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Robert Gates y Venezuela

Más ruidos de sables para Latinoamérica

Fuentes: CounterPunch

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Ahora que el Senado confirmó a Robert Gates, la pregunta es: ¿qué significa la aparición del nuevo Secretario de Defensa para Latinoamérica? Bajo el predecesor caído en desgracia de Gates, Donald Rumsfeld, USA mantuvo una posición belicosa hacia regímenes izquierdistas como el de Venezuela. Rumsfeld dirigió el ataque contra el presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmando que «Es una persona que fue elegida legalmente, igual como Adolfo Hitler fue elegido legalmente.»

Previsiblemente, la respuesta de Venezuela no tarde. El vicepresidente José Vicente Rangel categorizó las declaraciones de Rumsfeld de «desesperadas» e «irracionales. Atacó enérgicamente al Secretario de Defensa de USA, comentando que Bush, y no Chávez, era el que más se parecía a Hitler. «Si algún político o presidente puede ser comparado con Hitler, es Buch, porque él [Bush] invadió a países, ha masacrado a la gente, y ha creado prisiones en distintas partes del mundo,» dijo Rangel.

Sin inmutarse, el infatigable Rumsfeld siguió adelante, haciendo afirmaciones sin fundamento alguno de que Chávez había tratado de fomentar disturbios en Bolivia. En un caso, declaró a periodistas en Paraguay que «existe ciertamente evidencia de que tanto Cuba como Venezuela han estado involucradas en la situación en Bolivia de manera negativa.»

Los comentarios de Rumsfeld provocaron preocupación en el Congreso, incluso entre otros republicanos. El senador Arlen Specter, miembro del Comité Judicial del Congreso de USA, expresó su alarma porque la posición acalorada de Rumsfeld hacia Chávez estaba complicando los esfuerzos conjuntos USamericanos-venezolanos contra la droga. En una carta a Rumsfeld, Specter dijo diplomáticamente: «Sería muy útil para los esfuerzos de USA por obtener la cooperación de Venezuela en nuestro ataque conjunto contra la droga, si la retórica fuera reducida.»

El predecesor de Gates: aumentando la presión sobre Venezuela

Incluso mientras USA actuaba para armas hasta los dientes al ejército colombiano, Rumsfeld culpó a Venezuela de desestabilizar la región andina. «No puedo imaginar por qué Venezuela necesita 100.000 AK-47,» dijo durante una conferencia de prensa en Brasilia. «Sólo espero que no ocurra. No puedo imaginar que si ocurriera, sería bueno para el hemisferio,» agregó.

Sobra decir que este tipo de retórica no ayudó a disminuir las tensiones. Durante años, las autoridades en Caracas han estado preocupadas por la zona fronteriza de 2.000 kilómetros entre Colombia y Venezuela, violenta, donde no impera la ley. La violenca política de Colombia ha pasado la frontera: los militares y paramilitares derechistas colombianos, financiados por USA, hacen rutinariamente incursiones a territorio venezolano.

Los paramilitares, supuestamente vinculados a las fuerzas armadas colombianas, han perseguido a refugiados al interior de Venezuela, donde han matado o secuestrado a los que huyen de la violencia. Peor aún, el gobierno de Chávez afirma que paramilitares colombiano han disparado contra fuerzas de seguridad venezolana. Choques continuos han llevado a la muerte de personal militar venezolano. Chávez ha afirmado, plausiblemente, que necesita modernizar el ejército para defender la frontera occidental de Venezuela.

Chávez, molesto por los esfuerzos del ex Secretario de Defensa por satanizar a Venezuela, llamó a Rumsfeld un «perro de la guerra. En otra pulla memorable de Chávez, el presidente venezolano señaló: «El perro dice de manera cínica que no sabe de nadie que esté amenazando a Venezuela, así que no se conoce a sí mismo. Deberíamos darle un espejo al perrito para que se pueda ver la cara.»

