Recomiendo:
0

Bush propone recortar en 70.000 millones de dólares sus programas sociales

Más dinero para Iraq, menos para Sanidad

Fuentes: El Mundo

Más dinero para Defensa y, en particular, para las Guerras de Iraq y Afganistán, cuyo coste superará el año que viene al de Vietnam. Menos fondos para la asistencia médica a las personas de ingresos bajos y a la tercera edad. Y dar carácter permanente a los recortes de impuestos aprobados a principios de esta […]

Más dinero para Defensa y, en particular, para las Guerras de Iraq y Afganistán, cuyo coste superará el año que viene al de Vietnam. Menos fondos para la asistencia médica a las personas de ingresos bajos y a la tercera edad. Y dar carácter permanente a los recortes de impuestos aprobados a principios de esta década, que redujeron la presión fiscal sobre las rentas más altas. Ésas son las claves del proyecto de Presupuestos para 2008 presentado ayer por la Casa Blanca ante el Congreso. Un documento que ha despertado las iras de la oposición demócrata, que ha declarado que, con él, George W. Bush «simplemente busca la controversia».

El Presupuesto deja claro que, a pesar de la derrota que sus correligionarios republicanos sufrieron en las elecciones legislativas de noviembre, Bush no va a realizar ninguna concesión a la oposición, que controla ambas cámaras del Legislativo. Como dijo el congresista demócrata Rahm Emmanuel, el documento «es más de lo mismo». Eso hace prever que el presupuesto será modificado en el Congreso. En EEUU no hay un debate único sobre esta ley, sino que se va discutiendo y aprobando cada capítulo, en un proceso que ocupa gran parte del año parlamentario.

Para el ejercicio fiscal 2008 -que comienza el 1 de octubre próximo- la Casa Blanca propone aumentar el gasto público en 100.000 millones de dólares, hasta dejarlo en 2,9 billones de dólares, es decir, 2,2 billones de euros, o algo más del PIB (es decir, la producción de bienes y servicios) de España en dos años. Y, en ese océano de cifras, gana el Departamento de Defensa y pierde el Estado de Bienestar. Bush propone un recorte de 70.000 millones de dólares (54.000 millones de euros) en los próximos cinco años en los programas sociales Medicare -de asistencia sanitaria a los mayores de 65 años- y Medicaid -que presta servicios similares a las personas de rentas bajas-. La Casa Blanca, haciendo gala de un vocabulario de índole orwelliana, anuncia esos recortes en epígrafes titulados Compasión, Mejora del sistema sanitario (un apartado que debería llamarse Privatización del sistema sanitario) y Modernización y mejora del Medicare y Medicaid. Aunque esa retórica no va a evitar una guerra feroz entre el Ejecutivo y el Legislativo, donde muchos demócratas consideran que el Medicare y el Medicaid son intocables.

Pero, para guerras, las de verdad. Bajo el epígrafe Ganar la guerra contra el terrorismo, Bush solicita 93.400 millones de dólares para Iraq, Afganistán y otros escenarios bélicos durante el ejercicio presupuestario en curso, que concluye el 30 de septiembre. Para 2008, reclama otros 141.700 millones, lo que supone una petición total de 235.100 millones de dólares. Y en 2009 prevé destinar otros 50.000 millones más. Si se suman esas cantidades a lo que EEUU ya ha gastado en guerras desde el 11-S, salen 711.900 millones de dólares. Es una cantidad un 38% más cara que la de Vietnam en términos reales -es decir, después de ajustar las cifras a la inflación-, según datos de la Universidad de Luisiana.

Aparte de Iraq y Afganistán -que no cuentan técnicamente como gasto de defensa-, la Casa Blanca ha pedido un aumento de 49.000 millones de dólares del gasto general del Pentágono, con lo que el presupuesto de ese Departamento alcanzaría los 481.400 millones de dólares. El aumento del presupuesto se justifica, entre otras razones, por el aumento en 92.000 soldados de los efectivos del Ejército de Tierra y de la Infantería de Marina (los Marines), el desarrollo de una nueva clase de portaaviones nucleares y la ampliación de la flota de aviones de combate por control remoto Predator -muy utilizados contra las guerrillas iraquíes y afganas, pero pilotados desde la base aérea de Nellis, en las afueras de la ciudad de Las Vegas- hasta las 170 unidades.

Sumado todo eso sale un gasto militar para el ejercicio de 2008 de 644.800 millones de dólares, casi medio billón de euros. En total, más del 50% del gasto público de EEUU que no corresponde a pensiones u otras partidas que se ajustan automáticamente, año tras año, se va a Defensa.

En realidad, la cifra es aún mayor, puesto que una parte de los 20.000 millones de dólares de presupuesto de la NASA es para satélites militares, el Departamento de Energía tiene 8.200 millones para el mantenimiento de bombas atómicas y, además, está el Departamento de Veteranos, que da asistencia médica a los más de 40 millones de estadounidenses que han servido en alguna guerra. Si se juntan esas partidas, EEUU absorbe entre el 60% y el 70% del gasto mundial en defensa, según las cifras de la CIA y del Instituto Internacional para la Paz de Estocolmo.

Pero en relación al tamaño de la economía, el gasto militar estadounidense no es tan grande. De hecho, apenas supondrá alrededor del 4% del PIB, una cifra similar a la de 1994, cuando Clinton era presidente y el Congreso estaba dominado por los demócratas. Durante la intervención en Vietnam, el gasto militar rozó el equivalente al 10% del PIB.

La economía de EEUU sigue creciendo a buen ritmo, por lo que el déficit público previsto para 2008 es de sólo el 1,6% del PIB y la Casa Blanca mantiene el objetivo de eliminar los números rojos en 2012. Así que EEUU puede permitirse su gasto militar.