El autor del libro ‘Descolonizando la mente palestina’ propone una alternativa a la solución de los dos Estados, basada en la experiencia antiapartheid sudafricana. Asegura que este momento histórico marcará “el comienzo del fin del proyecto sionista en Palestina”
Haidar Eid es profesor asociado de la Universidad Al Aqsa de Gaza, la única pública del enclave palestino. Enseñaba literatura en el campus de la Ciudad de Gaza, que fue bombardeado por Israel, al igual que su vivienda, situada a poca distancia de la universidad. Ha perdido a colegas del Departamento de Literatura Inglesa y a varios de sus estudiantes en la guerra que ha dejado casi 38.000 muertos desde octubre. En diciembre pasado consiguió salir con vida de la Franja, junto a su familia, y ahora se encuentra en Sudáfrica, desde donde habla con elDiario.es.
“Tenemos nueve universidades en Gaza y todas han sido destruidas. Israel ha destruido más del 70% de las viviendas de Gaza, instituciones, hospitales, escuelas”, denuncia Eid, quien asegura que el objetivo de los dirigentes israelíes es que “no haya ninguna posibilidad de una vida normal en Gaza, durante un largo periodo, incluso cuando llegue un alto el fuego”. Sin embargo, se muestra confiado en que los gazatíes van a “reabrir las universidades, reconstruir las escuelas, los hospitales, las fábricas y todas las instituciones”. Y que él mismo y todos los desplazados van a poder regresar a sus hogares, no sólo en Gaza, sino en las localidades de las que fueron expulsados sus antepasados en 1948, con la creación del Estado de Israel.
“La desesperanza no es una opción para nosotros. La desesperanza es un lujo que no podemos permitirnos”, afirma. Eid ha publicado en español el libro ‘Descolonizando la mente palestina’, en el que plantea su visión sobre la “única solución” posible para poner fin al “apartheid” impuesto por Israel en Palestina.
En su libro, defiende que el establecimiento de un Estado palestino independiente es imposible. ¿Considera que esta posibilidad es aún más remota tras ocho meses de guerra en Gaza?
Es imposible establecer un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967, en Gaza y en Cisjordania. Y esto es así porque Israel ha tenido éxito a la hora de matar la solución de los dos Estados. Israel ha tomado todas las medidas para hacer que sea literalmente imposible el establecimiento de un Estado palestino independiente en el 22% de la Palestina histórica.
Primero, la mayoría de las tierras [palestinas] en Cisjordania han sido expropiadas y anexionadas por los israelíes. Además, Israel ha construido un muro de apartheid para separar a los palestinos de los palestinos y ha convertido Gaza en un campo de concentración. ¿Dónde van los palestinos a establecer su Estado independiente?
Segundo, incluso si consiguiéramos establecer un Estado palestino independiente, ¿qué pasaría con el derecho al retorno de los refugiados palestinos, adónde van a ir? De acuerdo con la ley internacional, tenemos derecho a volver y a ser compensados.
Tercero, están los 1,4 millones de palestinos nativos que viven en Israel que son tratados como ciudadanos de tercera clase, aplicando leyes de apartheid, como pasaba con los negros en Sudáfrica [antes del fin del sistema de segregación racial].
Por todo ello, creo que la independencia es una falacia y ofrezco una solución alternativa, que es la de un sólo Estado democrático, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo. Es necesario reformular la liberación de los palestinos para que incluya el marco conceptual de la descolonización y, por ello, el título de mi libro es: Descolonizando la mente palestina.
¿Considera que el reconocimiento del Estado palestino por parte de España y otros países es positivo o contraproducente en estos momentos?
Es un paso hacia adelante, pero a largo plazo no ayuda al proceso de descolonización, que es un proceso radical que se dirige a las principales estructuras coloniales sionistas de ocupación y de apartheid. Un Estado palestino independiente [establecido] en un pequeño trozo de tierra en Palestina no puede hacer eso.
Tenemos que plantear la cuestión de la autodeterminación del pueblo palestino, lo cual no significa necesariamente un bantustán [área reservada a la población negra durante el apartheid en Sudáfrica]. La autodeterminación significa: derecho al retorno de los refugiados palestinos; igualdad; fin del apartheid y del colonialismo de asentamientos en Palestina.
¿Por qué el Gobierno español sigue teniendo relaciones diplomáticas con el apartheid israelí? ¿Cómo interpreta el Gobierno español el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación, garantizado por la ley internacional?
Entiendo que el Gobierno español respeta la ley internacional, si no fuera así no habría decidido unirse al [procedimiento abierto tras la demanda contra Israel del] Gobierno de Sudáfrica. La ley internacional requiere que se aíslen a los Estados de apartheid, por eso queremos que el Gobierno español boicotee a Israel, le imponga un embargo militar. España ha dado pasos importantes, y se lo agradecemos, pero no es suficiente: tiene que aislar a Israel y cortar todas las relaciones, como ha hecho –por ejemplo– el Gobierno de Colombia, y como hizo la comunidad internacional con el Estado de apartheid sudafricano.