Rangel agregó a la andanada contra Rumsfeld en Venezuela al señalar que el Secretario de Defensa de USA era «el señor de la guerra.» Luego subrayó la hipocresía de USA respecto a la acumulación de armas. «En Venezuela,» declaró, «estamos preocupados por los elevados gastos militares de USA, que ascienden a unos 450.000 millones de dólares, ¿qué temen para justificar gastos militares tan altos?»

Gates: Bombardeo de Nicaragua

A primera vista por lo menos, el origen de Gates parecería subrayar un movimiento para alejarse de la política exterior agresiva abrazada por los neoconservadores. El propio Chávez se ha regocijado por la desaparición política de Rumsfeld. El líder venezolano estaba radiante cuando leyó en alta voz una noticia sobre la renuncia del ex Secretario de Defensa. «Las cabezas comienzan a rodar,» dijo en una conferencia de prensa. «Ya era hora de que renunciara. Ahora debería renunciar el presidente.»

Sin embargo, Chávez debería pensarlo dos veces, antes de apresurarse a celebrar. Los antecedentes de Robert Gates sugieren que podría realizar una política igual de agresiva en Latinoamérica como su predecesor. Motivo especial de preocupación es Nicaragua, donde los sandinistas recientemente volvieron al poder bajo la dirección de Daniel Ortega. En vista de la oposición histórica de Gates a los sandinistas, es posible que USA pueda tratar de desestabilizar una vez más al empobrecido país centroamericano.

En 1984, Gates, que entonces era Director Adjunto de la CIA, recomendó a su jefe, William Casey, que USA utilizara ataques aéreos para destruir los «planes militares» de Nicaragua. En su memorando, Gates señaló que propugnaba «medidas duras» que «probablemente son políticamente inaceptables.»

Ese tipo de retórica y enfoque sugieren que Gates puede resultar ser tan belicoso como los neoconservadores. Cuan se le preguntó sobre el memorando de Gates, Thomas Blanton, director del Archivo Nacional de Seguridad en Washington, D.C. (una organización comprometida a sacar a la luz y desclasificar información a los niveles superiores del gobierno), observó que «Suena como Donald Rumsfeld. Muestra el mismo tipo de arrogancia e hibris que nos llevaron a Iraq.»

Hablando con Los Angeles Times, Blanton agregó que la sugerencia de Gates de bombardear Nicaragua fue extrema en sus días. «Seguramente no era una opinión generalizada,» dijo. «La mayoría de los USamericanos pensaban que no deberíamos hacer nada en Nicaragua. ¿Cómo podía ser posible que nuestros intereses de seguridad nacional estuvieran en juego?

Cuando el Congreso prohibió el financiamiento de los Contras nicaragüenses, Ronald Reagan usó los ingresos resultantes de ventas de armas a Irán para financiarlos. Según los documentos, Gates aparentemente sabía de los esfuerzos de Oliver North por juntar dinero para los Contras; los críticos afirman que el nuevo Secretario de Defensa no tomó suficientes medidas para impedir que el plan siguiera adelante. El abogado consultor independiente, Lawrence E. Walsh, que investigó el escándalo Irán-Contra, señaló que Gates fue «menos que franco» sobre su papel en el asunto, pero no presentó acusaciones.

Gates, SAIC y Venezuela

La pregunta ahora es si Gates ha cambiado sus puntos de vista sobre Latinoamérica o si todavía quiere provocar la confrontación con los regímenes izquierdistas. El tema ahora se convertido en importante, considerando la reemergencia del antiguo Némesis de Gates, Daniel Ortega. Aunque Ortega ha dejado de lado gran parte de su antigua retórica contra USA, el líder sandinista ha cultivado una alianza en ciernes con el presidente venezolano Hugo Chávez. Nicaragua es terriblemente pobre y arruinada por la deuda, pero Ortega puede contar ahora con embarques de petróleo de Venezuela, un país que esgrime su influencia política en toda la región.

