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Pensando sobre las ultimas sesiones de la Asamblea Nacional

Fuentes: Sin Permiso

«No podemos admitir que sucedan los problemas, tengamos conocimientos de ellos y no realicemos investigaciones profundas para saber por qué y cómo sucedieron». Raúl Castro Reunión ampliada del Consejo de ministros Granma 2 de mayo de 2012. Las notas que siguen están divididas en dos grupos. Uno relativo a las discusiones en el seno de […]

«No podemos admitir que sucedan los problemas, tengamos conocimientos de ellos y no realicemos investigaciones profundas para saber por qué y cómo sucedieron».

Raúl Castro Reunión ampliada del Consejo de ministros Granma 2 de mayo de 2012.

Las notas que siguen están divididas en dos grupos. Uno relativo a las discusiones en el seno de las comisiones en la última semana de mayo y primera de junio dedicadas a la conceptualización del modelo cubano de desarrollo. El otro a las sesiones del parlamento realizadas en la segunda semana de julio -incluidas las de las comisiones- del IX periodo ordinario de la séptima legislatura que examinaron unos 80 temas. Como hay algunos puntos de contactos entre ambos momento se incluirán comentarios interrelacionados entre ellos así como referencias al contenido de los debates que han aparecido en las redes sociales sobre asuntos de política y economía de actualidad.

Tras los pasos del modelo cubano. Áreas de mejora; la concentracion de la propiedad y la diferenciación entre funciones estatales y empresariales

A lo largo de este año de 2017 se estuvieron recogiendo opiniones de la ciudadanía sobre las características del modelo cubano de desarrollo.

Durante la última semana de mayo y primera de junio en la segunda sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del poder popular se profundizó en los análisis de la conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista y los lineamientos de la política económica y social del partido para el periodo 2016 -2020 .

Aquí examinamos algunos factores o situaciones que en nuestra opinión tienen o tendrán influencias en distinto grado sobre el despliegue positivo del modelo. El factor común a todos es que necesitan estudios o investigaciones urgentes, de cierto calado, como premisa para ejecutar medidas a corto y a largo plazo que sirvan de fundamento a decisiones que ya no admiten dilación.

Así por ejemplo entre los temas que se debatieron se mencionan entre otros un par de ellos de medular importancia; uno relativo a la concentración de la propiedad y otro sobre la necesidad de esclarecer los conceptos: funciones estatales, gubernamentales y empresariales.

Entre ambos existe un complejo de interrelaciones que hace muy difícil dilucidar uno sin profundizar al mismo tiempo en el otro. No pueden ser examinados por separado, puesto que la administración efectiva de las diferentes formas de propiedad, estatal y no estatal, depende del esclarecimiento de contenidos y los límites entre las funciones estatales y las empresariales.

En el caso de ambos temas se recomendó -en el primero de ellos- «que en el proceso de implementación se creen las condiciones que permitan una regulación efectiva de los niveles de concentración de propiedad» (Granma, viernes 2 de junio de 2017)

En el segundo la recomendación fue «la revisión del uso indiscriminado» de los conceptos mencionados. (Granma, de la misma fecha)

No se mostró evidencia de que tan complicados asuntos fuera objeto de una investigación, cuya naturaleza sería inevitablemente transdisciplinaria. En esa zona de interacción entre el Estado, el Gobierno (es un componente del Estado) y las empresas, tienen mucho que decir los investigadores de algunas ramas de las ciencias jurídicas como la Teoría General del Estado, el Derecho Administrativo -en especial el tema dedicado a los procedimientos- y la ciencia de la administración, tres disciplinas claves para fundamentar las decisiones en esta esfera de las relaciones entre los procesos políticos, económicos y sociales .

Pienso que en los dos casos la recomendación adecuada hubiera sido -para ser consecuente con las ideas del presidente- investigar a fondo ambos asuntos. Creo que a la Asamblea le hace falta un grupo de alto nivel profesional de investigadores, como tienen casi todos los parlamentos del mundo, que realicen o convenien estudios con otros centros de investigación sobre cada temática a discutir y que sirvan de fundamento a la toma de decisiones.

Se sabe que esto ya se ha hecho en algunos problemas como el relativo a los riesgos de la estructura demográfica del país, el cambio climático y recientemente el realizado sobre control de inventarios por la facultad de ingeniería industrial a solicitud del MINCIN.

