La legalización de la empresa privada es una de las áreas donde se suponía que debería haberse avanzado más rápidamente en la reforma económica cubana, pero ello no ha ocurrido. No ha sucedido a pesar del claro reconocimiento, hace casi tres años atrás durante el VII Congreso del Partido Comunista Cuba, de «la existencia de […]
La legalización de la empresa privada es una de las áreas donde se suponía que debería haberse avanzado más rápidamente en la reforma económica cubana, pero ello no ha ocurrido.
No ha sucedido a pesar del claro reconocimiento, hace casi tres años atrás durante el VII Congreso del Partido Comunista Cuba, de «la existencia de medianas, pequeñas y microempresas privadas que hoy funcionan sin la debida personalidad jurídica«.
La opción de política económica pudo haber consistido en acciones concretas encaminadas a «no refugiarnos en ilógicos eufemismos para esconder la realidad«, pero la alternativa seleccionada fue otra: continuar dándole vueltas a ese tótem indefinible en el que el aparato burocrático parece haber convertido el llamado «trabajo por cuenta propia» (TCP).
¿Por qué se ha mantenido el empeño en obstaculizar los incrementos de productividad potencialmente derivados del paso hacia una forma institucional de gestión económica superior, como es la empresa respecto al TCP?
Ese es uno de los entresijos de la política económica contemporánea en Cuba que quizás algún día alguien pudiera aclarar.
Los argumentos frecuentemente invocados acerca del enriquecimiento y la desigualdad, si bien son muy atendibles, se han utilizado como subterfugios en un deslustrado debate en el que no se ha medido ni la riqueza, ni la pobreza ni la desigualdad. Ha habido exceso de palabras y de dogmas, y ausencia de datos y de análisis basados en evidencia aceptable.
Después de tres años, incluyendo el año en el que el propio TCP estuvo casi «congelado» y bajo la lupa administrativa, la empresa privada cubana sigue siendo una promesa incumplida.
Resuelta muy oportuna y esperanzadora la información que la admirada colega Dra. Ileana Díaz Fernández ha aportado en su perfil de Facebook, donde anuncia la inminente publicación de un documento titulado Recomendaciones sobre las normativas jurídicas vigentes del trabajo por cuenta propia.
La Dra. Ileana Díaz siempre «va en serio» y quienes la conocemos podemos testimoniar acerca de la excelencia académica de su obra y de los equipos de trabajo que logra articular. Ello justifica la satisfacción que un grupo diverso de personas ha manifestado en las últimas horas al conocerse esa noticia.
Textualmente, se ha comunicado que «la red de emprendimiento e innovación de la Universidad de la Habana y emprendedores solidarios hemos redactado el documento que se muestra de recomendaciones a las normas vigentes sobre el trabajo por cuenta propia, en el tenor de que se enfoquen a la creación de las pequeñas y medianas empresas refrendadas por la Conceptualización del modelo y la Constitución de la República«.
Teniendo en cuenta que deberá producirse un trabajo normativo intenso en los próximos meses en relación con diversos componentes de la reforma económica cubana, el documento que nos anuncia Ileana pudiera ser muy valioso.
Lo digo no solamente en el sentido de que pudiera servir para informar procesos de toma de decisiones mediante recomendaciones fundamentadas por la ciencia, sino también debido a su posible efecto renovador en el debate sobre un tema -como la empresa privada nacional- que en ocasiones parece estar gravitando más hacia ideas preconcebidas que hacia lo que aconsejaría el análisis riguroso de la realidad.
Nota: A continuación, se reproduce la información básica sobre la red de emprendimiento e innovación de la Universidad de la Habana, tomada del sitio web de la Universidad de La Habana http://www.uh.cu/noticia/red-de-emprendimiento-e-innovacion
Red de emprendimiento e innovación
21 Feb 2019
La Red de emprendimiento e innovación de la Universidad de La Habana está integrada por profesores estudiosos del tema de las Facultades de Economía, Derecho, Contabilidad y Finanzas, Comunicación, Psicología y Turismo, así como los Centros de Estudios de la Economía Cubana, de Técnicas de Dirección, el Colegio Universitario San Gerónimo y FLACSO.
Como parte de sus tareas en el pasado año, con el objetivo de mejorar las funciones del sector no estatal como actor económico y social, realizamos un análisis crítico multiactoral de las normativas emitidas en la Gaceta Oficial de la República de Cuba No 35 Extraordinaria del 10 de julio de 2018, así como de discursos, documentos del PCC y la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, referidos a las políticas que motivaron la inserción de esta forma de gestión en el entramado de la economía cubana.
Esto supuso varias etapas: la primera (octubre -noviembre) Análisis de documentos por diferentes áreas del conocimiento/ investigación con cuentapropistas dueños de negocios sobre su percepción de las nuevas normativas y el papel del cuentapropismo de cara al presente y el futuro; la segunda (diciembre) Discusión interdisciplinar (en la red) de las mismas; la tercera (diciembre – enero) Redacción de documento siguiendo el formato hipótesis – evidencias en el articulado de las normas jurídicas- consecuencias – propuestas, y la cuarta (febrero) grupo focal con cuentapropistas dueños de negocios analizando el documento emitido por nosotros e identificando propuestas.
Los resultados apuntan a: contradicciones entre los discursos y las prácticas; vacíos e imprecisiones jurídicas; papel del Estado limitado a controlar, no a incentivar; necesidad del reconocimiento de pequeñas y medianas empresas; de redefinición del papel de algunas instituciones y métodos y creación de otras; revisión del sistema impositivo; ineficacia de mecanismos de control conllevando además a la reafirmación de la corrupción; Demanda de participación e inclusión social por parte de los cuentapropistas. En general, se generaron propuestas concretas para los tomadores de decisiones.