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[Crónicas sabatinas] Más acá y por debajo del soberanismo-independentismo

¿Nueva o vieja política?

Fuentes: Rebelión

Para Francisca Castilla, con admiración, con rabia y con lágrimas que lloran por ella y por King Kong. Esta tierra es Aragón Los días pares les arrojamos bombas, y los impares les suministramos armas. El Roto, 5 de noviembre de 2015 Eso de que la República fracasó no es una obviedad; es una mentira, una […]

Para Francisca Castilla, con admiración, con rabia y con lágrimas que lloran por ella y por King Kong. Esta tierra es Aragón

Los días pares les arrojamos bombas, y los impares les suministramos armas.

El Roto, 5 de noviembre de 2015

Eso de que la República fracasó no es una obviedad; es una mentira, una infamia y una sandez. La República fue derrotada, y no por el ruido y la furia de España, sino por el ruido y la furia de la derecha antirrepublicana que nunca aceptó un régimen democrático, y por el ruido y la furia de Europa, la Europa fascista y la Europa liberal, que no pudo contrarrestar la Europa roja. ¿Qué errores graves son esos? , ¿la reforma del ejército?, ¿la cuestión territorial?, ¿la lentitud en la reforma agraria?….en todo eso pudo haber errores tácticos y sobre todo una concepción social moderada y un esfuerzo centrista, del que se puede discrepar, pero que no constituyen errores. ¿O fue error encabezar el Frente Popular?… No sigo.

José Luis Martín Ramos (2015)

Señalamos a la Conselleria d’Interior de la Generalitat y específicamente a la Comissaria General d’Informació del CME como responsables directos de esta última agresión represiva. Los intentos de tirar balones fuera alegando que los Mossos se limitan a seguir órdenes de Madrid son solo una tentativa cobarde y mezquina de eludir su responsabilidad y encubrir su implicación en los hechos, habiendo impulsado y diseñado hasta el último detalle la operación aprobada por la Audiencia Nacional.

En este sentido, ver como la Generalitat de Catalunya entrega a jóvenes catalanas a los tribunales, cárceles y cuerpos represivos continuadores del franquismo español, nos ofrece una imagen muy clara de cuáles son las bases reales del llamado «proceso soberanista», evidenciando lo perverso de la retórica libertadora que lo rodea. Lo cierto es que hace tiempo que el Govern ha identificado al ámbito anarquista y antiautoritario catalán como un enemigo a batir, y el proceso Pandora no tiene otro objetivo que acercarse a esta meta. Se golpea al anarquismo no por sus ideas en lo abstracto, si no por lo que ha sido, es y puede ser en la práctica: una minoría de revolucionarias que no duda en desafiar al sistema y sus fundamentos opresivos y corruptos, que anima a quienes les rodean a rebelarse, y que se resiste a dejarse seducir por los canales de integración política que ofrece la democracia liberal capitalista.

La primera muesca se refiere a la briosa república catalana. Esta expresión no aparece mencionada en los nódulos principales del programa electoral. Con la ayuda del buscador sólo puede ser localizada tres veces en un texto de 53.601 palabras, muy escondida entre los pliegues referidos a la promoción de la cultura de la paz (página 51), a las políticas de formación profesional (página 79) y a las políticas de R+D+I (página 89). Ninguna referencia a la república catalana en el sustancial apartado sobre la hoja de ruta. Podría argumentarse que la república hay que darla por supuesta, dado que el nuevo Estado catalán no sería ni una monarquía -ojo, un evidente proyecto dinástico acolchó a Oriol Pujol Ferrusola en la secretaría general de CDC hasta su caída en desgracia-, ni un emirato. La calculada ambigüedad en este punto permite imaginar un Estado confederado bajo el manto del Rey de España, de acuerdo con la más genuina tradición austriacista. Hay aleación moderada en el programa de Junts pel Sí porque el presidente de la Generalitat en funciones y el partido principal de la coalición jamás han roto con la monarquía española, ni tienen intención de hacerlo. En 53.601 palabras sólo tres menciones, secundarias y medio escondidas, a la república. En la resolución parlamentaria, la república es la clave simbólica de un nervioso texto de 332 palabras.

Enric Juliana (2015)

¡7 de noviembre! ¡Viva la revolución de octubre, viva la revolución soviética! Vieja política, dirán algunos. Sea así, si así lo dicen… Vieja pero más que importante, respetable e históricamente imprescindible política.