No es conveniente que nuestros ministros sean dueños y señores de la información clave para valorar su trabajo, sin que exista una contrapartida competente que los obligue a explicar asuntos importantes que a menudo permanecen en penumbras, aunque ello se discuta a camisa quitada en el seno de las comisiones, sin que necesariamente todo tenga que salir a la luz pública. No se trata de dudar de la integridad de nuestros ministros, que esta fuera de toda duda, sino que la experiencia de los que trabajamos con la obtención y procesamiento de información sabemos cuán difícil es a veces garantizar su autenticidad, sobre todo de la primaria. Basta un pequeño error en la selección de las técnicas de análisis o una falta de concentración en el proceso de interpretación de los datos para que la verdad se nos escape .Y si esto puede suceder en el uso de métodos científicos de investigación, ¿qué dejaremos para la simple aplicación de entrevistas, una de cuyas exigencias es disponer de entrevistadores profesionales de vasta experiencia en el oficio. Hay que buscar alternativas diferentes para la interpretación de cada problema y escuchar opiniones distintas pero bien fundamentadas.

Aunque se evidencia una elevación del nivel de análisis-como se percibió en algunos momentos de las discusiones en el seno de las comisiones -todavía no se percibe que exista un grado de intensidad de la confrontación en los debates que inevitablemente deben acompañar a asuntos tan complicados.

Hay que incrementar la profundidad de los intercambios de criterios en el parlamento lo que no puede lograrse sin un programa de investigaciones orientado a desentrañar las esencias del funcionamiento de los órganos estatales, empezando por el desempeño del gobierno. Por otra parte coincidimos con aquellos que consideran que sus sesiones son muy cortas, para la amplitud y complejidad de los asuntos a tratar .En estas últimas sesiones según informó la prensa se analizaron 80 temas, casi todos sin investigaciones previas, si juzgamos a partir de las reseñas periodísticas diarias.

No podemos seguir dependiendo solamente de las entrevistas que realizan los parlamentarios a lo largo del país ni de la simple exposición de opiniones diferentes -por muy serias que sean las intenciones de los parlamentarios- en el seno de las comisiones. El despliegue efectivo del modelo solo puede alcanzar sus objetivos si sus decisiones se apoyan en datos primarios de alto nivel de autenticidad, solo accesibles a la investigación.

Sobre la concentración de la propiedad y su administración

La importancia decisiva para el desarrollo saludable del socialismo de la concentración de la propiedad es válida tanto para la privada como para la estatal. Pero al parecer se considera que el peligro se expresa solo en la privada. La propiedad estatal, ineficiente de manera sostenida, también es un riesgo para la viabilidad del sistema socialista.

En este tema, el aspecto de la necesidad de administrarla con eficacia afecta tanto a la una como a la otra, de ahí que esté inevitablemente vinculado a la calidad de la gestión y las dimensiones de ambas formas de propiedad, factores que determinan sus niveles de eficiencia y el nivel de los impactos que puedan tener en los sectores económicos de la sociedad.

Por ejemplo, una concentración excesiva del volumen tanto de la propiedad estatal como de la privada en el seno del socialismo puede actuar como un mecanismo de frenaje del desarrollo económico y de alejamiento del momento en que alcancemos los niveles de prosperidad que anhelamos, así como dificultades insuperables para lograr su adecuada administración.

El investigador cubano Luis Marcelo Yera -probablemente uno de los estudiosos más serios en el país sobre esta temática asegura en uno de sus textos más importantes («Repensando la economía socialista; el quinto tipo de propiedad empresarial». Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2015) que «el tema básico de la construcción y la viabilidad del modo socialista de producción es la organización científica de la propiedad social en la esfera empresarial».

Esta opinión la compartimos muchos de los que hemos estudiado las formas de funcionamiento de la sociedad socialista. Ahora la pregunta que procede a partir de la aceptación de esta tesis es la siguiente: ¿Cuál es la causa de que el socialismo no haya sido capaz de alcanzar una dirección científica de la propiedad social en la esfera empresarial?

La base histórica a estudiar es la del socialismo fracasado de la experiencia europea, que también tuvo aciertos, los cuales al parecer nadie quiere reconocer. El examen de esta cuestión permite llegar a identificar una causa fundamental y principal, la causa de las causas, la más general: el sistema no fue capaz de producir un sector dirigente en el más alto nivel que dispusieran de los requisitos intelectuales y éticos que les permitiera administrar eficazmente la propiedad social (la totalidad de organizaciones que dependen del Estado) como base para la gobernabilidad y sostenibilidad del sistema en su conjunto.

