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España

¿Quien se alimenta de la mejor rentabilidad?

Fuentes: Rebelión

«No lo dudes, contrátalo y aliméntate de la mejor rentabilidad!» Catalunya Caixa hace posible que formemos parte del festival especulativo que afecta a las materias primas alimentarias directamente y de manera totalmente consciente. Seguro que las entidades bancarias que operan con nuestros ahorros ya sacan rendimientos de sus inversiones en los mercados de futuros de […]

«No lo dudes, contrátalo y aliméntate de la mejor rentabilidad!»

Catalunya Caixa hace posible que formemos parte del festival especulativo que afecta a las materias primas alimentarias directamente y de manera totalmente consciente. Seguro que las entidades bancarias que operan con nuestros ahorros ya sacan rendimientos de sus inversiones en los mercados de futuros de productos básicos para la alimentación. Pero ahora, gracias al depósito «100% natural» podemos ser partícipes de los beneficios con el capital inicial garantizado. Esto quiere decir que si el precio del maíz se estanca o baja no perdemos la inversión inicial pero si, como es de esperar, sigue subiendo podremos ahogar las penas de millones de personas condenadas a pasar hambre en unos rendimientos de hasta el 21%.

El aumento del precio del petróleo, la utilización de tierras para la producción de agrocombustibles, las malas cosechas de la última temporada en el hemisferio Sur y los incendios que afectaron a los campos de trigo en Rusia, hacen prever que los precios de los cereales suban aún más. En palabras de un blogger experto en inversiones «Catalunya Caixa pone a nuestro alcance un producto a través del cual el inconveniente de la subida de los precios de la comida puede convertirse en una fuente de beneficios».

Lástima que lo que para la clientela de la respetable entidad es un «inconveniente» sea sinónimo de desnutrición y hambre para muchos millones de personas. De hecho, los productos destinados a la alimentación humana no han parado de subir en todo el mundo a un ritmo muy superior al de los ingresos de las familias. A grandes rasgos, y siempre considerando medias mundiales, hoy la carne es un 75% más cara que en el año 2000, los productos lácteos un 130%, los cereales un 190% y el azúcar un 270%. En contraste, los salarios de las capas más empobrecidas de la población mundial han registrado incrementos muy poco significativos durante toda la década. Las frías cifras tienen repercusiones dramáticas sobre la vida de las familias con menos recursos, que son las que destinan una proporción más alta de la renta disponible alimentación. Mientras en la Unión Europea se considera normal gastar entre el 12 y el 20% de la renta semanal en comida, hay sectores del proletariado industrial asiático que llegan a gastar el 70% de sus ingresos en alimentar a sus familias. El impacto de la última crisis alimentaria llevó a millones de familias con pocos recursos a desprenderse de activos como ahorros, tierras o pequeñas propiedades, para hacer frente a la emergencia. Sin la oportunidad de recuperarse del embate de 2007, estas familias se verán abocadas a una situación crítica.

Gracias a productos financieros como el depósito «100% natural» de Catalunya Caixa podemos beneficiarnos de operaciones que consisten en comprar derechos sobre maíz, café o azúcar, que aún no han sido cosechados. Con suerte (para los inversores) la necesidad y propia dinámica especulativa harán que los precios se eleven lo suficiente para darnos unos buenos rendimientos. Eso sí, dejando estos productos fuera del alcance de las familias con menos ingresos que esperarán pacientemente nuestra caridad en forma de ayuda humanitaria de emergencia.

Más información sobre los efectos de la especulación alimentaria en:

http://albertsales.wordpress.com/2011/02/15/fam-revoltes-i-males-perspectives-per-a-les-comunitats-mes-vulnerables/

http://esthervivas.wordpress.com/2011/03/24/la-crisi-alimentaria-colpeja-de-nou/

* Albert Sales i Campos, Profesor de Sociología de la UPF, miembro de SETEM Catalunya

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.