Mientras las maniobras otánicas siguen su larga marcha militarista hasta el día de hoy (sorprende que Pablo Iglesias diga que la OTAN es cosa del pasado en un programa de La Sexta y que su secretario de organización se manifieste en el global-imperial del pasado domingo en términos «tan (y más que) respetuosos» sobre los acuerdos con USA o, incluso, ¡sobre la asignatura de religión en colegios e institutos!), mientras, decía, finalizan las maniobras de la organización de la que don Javier Solana fue secretario general, si la información que me ha llegado en el momento en que escribo no tiene aristas incorrectas o dobles o triples interpretaciones, hay posibilidades -¡al fin!- de apoyar y votar en Cataluña a una opción de izquierdas no entregada ni sumisa y, además, no independentista ni nacionalista en las próximas elecciones del 20 D. Por abrumadora mayoría cercana al 90%, la militancia de EUiA ha decidido no integrase en la coalición «Ara en comú Podem o Podem ara en comú». Se presentará, pues (insisto: si no ando informativamente muy errado y mi deseo confunde sueños por realidades), a las elecciones generales vinculada a la candidatura encabezada por Alberto Garzón. Si es así, y salvo maniobras de última hora que espero y deseo que no irrumpan o indefiniciones en asuntos sustanciales (que seguro, no puedo pensar de otro modo, que no van a producirse) ya tienen un apoyo y un voto… Y seguro que muchos más.

Vuelvo al tema de esta nota, el de la vieja y la nueva política. Como son estos conceptos no fáciles de acotar y definir y suelen ser bastante imprecisos o borrosos (con las consiguientes rentabilidades políticas que suelen colegirse), vale la pena exponer un ejemplo de las viejísimas (y actuales) formas de hacer política. Junts pel sí y el gobierno de la Generalitat en funciones son los protagonistas en este caso:

1. Los promotores de la ILP (Iniciativa de Legislación Popular), el compañero Diosdado Toledano entre ellos, sobre la Renta Garantizada de Cataluña , un asunto que figura en el propio Estatut de Cataluña, se reunieron el pasado martes 3 de noviembre con los grupos de Parlament.

2. Objetivo de la reunión: recordarles la conveniencia y necesidad del reinicio de la tramitación de la iniciativa

2.1. Lo más pronto posible por supuesto. Hay urgencia social reconocida por todos.

3. Todas las fuerzas presentes, todas es todas, se mostraron partidarias de llevar la propuesta a la próxima reunión de la Mesa de la Cámara.

3.1.Desde Junts pel sí, eso sí, se recordó que la reactivación está subordinada a la formación del nuevo gobierno (su objetivo central: Mas detrás). Hasta que no haya gobierno, hasta que no haya gobierno presidido por Mas, la mesa no puede dar inicio a la tramitación. Las normas, para algunos asuntos, no para todos, son las normas.

4. El reglamento del Parlamento establece que una semana después de la investidura del nuevo presidente del gobierno catalán, se determina el número de comisiones legislativas y sus miembros.

4.1. Según Junts pel sí (JxS), es allí, a ese ámbito parlamentario, donde debe regresar la tramitación de la IPL sobre RGC.

4.2. Más tiempo, más dilaciones,… que se vaya muriendo poco a poco, por cansancio y aburrimiento, la movilización popular.

5. La anterior consideración de JxS contrasta,, éste es el punto de la doble cara, con la que ha defendido el Gobierno catalán respecto a otras leyes como la de la creación de la Hacienda propia (lo recordaba Camilo S. Baquero en El País .Cat).

5.1. Nada menos que la vicepresidenta del gobierno en funciones, doña Neus Manté, argumentó hace un par de semanas que el Gobierno en funciones llevará a cabo sin ningún problema la tramitación de las leyes que permitirán la creación de la Hacienda propia catalana. Aseguró que ya había preparativos para dar luz verde a las tres normas que contempla la propuesta de resolución independentista impulsada por JxS y la CUP, pendiente de aprobación en minoría de dos (¡la derecha ultra-neoliberal y sus ayudantes y la izquierda radical, cañera y revolucionaria del conjunto de los Países Catalanes, incluida la «Cataluña francesa»!) en el Parlamento catalán.

6. En síntesis: para una vindicación social y más que razonable y urgente se exige un camino largo y de incierto final (el objetivo: la liquidación por agotamiento); para asuntos relacionados con el procés, con la denominada «independencia» (netamente dependiente de grandes poderes y sin soberanía en absoluto en nudos centrales), la urgencia está en el puesto de mando y las normas adquieren otras velocidades y formas. Prácticas usuales de las viejas formas -más que actuales desde política- de hacer política.

En las coordenadas JxS los ejemplos se agolpan. Lo imaginado más lo que vamos sabiendo poco a poco.

La siguiente, que también es vieja, muy vieja, tiene ya mucha historia detrás. Es mucho más fácil destruir puentes, que cuidarlos o reconstruirlos.

Liarla, se trata de liarla, sea como sea. Se trata de establecer muros de separación y distancia entre unos y otros, espoleado y diseñado todo ello por los hunos y por los «hotros», por ambos simultáneamente. Ni que decir tiene que una parte sustantiva de la casta, la trama, las elites o las clases dominantes (también en ocasiones hegemónicas cultural y políticamente) no han parado de abonar ese escenario desde, pongamos, unos diez años. El PP en el puesto de mando. Por supuesto, todo eso es sabido; importa no olvidar ni disculpar o, en algunos casos, «comprender» sus afines convergentes en .Cat

No sólo ellos, por supuesto también, cosa que suele olvidarse a este lado del Ebro, como dicen algunos con imperdonable y más que significativo error geográfico con más que imprudencia política. Llevamos años creando distancias insalvables donde apenas hay alguna coma, alguna i por y o algún punto diferenciador. Almas muy opuestas, genomas muy alejados, cosmovisiones contradictorias, historias en común siempre con la lanza y el revólver desenfundado, una explotación que se pierde en el origen de los tiempos y las especoes etc.

