Seguimos en la evolución del marxismo de Manuel Sacristán. Vayamos a su presentación de los textos de Marx y Engels, traducido y anotado también por él, a finales de los años cincuenta. 1. Prólogo a Marx/Engels, Revolución en España El redescubrimiento del marxismo en España durante los años sesenta está en gran parte vinculado al […]
Seguimos en la evolución del marxismo de Manuel Sacristán. Vayamos a su presentación de los textos de Marx y Engels, traducido y anotado también por él, a finales de los años cincuenta.
1. Prólogo a Marx/Engels, Revolución en España
El redescubrimiento del marxismo en España durante los años sesenta está en gran parte vinculado al trabajo de Manuel Sacristán como traductor y ensayista. A él se debió, como se ha indicado ya, la iniciativa de traducir y editar el primer libro de Karl Marx editado legalmente en España bajo el franquismo, Revolución en España, volumen que recoge las colaboraciones de aquél y de Engels sobre nuestro país en New York Daily Tribune. El prólogo a este volumen, pese a su brevedad, apunta dos de los rasgos característicos del marxismo de Sacristán: acercamiento histórico-crítico a la obra de Marx (acercamiento por completo ajeno a las operaciones embalsamatorias o catequísticas de los clásicos) e interés por la problemática metodológica (en concreto, esto, más allá de la polémica especulativa entonces habitual acerca del hegelianismo o antihegelianismo de Marx).
Los dos aspectos quedan subrayados de manera muy explícita al comienzo del prólogo: «Probablemente el valor capital de estos escritos /de Marx y Engels/ radica en la luz que arrojan sobre la metodología de Marx». Y más adelante: «El principal interés de su lectura estriba en su carácter de piedra de toque de una metodología». Solo que -y aquí viene la concreción- tratándose de un autor «historicista», que es como MSL califica a Marx aquí, el juicio sobre tal valor metodológico, está indisolublemente asociado a «la consideración de sus resultados histórico-positivos» (PyM I, 12).
Siguiendo este criterio, según el cual la piedra de toque para juzgar de la bondad de la metodología de alguien que escribe historia es ver los resultados de su investigación positiva, MSL compara las opiniones vertidas por Marx sobre la España de la primera mitad del siglo XIX con las del historiador español contemporáneo Antonio Ballesteros Beretta en Historia de España y su influencia en la historia universal.
En esta discusión con Ballesteros hay un apunte epistemológico que conviene recoger. Se refiere al tratamiento del positivismo por MSL en aquellos años <
Ballesteros había acusado a Marx de «parcialidad de criterio» en su análisis del siglo XIX. Sacristán trata de explicar lo que Ballesteros entiende por «partidismo» distinguiendo entre el «positivismo histórico» del historiador español y el punto de vista metodológico de Marx: «Para el positivismo histórico de Ballesteros todo criterio histórico-filosófico es naturalmente un «partido» contrario a la aspiración positivista a la eliminación de tales criterios de sentido» (PyM I, 14). Sacristán es consciente de que «por positivista que sea un historiador», por mucho que quiera «prescindir de criterios explícitos de sentido», se halla siempre sometido a la tabla de valores procedentes de la tradición y que reinan en su época. En su opinión, Marx usaba retóricamente esos valores cuando hablaba de personajes históricos, pero los ignoraba completamente al enjuiciar los hechos.
No oculta ni disculpa MSL la existencia de errores y lapsus en los artículos de Marx. Al contrario: subraya la «modestia» de los mismos, la existencia de equivocaciones en ellos y la circunstancia en que fueron escritos: pane lucrando. Pero, pese a esto, MSL considera tales escritos «prototipos de la aplicación consciente y concienzuda de un método».