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Los nazi-sionistas cuentan con negacionistas para matar al mundo en Gaza

Fuentes: Rebelión

Normalmente los medios de comunicación al servicio de los sionistas se refieren al ejército ocupante alabándole, no diciendo el peligro que representa con su guerra constante, su desprecio por las resoluciones de la ONU, por los Derechos Humanos, no denuncian que sus actos tienen el sello de crímenes de Lesa Humanidad y sus responsables y […]

Normalmente los medios de comunicación al servicio de los sionistas se refieren al ejército ocupante alabándole, no diciendo el peligro que representa con su guerra constante, su desprecio por las resoluciones de la ONU, por los Derechos Humanos, no denuncian que sus actos tienen el sello de crímenes de Lesa Humanidad y sus responsables y demás deben ser buscados, detenidos y juzgados para que caiga sobre ellos el peso de la Ley. Esos medios de comunicación practican el negacionismo a secas o mediante la ocultación ambigua, la equidistancia o el silencio. Así es como también los responsables periodísticos niegan la destrucción del Derecho Internacional en todas sus dimensiones, racismo, ocupación, expulsión de los pueblos, explotación de impuestos y territorio ajenos…

¿Nosotros nos podemos preguntar por qué consideran enemigos a derrotar a tantos vecinos de la zona? ¿Cuál es el motivo por el que los nazi-sionistas se inmiscuyen agresivamente en la vida de los pueblos de todo el mundo? ¿En Europa, en América Latina, en África, en Oriente,… hay rastros suyos? ¿Podían explicar esos medios de divulgación negacionista cuál es el motivo por el que los nazi-sionistas se vinculan a los racistas en Sudáfrica, o al golpismo egipcio, a la monarquía feudal de Arabia Saudí, a los fundamentalistas que asaltan Siria…? ¿Llegará el día en que alguno de ellos diga que el ejército más moderno del mundo es enemigo de los pueblos que luchan por su propia liberación allí donde viven? Hasta hoy esos medios de difusión practican el negacionismo.

Si las características de un ejército, entre ellas la cantidad de inversión económica y en qué tipo de armamento se emplea, están en función de aquellos a quienes considera enemigos, lo que aprendemos es que Israel tan agresivo contra el pueblo palestino, tan racista, fundamentalista, colonialista, tiene a la otra parte del mundo en el campo enemigo. No sale en los medios informativos que le sirven que la mayor industria levantada por el sionismo en Israel es la industria militar -la Alemania nazi para expandirse se dedicó a fabricar armas-, que matar es el eje central de su existencia y que el nazi-sionismo, para llegar a esto, se emplea en la investigación, producción y ensayo real de sus experimentos sobre el pueblo palestino. Después las venden a los gobiernos colaboracionistas, que también les dejan que fabriquen en sus países, hacen acuerdos de compra y venta, y les dan sus mercados para los productos restantes, en ese puesto se encuentran los países europeos, Canadá, EEUU… Sobre lo que vende Israel a los gobiernos colaboracionistas, se lleva a cabo el boicot social pedido por los representantes de toda la sociedad palestina, lo que vende Israel se reconoce por el código de barras que comienza por 729.

Pero si Israel es una fábrica de armas, sus colaboradores periodísticos denuncian que es una base imperial para controlar la zona, una gran mano con la que torcer el presente y el futuro de quienes hacen su propio camino. Por encima de su ocultación es la realidad misma la que nos alecciona.

Si no se denuncia, si no se impulsa la denuncia para que la Justicia Internacional detenga al asesino, que se le juzgue y se le encarcele, las sociedades pierden la ética, la confianza en la justicia, el valor de los Derechos Humanos. Si los nazi-sionistas no tuviesen tal ayuda no podrían hacer lo que hacen.

