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Entrevista a Fayez Badawi, embajador itinerante del Frente Popular para la Liberación de Palestina en el ámbito hispano

«se está produciendo un sensible avance de la izquierda marxista en Palestina»

Fuentes:

 Al Fattah y las organizaciones islamistas, principalmente Hamas, se citan habitualmente como las principales entidades representativas del pueblo Palestino. Existen, sin embargo, diferentes partidos de izquierda, mayoritariamente marxistas, que abogan por la construcción de un estado nacional palestino, laico y progresista. Uno de ellos es el Frente Popular para la Liberación de Palestina. Su embajador […]

 Al Fattah y las organizaciones islamistas, principalmente Hamas, se citan habitualmente como las principales entidades representativas del pueblo Palestino. Existen, sin embargo, diferentes partidos de izquierda, mayoritariamente marxistas, que abogan por la construcción de un estado nacional palestino, laico y progresista. Uno de ellos es el Frente Popular para la Liberación de Palestina. Su embajador itinerante para el mundo hispano, Fayez Badawi, explica en la siguiente entrevista el crecimiento que las organizaciones de izquierda experimentan actualmente en Palestina.

Fayez Adawi nació en el campamento de refugiados de Tal Az-Zatar, al este de Beirut, posteriormente destruido en 1976. En 1982 vivió en carne propia la carnicería dirigida por Ariel Sharon en el campamento de Chatila. Con este bagaje existencial inició su militancia en el Frente Popular para la Liberación de Palestina. Ahora, imparte conferencias de sensibilización sobre la tragedia que se padece en los territorios ocupados y las causas de la opresión palestina.

 

Cuando se cumple el 62 aniversario de la Nakba, el nacimiento del estado de Israel y la expulsión de sus tierras del 60% de la población palestina, en qué términos han de plantearse, en su opinión, unas «negociaciones de paz» con Israel?

La paz ha de ser justa y ello pasa por el retorno a su tierra de los cinco millones de palestinos refugiados y desplazados; el final del bloqueo de Gaza y el abandono de los asentamientos de Cisjordania. Apostamos por un estado laico, progresista y democrático, que recupere la idea de la «Palestina Histórica», es decir, el territorio de 27.000 kilómetros cuadrados situado entre el río Jordán y el Mediterráneo. El pueblo palestino tiene derecho a la resistencia en todas sus formas. Esta resistencia frente a una potencia militar como Israel es igual de legítima que la que se planteó contra los nazis.

Se muestra optimista respecto al cumplimiento de las reivindicaciones históricas del pueblo palestino?

Hay que ser optimista. A pesar del bloqueo de Cisjordania y el de Gaza, que se ha convertido en el campo de concentración más grande de la historia de la humanidad; y la dirección de derecha corrupta que nos gobierna, debemos mantener la esperanza. Además, a Israel se le puede derrotar, como ha ocurrido en el Líbano. Tampoco hay que olvidar los avances que se están produciendo a nivel internacional. Ahí están los ejemplos de Cuba y el proceso bolivariano.

Están recibiendo los apoyos internacionales necesarios?

El mensaje fundamental que trasladan los medios de comunicación occidentales viene a ser que los palestinos «son un pueblo violento que no reconoce al estado de Israel». Además, tratan de criminalizarnos llamándonos a todos «islamistas». Y esto mientras se le vende continuamente armamento al estado sionista. La denominada comunidad internacional tampoco reconoció las elecciones que limpiamente ganó Hamas.

En qué situación se encuentra la izquierda palestina?

Se encuentra en una posición de claro avance. Recientemente, un partido de la izquierda marxista-leninista ha dado un mítin en Gaza con la asistencia de unas 70.000 personas. Esto es sólo un ejemplo. Hay que recordar también que 6.000 guerrilleros de izquierda salieron en defensa de Gaza. Hay diferentes organizaciones comunistas en Palestina de carácter marxista-leninista: Frente Popular para la Liberación de Palestina; Partido del Pueblo o Frente Democrático. Aunque con diferentes planteamientos, existe una buena relación entre nosotros. Lo importante es trabajar en el ámbito de la izquierda para alcanzar la unidad.

