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Mineras transnacionales: asalto y resistencia

Fuentes: Ecoportal.net

Cosas de minas En Chile, la presidenta Michelle Bachelet sigue dejando de lado su ideología socialista y el consecuente «progresismo» que ello involucra para darle vía libre a las multinacionales del capitalismo que, como moscas a la miel, se precipitan sobre su país. Tal es lo que está sucediendo, por ejemplo, con la minera canadiense […]

Cosas de minas

En Chile, la presidenta Michelle Bachelet sigue dejando de lado su ideología socialista y el consecuente «progresismo» que ello involucra para darle vía libre a las multinacionales del capitalismo que, como moscas a la miel, se precipitan sobre su país. Tal es lo que está sucediendo, por ejemplo, con la minera canadiense Barrick Gold, que acaba de iniciar las operaciones de explotación de la mina Pascua Lama, ubicada a 4.500 metros sobre el nivel del mar en la frontera andina entre Chile y Argentina, en este último caso a la altura de la provincia de San Juan, donde su correlato es el yacimiento de Veladero.

Cabe destacar que Barrick Gold suele contar en su directorio con personalidades que alguna vez dirigieron los destinos de un país, como es el caso actualmente de Brian Mulroney, quien fue primer ministro de Canadá entre 1984 y 1993. Asimismo, como «asesor» de la compañía pasó a desempeñarse por un tiempo, no bien concluyó su gestión como presidente de Estados Unidos, George Bush padre. En realidad, ese cargo encubría el de lobbysta, algo en lo que Bush fue muy bien aprovechado por los conocimientos y contactos con otros personajes a nivel internacional que había alcanzado como presidente. Baste recordar que alguien que se definía como «gran amigo» suyo, llamado Carlos Menem, fue rápidamente convencido por el ex presidente norteamericano para comenzar a abrir las puertas a Barrick Gold en la Argentina, sacando adelante una Ley de Minería que hoy continúa padeciendo el país, especialmente las provincias donde, desde entonces, se han lanzado cual buitres la Barrick y otras mineras canadienses, norteamericanas y británicas. Por otra parte, mientras halagaba a Menem y le sacaba lo que le convenía, entre bambalinas Bush se reía con sus amigos refiriéndose a «ese pequeño presidente argentino con el que venía bien dejarse ganar uno que otro partido de tenis».

Respecto de Pascua Lama, y con la avidez que provoca haber descubierto un inmenso yacimiento de oro, plata y cobre que permitirá ir vaciándolo durante veinte años, la Barrick parece haber convencido fácilmente a la presidenta chilena para que imite los gestos de los famosos tres monitos: taparse los ojos para no ver los desastres ecológicos y ambientales que acarreará esa explotación a la vasta zona del valle de Huasco, que incluirá la destrucción de los glaciares Toro I, Toro II y Esperanza que cubren el yacimiento, y el envenenamiento con cianuro y otros agentes tóxicos en toda su zona de influencia (ver nota detallada sobre el tema titulada «El Saqueo de las multinacionales mineras – Asalto a la Cordillera»); los oídos para no escuchar los insistentes reclamos que vienen haciendo los habitantes y agricultores del valle, concientes de cómo se verán afectados tanto los caudales y pureza de las aguas que corren desde los glaciares como sus cultivos y el hábitat de la fauna del lugar; y la boca para no decir una palabra, como ha sucedido hasta ahora, sobre lo que no quiere ver ni oír, incluyendo los detallados informes de organizaciones ambientalistas y ecologistas que intentan demostrarle a la mandataria los desastres que esa explotación harán abatirse sobre la región, además de las crecientes críticas y protestas provenientes de otros sectores.

Pero hay más moscas disfrutando a cuenta de la miel que les ofrece en bandeja Chile, en realidad su presidenta. La minera Geocom, con base en Estados Unidos, anunció «positivos resultados» en su trabajo cartográfico y muestreo minero en el sector El Espolón, ubicado en la zona sur de la X Región chilena, como parte de las prospecciones que está realizando esa empresa junto a la también norteamericana Kinross Gold Corporation.

Debido a los excelentes resultados obtenidos Geocom ha seleccionado El Espolón como proyecto para la extracción de oro. Los resultados geológicos completos, una vez finalizados, harán que el proyecto sea ofrecido a Kinross para formalizar una sociedad conjunta, según lo establecido en los acuerdos de prospección formalizados entre ambas compañías.

