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Ocupación, genocidio y desinformación contra el pueblo palestino

Fuentes: Rebelión

Es común ver en los noticieros día a día presentar hechos sobre el conflicto entre Israel y Palestina, imágenes y vídeos de bombardeos y en general, del caos que se vive en cualquier indeseable guerra. Sin embargo, como es habitual en este tipo de hechos, como ha sucedido con el manejo de la guerra entre Rusia y Ucrania, se suele presentar información muy parcial y amarillista que a fin de cuentas, no explica al receptor absolutamente nada sobre las raíces del conflicto, quiénes son sus actores, qué intereses tienen o qué posibles soluciones hay. Es curioso que en la época donde más circula información, en general la población no sabe nada. Desde luego que este manejo de la información no es algo inocente, responde a unas lógicas de legitimación por parte de fuerzas que han reproducido y asociado la categoría de terrorista a todo un pueblo con unos intereses bien definidos. El conflicto entre Israel y Palestina no ocurrió simplemente porque el 7 de octubre de 2023 un grupo “terrorista” quiso afectar la paz y tranquilidad de un pueblo pacífico que se autoproclama el elegido por Dios, como lo han querido presentar, como si el exterminio al que ha sido sometido el pueblo palestino no mereciera ni un solo titular. Por ello considero que, aunque de manera breve, debe analizarse desde la larga duración. Basta sólo con observar un mapa del territorio desde 1917 a la actualidad, donde se visibilice la ocupación de Israel a Palestina para saber que hay una anomalía. Este escrito pretende problematizar algunos de los interrogantes anteriormente mencionados, como forma personal de combatir los lugares comunes y la desinformación intencionada.

Antecedentes

La región de Palestina ha estado habitada durante siglos por diferentes pueblos y dominada por diferentes imperios: Romano, Otomano y Británico. Sin embargo, podemos rastrear el problema a inicios del siglo XX, cuando surge un nacionalismo judío en Europa, que planteaba la unificación de este pueblo retornando a el lugar del cual fueron expulsados en la llamada diáspora judía. Para este propósito se proponía la creación de un Estado judío. [1]

Por otra parte, bajo el mandato británico de Palestina de 1922 a 1947 se fomentó la migración de judíos a este territorio, causando el levantamiento árabe con la revolución de 1937 confrontada por los británicos. Posteriormente, hacia 1947 en lo que se denominaba “la cuestión palestina” en las Naciones Unidas, éste organismo decide terminar el mandato británico y dividir el territorio en dos Estados, uno judío y uno árabe- palestino. Inmediatamente, el problema empieza a notarse con el control de Israel del 77% de tierras que pertenecían al territorio palestino, generando un problema de refugiados en territorios árabes. Esto generará la violación de autodeterminación del pueblo palestino y por si fuera poco, Israel continuó invadiendo más de sus territorios a los largo de la segunda mitad del siglo XX.[2]

Los crímenes de guerra de Israel pueden rastrearse además desde la invasión del Líbano por parte de Israel en 1982 buscando la eliminación de terroristas, calificativo que empezó a aplicarse a la Organización para la Liberación de Palestina, al año siguiente, colaborando con grupos de ultraderecha, facilitó con armas las masacres de Sabrá y Chatila, hecho que fue calificado por la Asamblea General de las Naciones Unidad como genocidio. [3] Esto va a generar una resistencia por parte del pueblo palestino a la cual responde Israel con el asesinato de civiles. En esta década y por estos hechos, tenemos las raíces del movimiento Hamas.

En la década de 1990 comienzan negociaciones, principalmente materializados en los Acuerdos de Oslo de 1993 donde se crearía la Autoridad Palestina, la cual ejercería control autónomo en la Franja de Gaza y Cisjordania, reconociendo además el Estado de Israel.  Sin embargo, estos acuerdos dejaron de lado temas importantes como Jerusalén, los refugiados y problemas fronterizos. Estos problemas generarían inestabilidad en el proceso. Dos hitos importantes marcarían el fracaso de estos acuerdos: primero, el asesinato de Isaac Rabin por un israelí en 1995 y la visita del primer ministro Israelí Ariel Sharón a la Explanada de las Mezquitas en el año 2000, lo que desencadenó en la Segunda Intifada. Desde entonces, el conflicto no ha cesado y ha tenido momentos de alta tensión como el desencadenado ahora por la incursión del 7 de octubre de 2023.

