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Sanders: un demócrata proletario

Fuentes: Miradas al Sur

Las Paso (primarias) del Partido Demócrata norteamericano, que son abiertas pero no simultáneas ni obligatorias, ya no cuentan con el protagonismo solitario de la ex canciller y ex primera Dama Hillary Clinton. En las últimas semanas, Bernie Sanders, quien hasta hace poco tiempo atrás sólo contaba en Wikipedia con una biografía-haiku: senador independiente por el […]

Las Paso (primarias) del Partido Demócrata norteamericano, que son abiertas pero no simultáneas ni obligatorias, ya no cuentan con el protagonismo solitario de la ex canciller y ex primera Dama Hillary Clinton. En las últimas semanas, Bernie Sanders, quien hasta hace poco tiempo atrás sólo contaba en Wikipedia con una biografía-haiku: senador independiente por el Estado de Vermont, viene creciendo en las encuestas, llenando estadios y, lo que constituye la sorpresa periodística más grande, subvirtiendo la narrativa demócrata con un discurso anti-Wall Street y pro clase obrera propio de un cuadro latinoamericano bolivariano. Recapitulando, Sanders dio vuelta el tablero de una interna oficialista claramente hegemonizada por la señora Clinton. Esta semana, por ejemplo, medios locales publicaron sondeos que ubican al senador crítico de las corporaciones financieras y defensor de las causas climáticas por encima de Clinton en el estado de New Hampshire, primer destino de una compulsa que se hará distritalmente por cuotas, como es usual en el sistema electoral norteamericano.

«¿Puede un autodenominado socialista de 73 años, voz ronca y aspecto desaliñado, al que le gusta despotricar contra la clase dirigente -en particular contra los bancos y las grandes corporaciones» convertirse en el próximo presidente de Estados Unidos?», se preguntó, semanas atrás, un corresponsal de la agencia británica BBC. Sí, quizá sea una respuesta algo arriesgada. Por lo pronto, la aparición abrupta de Sanders, un auténtico rara avis del escenario político doméstico, alcanza para incomodar a la realeza demócrata, cuyo trono es compartido por el doble comando de los Clinton, y demostrar que en la principal potencia planetaria hay espacio para crecer políticamente con un discurso disruptivo, casi proletario.

Una crónica escrita desde Dubuque (Iowa) para The New York Times, titulada «El candidato socialista que promete una revolución política en Estados Unidos», transmite muy bien la infrecuente atmósfera leninista que genera el septuagenario Sanders en sus apariciones públicas. «Frente a las multitudes, Sanders empieza con su biografía para salir de eso rápidamente, luego presenta a su esposa, quien saluda con la mano o graba un video desde su iPhone, y menciona que él tiene hijos y nietos y es hijo de un padre que emigró de Polonia a Estados Unidos sin nada. Pero la gente no viene a escuchar la historia de Sanders. Vienen por su análisis de lo que ha salido mal», taquigrafía el cronista en el comienzo de su nota y, párrafos más adelante, continúa la pieza resumiendo el ABC de las banderas sanderistas: «Los estadounidenses, dice Sanders, viven bajo el yugo de una oligarquía de multimillonarios, los hermanos Koch y los propietarios de Wallmart y los caciques de Wall Street, que conspiran para mantener a la clase trabajadora oprimida. La información que reciben es simplificada por los medios que evitan los problemas y tratan a las campañas como si fueran telenovelas».

Obama también juega

El Jefe de Estado norteamericano, Barack Obama, tiene en Sanders a una especie de déjà vu de su próximo pasado político, ya que él mismo desbancó ocho años atrás de la primaria demócrata a Hillary Clinton con un programa renovador y una estética publicitaria que tenía en la palabra «Change» a su mantra favorito. Sin embargo, en la disputa Clinton-Sanders, el número uno de la Casa Blanca planea terciar con su actual número dos: el leal vicepresidente, Joe Biden. El mensaje del primer presidente afroamericano de su país hacia la feligresía demócrata es inequívoco: hay que buscar una tercera posición entre la elite partidaria y los outsiders que parecen una prolongación del movimiento Occupy Wall Street.

Fuente: http://www.miradasalsur.com.ar/2015/09/06/revista/estados-unidos-un-democrata-proletario/