El proyecto de El Espolón comprende un total de 3.800 hectáreas que están ubicadas en la cuenca sur del río Futaleufú, a escasos kilómetros del cordón minero Esquel, en el lado argentino. Esta última área iba a ser explotada por la multinacional Meridian Gold, aunque por el momento el proyecto se encuentra paralizado ya que han tenido éxito los reclamos de ambientalistas y pobladores de Esquel para que ello no se concrete, lo que ha hecho que la Meridian Gold lleve el caso a la Justicia, aunque en un tribunal de la ciudad de Buenos Aires -cuando corresponderían por lógica jurisdicción los tribunales de Esquel- iniciando una causa contra los sectores que hasta el momento han impedido que desarrolle su proyecto.

David y Goliath

La resistencia de ambientalistas, asambleístas y población en general a la explotación de las multinacionales mineras -con su correlato de destrucción de glaciares y de las ecologías regionales, el envenenamiento de cursos de agua con cianuro y otros tóxicos para separar el oro de las rocas, y los páramos en que quedarán convertidas las zonas de explotación cuando esas compañías se retiren luego de consumar su depredación- va en constante aumento. De todas maneras, esa lucha por el momento parece asemejarse a la leyenda bíblica de David y Goliath.

Los pobladores del valle de Huasco, en el lado chileno, vienen reclamando hace tiempo a la presidenta Bachelet por la salvaguarda de su tierra, pero sólo han podido manifestarse en la capital trasandina frente al Palacio de la Moneda y hacerle llegar una carta a la mandataria. Su acceso a la televisión no fue posible gracias a una prohibición del ministerio del Interior.

Del lado argentino, los habitantes de Esquel, La Rioja y Catamarca, donde existen proyectos mineros de envergadura, han ido levantando cada vez más el tono de sus voces y pasado a demostraciones más contundentes, como el corte de los accesos a las minas. Hasta el momento han tenido cierto éxito. En Esquel, como se mencionó anteriormente, se logró paralizar el emprendimiento de la minera Meridian Gold, que ahora ha llevado el caso ante la Justicia porteña.

En La Rioja, el recientemente eyectado gobernador Angel Maza, para más datos geólogo y accionista de la minera Yamiri (Yacimientos Mineros Riojanos S.A.), asociada a la canadiense Yamiri Gold and Energy Inc., también le abrió las puertas a la Barrick Gold como lo había comenzado a hacer antes su coterráneo y líder Carlos Menem. Antes, claro, de que Maza se convirtiera en kirchnerista. Incluso el ahora ex gobernador había visitado hace unos tres años la sede central de Barrick Gold en Toronto. Sin embargo, su defenestración como gobernador, sumada a la resistencia de los pobladores de Famatina y Chilecito, donde se asentaba el proyecto minero de la Barrick, ha logrado que por el momento ese proyecto quede suspendido. De hecho, hace poco se cumplió un mes del corte que los asambleístas de ambas ciudades riojanas están realizando sobre el acceso al distrito minero donde la compañía había asentado su campamento, el cual, según informaciones de los propios asambleístas, estaría siendo levantado.

Aquí cabe señalar que, si bien se vio obligado a renunciar a la gobernación riojana Angel Maza por cuestiones políticas, en cambio no presentó su renuncia el secretario de Minería de la provincia, Abel Nonino. Algo que por los riojanos es considerado «un insulto», ya que si bien ahora el funcionario mantiene, al decir de los asambleístas, un perfil más bajo, Nonino es sindicado de ser un lobbysta funcional a las empresas mineras.

A la vez informaron que después de casi un año de solicitada, el Obispo de La Rioja, monseñor Roberto Rodríguez, recién les concedió una audiencia hace pocos días, pese a que le habían elevado numerosas carpetas con informes de impacto ambiental elaborados, entre otros, por expertos como los biólogos Raúl Montenegro y Silvia González o el periodista Javier Rodríguez Pardo. La decepción de los asambleístas fue muy grande, ya que el Obispo les dijo que «no hay pruebas de que este tipo de megaminería contamine», y terminó la entrevista solicitándoles que cada habitante del departamento de Famatina colabore con $ 1 y abone un nuevo informe de impacto ambiental que le sea entregado a él. En consecuencia, lo único que los asambleístas se llevaron como resultado de esa tan esperada audiencia es, según sus propios dichos, que «ahora entendemos porque la comunidad católica apostólica romana es cada vez menor, si en ésta no hay ningún tipo de apoyo y contención, no está al lado de su pueblo y los obispos se lavan las manos como Pilatos por un lado, y por el otro reciben las monedas de Judas».

