Recomiendo:
0

Cronopiando

Posada y sus cómplices

Fuentes: Rebelión

Existe en República Dominicana un batallón de lucha antiterrorista y, ocasionalmente, en este país, se descubre en el aeropuerto tratando de viajar ilegalmente a Estados Unidos a media docena de terroristas libios que, al cabo de unas horas, resultan ser 4 emigrantes libaneses en busca de arribar a la tierra prometida. De vez en cuando, […]

Existe en República Dominicana un batallón de lucha antiterrorista y, ocasionalmente, en este país, se descubre en el aeropuerto tratando de viajar ilegalmente a Estados Unidos a media docena de terroristas libios que, al cabo de unas horas, resultan ser 4 emigrantes libaneses en busca de arribar a la tierra prometida. De vez en cuando, también se detecta la presencia en Dominicana de un destacado miembro de Al Qaeda que, un día más tarde se convierte en un simple estudiante de medicina paquistaní.

Curiosamente, en este país que aparenta disfrutar de una sensible epidermis para detectar posibles terroristas, llama la atención el silencio de gobierno y autoridades ante las graves denuncias formuladas por el periodista Félix Méndez en el Listín Diario primero, y por Lilliam Oviedo en El Nacional después, periódicos dominicanos, sobre la presencia en el país de connotados terroristas cubanos, ligados a Posada Carriles y a acciones terroristas en suelo dominicano.

Frank Eulalio Castro Paz y Ramón Orozco Crespo, tienen un amplio e impune historial como terroristas.

Frank Castro, de hecho, estuvo vinculado al intento de asesinato del comandante Fidel Castro en 1998, mientras tenía lugar en Santo Domingo una de las cumbres de presidentes. A este sujeto, las autoridades dominicanas le «invitaron» a salir de República Dominicana al que regresó poco después y, en su denuncia, tanto Méndez como Lilliam Oviedo llegan incluso a ubicar hasta su casa, en el residencial Antares, cerca del Acuario, en Santo Domingo.

Además de estos dos terroristas, residentes en el país, otros dos de sus socios de tropelías, Rubén Darío López Castro y Gustavo Castillo, son asiduos visitantes de República Dominicana. Rubén López está ligado a la organización terrorista Alfa 66 y fue miembro del barco camaronero en el que Posada pudo entrar «ilegalmente» a Estados Unidos recientemente.

Y ambos, al igual que los anteriores, estuvieron ligados a la fundación en Bonao del CORU (Comité de organizaciones revolucionarias unidas) que con la supervisión personal del subjefe de la CIA, Vernon Walters, se ocupó de planificar y ejecutar acciones criminales contra Cuba y la izquierda latinoamericana.

Lo que sorprende es que, frente a tanto libio falso detectado, frente a tanto falso terrorista de Al Qaeda descubierto, ni la Dirección Nacional de Investigaciones, ni el batallón antiterrorista, ni Migración, ni autoridad alguna, haya podido detectar a quienes sí tienen como oficio el terror; a quienes desde 1976, en Bonao, un pequeño pueblo dominicano, ya utilizaban esta patria para planificar sus crímenes, a quienes todavía están en eso.

[email protected]