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Netanyahu vuelve a humillar a Obama

Fuentes: Al Jazeera

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

El gobierno de Obama tiene que comprender que el primer ministro israelí es esencialmente un republicano derechista.

Los intentos del gobierno de Obama de seducir a Binyamin Netanyahu, el primer ministro israelí, ya son embarazosos. Netanyahu ha dejado muy claro que no está interesado.

Según Ha’aretz, el momento más reciente (y más nauseabundo) en la saga, ocurrió esta semana, cuando Dennis Ross, el máximo consejero del presidente sobre temas israelíes-palestinos, convenció a Obama de que Israel sólo aceptaría una extensión de la congelación de los asentamientos si Obama «se mostrara más amistoso» hacia Bibi.

De modo que Ross y sus asistentes (trabajando con los israelíes) redactaron una carta a Netanyahu en la cual EE.UU. daría a Israel todo lo que pudiera llegar a desear a cambio de una congelación de dos meses.

Los detalles de la carta fueron revelados por el investigador David Makovsky en el sitio en la red del Washington Institute for Near East Policy.

Según el informe la carta incluía incentivos cruciales para la seguridad de Israel que Netanyahu ha estado solicitando durante años. Por ejemplo, EE.UU. prometió apoyar la posición de Israel sobre el estacionamiento de tropas israelíes en el Valle del Jordán después del establecimiento de un Estado palestino, a fin de impedir el contrabando de armas.

EE.UU. también se comprometería a no pedir que Israel extendiera la moratoria en la construcción y a que el tema de los asentamientos sería encarado sólo como parte de conversaciones de estatus final con los palestinos, decía la carta según las informaciones.

Según las mismas informaciones EE.UU. también vetaría este año cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el conflicto israelí-palestino, actualizaría las capacidades de defensa de Israel después del acuerdo de paz y aumentaría la ayuda para la seguridad.

Asimismo incluiría el suministro a Israel de aviones caza jet avanzados y de sistemas de advertencia temprana, incluyendo satélites. EE.UU. también iniciaría conversaciones con los países árabes hacia un acuerdo regional frente a Irán.

La calle de sentido único de Netanyahu

Cuesta imaginar lo que Ross pueda haber olvidado. Para Bibi, la oferta de Ross era un sueño hecho realidad. Y todo por una congelación de 60 días.

Pero Bibi dijo «no».

¿Y por qué? «Netanyahu dijo que apreciaba la carta pero que no podía aceptar la propuesta estadounidense porque incluía una extensión por dos meses de la moratoria de la construcción, lo que según él dañaría su credibilidad pública».

Pero la «moratoria» constituía el sentido de la oferta. Parece que Bibi no cree que sus acuerdos con EE.UU. tengan que ser calles bidireccionales. Sólo considera acuerdos en los cuales EE.UU. da y él recibe. (Pero después de todo, es lo que pasa siempre.)

Ross y los otros personajes de la administración se muestran ahora «encolerizados», porque han jugado con ellos una vez más.

Incluso fueron al Congreso a discutir la situación con los amigos de Bibi. Sin suerte.

De modo que todo vuelve a empezar. Tal vez Ross podría regalar a Bibi uno de los 50 Estados (¡Alaska!)

Pero eso no dará resultado. Se dice en Israel que Netanyahu cuenta con una inmensa victoria republicana para salvarse de Obama. Y entonces, en 2012, habrá un presidente republicano con más probabilidades de que permita el bombardeo de Irán.

Netanyahu ya lo ha hecho antes. Durante el affaire Lewinsky, fue a Washington, ignoró al presidente Clinton, y fue al Congreso a fumar puros con el presidente Newt Gringrich y a intercambiar chistes sobre Mónica. Para comprender a Bibi, hay que comprender que tal como es miembro del Likud, es un republicano derechista.

Lo que EE.UU. debería hacer es decir a Netanyahu que si no acepta la congelación EE.UU. retardará la entrega de ayuda. Después de todo, Israel es el receptor número uno de ayuda de EE.UU. en el mundo. No cabe duda de que hay maneras de que el Pentágono pueda indicar su desagrado.

O tal vez EE.UU. pueda negarse a vetar una de las resoluciones del Consejo de Seguridad que condenan correctamente las acciones de Israel en áreas ocupadas. No tiene que ser siempre el único país en el mundo que apoya a Israel cuando la ONU trata de aprobar una resolución que sabemos es correcta.

Quiero decir, somos EE.UU. También somos el único aliado real de Israel en el planeta. No tenemos que tolerar este tipo de menosprecio sin protestar.

Y Dennis Ross, quien llegó a la Casa Blanca proveniente del Instituto de Washington para la Paz en Oriente Próximo creado por AIPAC, debería dedicar su atención a alguna otra región del mundo, donde su tendencia a hacerse ilusiones sea relevante.

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MJ Rosenberg es asociado de política exterior en Media Matters Action Network. Este artículo apareció primero en Foreign Policy Matters, parte de Media Matters Action Network.

Fuente: http://english.aljazeera.net/indepth/2010/10/2010102103847283685.html

rCR