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Qué memoria histórica

Fuentes: Rebelión

«El pasado -pensó- y el presente están unidos por una cadena ininterrumpida de acontecimientos que surgen unos de otros. Y le pareció que acababa de ver los dos extremos de una cadena: al tocar uno de ellos, vibraba el otro.» (El estudiante). A. Chejov. Memoria Histórica, pero cuál y para qué. Cuando crujen las vigas […]


«El pasado -pensó- y el presente están unidos por una cadena ininterrumpida de acontecimientos que surgen unos de otros. Y le pareció que acababa de ver los dos extremos de una cadena: al tocar uno de ellos, vibraba el otro.»

(El estudiante). A. Chejov.

Memoria Histórica, pero cuál y para qué. Cuando crujen las vigas del edificio los arquitectos se asustan y mandan reforzarlas, los malos materiales tiemblan. Antes los arquitectos han negado toda evidencia. La injusticia cometida en el pasado es un material es un material que hace muy débil el presente.

Ahora el juez Garzón quiere hacer un censo de los muertos a causa de la guerra, de los fusilados, y desde el Gobierno se declara que es que no puede ser que haya quien no sepa donde está enterrado su familiar. ¿Después de treinta años uno quiere hacer un censo y otro se alarma de que los familiares no sepan dónde están sus familiares enterrados? O es cinismo o es ignorancia, pero la misma Ley de la Memoria Histórica acusa a quienes teniendo responsabilidades judiciales y de gobierno han hecho todo lo posible porque se llegue a esta situación. Ya aclaró Jáuregui ante las asociaciones de republicanos en el Congreso que no harían nada con lo que no estuviese de acuerdo el PP, escribí en su día sobre lo sucedido porque estuve presente en aquel acto que no quiero calificar. ¿Se les ha escapado de las manos? ¿Es un acto de propaganda? Puede que las dos cosas. Antes han estado sosteniendo contra viento y marea que eran lo mismo los asesinados que los asesinos, el gobierno legítimo que los golpistas. ¿Harán el censo de quienes? Ya previenen desde algunos periódicos: nadie va a ir a la cárcel porque no se lo permite la edad. Los asesinos nazis detenidos después de tantos años ¿por qué sí van?, porque han cometido delitos de Lesa Humanidad. ¿Tampoco van a devolver a sus legítimos dueños los bienes robados? ¿Tampoco van a anular las sentencias de las farsas de juicios que hacían los fascistas? ¿Entonces para qué quieren la Memoria Histórica? ¿Es un acto más de propaganda? ¿Qué clase de lección moral y ética se va a dar a una sociedad cuando se le transmite que se tiene que aguantar, que todavía ve impuestos monumentos, nombres de fascistas en las calles libros de estudio que ensalzan el fascismo? ¿Se va a recuperar la moral y la ética, la dignidad republicana? ¿El presidente del Congreso va a pedir disculpas por haber arremetido contra los republicanos en su encuentro con un grupo en el Parlamento? ¿Habrá que esperar si no, que algún juez argentino, chileno, o de cualquier otro país encause, como se ha hecho aquí con Pinochet y los generales argentinos, a los criminales de nuestra guerra, que empezaron por dar un golpe de Estado contra el gobierno legítimo de la República? ¿O quizás las denuncias y movilizaciones emprendidas en estos últimos años va a continuar clamando justicia más y más tiempo?

Los gobiernos que se autoproclaman democráticos abandonaron en las manos de los judios-sionistas al pueblo palestino en 1948, ya tenían el camino aprendido, antes, 1936, habían hecho lo mismo con la población trabajadora española que mayoritariamente había elegido la República: vendían armas a los fascistas, consintieron la intervención nazi y fascista, boicoteaban la moneda republicana en los mercados y sobrevaloraban la moneda fascista, impidieron toda ayuda a los republicanos, declarada la 2ª guerra mundial ignoraron la dictadura en España, y pagaron a Franco y los suyos para obtener prebendas en los negocios y apoyaron la vuelta de la monarquía y el sistema de explotación más atroz, sueldos míseros, trabajo esclavo y persecución política contra quienes pedían justicia. Hay mucha documentación al respecto, pero lo invito a leer para informarse «Soberanos e intervenidos», de Joan Garcés, editorial Siglo XXI.

Justicia y legalidad son conceptos distintos, pero cuanto más alejados están, cuanto más extraños son la una a la otra, cuanto menos se identifican, el lugar, el territorio en el que eso sucede se parece más a lo que es una dictadura. A lo largo de la historia hemos aprendido que hay momentos en los que a las clases altas no les importa prescindir de algunos contenidos del concepto justicia, no les cuesta nada o les viene bien prescindir de un sector de la población, siempre los más desfavorecidos, para imponer sus intereses, religiosos, económicos, políticos, … , y tan sólo cuando ven que las protestas alargan su mano y les tocan, entonces, rectifican poco apoco, probando el mínimo en el que se pueden quedar.

Durante 70 años han prescindido del reconocimiento del los derechos de los perseguidos, han mirado para otro lado y no han querido escuchar a los organismos internacionales que acusaban a los golpistas de haber cometido genocidio, crímenes de Lesa Humanidad – por eso Franco y los suyos nunca salieron al extranjero – sólo cuando las aguas de la reivindicación de la Memoria histórica han roto el muro de defensa que tienen en periódicos, radios y televisiones, sólo entonces han negociado la susodicha Ley de la Memoria; pero ahora viene el segundo muro de sus defensas: la flaca Ley de la Memoria no ha sido desarrollada, desde que se promulgó está aparcada, y depende del gobierno. Ni tan siquiera la reivindicación de los vecinos de Aluche de hacer en la antigua cárcel de Carabanchel un Museo de la Memoria ha sido escuchada. ¿Será ésta búsqueda de un censo un acto más de propaganda? El presidente de la mesa del Congreso dijo que la bandera republicana es ilegal, cosa que no es cierta, es legal y bien legal, ¿estaba expresando un deseo o ignora la misma Constitución? ¿los que ahora salen a la palestra, quieren avanzar o retroceder? ¿qué memoria histórica quieren?