Hay ejemplos recientes de todo ello.

Junts pel Sí y la CUP han presentado una propuesta de resolución en que instan a un gobierno aún no formado (y cuya formación, en principio, no será fácil a no ser que la CUP diga y vote Diego donde decía o afirmaba Nobody), hablo del futuro gobierno de la Generalitat, a iniciar el proceso (palabra mágica donde las haya, incluso en castellano) de creación de «Estado catalán independiente en forma de República», una República que nunca se asocia, por supuesto, a la I y II República de todos los pueblos de España. De eso nada. No es esa la música… ni la letra.

¿Pero no se reconoció el mismo domingo de las elecciones el fracaso del montaje plebiscitario del 27S? ¿No se habló del 55% de los votos como condición sine qua non para seguir con el proceso? ¿No es obvio que una parte más que sustantiva y mayoritaria de las clases trabajadoras catalanas votaron en contra de las fuerzas independentistas? No, no importa, nada de eso importa. Se trata de liarla, como sea, ese es el programa de la hora para algunas fuerzas políticas. ¿Y las consecuencias? ¿Un proceso conmstituyente en .Cat alejado o sin importarle un pimiento lo que ocurra en el resto de España? Alaska y Dinamarca vienen al encuentro y entonan el «A quien le importa lo que yo haga, a quien le importa…» Etc etc.

Irrumpe en este escenario una duda.

Supongamos que somos de izquierdas, de izquierda no servil ni entregada. Admitamos que, por las razones que sea, nuestra arista identitaria (aunque a veces lo ocultemos o no lo señalemos públicamente) está algo o, más bien, muy marcada. Vale sea así. Esas son las coordenadas de la situación. ¿Vieron el «Jánovas» del pasado domingo en «Salvados» de La Sexta? ¿Oyeron a aquellos trabajadores, hijos de campesinos, hablar de lo que pasó en ese pueblo oscense? ¿No irrumpió, como nos enseñó Alberti en su «Nocturno» tras el asesinato de Grimau, por sus venas y arterias la rabia más que justificada? ¿No oyeron las palabras de Francisca? ¿No aprendimos todos más oyéndola hablar, meditando lo que decía, que leyendo los diez primeros libros de las obras completas de Lenin o incluso de los dos primeros libros de El Capital? Conclusión que extraen algunas fuerzas de izquierda: queremos romper un demos común con ciudadanos como ella porque España es un desastre incorregible y, en cambio, no nos importa construir un nuevo Estado lleno de besos, abrazos, justicia, progreso, libertad e igualdad en compañía de Mas, Millet, Puig, Boi Ruiz, Carulla, Fainé y demás prohombres del nuevo país?

¿Va en serio? ¿Y seguimos siendo de izquierdas con esta apuesta? ¿Será, no digo que sea, porque son pobres, porque no son gente adinerada como los ricos de Qatar por ejemplo, a los que se sigue venerando en ámbitos de multinacionales futbolleras, esteladas y «sectario catalanismo»? Veamos este informe:

«5º Informe EAPN: EL Estado de la Pobreza. Riesgo de pobreza y exclusión social en España. En el año 2014, y calculado según la nueva metodología, el índice AROPE para España, alcanza al 29,2 % del total de la población, lo que supone un total de 13.657.232 personas en riesgo de pobreza y/o exclusión. En este último año, la evolución del indicador ha sido especialmente significativa, con un aumento de 1,9 puntos porcentuales que se traducen en 790.801 nuevas personas. Desde el año 2009 el indicador ha subido 4,5 puntos porcentuales lo que, expresados en términos absolutos, significa que en el coste social de la crisis deben incluirse un total de 2.111.017 nuevas personas que han pasado a estar en situación de pobreza y/o exclusión social».

No puede ser que esa sea la razón (de fondo) liga-nordista que nos mueve a la ruptura. No puede ser.

El concepto, como decía, es impreciso, o incluso borroso como tantos otras categorías sociales (y no sociales), pero es vieja política por ejemplo que el «71% de los catalanes rechaza que Mas siga de presidente» y que «la mayoría de los catalanes (51% al 42%) está en contra de la declaración de independencia» y que no haya ninguna rectificación. ¡La carretera nacional-nacionalista es suya!

Hay más: «en la CUP hay dirigentes que consideran que Mas sí está legitimado para ser presidente al haber logrado Junts pel Sí 62 diputados el pasado 27 de septiembre, el 82% de los votantes de la CUP creen que el actual presidente en funciones debe dejar paso a otra persona. El rechazo que Mas genera entre el electorado de la CUP es casi tan grande como el que hay entre los votantes del PP, que prefieren otro presidente en el 89% de los encuestados». Sólo el 56% de quienes votaron a Junts pel sí creen que Mas debe repetir. La mayoría de la ciudadanía catalana también opina que la propuesta de resolución no expresa la voluntad popular.