Cuáles son sus principales postulados?

En primer lugar, alcanzar la unidad nacional. De momento eso no es posible y la responsabilidad es tanto de la derecha palestina como de Hamas. La gran aspiración del Frente Popular para la Liberación de Palestina es construir un único estado laico, democrático y progresista. En ningún caso defendemos la implantación de dos estados, cuya convivencia sería imposible. La base territorial del nuevo estado sería la Palestina histórica, no exclusivamente Gaza y Cisjordania como plantean los medios de comunicación. La nueva nación reuniría a los palestinos que viven por todo el mundo. En cuanto a nuestros referentes, tenemos como modelo las luchas de los pueblos de Vietnam y Argelia. La idea es luchar y negociar, ambas cosas.

La negociación, ¿En qué términos?

Reitero que apostamos por un estado laico, democrático y progresista sobre las bases territoriales de la Palestina histórica. Estos son los ejes sobre los que hemos de negociar. El Frente Popular para la Liberación de Palestina ya se opuso en tiempos de Arafat a los Acuerdos de Oslo, cuyas consecuencias hoy padecemos. Aquellas negociaciones condujeron a la implantación de una nueva clase funcionarial, una policía palestina y numerosos casos de corrupción. Otro punto irrenunciable es el retorno al territorio palestino de los cinco millones de compatriotas refugiados, que se sumarían a los 1,2 millones de palestinos que residen en Israel. Seríamos una clara mayoría y esto es lo que explica que el estado judío en ningún caso quiera llegar a un acuerdo.

Y en cuanto a la negociación para llegar a acuerdos con otras organizaciones palestinas ?

Aspiramos a la unidad de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), pero integrando también a Hamas y a la Yihad islámica. Se trata de confluir en un programa común que nos lleve a un Movimiento de Unidad Nacional sobre los principios que he citado.

Considera que se produce una imbricación entre la izquierda y la resistencia popular en la vida cotidiana?

Considero que sí. En Palestina hay actualmente hambre real entre la población. El poder adquisitivo es muy bajo. Por eso las organizaciones de izquierda tenemos entre nuestras prioridades promover pequeñas mejoras a nivel cotidiano. Por ejemplo, construir clínicas del pueblo, que faciliten a diario asistencia sanitaria. Contamos con organizaciones no gubernamentales propias que desarrollan una gran labor en este sentido.

Cómo valora el Frente Popular de Palestina la existencia del estado de Israel?

Nosotros no somos anti-judíos sino anti-sionistas. Israel es un estado artificial, la base militar avanzada de Estados Unidos en oriente próximo. Es, además, un estado religioso, fascista, con fundamentos militares y racistas. De hecho, si se alcanzaran unos acuerdos de paz, Israel desparecería, perdería su sentido. Se trata, además, de un estado construido sólo para los judíos, aunque debe precisarse que tampoco ocupa el mismo lugar en la escala social el judío blanco de origen europeo (la élite del país) que, por ejemplo, el procedente de Etiopía. En Israel viven 6 millones de personas y existen hasta 14 nacionalidades, aunque este dato sea desconocido para gran parte de la opinión pública.

 

Consideras a Estados Unidos la «base militar avanzada de Estados Unidos en oriente próximo». ¿Desempeña el mismo papel la Unión Europea?

La Unión Europea está sacando a flote al estado de Israel. Le permite participar en competiciones deportivas o en los festivales de eurovisión. Ahora bien, lo más grave es que se mantiene la relación de comercio preferencial entre la UE e Israel. Y ello por no hablar de que la resistencia palestina figura en las listas de terroristas que elabora la Unión Europea, o de que Europa nunca ha condenado un ataque de Israel; únicamente se «lamenta» o se emplean otras fórmulas eufemísticas. Un caso contrario es el de Cuba, que rompió relaciones diplomáticas con Israel en 1973; o de Venezuela, que ha hecho lo mismo recientemente.