Añadamos algunos datos que no encontramos en sus medios, y si aparece alguno es de forma farragosa: desde 1990 el Comando Europeo de las Fuerzas Armadas estadounidenses en Israel -solo con el nombre nos sabemos del grado de colaboración de los colaboradores-, dispone de almacenes de armas para reabastecer al ejército nazi-sionista en caso urgente. Lo que EEUU almacenó ese año fue por valor de 1.000 millones de dólares, según declaró su gobierno.

En 2.010 el Congreso de EEUU aumentó el arsenal hasta los 1.200 millones de dólares, y aprobó a continuación la entrega de otros 10.000 millones. Además de éstas cantidades es conocida la aprobación de otras partidas sin determinar, siempre bajo el epígrafe «Financiación militar a Israel».

Otro dato: en este año 2.014 los congresistas de EEUU han firmado la entrega de otros 3.100 millones para el ejército nazi-sionista; además aprueban la entrega de 739 millones para investigación militar e innovación; a eso suman 150 millones para nuevos sistemas de misiles y otros 120 millones destinados a introducir mejoras en los sistemas actuales de misiles.

Para 2.015 Obama ya tiene aprobada la cantidad de 3.100 millones al ejército nazi-sionista. Tanta inversión buscará algún resultado, ¿cuál?

El acto de matar es el negocio sionista, matar les sirve para la ocupación, el destrozo de la vida en la zona, la expulsión de los pueblos, la apropiación de las riquezas naturales y el control y la dominación de EEUU sobre el área.

Acercarnos al negocio de matar debe hacerse sobre el volumen de dinero que invierten los asesinos, porque la dimensión del enemigo está en proporción directa con la inversión.

Llegado a este punto, ¿cómo no tener en cuenta que EEUU, único apoyo de Israel en la ONU y su mayor sustento financiero, con el 4,5% de la población mundial frente al 95,5% restante, según algunos estudios emplea el 42% del presupuesto mundial en gasto militar? Podían airearlo sus colaboradores para indicar en cifras y en la esfera terrestre quiénes y cuántos somos sus enemigos.

EEUU es la gran multinacional del armamento y de la muerte. Del gasto del gobierno de EEUU aparecen cifras que van desde 600.000 millones a 839.000 millones de dólares, cantidad que presenta la War Resisters League. ¿Y cuánto es el dinero gastado en armas en todo el mundo?: en 2012 el SIPRI declaraba que el gasto mundial militar fue de 1.740.000.000.000.

Si le parece mucho las cifras expuestas deben saber que Bush desde el 2.001, según algunos economistas, elevó el presupuesto militar a 1.300.000.000.000, aunque el Premio Nobel de Economía Joseph Stigliz declara, con cálculos que muestra, que el gasto de EEUU en armas son 3.000.000.000.000 de dólares.

Si a la cifra de gasto mundial le restamos el dinero que declaraba el gobierno estadounidense o la War Resisters League, 600.000 millones, o 839.000 millones, y recogemos la demostración de Joseph Stigliz, 3.000.000.000.000, lo que vemos es que el gobierno imperial emplea ¡tres veces! lo que gasta el resto del mundo. El resto del mundo, el 95,5% de la población, es su enemigo. Las dimensiones de su enemigo las da el gobierno estadounidense con su inversión. La proporción entre población de uno y otro lado, así como el dinero empleado de una parte y otra lo dice todo, somos objeto de dominación, de expolio, formamos parte de su negocio de matar.

Como vemos, su aliado nazi-sionista se alimenta con los mismos intereses, el eje central de su actividad es la investigación, la fabricación y el empleo del armamento más letal. Es el ejército más capaz de matar, la industria de Israel es la industria de la muerte.

Pero no nos olvidemos de esos medios informativos ya que nos hemos quitado de encima la inocencia en lo que se refiere al dinero que Israel-EEUU emplea en armamento mientras ponen sus ojos en el resto del mundo.

Ahora debemos llevar nuestra vista a la actuación de la Corte Internacional de Justicia.