Por otra parte, los asambleístas de Famatina y Chilecito exigen al gobierno nacional «la derogación de las criminales leyes mineras creadas por varios vende-patria como Gioja, Kohan, Dromi, Cavallo y dos riojanos como Menem y Maza, y también la renuncia de la secretaria de Medio Ambiente de la Nación, Romina Picolotti, dado que el cargo le queda grande y también es funcional a las transnacionales mineras saqueadoras y contaminantes, que lejos de atender la problemática ambiental trata de sustentar y solucionar los obstáculos de esas empresas firmando acuerdos-marco en los que, desde su Secretaría, se compromete a garantizar todo el proceso de la minería en el país».

Recordemos que Domingo Cavallo no sólo fue el ministro de Economía durante la mayor parte de la gestión presidencial de Menem, sino que también colaboró para el conocido desastre en que cayó la siguiente administración de Fernando de la Rúa (aún persiste el amargo recuerdo de su creación del «corralito» financiero), en tanto que Alberto Kohan y Roberto Dromi fueron, respectivamente, secretario general de la Presidencia y ministro de Obras y Servicios Públicos en la administración menemista, además de haber tenido, este último, activa participación en las privatizaciones de empresas estatales. Dromi, profesor de Derecho en varias universidades argentinas y extranjeras y varias veces condecorado, una de ellas por el extinto Papa Juan Pablo II, es titular actualmente de una consultora especializada en Telecomunicaciones, Energía, Infraestructura, Proyectos de Desarrollo, Inversiones y Gestión Empresaria Estratégica. Dicho sea de paso, también se lo sindica como muy cercano al Opus Dei. Con menos suerte que su antiguo compañero de gabinete, Alberto Kohan, además de riojano también geólogo como el ex gobernador Angel Maza, tiene actualmente algunas causas pendientes en la Justicia, una de ellas por enriquecimiento ilícito.

En cuanto a José Luis Gioja, actual gobernador de la provincia de San Juan, fue diputado, senador y presidió las comisiones de Minería de ambas cámaras. Además de intervenir en la elaboración de las pésimas leyes mineras que aún persisten en el país, es otro de los que le abrió los brazos a la Barrick Gold, hoy empeñada en comenzar los trabajos de explotación, en el lado argentino, de Veladero, el fabuloso yacimiento contiguo al chileno de Pascua Lama. Propietario a su vez, junto a sus hermanos, de la mina Santa Gema Bentonita, asociada a la multinacional canadiense, Gioja mantiene un férreo control sobre los asambleístas y pobladores díscolos que reclaman contra el proyecto de la Barrick en la Cordillera, llegándose incluso a la existencia de varios casos de censura de medios de prensa y, lo peor, amenazas a asambleístas, algunas de las cuales se han concretado a través de golpizas y, en el caso del titular de una emisora de FM que apoyaba los reclamos y daba espacio a quienes los efectuaban, el atentado con armas de fuego.

Lo hasta aquí mencionado es sólo una parte de la lucha que libran asambleístas, ambientalistas y pobladores de las zonas en que las multinacionales mineras pretenden iniciar, cuando ya no se ha iniciado, un despojo que, además del envenenamiento que trae aparejado, poco y nada dejará en lo que hace a ganancias para esas regiones. Ello gracias a los acuerdos mineros concretados entre los gobiernos y las compañías mineras, por los cuales éstas se benefician con prácticamente todo lo que extraigan y se lleven, dejando apenas un magro 3% de regalías en el país.

Una lucha desigual que, como se dijo antes, se asemeja a la que sostuvieron, según la leyenda bíblica, David y Goliath.

Aunque, cabe recordarlo, David terminó por derrotar a Goliath.