¿Qué se vive hoy?

Cómo se ha podido observar, las condiciones objetivas para que existan movimientos de resistencia a la ocupación israelí están más que presentes. Es un conflicto degradado tanto por sus prácticas como por su duración. Sin embargo, el hecho de que haya tanto silencio, no sólo a los acontecimientos tan lamentables que han sido mencionados en los acontecimientos históricos, sino a el sometimiento criminal por el que está pasando el pueblo palestino desde hace casi dos años. Curiosamente, el Estado de Israel que justifica su existencia con los hechos lamentables que vivió el pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial, hoy esté usando prácticas similares contra el pueblo palestino: una prisión en su propio territorio, la condena al exilio, violación de todo tipo de derechos a nivel internacional, un exterminio étnico en complicidad de la gran prensa, masacres a civiles donde hasta el 5 de enero del presente año se ha llegado a hablar de 75.000 víctimas[4], muchos de ellos mujeres y niños en estado de indefensión, y en escenarios que agravan la situación y la hacen más absurda e infame, como lo es el grave hecho, de que los civiles mueran de hambre por el asedio israelí, donde han sido capaces de bombardear los puntos de suministro de alimentos, en lo que claramente puede sumarse a los crímenes de guerra que se han presentado sobre la población.

El nivel de violencia perpetrado hasta ahora, también ha sido complicidad de occidente, principalmente de Estados Unidos y la Unión Europea, quienes, en el primer caso han tenido responsabilidad directa; en el segundo, por omisión. En este caso se evidencia cómo el nivel de barbarie ha sido tal que varios de sus cómplices por omisión, aunque de forma tardía comienzan a darle la espalda a Israel, bien sea por conveniencia o solidaridad ante semejante carnicería y falta de humanidad, en un periodo de la historia en el cual se nos pregoga estar en la cúspide del progreso y la civilización. En los últimos minutos, el presidente de Francia Macron afirmó que Francia reconocerá a Palestina como un Estado legítimo ante la ONU en septiembre, acciones que aunque bienvenidas, se presentan bastante tarde y a un punto del conflicto que puede parecer irrisorio ¿cuántos muertos más se contarán de aquí a septiembre?¿qué garantizará que Israel en manos del sionismo más criminal deje de perseguir a la población palestina?

Una respuesta a la última cuestión, es que únicamente cesará este genocidio con que los pueblos del mundo alcen la voz en un acto de solidaridad con el pueblo palestino y en rechazo a la falta de humanidad por parte de Israel, a cuyos dirigentes incluso de les ha dado órdenes de captura por parte de la CPI, hechos que no han bastado para frenar tan colosal monstruo.


[1] María Brunetto, El proceso de creación del estado de Israel: ¿origen político de un conflicto sin fin en la región del cercano oriente? Recuperado de: https://revista.fder.edu.uy/index.php/rfd/article/download/165/171/#:~:text=La%20decisi%C3%B3n%20brit%C3%A1nica%20fue%20tomada,los%20jud%C3%ADos%20en%20ese%20territorio.

[2] Al respecto véase Belal Ali AbuHasballah, The palestian operation on October 7 between international legitimacy and criminalization. Recuperado de: https://www.al-kindipublisher.com/index.php/ijlps/article/view/6732/5697 

[3] Al respecto ver: https://elordenmundial.com/que-fue-masacre-sabra-chatila/

[4] Sara Judith Hofmann, ¿Cuál es la cifra real de muertos en Gaza? Recuperado de: https://www.dw.com/es/cu%C3%A1l-es-la-cifra-real-de-v%C3%ADctimas-mortales-en-la-franja-de-gaza/a-73145906

Jeison Andrés Gutiérrez Deaza, Licenciado en Ciencias Sociales y estudiante de la Maestría en Estudios Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.