Es, en cambio, nueva política, la insumisión, la rebeldía abierta (y más que cañera) ante instancias de poder (en nuestros ámbitos) que parecen no querer oír. Van siempre a lo suyo. Un ejemplo:

«Llamamiento a respetar las líneas rojas aprobadas en EUiA para la confluencia electoral, apoyar a IU, y por lo tanto a VOTAR NO a una probable propuesta A desde la dirección.

Estamos a escasas horas de la celebración de una especie de referéndum interno en EUiA (anunciado para el 3 o 4 de noviembre) para que su dirección pueda perpetrar con un cierto barniz democrático una nueva manipulación a los derechos y la sustancia misma de la organización en beneficio de unos intereses tan espurios como rechazables.

Estamos sufriendo una situación política dentro de la organización de especial gravedad. El momento es sencillamente crítico. La confusión y el desaliento están haciendo estragos dentro de la militancia más valiosa y más sólida de la formación. Tanto que son numerosas las bajas producidas, en curso, o anunciadas, de no cambiarse la situación presente. Una situación que varias personas hemos denunciado reiteradamente como un paroxismo de tacticismo, indefinición, pérdida de valores, instrumentalización y fraude. Desgraciadamente han devenido práctica habitual en EUiA la manipulación, las medias verdades, el oportunismo extremo, la carencia de consistencia ideológica».

No hay ninguna voluntad autocrítica, señalan, respecto de los resultados del 27 S, ninguna asunción de responsabilidades, «ninguna rectificación a la ambigüedad de una campaña escondiendo una propuesta federal, soberana y no secesionista». Un último episodio ilustrativo, comentan, «ha sido el voto (no confeso) de cinco diputados a la investidura de la Sra. Forcadell como Presidenta de Mesa del Parlamento». Una Mesa dónde Nuet, el coordinador general de EUiA y secretario general del PCC, participará en una secretaría.

El texto prosigue:

«Algunas personas hemos llegado al límite de la paciencia, y la indignación ha acontecido ahora en una reacción de respuesta por dignidad y la coherencia. El futuro de EUIA es muy incierto e incluso su deriva puede representar una grave dificultad para nuestro referente estatal Izquierda Unida. Toca decir BASTA a esta forma de malograr un colectivo que no se lo merece y de liquidar un instrumento que tiene que luchar por verdaderos objetivos de transformación y emancipación social. No se trata de ningún brote individual y aunque firmo a título personal, creo trasladar una posición compartida que me han hecho llegar».

Cuestionan la legitimidad de un Consejo Nacional sostenido desde una dirección cupular, la aplicada por J. J. Nuet, «con el apoyo acrítico y sumiso de una treintena de personas de diversa vinculación, alrededor del 20% de sus 155 miembros de derecho», un órgano, afirman, «que ya no puede ni quiere representar a las bases. Una militancia que ahora será consultada a toda prisa habiendo apurado el tiempo de debate, y en una forma interna sin unas mínimas garantías de control democrático».

La conclusión. «Hagamos un llamamiento desde la política, la coherencia, el compromiso social, la dignidad y la manifiesta voluntad de regenerar la unidad de las izquierdas y de nuestro espacio político e ideológico. Un llamamiento por la 3ª República, federal, plurinacional y de valores de izquierdas. Por la continuidad y apoyo del referente hermano que es IU federal. Cuando Convoquen, todo el mundo a votar. A votar NO, contra la perpetración de la alevosía que han maquinado la dirección de EUiA y que confronta con nuestras fidelidades, coherencias de hoy y nuestras aspiraciones de mañana»

El texto está fechado en Badalona, el 1 de noviembre de 2015. Su autor es Antoni Barbará Molina.

Más ejemplos:

¿Es nueva política afirmar, como se ha señalado por parte de representantes de «las nuevas formas de hacer política» que la única fuerza que hasta el momento ha defendido el carácter multinacional de España y el derecho a decidir de la ciudadanía catalana es Podemos? ¿Hay alguna duda sobre la posición que no sólo enunció sino que practicó Izquierda unida, Izquierda plural, en el Congreso de Diputados hace no mucho tiempo? Y también esto por ejemplo (que yo no suscribiría en todos sus puntos):

«A. La iniciativa de Mas y las CUP polariza la campaña electoral, intenta esconder los graves problemas del país y refuerza a Rajoy

1.La propuesta de Mas y las CUP para iniciar el proceso de «desconexión» de Cataluña con relación al Estado, mediante la construcción de un Estado propio e independiente bajo la forma de república catalana conduce a plantear la campaña electoral del 20D en los términos de extrema polarización sobre la cuestión de la independencia de Cataluña, marginando otras cuestiones muy importantes como la crisis y el paro.

2.En el contexto actual eso favorece exclusivamente a Mariano Rajoy y al PP en el conjunto del Estado. Más y Rajoy se refuerzan así mutuamente.

3.Iniciar el proceso a través de la Seguridad Social y la Hacienda Pública significa tomar como rehenes a millones de trabajadores y al resto de los sectores populares que viven de su trabajo.