Al programar cada una de las nuevas estrategias en los diferentes congresos de los partidos -por ejemplo la perestroika de Gorbachov- no se percataron que cada nueva etapa necesitaba nuevos patrones de conducta, de resolución para establecer otras formas de comportamiento humano mediante modelos de formación de las personas que estuvieran en correspondencia con los principios que sustentaban el modelo de sociedad a la que aspiraban, principalmente en las empresas.

Esta incompetencia condujo a que la empresa -el corazón de la economía y sustento de la sociedad toda- fuera venida a menos y considerada la cenicienta de las organizaciones sociales, como ha sucedido también en nuestro país, hasta ahora. Los soviéticos se dedicaron a la producción de los mejores ajedrecistas y bailarines de ballet del mundo, pero al mismo tiempo produjeron los peores empresarios del planeta.

Esta causa estuvo asociada a una profunda incomprensión acerca de cómo funcionan las empresas y la subestimación de los planes de formación y desarrollo de los directivos a nivel de empresa y también del estado. Ello a su vez fue el resultado del desprecio a las ciencias que se ocupan del comportamiento humano como la Administración, la Sociología y la Psicología. Sus investigaciones no eran tomadas en cuenta para la toma de decisiones en los diferentes niveles de la estructura social. Aquí actuaba un estilo de dirección sin base científica, que era una combinación de los caprichos con las amenazas. Los investigadores chinos -allí sucedió también durante la dirección de Mao- se refieren a ella «como la etapa de las decisiones subjetivas».

Estos comentarios del autor provienen en gran medida de su experiencia personal, de una parte, por haber vivido cuatro años en un país socialista del este -Alemania Democrática- y de otra, por mantener en los años posteriores, contactos relativamente frecuentes con mis antiguos condiscípulos alemanes, checos y polacos, aspirantes a doctor de la facultad de economía de la universidad Humboldt de Berlín.

Durante casi veinte años conversamos, fuera epistolarmente o durante visitas de trabajo a sus respectivos países. En esas conversaciones recogí muchas anécdotas y experiencias de sus propias bocas de lo que estaba pasando en el seno de sus respectivas sociedades. En aquella época esas cosas no sucedían en Cuba. La valoración de esas experiencias me permitió comprender años más tarde porqué nuestro socialismo no había fracasado e identificar al mismo tiempo las mismas células malignas que lamentablemente podemos encontrar en la sociedad cubana. Conservamos la esperanza que puedan ser extirpadas a tiempo .

Entre las que más me impresionaban estaban las relacionadas con la insensibilidad de la burocracia ante los problemas de la población y la indefensión de los ciudadanos ante sus arbitrariedades. Nunca llegaron a crear tribunales a los que la gente agredida pudiera llevar a los funcionarios del Estado, como sucede en muchos países. El gobierno chino ya tomó hace tiempo esa medida. Aquí, nuestra realidad la está pidiendo a gritos.

El maltrato impune y diario a miles de ciudadanos va generando un malestar que se generaliza a amplias capas de la población pues afecta a la víctima y a sus familias. Una ola de falta de confianza y de credibilidad invadió en aquellos países a amplios sectores de la población, dañando en profundidad el clima político de la sociedad y trabajando a favor de los enemigos internos y externos del sistema. Un asunto vital como este tampoco se discutió en la asamblea la que por su propia naturaleza de tipo ideológico debiera estar en su agenda de manera permanente.

Sobre las «estructuras» definidas para la empresa cubana

Las dimensiones elefantiásica de las empresas estatales también representan un obstáculo al ritmo de desarrollo del país, pues crean dificultades, a veces insuperables para lograr una gestión satisfactoria. Como sucede con frecuencia en la mayoría de los asuntos humanos la cuestión está en encontrar el punto de equilibrio.

Hace ya varias décadas que la tendencia internacional general en cuanto al tamaño de las empresas es a disminuir su tamaño para permitir una mayor agilidad de reacción ante la extrema movilidad de los mercados. Las grandes transnacionales se la arreglan para crear unidades de negocio descentralizadas, con principios claros y gran capacidad de movimiento. Tanto Lenin como el Che coincidieron en tomar como modelo sus estructuras, pues son principios organizativos que carecen de implicaciones ideológicas. Pero aquí no nos hemos dado por enterados.