Después de los crímenes cometidos por los nazi-sionistas en lo que denominaron «Operación Plomo fundido», 2008-2009, la fiscalía de la Corte Internacional de Justicia rechazó la denuncia que hizo Palestina contra Israel, ¿cómo es posible?. Sin embargo en el año 2012 se vio obligada a admitir la denuncia que puso Palestina contra Israel por los crímenes nazi-sionistas que denominaron «Operación Pilar defensivo».

¿Por qué el Tribunal Internacional no admitió la denuncia de los crímenes de Lesa Humanidad que cometieron en 2008-2009?: porque a Palestina le faltaba una denominación que le habían negado hasta ese momento: Estado Observador. Eso ha servido de excusa a la Justicia Internacional para negar a Palestina la asistencia que el Derecho Internacional le debe en el Tribunal de la Haya. ¡Vergüenza!.

Ya lo saben los pueblos: si no tienes el título no van a darte el derecho a la denuncia y el derecho a la justicia. ¿Nos imaginamos que solo los titulados universitarios, por ejemplo, o los astronautas, o los de cualquier titulación que escogiese el poder, solo quienes lo tuviesen accederían a los tribunales en España, Francia, Inglaterra, Alemania EEUU,…?; ¿nos imaginamos que en el mundo solo se detuviese y juzgase a los asesinos si los denunciantes en nombre de los asesinados hubiesen adquirido un título determinado, que los jueces previamente habrían dado bajo premisas clasistas, racistas, religiosas? Usted mismo debe calificar a estos administradores de justicia.

Chris Gunnes, delegado de la UNRWA, la oficina para los refugiados de la ONU en Gaza, declaró con voz entrecortada por la emoción, antes de echarse a llorar hace unos días ante las cámaras de Al Yasira: «Los derechos de los palestinos, incluso los de sus hijos, han sido negados al por mayor y es terrible.» ¿De qué se puede jactar la llamada «Justicia» cuando no pone en marcha los mecanismos pertinentes?

La humildad de los palestinos y el orgullo de saberse luchadores contra la injusticia, su resistencia en Gaza y Cisjordania, han hecho que el Ministro de Asuntos Exteriores palestino, Riad Maliki, declare: «Israel debe pagar por los crímenes de guerra cometidos, -a eso ha añadido- yo acepto mi responsabilidad en caso de que los palestinos hayan cometido crímenes en este conflicto.»

Desde 2012 se viene retrasando en la ONU la aceptación de Palestina como Estado.

Para volver a las reuniones en 2013 entre Palestina e Israel, EEUU puso como condición que se aparcase el reconocimiento de Palestina como Estado, porque si se reconocía a Palestina entonces el nuevo Estado podría denunciar a Israel por crímenes de guerra, y Obama y su gobierno protector del nazi-sionismo quería impedirlo. A semejante chantaje las fuerzas de la antijusticia sumaron la amenaza siguiente: si se reconocía a Palestina, Israel tomaría más territorio palestino en Cisjordania y establecería más colonias. EEUU-Israel, la antijusticia, se puso en medio del camino del mundo.

La Autoridad Nacional Palestina cedió y se sentó con los nazi-sionistas, y éstos boicotearon todo acuerdo en la mesa de negociaciones, al mismo tiempo ocupaban más territorio palestino y construían miles de viviendas. Así ganaron otros nueve meses para avanzar en esa parte de la guerra que es la ocupación de Cisjordania. Como sucede desde 1948, como sucede desde 1967, las conversaciones no sirven para frenar al nazi-sionismo.

Pero pocas fechas antes de que los asesinos asaltasen Gaza los palestinos resolvieron uno de los problemas más hirientes para la causa de Palestina, la unidad entre sus dos partes de gobierno, el de Gaza y el de Cisjordania. Siendo muchas las dificultades para la superación de los obstáculos creados por la ocupación y las distancias económicas, sociales y de relaciones con el ocupante y los gobiernos que hacen negocio con los nazi-sionistas, las dos partes palestinas iniciaron el camino de la unidad.