El Gobierno español puede ser parte de un movimiento que ponga fin al genocidio en Gaza situándose en el lado correcto de la historia.
Tanto España como la mayor parte de la comunidad internacional han desempolvado la solución de los dos Estados debido al actual conflicto en Gaza. ¿Qué opina de esta postura?
La idea de los dos Estados es una idea sionista. Es una idea que fue creada por un sionismo “suave” o “práctico”, que se traduce en la bantustanización de los territorios ocupados en 1967 [por Israel]. La clase dirigente sionista ha logrado convencer a la comunidad internacional y a los dirigentes palestinos oficiales de que esta es la única solución.
La solución de los dos Estados es una solución racista por excelencia, porque significa que los palestinos tienen derecho a establecer su Estado independiente, separados de los israelíes judíos. Esto es, los palestinos musulmanes y cristianos vivirían en el 22% de la Palestina histórica y los judíos, en el 78% del territorio.
Lo que hay ahora mismo sobre el terreno es un solo Estado. ¿Puede la comunidad internacional decirnos a los palestinos dónde vamos a establecer nuestro Estado independiente? Por supuesto, no tiene respuesta. La solución de los dos Estados refuerza el apartheid y el colonialismo en Palestina.
Pero, ¿cree que la solución de un solo Estado para palestinos e israelíes será posible algún día?
Cuando en los años 80 pedíamos la liberación de Nelson Mandela, el fin del apartheid en Sudáfrica y que Sudáfrica fuera para todos sus habitantes, algunas personas preguntaban: ¿Es eso posible?
Con la campaña de BDS (boicot, desinversiones y sanciones), con el embargo militar, con la movilización masiva en Sudáfrica, con la presión sobre el régimen de apartheid blanco… En 1994 Nelson Mandela se convirtió en el primer presidente negro de la Sudáfrica multirracial.
Aunque este momento histórico sea tan sombrío y tantas personas –niños y mujeres– son asesinadas en Gaza, creo firmemente que este es el comienzo del fin del proyecto sionista en Palestina. Pero el precio es extremadamente alto y nosotros lo estamos pagando.
Los propios palestinos, ¿quieren un solo Estado democrático y secular compartido con los israelíes?
Los palestinos han estado pidiendo que se apliquen sus derechos, el derecho a la autodeterminación, y la solución de los dos Estados contradice la autodeterminación. La mayoría de los palestinos apoyan las reivindicaciones del movimiento BDS, que es un movimiento de derechos, no ofrece una solución política [al conflicto].
Necesitamos un liderazgo que tenga una visión muy clara y pueda decir a los palestinos: “Esta es la solución”. Y que nos lleve hasta el momento histórico en el que colapse el apartheid y el colonialismo en Palestina. Por eso, yo soy activista del movimiento BDS y de la campaña a favor de la solución de un solo Estado, pero si alguien puede proponer una alternativa que garantice nuestro derecho a la autodeterminación, será bienvenido.
¿Qué pueden aprender los líderes y el pueblo palestinos de la experiencia sudafricana y qué errores deben evitar?
Nuestros líderes no han aprendido la lección del movimiento anti-apartheid. El problema de todas las iniciativas de paz, incluida la de establecer un Estado independiente, es que ignoran el hecho de que Israel fue formado como un Estado colonial ocupante. En Sudáfrica, Nelson Mandela y todos los líderes entendieron que los negros sudafricanos no podían coexistir con el racismo y el apartheid. Nuestros líderes no lo han entendido. Los palestinos, como población indígena, podemos ofrecer a los colonos la ciudadanía en condiciones de igualdad, como pasó con los blancos en Sudáfrica.
En Palestina, tenemos que plantear la cuestión de la igualdad desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo. En Sudáfrica nunca renunciaron a la igualdad [entre negros y blancos]; Nelson Mandela pasó 27 años en prisión y nunca comprometió el final del apartheid, la igualdad. Nuestro liderazgo ha fallado a la hora de aprender esa lección histórica, por ello necesitamos un nuevo liderazgo con una visión política que luche por la igualdad, la libertad y la justicia. Estoy hablando de un liderazgo que represente a todos los palestinos: los palestinos en los territorios ocupados, los palestinos-israelíes y los refugiados, un total de 14 millones.
Israel actúa como una potencia colonial en Gaza y en Cisjordania, y los líderes palestinos gestionan sólo a los habitantes de Gaza y Cisjordania como si fueran todo el pueblo palestino, pero el pueblo palestino está integrado también por los palestinos de 1948 y entre 5 y 6 millones de palestinos en la diáspora. Los líderes palestinos ignoran las desigualdades y las injusticias que Israel ha infligido a los palestinos en los pasados cien años.