– Rehenes porque esto significa poner en cuestión los ingresos del Estado, y por tanto, el gasto público en Cataluña.

– Pero sobre todo, rehenes, porque al poner en cuestión la unidad de caja de la Seguridad Social, se crea una situación en la que el pago de las pensiones a jubilados y otros perceptores puede ser moneda de cambio e instrumento de chantaje político.

Resulta llamativo que se tomen estas dos cuestiones como las que van a concentrar el inicio del proceso, cuando hay otras más importantes y significativas entre las competencias que definen a un Estado moderno. ¿Por qué estas, y no otras como la Justicia, la Administración o la policía, por ejemplo?

4.EUiA ha planteado una posición nítida. «Cataluña si es pot», coalición en la que se integra EUiA, ha votado en contra de la admisión a trámite de urgencia de la propuesta de Convergencia y las CUP y ha presentado una resolución alternativa en el Parlamento Catalán (ver http://www.euia.cat/pagina.php?idp=10692) reclamando la necesidad de un referéndum.

B.- El planteamiento de la independencia de Cataluña se hace sin tener en cuenta el derecho a decidir

5.Mas y las CUP han decidido por todos los catalanes, sin que estos se hayan pronunciado por un procedimiento electoral específico, claro y democrático, en el que cada hombre y mujer represente un voto y puedan ser elegidas las diferentes opciones realmente existentes.

6. Izquierda Unida sigue defendiendo el derecho a decidir como el instrumento democrático para llegar a cualquier solución, y por eso plantea un referendum específico, claro, y por tanto donde las diferentes opciones sean elegibles y donde cada persona sea un voto, lo que permite un resultado concreto y cuantificable sin la desfiguración de la Ley d’Hont.

7.Izquierda Unida no considera ese referéndum como la prefiguración de una salida independentista o de cualquier otro tipo, sino como la herramienta democrática imprescindible para conocer la opinión de la ciudadanía.

C. Negociación, referéndum y Estado federal

8. IU rechaza la aplicación del artículo 155 de la Constitución y, por tanto, cualquier medida suspensiva de la Autonomía de Cataluña

9. IU defiende que el tema de Cataluña sea excluido de la campaña electoral. Sin embargo, y pese a sus afirmaciones, el PP y Mariano Rajoy están saturándolo de electoralismo cuando no invitan a participar en las reuniones a la tercera política del país de ámbito estatal, que es Izquierda Unida.

10. Alberto Garzón, candidato a la Presidencia del Gobierno, ha expresado la posición de IU. Que sintetizamos en los puntos siguientes:

– La constitución de una mesa de diálogo para lograr una salida política negociada.

– La búsqueda de una fórmula que haga posible una consulta democrática que permita al pueblo catalán expresarse.

*La construcción de un Estado federal en el marco de un proceso constituyente, republicano, federal y progresista.

D. Izquierda Unida NO APOYA la independencia de Cataluña, sino un nuevo modelo de relación y convivencia entre los diferentes pueblos de España mediante una República Federal y Solidaria

11.Los modelos históricos de relación entre Cataluña y el resto del Estado, propiciados por la burguesía catalana y los españolistas han fracasado. También lo ha hecho el modelo más reciente acordado, fundamentalmente por los mismos protagonistas, y recogido en la Constitución de 1978.

Es, por tanto, hora de poner en pie un nuevo modelo de relación entre todos los pueblos de España, que hemos definido como República federal y solidaria. Desde 1996, Izquierda Unida tiene una propuesta concreta y desarrollada.

12.- Entendemos que ese modelo debe aplicarse en el marco de un proceso constituyente y deber ser fruto de la negociación y el acuerdo. Es irrenunciable que la propuesta resultante sea ratificada por la ciudadanía en referéndum.

Lo firma el EQUIPO ELECTORAL de IU Federal, Grupo Argumentarios, el 30 de octubre de 2015. ¿Sólo Podemos, alguien dijo sólo Podemos?

¿Es nueva política proponer un grupo independiente de parlamentarios catalanes en el Congreso, como practica Convergència desde hace años por ejemplo? ¿No presupone tal declaración de principios una posición independentista o cuantos menos de vindicación enérgica y prioritaria de una supuesta soberanía nacional-nacionalista? ¿No debería la izquierda que practicara una nueva política configurar en sus estructuras las formas de Estado que defiende? ¿No sería adecuada una configuración federalista para una fuerza que defiende, si es el caso, una España federal? ¿No es más bien, en ocasiones, esa vindicación de grupo propio una defensa encubierta de nosotros nos lo montamos a nuestro aire y desde allí negociamos o llegamos a acuerdos desde posiciones de fuerza, un primero nosotros y luego con los demás o sin ellos? ¿Por mantener cara nacionalista ante sectores del electorado catalán? ¿No era el PSUC parte propia de un proyecto común que era el PCE, cosa muy distinta a la posición que fue adquiriendo poco a poco Iniciativa per Catalunya dentro de Izquierda Unida? ¿No luchó el PSUC, a veces en minoría de dos o tres, contra la opresión lingüística y cultural en Cataluña?

