El «Congreso de la Sociedad Democrática», organizado por el DTP (Partido de la Sociedad Democrática) -prokurdo- del 26 al 28 de octubre pasados, hizo una demanda para una «autonomía democrática» y condenó las operaciones del ejército turco. Entre las conclusiones del Congreso, que tuvo lugar en la ciudad de Diyarbakir, figuraron la petición de una […]
El «Congreso de la Sociedad Democrática», organizado por el DTP (Partido de la Sociedad Democrática) -prokurdo- del 26 al 28 de octubre pasados, hizo una demanda para una «autonomía democrática» y condenó las operaciones del ejército turco.
Entre las conclusiones del Congreso, que tuvo lugar en la ciudad de Diyarbakir, figuraron la petición de una «autonomía democrática», el fin de las operaciones militares transfronterizas y la condena a las instituciones turcas por permitir tentativas de linchamiento por todo el país contra los kurdos. Además consideraron que la participación del líder kurdo Abdullah Öcalan sería muy importante para alcanzar una solución democrática en el problema kurdo.
Según el informe del encuentro, el modelo de «autonomía democrática» debería permitir la participación del pueblo en los asuntos locales y garantizar el respeto de sus decisiones. Todo ello en un marco en el que todas las opiniones pudieran ser expresadas en libertad.
El documento sugiere una consolidación gradual de una administración intermedia entre el gobierno central y los provinciales. La propuesta avanza la posibilidad de crear entre 20 y 25 parlamentos regionales, para lo cual se debería llevar a cabo un profundo informe sobre cuestiones geográficas de Turquía.
Para llevar a cabo tales reformas los representantes del DTP solicitaron cambios en la estructura política y administrativa del país que aseguraran una verdadera democratización. En la misma línea propusieron una participación desde abajo en la toma de decisiones y para la resolución de los problemas que afectan a la sociedad. Para ello se deberían consolidar las administraciones locales y permitir un funcionamiento basado en el sistema parlamentario.
La propuesta autonómica contempla estructuras regionales definidas en base a las diferentes expresiones culturales y no en «pertenencias étnicas» o «territorios». Turquía seguiría manteniendo la actual bandera y la lengua oficial pero a la vez cada región autónoma tendría su propio gobierno democrático y sus símbolos.
Redefinición de la «nación»
En el informe se recogió la necesidad de modificar el concepto de la «nación», abandonando el énfasis étnico que ahora predomina en Turquía para abordar un sentido de pertenencia compartida de la nación. En este sentido se proponía una definición de «ciudadano de Turquía» que integrara las distintas identidades culturales.
«Nuestra política -afirmaron los congresistas- va contra las barreras idiomáticas, la primera de ellas el uso del kurdo, y culturales. Apostando por una redefinición de la ciudadanía y de la nación basada no en referencias étnicas sino en un modelo democrático».
* Antonio Cuesta es corresponsal de Prensa Latina en Turquía.