacional Canaima, y aunque las salvajes prácticas automotoras habían sido prohibidas en Venezuela por el Tribunal Supremo de Justicia, es evidente que las normativas legales son letras muertas.

Tristemente, el pueblo merideño venezolano apoyó y disfrutó el evento automovilístico de los carros rústicos 4×4, ya que en videos grabados por el mismo público presente en la Sierra Nevada, se observaron a niños y a adolescentes complacidos con el rápido y furioso espectáculo, mientras sus padres bebían sustancias alcohólicas para mantener viva la diversión motora, y mientras el páramo andino venezolano sufrió un violento daño ambiental, cuya sangre no será ocultada por la nieve.

Aunque las montañas del estado Mérida en Venezuela, embellecen a la majestuosa Cordillera de los Andes, la perversión ambiental venezolana extinguió las alas merideñas del gran Cóndor Andino, símbolo de la cultura andina latinoamericana, y vemos con preocupación, que especies de fauna nativa como el Oso Frontino se encuentra en peligro de extinción, y hermosas plantas como los musgos o briofitas están al borde de la extinción, pues se usan para decorar pesebres navideños.

En el puesto número uno encontramos el derrame de hidrocarburos ocasionado por el buque petrolero italiano Mare Doricum, en la refinería La Pampilla ubicada en el distrito Ventanilla de Perú, donde se derramaron 11.000 barriles de petróleo en las aguas del litoral peruano, lo cual generó un desastre ecológico que abarcó 180 hectáreas en la franja playera y 700 hectáreas de superficie marina, causando la inmediata mortandad de aves y de la fauna acuática por la toxicidad petrolera, y generando millonarias pérdidas para el sector turístico de Costa Azul y Bahía Blanca.

El capitán del buque llamado Giacomo Pisani, fue señalado por la Fiscalía peruana, por el presunto delito de contaminación ambiental dolosa. El capitán también tenía una solicitud de impedimento de salida del territorio peruano, debido a que existen fuertes sospechas de su implicación por mala praxis, en el derrame petrolero ocurrido en enero del año 2022.

Pero el capitán Pisani rápidamente huyó y abandonó Perú, después de saber que el Ministerio Público solicitó en audiencia, que permaneciera dentro del país para llevar a cabo la investigación.

Entre las corporaciones implicadas en la tragedia ambiental peruana, encontramos a la empresa española petrolera llamada Repsol, encontramos a la empresa italiana propietaria del buque llamada Fratelli dʹAmico Armatori, encontramos a la naviera singapurense donde trabajaba Pisani llamada Teekay Tankers Chartering, y encontramos la triste historia de un eterno ecocidio latino.

Porque ninguna empresa extranjera asume la culpa del desastre ambiental peruano, y porque todas las transnacionales evaden las responsabilidades de los delitos cometidos, pero irónicamente, todas las empresas extranjeras se enriquecen y ganan bastante plata, rentabilizando los recursos naturales autóctonos de nuestra Latinoamérica.

Como siempre, los tiranos de afuera anclan en América Latina, para colonizar, saquear, robar, violar y matar. Cuando los tiranos de afuera se cansaron de robar y matar a los esclavos de adentro, entonces los tiranos de afuera se van de América Latina con sus bolsillos llenos de millones de dólares, se van llenos de la eterna miseria espiritual de sus ecocidios.

Como siempre, el cobarde capitán Giacomo Pisani ancla en América Latina, para aprovecharse de los rentables recursos naturales latinos, y después que el cobarde capitán contamina nuestros mares con sus eternos derrames petroleros, entonces el cobarde capitán Giacomo Pisani huye de América Latina, esperando que el tiempo se olvide del tiempo para volver a robar y a matar.

Me pregunto ¿Cuántas veces Giacomo Pisani contaminó el corazón de nuestra América Latina?

¿Cuántos miles de dólares recibieron los funcionarios públicos peruanos, para permitir que Giacomo Pisani abandonara Perú, y se fuera sin recibir el castigo merecido por su fechoría?

Cuando los latinos no denunciamos a delincuentes ambientales como Giacomo Pisani, entonces todos los latinos terminamos siendo tan culpables y tan delincuentes como Giacomo Pisani.

El problema no es solo la intromisión extranjera, que compra y contamina los recursos naturales latinos. El verdadero problema es que las manos sucias de los corruptos gobiernos latinos, permiten que los delincuentes ambientales extranjeros roben y contaminen las riquezas naturales de Latinoamérica, para que cada día Giacomo Pisani siga muy vivo y viento en popa.

Recorrimos la hermosa geografía de América Latina, y sufrimos el dolor de una cicatriz en Abya Yala, que arde con la sal enrojecida del planeta Tierra.

Es imposible soñar con la sustentabilidad de un Mundo claramente insostenible.

Vimos que el capitalismo salvaje compra las mejores licencias ambientales, compra el silencio de los corruptos entes gubernamentales, y compra la desenfrenada barbarie genocida que impera en el siglo XXI.

Usted y yo conocemos muchísimos más ecocidios perpetrados en el año 2022, pero si nos quedamos callados y no denunciamos los problemas ambientales de nuestras comunidades, pues estaremos siendo cómplices de las corporaciones nacionales y extranjeras, que se dedican a polucionar los territorios latinoamericanos que habitamos a diario.

Con el poder de las redes sociales en nuestras manos, ya NO hay excusas para evadir el compromiso ecológico a favor del planeta. Denunciemos los delitos en Facebook, en Twitter, en Instagram, en Reddit y en WhatsApp. Utilicemos las herramientas tecnológicas para el bienestar del Medio Ambiente, olvidando la eterna indiferencia y despertando una nueva conciencia.

De enero a diciembre y de lunes a domingo, la Madre Tierra exige respeto, amor y voluntad de cambio en los Seres Humanos, para convertir la amarga pesadilla ambiental del año 2022, en una luz de esperanza positiva que ilumine los caminos del 2023.

Blog del autor: Ekologia.com.ve

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.