Conclusión

El 7 de mayo se celebra en la Argentina el Día de la Minería. Los tiempos han cambiado mucho y ya no se conmemora en esa fecha el valor y sacrificio de los obreros mineros que entraban en el corazón de las montañas con sus picos y sus cascos con linternas, ganando salarios que apenas les alcanzaban y dejando muchas veces sus vidas por causa de las explosiones de gas grisú (compuesto mayormente por metano y nitrógeno y habitual en las minas de carbón) o los derrumbes. Actualmente, esa fecha instaurada sólo en la Argentina se hará extensiva, además de este país, también a Chile, Perú, Ecuador y El Salvador, países donde las multinacionales mineras han asentado su pie, para constituir en realidad un día de duelo.

Porque no otra cosa se puede celebrar, ya que sería como festejar los métodos de explotación utilizados por las mineras, la contaminación de territorios enteros, el saqueo de los recursos y la corrupción de los funcionarios que habilitan esa depredación.

En Chile esa habilitación se ha dado gracias a la escasa visión -si no existen otros motivos mucho peores- de su presidenta Michelle Bachelet, ciega, sorda y muda ante las realidades que los afectados y quienes los apoyan intentan mostrarle.

En la Argentina comenzó con las leyes mineras aprobadas por una banda de funcionarios corruptos liderada por el ex presidente Carlos Menem, aunque se continuó con el acuerdo minero firmado en 2004 entre los mandatarios de Argentina y Chile, Néstor Kirchner y Michelle Bachelet.

El presidente argentino es un entusiasta promotor de la megaminería en la Argentina, a la que define como «la nueva panacea económica». De hecho, en su provincia natal, Santa Cruz, a la que gobernó por varios años antes de lanzarse en paracaídas a gobernar el país, conviven varios proyectos a cargo de mineras transnacionales. El más importante es el de Cerro Vanguardia, que junto al catamarqueño Bajo La Alumbrera constituyen los mayores yacimientos de oro del país. Es explotado desde 1998 -bajo el gobierno de Kirchner- por la compañía británico-sudafricana Anglo Gold, con participación minoritaria de Fomicruz (Fomento Minero de Santa Cruz S.E.), una empresa del estado provincial creada diez años antes por la Ley Provincial 2057 que además interviene en la explotación de varios otros yacimientos en esa provincia. Sin embargo, la empresa santacruceña Fomicruz no tiene mucha voz ni voto en esa sociedad ni ejerce demasiado control, salvo, claro está, el necesario para llevarse sus buenas ganancias.

Eso sí, lo que ha ejercido -fundamentalmente a instancias de su socia mayoritaria Anglo Gold- es la represión. Un ejemplo de ello: en mayo de 2006 Cerro Vanguardia despidió a 35 obreros, la empresa no acató la conciliación obligatoria y la gerencia ordenó que en los ómnibus que diariamente salen de la capital provincial, Río Gallegos, hacia el complejo minero, se impidiera subir a los obreros despedidos. Además, por expreso pedido de la minera el gobierno provincial envió, para que aquello se cumpla, a la policía a la terminal de ómnibus. Todo un ejemplo, ya habitual, de la democracia en la tierra de Kirchner, a la que continúa dirigiendo, ahora desde Buenos Aires, por control remoto.

Ejemplo democrático que ya lleva muchos capítulos en la provincia austral y que acaba de continuarse en estos días, con la militarización de Santa Cruz al enviar Kirchner a la Gendarmería, la Prefectura Naval y la policía provincial a «controlar» las marchas de los trabajadores docentes y estatales que piden una mejora en sus paupérrimos salarios, y a cercar las escuelas y cerrarlas con llave para que los maestros no realicen actos de protesta en su interior, mientras en las aulas se ha destacado a un uniformado en cada una de ellas para «observar» el normal desarrollo de las clases, cuando no hay paro de docentes y éstas se dictan normalmente. Al margen de la censura impuesta a los medios de prensa locales y nacionales para emitir cualquier información sobre el conflicto.

En suma, y volviendo al problema que sufren los pobladores de las zonas de devastación por la búsqueda de oro y otros metales valiosos, muchas son las consecuencias nefastas de haberse facilitado alegremente la invasión de las multinacionales mineras en la Argentina y otros países cercanos. Pero la resistencia crece.

Finalmente, ¿David logrará vencer a Goliath, en sus versiones siglo XXI?