No pocas de las OSDE creadas recientemente están sobredimensionadas y alcanzan una amplitud -tanto en variedad de perfiles técnico económicos como en fuerza laboral- que obstaculizan una gestión efectiva. Entre otras razones por la dificultad de encontrar cuadros preparados para asumir la responsabilidad de dirigir grupos empresariales con perfiles demasiado heterogéneos cuyos procesos ignoran hasta en sus aspectos básicos.

En mayo del 2014 la Gaceta Oficial de la República de Cuba publicó el decreto ley 252 y el decreto 281. Son las normas jurídicas que regulan el funcionamiento de la empresa cubana. El estudio de ambos documentos permite comprobar muchos aciertos de los redactores de la ley, sobre todo en cuento a las nuevas facultades y funciones para el sistema empresarial del país. Pero en la experiencia personal del autor la mayoría de los empresarios no las han estudiado a fondo, y no pocos ministerios promueven su estudio .

Creo que una línea de trabajo más racional -en lo que se refiere al desarrollo del sistema empresarial incluyendo el privado- sería de una parte ofrecer mayores espacios de autonomía e iniciativas para ambos sectores. Es necesario ampliar las posibilidades para que el talento gerencial pueda desplegarse a plenitud tanto en un sector como en el otro y para ello sería indispensable de una parte reducir el tamaño de las empresa estatales hasta que alcancen magnitudes de más fácil manejo y de otra permitir a las privadas crecer hasta tamaños razonables, pero bien estudiados, a fin de que desplieguen todo su potencial.

Ello no implica la reducción del volumen total del sector estatal de la economía sino solamente la de las empresas hasta hacerlas más gobernables.

Por cierto que en su discurso de clausura el Presidente hizo alusión al hecho de que «una misma persona tiene ya dos, tres o hasta cinco restaurantes; no en una provincia, sino en varias, una persona que ha viajado más de 30 veces a distintos países, ¿de dónde sacó el dinero?» Creo que el asesor que le metió el diablo en el cuerpo al presidente debió responderse antes varias preguntas ¿Existe una regulación específica que límite la cantidad de restaurantes? ¿Se hizo una auditoría a dicho propietario para comprobar si había ilegalidades?

La clave está en la pregunta del Presidente ¿de dónde sacó el dinero? Así como esta otra, ¿a cuantas personas ese propietario trajo bienestar y desarrollo personal? En no pocas entidades estatales hay funcionarios cuya conducta está más orientada a vigilar y desconfiar de la prosperidad de los ciudadanos que a preocuparse por los islotes de pobreza que aún existen en nuestra sociedad. Aquí habría que recordar -aunque nos moleste- el principio chino de que el camino hacia el bienestar de todos, pasa por la riqueza de unos.

No parece creíble la idea de que alguien -por su talento gerencial -posea 5 o más restaurantes, pueda poner en peligro la estabilidad de nuestro sistema. Por otra parte la preocupación de que haya ciudadanos que viajen más de 30 veces al extranjero ¿nos pondría en la disyuntiva de limitar la cantidad de viajes mediante una regulación? Nos haría candidatos a ubicarnos en los record Guinness de las ingenuidades administrativas (al igual que la compra de una memoria flash en algunos lugares deba ser autorizada por un viceministro).

Volviendo sobre el asunto; el despliegue de las estructuras de las entidades estatales -empresas y aparato central del Estado- no puede considerarse como algo acabado, sino que debe estar sometido a un monitoreo continuo a fin de lograr optimizar la capacidad de las estructuras para elevar de manera estable la calidad del proceso de toma de decisiones.

Durante el año anterior se produjeron cambios estructurales en el sistema empresarial- estatal. El diseño de estructuras es un proceso complejo que necesita la realización de estudios previos realizados por personal especializado. No tenemos noticias que estos cambios hayan sido fundamentados mediante investigaciones realizadas con anterioridad. Ha habido improvisación y pragmatismo en no pocas entidades y no se han investigado los resultados, es decir si han aumentado o no la eficiencia de los proceso de trabajo y dirección. Es una importante tarea pendiente a la que el parlamento no ha dado prioridad.

Ricardo J. Machado Sociólogo y profesor investigador cubano.

Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/cuba-pensando-sobre-las-ultimas-sesiones-de-la-asamblea-nacional