¿Es vieja política o más bien lo contrario apuntar estas consideraciones?

«La estrategia nacionalista catalana se remonta a muy atrás. Es un proyecto, en principio nada censurable, de reconstrucción de una cultura no necesariamente vinculada a una etnia (aunque en los años treinta, el inefable Dencàs y su peña de Estat Català, los inventores de la «estelada» cuatricolor, en abierto compadreo con los fascistas italianos y los nazis alemanes, se esforzaban por determinar los rasgos propios de la «raza catalana»). Ahora bien, a partir de la transición se puso en marcha una estrategia perfectamente calculada, en parte abierta, en parte solapada, para obtener rentas de la innegable represión de la cultura catalana durante el franquismo (con paradojas, no obstante, como la que hizo que el primer libro de Marx publicado legalmente en la posguerra –Escrits sobre la revolució, o algo así, no recuerdo la editorial- lo fuera en la lengua de Verdaguer; parece que la Autoridad consideraba que, total, como el catalán lo leía poca gente…). Con esas rentas, convenientemente invertidas, y aprovechando la «amplitud de miras» de una izquierda que consideraba que todo lo antifranquista era progresista sin más, se fue construyendo el «relato» nacionalista bajo el lema «fer país» (que consistía, en gran medida, en «fer patrimoni», como ha quedado demostrado). Pasito a paso: con una TV3 y una Catalunya Radio monolingües, con una política de subvenciones a todo lo publicado en catalán por estar en catalán, con la inmersión lingüística… en catalán, con una información meteorológica que dedica muchísimo más tiempo a enseñarnos bucólicas estampas de la «Dolça Catalunya» que a anunciarnos el tiempo que vamos a tener, etc., etc…, hemos llegado a donde estamos».

En cambio, prosigue el autor, «recuerdo perfectamente el ambiente que se vivía en mi infancia, en que el 90% de mis compañeros de clase eran de lengua materna catalana. Pues bien, entonces existía la típica rivalidad ancestral entre pueblos más o menos hermanos que rivalizan (como hacen casi todos los hermanos) pero sin llegar al extremo de considerarse miembros de distintas familias: que si Barcelona era en realidad más grande que Madrid (ya en nuestra tierna edad nos sentíamos agraviados porque el Madrid metropolitano llegara casi hasta Alcalá y, en cambio, l’Hospitalet no formara parte de Barcelona), que si el Barça era el mejor equipo de España (repito: «de España»), que si la sardana era «la dança més bella de totes les dances que es fan i es desfan», sobre todo comparada con la rústica jota (cuando en realidad, la danza popular más antigua y arraigada en Cataluña, como en el resto de España, incluidas Valencia y Mallorca, es precisamente la jota: hasta el siglo XIX la sardana era un baile absolutamente minoritario y de ámbito muy restringido geográficamente, básicamente al Ampurdán; luego se la promocionó como elemento identitario diferenciador).

En resumen, que tiene mucha razón […]: la fábrica de secesionistas la fundaron los primeros secesionistas, y el negocio les ha ido viento en popa. La construyeron bastante antes de que Franco montara la factoría de españolismo rancio y casposo. Esta última sirvió, eso sí, como suele ocurrir en todo mercado competitivo, de acicate para mejorar el proceso productivo y perfeccionar las técnicas de «márketing». Y en eso seguimos».

¿Adivinan la autoría? Es un gramsciano, tradujo el undécimo cuaderno del revolucionario sardo, es un gran helenista, es un rojo de toda la vida y y fue un gran amigo y compañero de Manuel Sacristán y Francisco Fernández Buey. Profesor y maestro del que suscribe, por supuesto

¿Y esta entrevista? ¿Vieja o nueva política? ¿Ambas mezcladas? De una entrevista a Ada Colau en El Periódico, una selección de sus declaraciones:

«¿La lista que encabeza Xavier Domènech es independentista?

En Comú Podem es una lista democrática, que está por el referéndum. Recoge la sensibilidad mayoritaria en Catalunya sobre la necesidad de un referéndum, y ahí caben defensores del a la independencia, federalistas y partidarios del ‘no’. Somos una candidatura plural con este eje democrático que el PP, Ciutadans y desafortunadamente el PSOE niegan de raíz. Podemos es la única fuerza con vocación estatal que con valentía defiende el referéndum y reconoce las diferentes naciones y soberanías que existen en España.

Para En Comú Podem y el resto de grupos asociados a Podemos, ¿el referéndum vinculante en Catalunya será una condición sine qua non en la votación de investidura del próximo presidente del Gobierno?

Habrá que valorarlo en su momento, pero sí, ese es el pacto de mínimos con Podemos.

¿La república catalana que defiende sería un Estado independiente?

No necesariamente. Hablo de los valores republicanos, del republicanismo laico, de la memoria de Companys y de Ferrer i Guàrdia. Una república catalana puede estar federada con la república española, puede haber diferentes fórmulas de federación o de confederación, en cualquier caso fraternas. Han pasado muchas décadas desde la Constitución del 78 y hay que actualizar el modelo de Estado.

