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Carta abierta de los residentes del campamento de Nahr al-Bared en Líbano

Refugiados palestinos al Primer Ministro libanés: ponga fin al sitio militar en nuestro campo

Fuentes: Electronic Lebanon

Traducido por Nadia Hasan y revisado por Caty R.

Introducción de Hicham Safieddine, periodista libanés y traductor de la carta del árabe al inglés para Electronic Lebanon

Mientras funcionarios libaneses denunciaban públicamente la guerra de Israel contra los palestinos en Gaza, el gabinete libanés estaba ocupado asegurándose de que los palestinos del campamento de refugiados de Nahr al-Bared no se recuperen nunca de la guerra que tuvo lugar en su comunidad hace más de un año. Durante más de tres meses, el ejército libanés se enfrentó con el grupo Fatah al-Islam, que se había infiltrado en el campamento. El 16 de enero de 2009, el gabinete aprobó la construcción de una base naval en la zona. La decisión se encontró con una fuerte oposición de los habitantes de Nahr al-Bared, quienes escribieron una carta de protesta dirigida al Primer Ministro Fouad Siniora y sus ministros. La carta fue publicada por dos periódicos libaneses, As-Safir y Al-Akhbar, pero ha desencadenado muy poca reacción en los medios de comunicación.

El periodista del diario Al-Akhbar, Ghassan Saoud, dice que la gente en el campamento estos días está cansada de criticar al ejército libanés en voz alta, pero más convencida que nunca de que no hay voluntad de reconstruir el campamento y reasentar adecuadamente a sus habitantes. Según Saoud, los residentes de Nahr al-Bared señalan cuatro puntos que parecen ensombrecer por completo cualquier posibilidad de reconstrucción y rehabilitación del campamento: la continua falta de fondos financieros adecuados para la reconstrucción, la llamada hecha por la mayoría de los funcionarios de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA en sus siglas en inglés) para que la gente «se acostumbre» a las casas provisionales que actualmente se han levantado en el campamento; la distribución de los refugiados que han podido regresar en puntos aislados en el campamento, lo que impide la reactivación de una comunidad unida, y el continuo asedio del campamento por el ejército libanés, lo que ahoga las perspectivas de recuperación económica. La decisión de construir una base militar sólo puede agudizar esta última condición. La carta es clara acerca del efecto perjudicial de este sitio. La siguiente es una traducción de la carta publicada en lengua árabe por Al-Akhbar, el sábado, 24 de enero de 2009:

Honorable Sr. Primer Ministro, Fuad Siniora,

Honorables Ministros,

«Nosotros, los habitantes de Nahr el Bared, queremos expresar nuestra protesta contra la decisión parlamentaria del 16 de enero. El Parlamento decidió construir una base naval en la playa de Nahr el Bared y antes de esto ya había tomado la decisión de construir una base militar en el campamento.

¿Acaso no saben que la zona donde se quiere construir la base militar está cerca de escuelas de la UNRWA? ¿Y que el mismo pedazo de tierra solía ser una cancha de fútbol y un lugar donde la gente practicaba deportes y que esta zona está densamente poblada?

¿Acaso tampoco saben que antes de la guerra, allí se encontraban dos locales para celebrar matrimonios, no sólo para los residentes de Nahr el Bared, sino también para los vecinos de Muhammara, Bahnin, al-Abdi y Akkar? Era un símbolo importante de nuestra vida en común.

¿Cómo podemos entender esta recompensa, luego de haber perdido nuestras casas? ¿Acaso el objetivo es que las fiestas y la belleza sean remplazadas por bases militares?

¿Cómo debemos entender esto nosotros, los residentes del destruido campamento de Nahr el Bared, después de que se nos ha denegado el derecho al retorno? Luego de 40 días después del fin de los 3 meses de enfrentamientos se nos permitió volver al campamento y encontramos nuestras casas destruidas, saqueadas y quemadas.

A pesar de todas las promesas vacías, esta ley será aplicada en Nahr el Bared y no vemos una acusación en contra del ejército, que se encontraba en el momento del saqueo presente en el campamento. La seguridad no se logrará por medio de bases militares, oficinas del ejército y fuerzas de seguridad internas. A través de esta militarización tanto la ley y los derechos como la transparencia no se alcanzarán.

Durante y después de la guerra, ustedes nos exigieron que compartiéramos la responsabilidad y abandonásemos nuestras casas para que así el ejército cumpliera con su deber. Nos preguntamos por qué nuestro campamento sigue rodeado de muros, barreras y alambradas y por qué podemos sólo podemos entrar a través de puestos de control y con permisos emitidos por el servicio secreto libanés y por qué los medios de comunicación no tienen acceso al campamento.

¿Acaso no sabe la verdad, querido Primer Ministro?, ¿que 17 meses después del fin de los enfrentamientos no se encuentra disponible ninguna máquina de construcción para reconstruir 300 hogares destruidos en el «campamento nuevo»? Y la ley, que prohíbe a los palestinos en el Líbano poseer tierra, es injusta. Hasta ahora no se nos permite volver a nuestras casas en el campamento viejo.

Querido presidente y ministros,

Ustedes están en contra del bloqueo y la guerra en Gaza. ¿Por qué no apoyan a la misma gente en Líbano permitiéndole que tenga una vida digna y sin restricciones impuestas por el ejército, y que tengan derecho a trabajar y de propiedad?

Pensábamos que éramos socios y no quisimos creer en una conspiración que decía que el campamento fue destruido para poder construir una base militar y una base naval sobre sus ruinas. Pero en este momento sólo podemos entender la situación actual, que constata una realidad diferente de las promesas que nos hicieron. Esta realidad se hace más clara día a día a través de esta difícil situación y de las humillaciones a las que estamos sometidos.

Déjennos suponer que luego de haberles dado nuestra opinión y explicado nuestra difícil realidad, ustedes han entendido nuestra situación.

Es por esto que esperamos que ustedes recapaciten sobre la situación del campamento y retiren la presencia militar. Esperamos que ustedes permitan la libertad de movimiento para nosotros y nuestros vecinos y el retorno a una vida normal y civil, tal y como solía ser en el pasado y que la alambrada, los puestos de control y el sistema de permisos han hecho desaparecer.

Les pedimos que reconsideren todas las decisiones tomadas en relación a Nahr el Bared y al pueblo palestino desde el fin de la guerra. Les pedimos de manera respetuosa que construyan las bases militares muy lejos de las escuelas de la UNRWA y de zonas densamente pobladas por palestinos y libaneses.

Los residentes del Campamento de Nahr el Bared»

Fuente: http://electronicintifada.net/v2/article10246.shtml