Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Del mismo modo que nadie cree seriamente que Israel respete los derechos humanos básicos de los palestinos, no debería ser una sorpresa el fracasa en llevar ante la justicia a quienes violan esos derechos, incluso si la víctima es un ciudadano estadounidense.
Tuve que frotarme los ojos y volver a leer el titular en Haaretz esta mañana: «Un policía que golpeó a un adolescente palestino recibió una condena de seis semanas de servicio comunitario». Debo de haber leído mal. ¿No seis semanas en la cárcel? ¿O por lo menos seis meses de servicio comunitario? No. Sólo seis semanas (45 días) de servicio comunitario para un policía que en repetidas ocasiones y brutalmente golpeó y pateó en el estómago y la cabeza a Tariq Abu Khdeir, un niño 15 años a quien tenía en custodia e inconsciente.
Abu Khdeir, un palestino-estadounidense de Florida que estaba en un viaje familiar en Jerusalén durante el verano de 2014 fue detenido cerca de una protesta en el barrio de Shuafat, en Jerusalén Oriental. El arresto se produjo pocos días después de que su primo, Mohammed Abu Khdeir, fuera secuestrado y quemado vivo por tres judíos israelíes. Tariq sostiene que no estaba implicado en ninguna protesta.
Al dictar la débil sentencia, el juez tuvo en cuenta el hecho de que el policía no tenía antecedentes penales y referencias de carácter positivo. En primer lugar los agentes de policía -personas encargadas de hacer cumplir la ley- no deben tener antecedentes penales. Y si por alguna razón los tienen no deben ser recompensados por ello cuando cometen un delito. ¿Y las referencias de carácter positivo? El hombre golpeó a un niño que tenía las manos esposadas. Este acto anula cualquier referencia de carácter positivo, presumiblemente derivada de sus compañeros de personal de seguridad israelíes.
Esto es sencillamente perverso. Un oficial de policía que se supone que debe servir como un modelo de conducta de respeto y civismo golpea a un menor de edad, aún después de haberlo inmovilizado y estando bajo custodia.
¿Qué tipo de mensaje transmite a otros oficiales una sentencia tan débil? Que pueden golpear a los palestinos detenidos, incluso menores de edad, y salirse con la suya. Al parecer eso no es gran cosa. Tampoco eso es considerado una violación flagrante de los más elementales derechos básicos.
¿Y qué dice eso acerca de la sociedad israelí? Que las vidas de los palestinos no son tan valiosas como las de los judíos. Esta no es una aberración de la norma, sino parte integrante de la política de aplastar al enemigo de Israel, otro ejemplo de la doble moral inherente al sistema legal de Israel cuando se trata de aprehender y procesar a agresores judíos.
Hace una semana Israel envió más de una docena de agentes de élite encubiertos a asaltar un hospital de Hebrón y arrestar a un palestino acusado de apuñalar y herir gravemente a un israelí. Y sin embargo nadie ha sido arrestado o acusado del asesinato de tres miembros de la familia Dawabshe en julio de este año. Otro ejemplo de la doble moral es el ataque a Rabinos por los Derechos Humanos, cuyo presidente es el rabino Arik Ascherman, atacado por un colono enmascarado el mes pasado. El culpable ya ha sido capturado y acusado, pero un sinnúmero de otros incidentes de violencia perpetrados por los colonos contra menos conocidos activistas judíos israelíes y -por no mencionar los hechos contra los palestinos- rara vez resultan en arrestos. Según las estadísticas compiladas por la organización de derechos humanos israelí Yesh Din, sólo el 7 % de las quejas de los palestinos por la violencia de colonos terminan en acusaciones.
Del mismo modo que nadie cree seriamente que Israel respete los derechos humanos básicos de los palestinos, no debería ser una sorpresa cuando deja de llevar ante la justicia a quienes violan esos derechos. Para cualquier persona que aún está en el engaño, la noticia de hoy debería ser otro clavo en el ataúd. La noción de la justicia y el imperio de la ley -de cualquier manera que beneficie a los palestinos que viven bajo el gobierno israelí- ha perdido todo significado. El sistema judicial de Israel, al igual que todas sus instituciones, sirve a la agenda de la hegemonía judía.
Fuente: http://972mag.com/what-happens-to-a-cop-who-beats-up-a-handcuffed-15-year-old/113981/