Recomiendo:
0

El activista Marcos G. Sedano partica en el curso de verano “Campus Praxis” de Valencia

«Nunca se ha de abandonar la calle»

Fuentes: Rebelión

«¿Por qué no romper las cadenas que nos unen a los de arriba, si los de arriba han roto el contrato que nos unía a ellos?» Es la sencilla pregunta de un activista, Marcos G. Sedano, en un artículo publicado el 9 de mayo en la página Web «La Casa de mi Tía». «El no […]

«¿Por qué no romper las cadenas que nos unen a los de arriba, si los de arriba han roto el contrato que nos unía a ellos?» Es la sencilla pregunta de un activista, Marcos G. Sedano, en un artículo publicado el 9 de mayo en la página Web «La Casa de mi Tía». «El no acuerdo entre PP y PSOE en la creación de un gobierno de Concentración Nacional, forma parte de esa lucha interna de la oligarquía», añade en el artículo titulado «Un pasodoble en palacio». Otras veces prefiere la poesía, como en «La rosa de los vientos»: «Dejó la mar un camino abierto / una ventana en el puerto / por si quería escapar. Cuando me siento mal voy y lo miro / pienso subir al barco y dejar las velas al viento / quería llegar a aquel islote frente a Madagascar». Marcos G. Sedano ha tomado parte en el 15-M de Sevilla, las Marchas de la Dignidad de Sevilla y Almería, y en el grupo Constituyentes de la ciudad hispalense con algunos compañeros que hoy ejercen de parlamentarios. Resume del siguiente modo su idea de lo que ocurre en España: Las causas siguen ahí, pero hay un abandono de la calle y de la gente que se movilizaba contra los desahucios, las leyes represivas y por los derechos laborales.

El activista sitúa uno de los puntos de ruptura el 25 de mayo de 2014, día de las elecciones europeas. «De buenas a primeras, todo se paralizó de forma inesperada; por lo visto se delegó en una organización política». El 20 de diciembre se celebraron elecciones generales, después llegaron meses de reuniones, puestas en escena y un sinfín de tacticismos; el 26 de junio, nuevos comicios y otra vez maniobras, teatralización y juegos de estrategia. «Pensamos que no va a cambiar nada esté quien esté en el gobierno», zanja. ¿Sin matices? «Claro que los hay, pero sabemos que el margen de maniobra es nulo después de la experiencia de Syriza». Una de las posibles vías consistiría, a su juicio, en una estrategia global de los pueblos del Sur, los agredidos por Alemania y sus aliados. Va un punto más allá: «Hay que romper con el euro». Considera la moneda única un instrumento de las elites para despojar a los pueblos de Grecia, Italia, España, Portugal, Irlanda o la Europa del Este. El exportavoz nacional del SAT y diputado de Unidos Podemos por Jaén, Diego Cañamero, declaró el 14 de julio durante la recogida del acta de parlamentario: «Hay que ser insumisos contra las leyes injustas». Afirmó que pensaba hacer compatible el trabajo de diputado con el de jornalero. ¿Es posible compaginar las instituciones y la movilización? «Si la bicicleta lleva dos ruedas en vez de una, mejor, pero nunca se ha de renunciar a la calle», insiste Marcos G. Sedano.

Pensionista de 56 años y activista con un cáncer a la espalda, se ha dedicado durante 22 años a la cooperación internacional al desarrollo (en Paz y Solidaridad-Andalucía, trabajando con Túnez, Marruecos o Cuba) y a la prevención de riesgos laborales. Hoy forma parte del grupo cultural «Gamberro Teatro», que trabaja en los barrios más deprimidos de Almería. «En la iniciativa de los títeres hay personas que llevaban 30 años sin coger un libro, y ahora han vuelto a leer y organizarse», destaca. Participan directores de teatro, músicos, maestros de escuela, gente que se dedica a la poesía y parados de larga duración (antiguos operarios del ladrillo). «Gamberro Teatro» organizó un taller de formación para «hacer títeres y expresión a través de marionetas» en la asociación de Vecinos «San Antonio», en un barrio popular de Almería, Los Molinos. En seis meses han realizado exposiciones de pintura, actividades de música popular, veladas poéticas en asociaciones vecinales y muestras fotográficas, como La Alcazaba «Reina de Almería» el pasado seis de marzo. Exponen sus fotografías gente joven, novel y que no dispone de espacios para compartir su obra. Todo cabe, desde instantáneas de la belleza de Almería hasta la cuestión social.

