En el contexto del aumento de la represión israelí contra la población palestina y sus propiedades, desde el pasado sábado día 24 de octubre 12 palestinos, entre ellos un niño, han sido asesinados; a ello que hay que añadir la escandalosa cifra de 63 civiles heridos, entre los que también hay que contar a 20 […]
En el contexto del aumento de la represión israelí contra la población palestina y sus propiedades, desde el pasado sábado día 24 de octubre 12 palestinos, entre ellos un niño, han sido asesinados; a ello que hay que añadir la escandalosa cifra de 63 civiles heridos, entre los que también hay que contar a 20 niños. Todo ello tuvo lugar en al-Nimsawi, en la zona de Baten al-Samin, al sur de Jan Yunís en la Franja de Gaza.
Según la información recogida sobre el terreno, ocho de las víctimas murieron como consecuencia misiles buscadores. Últimamente el ejército de ocupación ha venido utilizando misiles buscadores [1] para atacar objetivos en la Franja. Los misiles buscadores sobrevuelan la Franja día y noche con el objetivo de atacar a miembros de la legítima resistencia palestina. El Centro Palestino de Derechos Humanos (CPDH) ha documentado docenas de casos en los que los palestinos han muerto tras haber sido alcanzados por esquirlas de misiles lanzados mediante aviones de combate. Según los relatos de testigos presenciales, estos misiles buscadores alcanzan objetivos muy específicos, causando quemaduras de grave consideración y deformaciones diversas en el cuerpo. Los misles buscadores son una seria amenaza para la población civil palestina, puesto que su objetivo es cualquier persona armada, ya sea miembro de las fuerzas de seguridad o un miembro de la resistencia que no esté luchando en ese momento.
Los hechos narrados tuvieron lugar cuando un lanzamisiles israelí lanzó un misil contra dos miembros de las Fuerzas Nacionales de Seguridad Palestina que se encontraban sentados cerca de sus puestos, en el vecindario de al-Nimsawi. Ambos resultaron heridos, uno de ellos de gravedad. Horas más tarde, sobre las diez de la noche, otro lanzamisiles disparó un segundo misil contra otros dos miembros del mismo cuerpo, que iban caminando por las inmediaciones del Hospital Nasser. Los dos jóvenes, Ameen Ata al-Jabour de 24 años y Hussam Aabed al-Barreem de 22, murieron al instante. Además, otros cuatro palestinos que estaban en las inmediaciones resultaron heridos.
Sobre las 23:30, las tropas israelíes, apoyadas con vehículos militares pesados, incursionaron en el vecindario de al-Nimsawi y en la zona de Baten al-Samin. Bajo un intenso fuego de artillería pesada dio comienzo la campaña de destrucción. Sólo diez minutos más tarde, un avión de combate lanzó un tercer misil contra un grupo de miembros de la legítima resistencia palestina en la zona de Baten al-Sami; Mohammed Fawzi Barham de 25 años resultó asesinado junto con otros cuatro compañeros que fueron heridos.
En la mañana del 25 de octubre un lanzamisiles israelí lanzaba el cuarto misil en el mismo lugar y también contra un grupo de militantes, asesinando a tres de ellos: Sami Nasrallah Zorob de 22 años, Suleiman Barham Zorob de cuya edad no se tienen datos, y Mahmoud Mohammed al-Bashiti de 24.
Entrada ya la madrugada, sobre la una, las fuerzas sionistas iniciaron un ataque aéreo con lanzamiento del quinto misil dirigido contra un grupo de civiles que estaban en la zona, hiriendo de gravedad a tres de ellos.
Media hora más tarde, el sexto misil del ejército sionista se dirigía contra Ahmed Mousa al-Bayouk de 37 años quien estaba intentando quemar unas llantas en protesta por la brutal ofensiva que estaba padeciendo la población palestina. Ahmed fue asesinado instantáneamente, mientras que otro civil resultó herido.
Tras cinco minutes escasos de calma, un séptimo misil fue dirigido contra un grupo de militantes de la legítima resistencia palestina que se encontraban en la calle, cerca del vecindario de al-Nimsawi. Uno de ellos, Abdul Rahman Ismail Abu al-Nemer de 28 años, fue asesinado mientras que otro compañero resultó herido de gravedad.
Sobre las tres y media de la madrugada, las tropas sionistas destruyeron por completo la casa de la familia de Mohammed al-Sinwar, supuestamente buscado por ellos. También fueron destruidas dos casas vecinas.
En la mañana de trágico 25 de octubre el ejército ocupante abrió fuego contra un grupo de civiles del vecindario de al-Nimsawi. Un niño de 11 años, Hisham Hassan Aashour, junto a dos jóvenes, Ibrahim Saber al-Qedra de 18 años y Hussein Hassan Abu Namous de 25, resultaron asesinados.
Como resultado del fuego indiscriminado también hay que contar el asesinato de Eyad Mohammed Abu Lehia, policía de 29 años, cuando se encontraba en la comisaría de la zona de Gizan, en la zona de al-Najjar, a casi dos kilómetros de la fuente de los disparos. Además, otros 45 palestinos, entre los que hay que incluir a 20 niños, han resultado heridos por fuego indiscriminado de metralla.
El CPDH está extremadamente preocupado por la escalada de violencia israelí en los Territorios Ocupados, especialmente en la Franja de Gaza, y advierte que los actos de violencia contra la población civil y sus propiedades constituyen una grave violación del derecho internacional y de la legislación vigente sobre derechos humanos. El CPD H recuerda a la comunidad Internacional que las violaciones de Israel de las Convenciones de Ginebra relativas a la protección de la población civil en tiempo de guerra, especialmente su artículo 333, prohíbe expresamente el castigo colectivo. Asimismo, el CPDH recuerda a las Altas Partes Contratantes de las Convenciones su obligación legal de asegurar el respecto de las Convenciones y tomar medidas efectivas para detener las graves violaciones que el Ejército de ocupación israelí está perpetrando en los Territorios Ocupados.
[1] Se trata de misiles provistos de infrarrojos que buscan y encuentran sin fallo el blanco.