El 20-D también dirimirá la hegemonía de la izquierda en Catalunya.

Todos los votantes de izquierdas tenemos un objetivo común: sacar al PP, que es un obstáculo para la democracia y un problema para Catalunya, la economía, los derechos sociales y la lucha contra la corrupción. Hay que evitar que el PP tenga mayoría, solo o con Ciudadanos. Pero también es preciso mejorar la democracia y la participación política, y creo que ese anhelo de cambio lo recoge mejor, En Comú Podem, con Xavi Domènech, que alguien como Carme Chacón, que lleva décadas en política, aprobó como ministra el desahucio exprés y se opone al derecho a decidir. En el espectro independentista ERC está claramente posicionada, pero no tiene aliados en el Estado (sic). Por contra, En Comú Podem puede atraerse a quienes quieren avanzar en el proceso soberanista, sean independentistas o federalistas, porque sí tiene una aliado estatal en Podemos, favorable al referéndum. Cuando en Catalunya haya un proceso constituyente y un referéndum, pactados o no, interesará mucho temer aliados fuertes en el Estado.

A su juicio, ¿el 27-S legitimó una declaración unilateral de independencia?

No, eso no está sobre la mesa porque no ha salido de la votación. Hay una mayoría de diputados independentistas pero no una mayoría suficiente de votos, y por tanto no permite dar ese paso. El Parlament puede hacer las declaraciones que considere oportunas, pero debemos preguntarnos qué es más útil ahora para avanzar en la soberanía de Catalunya. Más allá de quienes se declaran independentistas, hay una gran mayoría favorable al referéndum; esa es la mayoría que tenemos que recuperar. Los independentistas más convencidos ahora deberían trabajar mucho más para tender puentes de diálogo con quienes podemos dudar sobre la independencia pero tenemos un claro compromiso con Catalunya como sujeto soberano y con la necesidad del referéndum. En un contexto electoral como el presente existe la tentación de polarizar, pero es mejor tender puentes y buscar acuerdos amplios.»

Podemos la única fuerza que reconoce la plurinacionalidad…; los que podemos dudar sobre la independencia; se habla sin problemas de Cataluña pero jamás de usa la palabra España y se habla de Estado o de ámbito estatal; el PP un obstáculo para la democracia y un problema para Catalunya.. ¿para qué Cataluña?; Companys, Ferrer i Guàrdia, ni una sola referencia a un republicano no catalán,… Pues también será eso si es eso lo que queremos que sea.

PS. Una selección de textos de Manuel Sacristán sobre la revolución de octubre. Hoy toca:

1. Otoño de 1919: la hora más grave (1970)

A fines de verano y principios de otoño refluye la situación revolucionaria en la Europa central y oriental: en agosto cae el gobierno soviético húngaro de Bela Kun y en el otoño la Revolución rusa vive su hora más grave ante el acoso de los generales blancos y los aliados: Yudenich está ante Petrogrado, Kolchak avanza por Siberia y Denikin llega a 300 km de Moscú. Se interrumpen las relaciones entre el centro de la Internacional Comunista y los partidos que se han adherido a ella. Hasta mayo-julio de 1920 no romperá el cerco la Revolución rusa. Pero, mientras tanto, el movimiento sigue desarrollándose en Italia. El 6 de julio se constituye en Roma la fracción comunista del PSI, bajo la inspiración de Amadeo Bordiga. Esa inspiración se manifiesta en la definición «abstencionista» o anti-electoral de la fracción, rasgo que suscitará desde el primer momento diferencias con el otro núcleo comunista, el gramsciano de Turín. Y el 20 de julio se produce la primera detención de Gramsci, en relación con una huelga de solidaridad con las revoluciones rusa y húngara. Seis días después L’Ordine Nuovo publica el «Programa de la fracción comunista», el primer documento oficial del comunismo italiano. Todas esas iniciativas políticas ocurren en la cresta de un profundo movimiento social: desde julio se producen, primero en la Romaña, ocupaciones de tierras por los campesinos, movimiento que culminará con el «bolchevismo blanco» campesino de 1919-1920, dirigido por el diputado del Partito Popolare Migliori; éste entrará en contacto con la Internacional Comunista y acabará expulsado del partido católico. Las elecciones de noviembre de 1919 -primeras con voto proporcional- destrozan el viejo sistema de cacicazgos y el viejo Parlamento de notables al dar al PSI, a pesar de la pasividad abstencionista de la izquierda, 1.834.000 votos, que representan 156 diputados…

2. Fracaso (1979)

Pero lo sustancial, el cambio del mundo que se esperaba, ese no se ha producido igual cuidando la eficacia que descuidándola. Si se me permite decirlo con una frase un poco provocativa, la eficacia ha sido tan ineficaz como la ineficacia. Ha habido cambios técnicos en la detentación del poder y nada más, con gran desesperación de los más clarividentes protagonistas del cambio. Sería hora de decir de una vez que Lenin ha muerto deprimido, convencido de haberlo hecho mal, y de que todo había fracasado.