Blanton ha afirmado que sería un error considerar el memo de Gates de hace 22 años como un reflejo de su pensamiento actual. Cuando Gates fue analizado minuciosamente por su presunto papel en Irán-Contra y su intento de llegar a ser director de la CIA en 1987 resultó infructuoso, el ambicioso hombre de los servicios de inteligencia recibió una «corrección» y su antigua arrogancia «disminuyó.» Según Blanton, Gates cambió una vez que llegó a director de la CIA en 1991. «Es muy posible,» señaló Blanton, que «el Robert Gates propuesto para Secretario de Defensa sea el Robert Gates que es el mejor director de la CIA que hayamos tenido, y no el Robert Gates que fue un mini-Rumsfeld.»

Los antecedentes de Gates, sin embargo, sugieren que podría no modificar significativamente la política hacia Venezuela de Rumsfeld. En 1993, Gates dejó el gobierno después de trabajar 27 años en los asuntos de inteligencia. Pero, nunca estuvo lejos de los corredores del poder. Gates se unió a SAIC (Science Applications International Corp.), un sospechoso contratista del Pentágono, de la CIA y de otras agencias federales, y sirvió en el consejo de directores. SAIC, que mostró 7.500 millones de dólares de beneficios en 2005, está involucrada en todo, desde la recolección de inteligencia a la reconstrucción de Iraq, para el Pentágono.

Como documento extensamente en mi libro: «Hugo Chavez: Oil, Politics, and the Challenge to the U.S.» (Recientemente publicado por St. Martin’s Press), SAIC ha tenido un papel dudoso en Venezuela. En 1995, SAIC firmó una empresa conjunta con PdVSA (la compañía petrolera estatal de Venezuela) para manejar las operaciones informáticas de la firma.

Sin embargo, según Chávez, la empresa conjunta, llamada Informática, Negocios y Tecnología (conocida por el acrónimo español INTESA), tenía vínculos con la CIA. SAIC, acusó Chávez, estaba utilizando a INTESA como un medio para realizar espionaje. Durante el antagónico paro forzoso petrolero de 2002-3, cuando la oposición venezolana trató de paralizar la economía y echar a Chávez del poder, PdVSA sufrió considerable daño de su sistema informático. El gobierno de Chávez afirmó que INTESA participó en el sabotaje. Cuando el paro fracasó, Chávez rápidamente discontinuó a INTESA.

Gates pasa la confirmación del Senado

Aunque el cargo de Gates en el consejo de directores de SAIC duró poco, mantuvo vínculos con la compañía incluso después de abandonarla, cuando se unió al departamento asesor de VoteHere, una firma de máquinas electrónicas de votar ligada a SAIC. En vista de su anterior participación en SAIC, se pensaría que el Senado por lo menos hubiera tocado el tema durante la audiencia de confirmación extraordinariamente breve de un solo día.

He estudiado la trascripción de la audiencia y ningún senador sacó a colación ni las palabras «SAIC» ni «Venezuela» (ni hablar de Nicaragua). Gates tuvo una confirmación resonante en su nueva posición por un voto de 95 a 2. Los dos votos en disenso, en realidad, no provinieron de demócratas sino de los senadores republicanos favorables a la guerra Rick Santorum y Jim Bunning, molestos por la crítica de Gates a la guerra en Iraq.

Los demócratas, apoyados en su reciente victoria en las elecciones de mitad de período, tuvieron la oportunidad durante la audiencia de confirmación del martes de mostrar al público USamericano que les preocupaba la dirección de las relaciones USA-Latinoamérica. Aunque Rumsfeld, mediante sus declaraciones, hizo mucho por erosionar la confianza entre Venezuela y USA, el nuevo Secretario de Defensa podía trazar un nuevo camino. Al no cuestionar a Gates sobre su pasado o sus puntos de vista sobre Latinoamérica, los demócratas han demostrado que no les preocupa demasiado poner freno a la política exterior agresiva de Bush en la región.

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Nikolas Kozloff es autor de «Hugo Chavez: Oil, Politics, and the Challenge to the U.S.» (publicado recientemente por St. Martin’s Press)

http://www.counterpunch.org/kozloff12092006.html