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Entrevista a Vittorio Arrigoni, voluntario del Movimiento de Solidaridad Internacional y testigo de las matanzas en Gaza

«Para Israel una masacre de civiles es un puro ejercicio que entra dentro de su rutina criminal»

Fuentes: Megachip

Traducido para Rebelión por Liliana Piastra

Vittorio Arrigoni, voluntario del Ism – International Solidarity Movement, vive en Gaza desde hace alrededor de un año y ha sido testigo directo, además de ser la única voz del periodismo italiano (y no sólo), del genocidio perpetrado por Israel en los veintidós días (27 de diciembre – 18 de enero) de «Plomo Fundido». Vittorio ha publicado para Manifestolibri, «Gaza, restiamo umani «, un diario de las semanas de bombardeos contra la Franja.

Le hemos hecho algunas preguntas.

Tras llevar a cabo cinco «investigaciones», el ejército israelí se ha autoabsuelto ( El ejército israelí se autoabsuelve. La condena de las organizaciones humanitarias. ). Estas son las conclusiones: «Durante los combates de Gaza, las fuerzas de defensa israelíes han obrado de acuerdo con las leyes internacionales». Los asesinatos de civiles indefensos se han considerado «accidentes operativos». ¿Qué puede comentarnos sobre estos hechos?

Lo mismo que ha hecho recientemente Amnistía Internacional, criticarlos de la manera más rotunda por falta de credibilidad. Según Amnistía Internacional «es responsabilidad de quienes han realizado los bombardeos, los ataques de artillería u otro tipo de ataques probar que dichas agresiones iban realmente dirigidas contra objetivos militares legítimos; no les corresponde a las víctimas probar que no estaban implicadas en actividades de combate. Hasta la fecha las informaciones que ha facilitado el ejército no han demostrado nada. La investigación realizada por el ejército israelí no puede sustituir a otra completa, independiente e imparcial que resulta necesaria».

Aun antes que lo hiciera Amnistía Internacional, un informe publicado por la ONG Human Right Watch (Hrw) ya hacía hincapié en los crímenes de guerra israelíes, por las armas utilizadas y por el comportamiento de su ejército durante la ofensiva de enero en Gaza, en concreto por el uso de proyectiles de fósforo blanco. Como si esto no bastara, recuerdo que fue la Cruz Roja Internacional la que durante la masacre denunció que se habían violado los derechos humanos de los heridos y paramédicos palestinos. Al final hasta les han escuchado en Israel: la organización humanitaria israelí «Doctores por los derechos humanos » (Phr) ha denunciado que en la operación Plomo fundido el ejército israelí «ha violado los códigos éticos…por haber atacado a personal médico; haber causado desperfectos en centros sanitarios y haber disparado indiscriminadamente contra civiles no implicados en las operaciones «. Tsahal (el ejército israelí), continúa Phr, «no sólo no ha permitido la evacuación de las familias palestinas sitiadas y heridas, sino que ha impedido que los equipos palestinos de socorro llegaran hasta los heridos». En concreto, 16 miembros del personal médico palestino murieron durante los combates y otros 25 resultaron heridos mientras socorrían a la población. A pesar de que el ministro de Defensa Ehud Barak insiste en que el ejército israelí es «el más moral del mundo», Israel se ha negado a cooperar con la misión que ha dispuesto el Consejo de derechos humanos de la ONU para comprobar los hechos, a cuya cabeza está el juez Richard Goldstone, quien ha declarado su intención expresa de investigar las violaciones del derecho internacional cometidas por todas las partes implicadas en el conflicto que ha tenido lugar en Gaza y en el sur de Israel. No me sorprende. Una verdadera democracia es capaz de enjuiciar a su ejército por crímenes de guerra. Está claro que Israel no es una democracia cumplida.

Europa ya ha olvidado el genocidio en la Franja de Gaza, lo demuestran las deserciones que se han producido en la Conferencia contra el Racismo, en Durban. ¿Qué opina de estos hechos y del clamor que han suscitado?

