«Todas las garantías de libertad individual fueron suspendidas. Cualquier persona ‘sospechosa de fenianismo’ podía ser arrojada a una cárcel y mantenida allí sin ser llevada a juicio durante el tiempo que pluguiera a las autoridades». «En efecto, la ley de habeas corpus será suspendida, porque de ahora en adelante será posible encarcelar por seis meses, […]
«Todas las garantías de libertad individual fueron suspendidas. Cualquier persona ‘sospechosa de fenianismo’ podía ser arrojada a una cárcel y mantenida allí sin ser llevada a juicio durante el tiempo que pluguiera a las autoridades».
«En efecto, la ley de habeas corpus será suspendida, porque de ahora en adelante será posible encarcelar por seis meses, o incluso de por vida, a cualquier persona que no pueda explicar su comportamiento satisfactoriamente frente a las autoridades».
Del libro «Artículos sobre Irlanda». Autora: Jenny Marx Longuet.
Traducción: Constanza Gho. Ediciones Godot.
¿No es atroz silenciar la existencia de prisioneros y prisoneras anticolonialistas en el establecimiento colonial al que sus dueños han dado en llamar Israel?
Lectoras y lectores no confundan la voz de quienes permanecen allí en prisión, con la voz de los periodicos y las restantes máquinas de comunicación afines a los principales partidos, gobiernos y capitostes del dinero con intereses espurios en semejante industria del robo.
Son incontables ya las veces que la población palestina sale a las calles de sus ciudades alzando la voz por sus hermanos encarcelados. Son numerosísimas las manifestaciones en grandes y pequeñas ciudades del mundo exigiendo la libertad de los prisioneros anticolonialistas. Son cantidades ingentes los dictados de los Tribunales Internacionales, los mandatos de la Carta de Derechos Humanos, las Resoluciones de la ONU, de la Cuarta Convención de Ginebra, siempre contra el colonialismo, ahora neocolonialismo, y a favor de los derechos de los prisioneros, y los periódicos obedientes todo lo silencian.
Por eso no confunda usted la voz silenciada de los prisioneros palestinos con la de los periódicos, que silencia a quienes exigen justicia. Los encargados de la falsa información saben de antemano que los prisioneros no pueden responder.
Si preguntásemos: ¿ya que no pueden hablar para defender a su patria, a su familia, a sí mismos, Para qué los quieren, no debían dejarlos libres?
Los carceleros tienen tan pocas razones que no pueden justificar por qué encarcelan a quien defiende su país. Todo esto nos conduce a decir que el estado natural del ente israelí es el apartheid, de ahí viene su interés por silenciar a los prisioneros, de ahí viene que inventen leyes que identifiquen a los palestinos en lucha por la justicia y su soberanía con los más abyectos criminales, de ahí viene que invadan, asesinen y metan en prisión a quien se les resiste. Bajo la coerción consolidan su establecimiento, y los gobiernos occidentales que han sido colonialistas y son neocolonialistas hacen que su prensa mantenga silencio sobre los prisioneros y prisioneras naturales de Palestina. Su intención de que no salga una palabra en favor de la justicia y la humanidad que forma a ésta, lo dice todo de ellos. Sus leyes antihumanas deberían atraer la condena de todos los gobiernos, de toda la prensa internacional, de todo ciudadano y ciudadana que considera que éstos militantes del racismo no son más que él o ella. Por eso, si alguien no frena a los gobernantes del establecimiento israelí podemos esperar situaciones aún peores, donde el sufrimiento del pueblo palestino sobrepase todos los límites conocidos.
He comenzado con unos fragmentos de ese libro de artículos sobre Irlanda cuando era colonia inglesa. En esos fragmentos se habla de la aplicación de una ley que se habían dado los colonialistas ingleses mediante las que se permitían encarcelar indefinidamente, sin acusación ni juicio, a cualquier irlandés sospechoso o que no pudiese explicar su comportamiento de forma satisfactoria para las autoridades coloniales. Esa misma ley la aplicó el gobierno colonialista ingles en Palestina mientras fue su colonia, y esa misma ley es la que aplica el régimen de apartheid israelí ahora a los palestinos y palestinas, lo semejante atrae a lo semejante, comenta la hija de Marx, Jenny Marx Longuet en su libro, a esa ley y su aplicación los sionistas la denominan «detención administrativa».
A fecha de hoy en las cárceles que Israel ha levantado en todo Palestina tienen entre 7.000 y 8.000 prisioneros, y entre 500 y 600 se encuentran bajo «detención administrativa», mujeres, hombres, niños y niñas.
El 22 de Marzo una manifestación palestina en la ciudad de Belén, ha sido objeto de cargas violentas por el ejército israelí. Los manifestantes pedían que las autoridades de la ocupación devolviesen los cadáveres de 7 palestinos que había asesinado el ejército ocupante para que sus familias los pudiesen enterrar dignamente. Según la ley sionista deben entregarlos dentro del plazo de 45 días y ya los sobrepasan. Entre ese 22 de Marzo y el 31, tan solo en una semana como se ve, el ejército de ocupación ha hecho otros 46 prisioneros. Quien calla la voz del pueblo palestino y de sus prisioneros vive con el crimen.
Emulando al final de uno de los artículos de la hija de Marx, Jenny Marx Longuet: Este 17 de Abril en todas las casas de Palestina se gritará, se dirá a otros, debemos decir ¡Palestina para los palestinos! ¡Libertad! ¡Larga vida a los prisioneros palestinos y palestinas!, y el aire vibrará con el sonido de sus canciones nacionales.
Ramón Pedregal Casanova, último libro «Palestina. Crónicas de vida y Resistencia». Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE.
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