La reacción de Israel-EEUU la hemos visto este último mes de julio y lo que llevamos de agosto, la égida sionista, el ataque al pueblo de Gaza y sus escasas infraestructuras sin la más mínima ocultación, a pesar de lo cual los medios colaboracionistas niegan toda responsabilidad de Israel, culpan a los palestinos o arman la equidistancia ante el mundo, porque al fin y al cabo el mundo no debe saber, el mundo, nosotros, no debemos ver quién es el que desobedece los mandatos de la ONU, rompe con todo el Derecho Internacional, se arma para ser el ejército más violento y mata sistemáticamente al pueblo palestino mientras ocupa su tierra. Esa es la forma moderna del negacionismo de los colaboradores de los sionistas.

Y es que antes de producirse la unidad palestina, la nación Palestina había sido reconocida en la ONU como Estado Observador, y por tanto podía-puede denunciar ante el Tribunal de La Haya a Israel. Unidad y reconocimiento son dos peligros para los intereses nazi-sionistas. Cuando Israel y su alimentador principal se encontraron con la unidad palestina, de inmediato aceleraron el negocio de matar. Debían provocar la división, llevar a los palestinos a la etapa anterior, y sobre la posible denuncia volver a la parálisis de las negociaciones. Otro factor previo a la unidad y que empujaba para salir a la luz pública era la huelga de hambre de los presos palestinos, empezaba a saltar al conocimiento del mundo, otro acontecimiento político que los ocupantes querían oscurecer. Otro asunto que saltaba a nuestro conocimiento y los nazi-sionistas no tenían como engañar. A todo esto se sumaba que en las costas de Gaza se había descubierto hace unos años petroleo y gas, y venían impidiendo mediante el bloqueo que los palestinos pudiesen extraerlo. Como podemos suponer, el interés nazi-sionista por reducir al pueblo de Gaza adquiere una nueva dimensión. Los responsables de Israel-EEUU nos dicen una y otra vez que sus intereses están por encima de pueblos, de leyes internacionales y de dictámenes de la ONU. Y sus medios negacionistas se muestran asépticos, oscurecen sus palabras, las justifican contra la ética…

Por enésima vez repiten el molde: tras la matanza hay que sentarse a la mesa para hablar, otra vez, sin reconocer ni los dictámenes de la ONU, ni retirar el bloqueo ilegal, sin poner en libertad a los presos palestinos, sin permitir la reconstrucción de Gaza, sin resarcir a las víctimas, si…, el resultado siempre fue inútil. Si queremos que se cambie hay que cambiar de método.

Para que el resultado cambie la solidaridad con Gaza tiene que emerger de ese 95,5% de la población mundial, contra el que los nazi-sionistas y EEUU se arman tres veces más que el mundo entero, ese es nuestro tamaño, el tamaño de su enemigo.

No perdamos de vista que ha entrado en el panorama político un nuevo factor sobre el que los nazi-sionistas y su protector EEUU miran con preocupación, por eso han disparado la guerra contra Gaza; saben de siempre que 1 gobierno palestino y 1 gobierno palestino son 2 divididos, y que 1 gobierno palestino + 1 gobierno palestino, es 1, el 1 más grande, la unidad, el gobierno del Estado Palestino.

A pesar de todo se oyen noticias nuevamente preocupantes, ¿será verdad que el gobierno de Cisjordania, pudiendo denunciar a Israel por crímenes de Lesa Humanidad no lo va a hacer?

Sea como fuere el 95,5% de la humanidad tiene el boicot a Israel al alcance de su mano: No comprar productos con el código 729. Los negacionistas disuelven las responsabilidades de sus patronos, rebajan su carácter genocida, desaconsejan el boicot, nunca reclaman justicia. Esté atento el mundo. Toda nuestra solidaridad con Palestina.

 

Ramón Pedregal Casanova es autor de «Dietario de crisis», lo encuentras en Libros libres, de rebelion.org; y es autor de «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», edita Fundación Domingo Malagón. 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.