En breve representarán su primera obra de teatro, «La huelga», de la autora y directora Carmen Murillo. Los títeres se declaran en huelga, pero los espectadores quieren que salgan al escenario y representen la pieza. Aquellos se niegan, protestan por la precariedad laboral. Estas actividades culturales se desarrollan en Almería, donde el PP alcanzó el 40,3% de los votos en las últimas elecciones municipales y se quedó a un concejal de la mayoría absoluta; donde además la tasa de paro se situó en el 33,2% en 2015, según el proyecto europeo «Urban Audit» cuyas conclusiones difundió el INE. De acuerdo con la estadística, Almería se hallaba entre las 15 ciudades con mayor desempleo del estado español en 2015. «Toda la política desplegada en este país, desde la Transición hasta hoy, ha sido más o menos darle opio a la gente, adormecerla». La estrategia de sedación incluye, según el activista, la designación del antiguo Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Julio Rodríguez, como cabeza de lista de Unidos Podemos por Almería en las últimas elecciones generales. «Es un general de la OTAN que cometió un genocidio en Libia, yo no le he votado». «Figuraba en la candidatura de una organización teóricamente de izquierda, pero con mucha ambigüedad en la cuestión militar», sostiene Marcos G. Sedano.

En esta capital andaluza destacan las protestas por la degradación de las murallas del Cerro de San Cristóbal, integradas en el conjunto de la Alcazaba de Almería. Un Decreto del 3 de junio de 1931 declaraba Monumento Histórico-Artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional tanto la alcazaba como las murallas. Años después la Junta de Andalucía les otorgó el reconocimiento de Bien de Interés Cultural, e incluyó este conjunto en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. La asociación Voxtempli inició una recogida de firmas y una petición de restauración y mantenimiento de las murallas a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. En la carta a la dirigente del PSOE se explica que las murallas de San Cristóbal se encuentran en una situación «lamentable», y en un «deplorable» estado de limpieza y mantenimiento. «Es fácil comprobar cómo cada vez los desprendimientos son mayores, las grietas más peligrosas y los desperfectos más evidentes». Marcos G. Sedano agrega otra perspectiva: «Pensamos que quieren dejar que caiga la muralla, para construir encima del Cerro de San Cristóbal y reclasificar el entorno».

Más allá de los conflictos locales, «vivimos dentro de un proceso imperial; de hecho, hay un interés -por parte de la oligarquía europea- en desposeer de los bienes comunes a toda la población». El activista de las Marchas por la Dignidad niega que se esté en la lucha por razones meramente altruistas, o se desconozcan los motivos de fondo. Hay en marcha un proceso militar con dos patas, apunta: la guerra como arma de rapiña y la expropiación «legal» (no legítima) de los bienes comunes a la población europea. Los trazos globales, ya descritos, permiten retornar de nuevo a lo micro. «En todas las ciudades andaluzas los cascos históricos y las calles principales han sido tomados por las multinacionales». McDonalds, Massimo Dutti, Zara, Springfield…Ocupan edificios señeros en la zona antigua de Almería, Sevilla o Granada. El centro de las ciudades se ha convertido en un parque temático. «Es terrible». «Los procesos especulativos están deshumanizando y vaciando de contenido social y popular a las capitales, hasta transformarlas en un escaparate».

Así, en poesías, relatos y comentarios en la Red, Marcos G. Sedano va desgranando sus ideas. Sin retruécanos ni perífrasis, con la verdad de la acción directa. «Permítanme ustedes que empiece por el final. No se trata de refundar el capitalismo sino de terminar con él, o él terminará con la humanidad», escribía a cuenta de la Ley Mordaza. «La verdad nos hará libres si sabemos luchar por ella», remataba. En noviembre de 2015 publicaba en el periódico Rebelión un artículo («París, la guerra imperial y el folleto Junius»), firmado con el sociólogo Andrés Piqueras, que no ha perdido vigencia: «Los atentados de París, Ankara, Beirut… tienen el mismo perfil: la guerra discrecional, psicológica, indefinida, dentro de un conflicto global entre grandes poderes, grandes corporaciones financiero-económicas…». En el sencillo lenguaje del activista, «ellos se dan de tortas en nuestros cuerpos destrozados, a través de las matanzas de miles y miles de seres humanos en todo el mundo».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.