Los dos máximos representantes de la Nueva Trova cubana, Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, están inmersos en un cruce de ataques y reproches, en el que desde las diferencias personales tratan cuestiones de trasfondo político. La polémica comenzó por unas declaraciones de Pablo Milanés antes de su concierto en Miami defendiendo el derecho de la […]
Los dos máximos representantes de la Nueva Trova cubana, Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, están inmersos en un cruce de ataques y reproches, en el que desde las diferencias personales tratan cuestiones de trasfondo político.
La polémica comenzó por unas declaraciones de Pablo Milanés antes de su concierto en Miami defendiendo el derecho de la oposición a manifestarse públicamente por las calles de Cuba y a favor de los cubanos que viven fuera de la isla.
Pese a que el músico compuso una canción para «los cubanos que por una u otra razón no viven en su país» y criticó, en la prensa local de la Florida, la falta de libertades que habría en Cuba, el anticastrismo de Miami llamó a boicotear la llegada de Milanés.
Aunque Silvio Rodríguez reconoció coincidir con muchas de las valoraciones, criticó que fueran hechas por Milanés «a medios que tildan de héroes a terroristas que han derribado aviones civiles, medios cuyos dueños han pagado actos de violencia contra Cuba».
Silvio calificó de «burda, desamorada y sin el más mínimo compromiso afectivo la forma empleada por su colega y compatriota al referirse recientemente sobre su visión de la realidad de la isla.
Rodríguez recordó que Pablo Milanés y él hace algo más de 20 años que no se ven y tampoco han hablado por teléfono por lo que afirmó que «el Pablo que conozco tiene casi un cuarto de siglo de retraso».
También dijo que no se siente «capaz de juzgar, menos públicamente, a un viejo amigo», y que nunca jamás ha permitido que en su presencia «nadie hable mal de Pablo», aunque éste lo incluya «entre los despreciables que siguen defendiendo la Revolución».
Para Silvio Rodríguez la causa de los comentarios de Milanés precisamente en Miami están provocadas por el concierto programado en esta ciudad en el que «a unos días por más propaganda que hacían, no se llenaba».
La respuesta de Milanés no se hizo esperar y señaló que «esta es una más de las diatribas incontroladas de Silvio frente a mí, llenas de mentiras y tergiversaciones, como cuando me venía pidiendo perdón por todas ellas desde hace más de veinte años, y yo no lo perdono».
Por el momento en Cuba tan solo la prensa digital ha reflejado las opiniones encontradas entre los dos trovadores, mientras que el resto de medios de comunicación y el gobierno cubano se ha mantenido al margen de la polémica, el tema se discute por las calles de La Habana.
Mientras la polémica sigue en la red digital, la compañía promotora de la gira, Fuego Entertainment, informó que Milanés sí tocará el sábado en Nueva York pero ya suspendió tres de los conciertos que tenía previsto dar en Estados Unidos y Puerto Rico, entre ellos, el de Los Ángeles.
Ambos músicos se conocieron en 1967 en la Casa de las Américas, bajo el amparo de Haydée Santamaria, y estuvieron entre los fundadores de la Nueva Trova cubana cuando sus canciones no encontraban ni espacio ni protagonismo en los escenarios principales del país.
Pablo Milanés actualmente vive la mayor parte del año en España, aunque visita frecuentemente la isla, sus canciones se difunden por la radio y televisión, y recientemente realizó una gira por todo el país.
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