Debido a que el borrador del texto final de la conferencia de la ONU sobre el racismo, que se celebró luego en Ginebra, contenía acusaciones durísimas contra Israel, los EE.UU., Canadá, Italia, Holanda, Polonia y Alemania, que ha sido la última en anunciar su deserción, la han boicoteado. Por lo que parece, una parte de Occidente considera justo que quienes sigan pagando el precio del Holocausto, de imposible resarcimiento, sean los palestinos, pese a que no tienen ninguna culpa. ¿Qué decía el borrador que fuera tan escandaloso? Acusaba a Israel «de haber violado los derechos humanos internacionales, de crímenes contra la humanidad’ y de una forma contemporánea de apartheid». Exactamente lo que repiten desde hace años sin que nadie les escuche los premios Nobel Nelson Mandela, Desmond Tutu, Jimmy Carter, Wole Soyinka y José Saramago. Que no son unos Frattini cualquiera… Lo mismo daba una conferencia con una mayor participación y una toma de posición más enérgica contra Israel que la que se adoptó, finalmente edulcorada por los Naciones Unidas, la situación no habría cambiado en lo más mínimo. Desde 1948 hasta la fecha, Israel ha ignorado siempre de raíz el derecho internacional y ha ejercido su soberanía de forma totalmente arbitraria, respaldada por los EE.UU., que en el Consejo de Seguridad siempre han cubierto los crímenes israelíes con su derecho de veto. Contando también con una amplia complicidad de algunos estados europeos, Israel puede ignorar tranquilamente el derecho internacional porque es como los EE.UU., legibus soluta, está por encima de la Ley, por lo que una masacre de civiles como la de Gaza es un puro ejercicio que entra dentro de su rutina criminal.

Su libro es un testimonio muy fuerte, una instantánea de los 22 días de masacres israelíes contra la Franja. ¿Cómo vive ahora? ¿Qué siente y cómo está la gente de Gaza?

El plomo ya no está fundido pero sigue cayendo sobre nosotros con regularidad. El otro día los bombardeos israelíes sobre Rafah mataron a dos mineros palestinos, y los campesinos que trabajan en la frontera están constantemente en el punto de mira de los francotiradores ( ver vídeo ). Todas la mañanas temprano, aquí, delante del puerto, me despierta el tableteo de las ametralladoras de la marina israelí que impide a los pesqueros palestinos alejarse más allá de unas cuantas millas de su costa. Aquí en Gaza ha muerto la esperanza, es como si se viviera un paréntesis entre una tragedia y otra, aún no se han disipado los fantasmas, los traumas de la última masacre, y (por si fuera poco el sufrimiento que implica el sitio) ya se anuncian en breve nuevos lutos. Parece ser que el ejército israelí se está ejercitando para una nueva carnicería, que se considera inminente.

¿Qué opina de los recientes diálogos interpalestinos en El Cairo? Y ¿qué consideración tiene ahora Hamás entre la población local?

Los aplazamientos constantes a un acuerdo entre las diferentes facciones desde luego no contribuyen a elevar la moral de una población que ante todo quiera unidad nacional. Pero surge una pregunta espontánea, está claro que Israel seguirá sin reconocer un gobierno palestino presidido por Hamás, aunque sólo sea en coalición ¿cómo responderá entonces la comunidad internacional? Espero que no se siga boicoteando al partido islámico, que, recuerdo, salió vencedor en las urnas de elecciones libres y democráticas. En cuanto a la popularidad del gobierno actual, tras muchos años invicta, la semana pasada Hamás perdió las elecciones en la unión de trabajadores de la Unrwa (diez mil empleados), lo cual da a entender una menor intención de voto a su favor entre la población de Gaza, que a mi modo de ver es fisiológica, como sucede con cualquier otro gobierno en funciones.

 ¿Cuándo piensa volver a Italia?

El mes que viene intentarán atracar en el puerto que está frente a mi casa 8 embarcaciones del Free Gaza Movement, cargadas de ayuda humanitaria, activistas y premios Nobel de la paz. Si la marina israelí no se mancha de piratería como suele hacer, esas embarcaciones podrían brindarme la posibilidad de salir de esta inmensa cárcel a cielo abierto.

Claro que no me resulta fácil dejar Gaza y su población civil en una situación peor de la que había cuando llegué, sobre todo en vísperas de otro posible ataque israelí, que esta vez puede que se lleve a cabo sin testigos internacionales incómodos.

http://www.megachip.info/modules.php?name=Sections&op=viewarticle&artid=9141