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Ninguna excusa puede justificar la atrocidad en Beit Hanun

Fuentes:

En el día de ayer, hemos escrito en este espacio que Israel debería declarar un completo cese del fuego en la Franja de Gaza por un periodo predeterminado, durante el cual Israel no emprenderá acciones violentas, ni asesinatos ni incursiones. Simultáneamente, debería exigir a los palestinos que también detengan su fuego. Lo que temíamos ha […]

En el día de ayer, hemos escrito en este espacio que Israel debería declarar un completo cese del fuego en la Franja de Gaza por un periodo predeterminado, durante el cual Israel no emprenderá acciones violentas, ni asesinatos ni incursiones. Simultáneamente, debería exigir a los palestinos que también detengan su fuego.

Lo que temíamos ha llegado a pasar – y para los palestinos incluso peor. Por lo menos 19 palestinos fueron ultimados durante un admitido ataque de artillería de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) a la ciudad de Beit Hanun. De ellos, 11 eran miembros de una misma familia, incluyendo mujeres y niños.

Ninguna excusa puede justificar esta atrocidad. Cuando las baterías de artillería dirigen sus bombas a un vecindario residencial, tal desastre resulta inevitable, aún si éste no es intencional.

Cualquiera que dispara bombas dirigidas a residencias civiles sabe muy bien que es muy probable  que con ello mate indiscriminadamente.

Ninguna de las respuestas de Israel a esta catástrofe -expresiones de pesar del primer ministro y el ministro de defensa, ofertas de asistencia humanitaria a los heridos, la constitución de un comité de investigación encabezado por el general mayor Meir Kalifi, cese de los bombardeos y la apertura por un día del cruce fronterizo de Rafah- pueden disimular la exclusiva responsabilidad de Israel por esta espantosa e insensata matanza. Por lo tanto, ya no es suficiente expresar lamentaciones; es necesario también sacar conclusiones.

Hoy se ha tornado concluyentemente claro que la campaña contra las plataformas de los misiles Qassam no puede ser más confiada únicamente a las IDF. El jefe del estado mayor, el jefe del comando, el comandante de división y los otros oficiales que cargan con la responsabilidad moral y operacional por el desastre de ayer, han fracasado incluso anteriormente, durante la operación «Nubes de Otoño,» que ostensiblemente finalizó el martes. Esa operación solo sembró muerte y destrucción, sin lograr detener los disparos de los Qassams.

Por lo tanto, el bombardeo de ayer pareciera ser, más que todo, como si fuera un acto de venganza de las IDF a los disparos continuados de los Qassams.

El primer ministro, que carga con la responsabilidad total, debe inmediatamente ordenar a las IDF  detener el fuego, en todos los casos y con cualquier tipo de armamento.

Si Israel no quiere verse enredada dentro de poco en un nuevo baño de sangre, incluyendo terroristas suicidas en sus propias ciudades, debe concretar una dramática e inequívoca movida, puesto que solamente tal movida puede impedir el estallido de una nueva intifada. Tal acción debe iniciarse con un cese total del fuego, incluso unilateral, en el contexto del cual Israel se comprometerá a una restricción total por un período predeterminado, incluso si los Qassams continúan cayendo aquí y allá.

En vez de emprender cada vez más operaciones militares sin sentido que no conducen a nada salvo a encender más odio, debemos intentar transitar caminos completamente distintos. En vez de operaciones militares con nombres atractivos, debemos embarcarnos inmediatamente en una operación diplomática.

Los cañones deben ser reemplazados con llamadas al diálogo, el boicot económico debe ser reemplazado con una apertura de los grifos, y el cruel asedio de Gaza debe ser reemplazado con una apertura supervisada de los cruces fronterizos.

Solamente de este modo podremos quizás cambiar la peligrosa atmósfera que hoy reina o aún más, continuando el baño de sangre de Beit Hanun. La responsabilidad de esto descansa enteramente sobre los hombros del primer ministro.

Fuente: Haaretz – 9/11/2006 – Traducción: Israel Laubstein.

(*) Sitio web: www.pazahora.net

http://www.pazahora.net/articulos/ninguna_excusa_puede_justificar_.htm