3. Una constante contrarrevolucionaria (1985)

El desencadenante del proceso fue, como es obvio, el cerco militar y económico (exterior e interior) a que se encuentra sometida toda revolución de verdad que no sea una «transición democrática» preparada y escenificada por las clases dominantes, sino que apunte claramente a destruir o disminuir apreciablemente el poder de éstas. Desde las comunidades castellanas y las germanías valencianas, pasando por los campesinos y los anabaptistas alemanes, por la Revolución francesa, la Comuna y la Revolución rusa hasta llegar a la mexicana, ese mecanismo casi automático es tan conocido que no vale la pena detenerse más en él.

El orden y el tiempo, p. 135. 2. `Coloquio de la conferencia «¿Por qué faltan economistas en el movimiento ecologista?», EPP nº 40, p. 8. 3. «Los partidos marxistas y el movimiento por la paz», PEYPA, p. 180>

También este fragmento, algo extenso, de su estudio sobre Gramsci (El orden y el tiempo):

«[…] La intensa actividad política de Gramsci durante esas semanas -a partir de la primavera siguiente su nombre aparecerá con frecuencia en los informes de la policía- está sin duda animada por la convicción de que los hechos rusos confirmaban su inspiración revolucionaria contra el marxismo oficial, evolucionista o fatalista, de la derecha y la izquierda respectivamente. Por lo que hace al desarrollo del pensamiento socialista de Gramsci, eso quiere decir que la revolución rusa le confirma los fundamentos doctrinales idealistas. En el artículo más importante y más célebre de este período Gramsci ha escrito la siguiente lapidaria afirmación. «La revolución de los bolcheviques está más hecha de ideología que de hechos (Por eso, en el fondo, importa poco saber más de lo que sabemos ahora.) Es la revolución contra El Capital de Carlos Marx (…) Lo cierto es que lo esencial de su doctrina depende del idealismo filosófico y que en el desarrollo interior de esta doctrina se encuentra la corriente ideal en la cual confluye con adecuación histórica el movimiento proletario y socialista».

La última frase de este texto da la clave de su totalidad, pero permite también adivinar la nueva problemática que la doctrina de un socialismo revolucionario por idealista va a significar para Gramsci. Da la clave de toda esa doctrina porque muestra su motivación: constituir la fundamentación ideal de la voluntad revolucionaria, contrapuesta a la pasiva espera del cumplimiento, por algún mecánico deus ex machina, de las «previsiones» del materialismo histórico. Y permite ver el nuevo aspecto de la problemática doctrinal de Gramsci porque la voluntad que positivamente ha realizado la revolución «contra El Capital» no se ha movido en absoluto por consideraciones filosóficamente idealistas, sino por una comprensión de los hechos que ella misma atribuye al análisis marxiano (…) La prisa del hacer periodístico le obliga casi a simultanear, o alternar al menos, formulaciones en los dos sentidos, en el de la reafirmación idealista y voluntarista, y en el de la reconsideración de su lectura de Marx. Así, por ejemplo, entre los dos artículos recordados, precisamente siete días después de la segunda edición de «La revolución contra El Capital», Gramsci publica una nota interpretativa de la Revolución de Octubre que le muestra sumido en una reflexión acerca del pensamiento de Marx bastante menos simple que su «renegarle» de la semana anterior: «La nueva generación parece querer un regreso a la genuina doctrina de Marx, para la cual el hombre y la realidad, el instrumento de trabajo y la voluntad no están separados, sino que se identifican en el acto histórico».

A eso siguen una versión mejorada de la idea del materialismo histórico como conjunto de «cánones» interpretativos y una conclusión digna de nota: los miembros de la «nueva generación» creen no que «la guerra ha destruido el materialismo histórico» al provocar una revolución contra El Capital, «sino que la guerra ha modificado las condiciones del ambiente histórico normal, por lo cual la voluntad social, colectiva de los hombres ha conseguido una importancia que no tenía normalmente» (Gramsci considera la «concentración» de los trabajadores de la ciudad y el campo «en las trincheras» que ha suplido la concentración «normal» en la gran industria). «Estas nuevas condiciones son, también ellas, hechos económicos, han dado a los sistemas de producción un carácter que no tenían antes», por ejemplo, con la estatificación transitoria de la industria bélica y pesada en general. «La educación del proletariado se ha adecuado a ello necesariamente y ha llevado en Rusia a la dictadura». Esa oscilación entre puntos de vista no aparece sólo en la alternancia de unos artículos que se suceden a escasa distancia de tiempo: ocurre incluso en un mismo artículo, y así documenta, con una claridad que sin duda el lector de hoy debe a la urgencia periodística de Gramsci, la situación de crisis del pensamiento socialista de éste. En el mismo artículo «La revolución contra El Capital» por ejemplo, a renglón seguido del cuadro de aquellos bolcheviques que renegaban de Carlos Marx, se lee: «Y, sin embargo, también en estos acontecimientos hay una fatalidad, y si los bolcheviques reniegan de algunas afirmaciones del Capital, no reniegan, en cambio, de su pensamiento inmanente, vivificador».

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