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[Crónicas sabatinas] Más acá y por debajo del soberanismo-independentismo

¿Sólo fue un sueño del que hemos despertado al hacernos sensatos, mayores, realistas y marcadamente identitarios?

Fuentes: Rebelión

Esta obsesión «garantista» de algunos juristas progres, o antiguamente progres, digámoslo todo, muchos de los cuales acaban trabajando o montando grandes bufetes de abogados expertos en salvar a blanqueadores, traficantes y demás personal socialmente relevante, me provoca arcadas… Me ocurre también cuando contemplo a Rodrigo Rato veraneando en un yate mientras le vienen encima unas […]

Esta obsesión «garantista» de algunos juristas progres, o antiguamente progres, digámoslo todo, muchos de los cuales acaban trabajando o montando grandes bufetes de abogados expertos en salvar a blanqueadores, traficantes y demás personal socialmente relevante, me provoca arcadas… Me ocurre también cuando contemplo a Rodrigo Rato veraneando en un yate mientras le vienen encima unas acusaciones que convierten al ex director del FMI en un insaciable delincuente. El «garantismo», en una sociedad como la nuestra, no es más que un recurso para que Millet se exhiba en silla de ruedas, como si se tratara de una película de Berlanga. O que Bárcenas pueda ir a esquiar, como si nada hubiera pasado. O que Pujol y familia aparezcan sin sufrir el desprecio social que se merecen. Es la diferencia entre robar una bicicleta y quedarse con millones del erario público. Cuando oiga la frase «dejemos que la justicia haga su trabajo», échese a temblar, porque el asunto ya está decidido.

Gregorio Morán (2015)

Artur Mas se refiere en La Vanguardia a la existencia de un ADN cultural carolingio en Cataluña, derivado de su pertenencia a la Marca Hispánica en el siglo IX. Para Junqueras, los genes catalanes se parecen más a los de franceses y suizos que a los de españoles. Som un sol poble. Un pueblo singular. Una nación milenaria, en la que hace solo dos décadas distintas encuestas del CIS acreditaban que ni siquiera uno de cada tres catalanes prefería el término «nación» para referirse a Cataluña que «región» o «comunidad autónoma». Todavía hoy, menos del 50% prefiere «nación». Un sol poble vituperado, humillado, atacado por un Estado en el que se siente atrapado. Que dice basta y quiere emanciparse, o divorciarse (va por gustos), a pesar de que los votantes de opciones independentistas representen el 36,9% del censo. Resulta irónico que el soberanismo se lleve las manos a la cabeza cuando alguien sugiere que el sol poble está atravesado por profundas divisiones. Su objetivo en los últimos años ha sido precisamente poner bajo el foco todas las fisuras que existían entre España y Cataluña. Especialistas en el avistamiento de fisuras, incapaces de percatarse de las grietas que se abren bajo sus pies.

Pau Marí-Klose (2015)

Entonces, pasada una década del nuevo siglo, estas mismas inmigrantes culturalmente anuladas se movilizaban en huelgas masivas: veinte mil trabajadoras de la confección en Nueva York, más de cuarenta mil en Chicago. Ningún empresario, ningún estadounidense con recursos, había considerado nunca tales movilizaciones ni siquiera como una posibilidad remota. En abril de 1911, una de las organizadoras de la huelga de las trabajadoras de la confección, de veintiocho años, Rose Schneiderman, capturaría el nuevo espíritu del inmigrante en un memorial para las 146 mujeres jóvenes que habían perecido el mes anterior cuando el fuego había arrasado su fábrica de camisas en Manhattan, el infame incendio de la fabrica Triangle. Las trabajadoras se vieron atrapadas cuando el fuego prendió. Los propietarios bloquearon una ruta de escape por la escalera. «Lo que quiere la mujer que trabaja es el derecho a vivir, no simplemente a existir -dijo Schneiderman en memoria de sus hermanas sindicalistas-. Las trabajadoras deben tener pan, pero también deben tener rosas». «Queremos pan y rosas» se convertiría en el lema más memorable del piquete del invierno siguiente en la huelga más grande de todas, en Lawrence, el centro industrial más poderoso de Nueva Inglaterra. Ninguna otra lucha laboral había azotado Norteamérica con más fuerza.

Sam Pizzigati (2013)

Lluís Companys fue asesinado la madrugada del 15 de octubre de 1940 en el fossar de Santa Eulàlia de la prisión del castillo de Montjuïc. Francesc Ferrer i Guàrdia lo fue treinta y un años antes. También una fría madrugada de octubre, y en el fossar de Santa Amàlia de la misma prisión de Montjuïc. Pero en TV3 nadie aprovechó la coincidencia. No la de de Mas y Companys, que sí. Sino la de Companys y Ferrer i Guàrdia.

J. Ernesto Ayala-Dip (2015)

Por si me olvido: a partir de hora, todo presuntamente.

Tras las detenciones, investigaciones y controles del pasado miércoles, es más verdadero y obvio que nunca -no puede haber duda sobre ello- que España, los españoles, el Estado español y las fuerzas asimiladas no cesan de oprimir, explotar y manipular a la ciudadanía catalana, a Cataluña hablando con más propiedad, esta vez representada por el partido de gobierno, el partido del gran molt honorable, el de su mujer, el de sus hijos, el del señor Felip Puig, el de Boi Ruiz y sus colegas, el del presidente en funciones, el de Mas-Colell. ¿Cómo se atreven? ¿Cómo pueden ensuciar el proceso de liberación nacional y social -¡social!- de este modo? ¿Alguien duda de la caza mayor desplegada urbi et orbe contra el president, contra CDC y contra toda Catalunya? ¿No es obvio que la edil -¡de ERC!- de Torredembarra es una botifler(a) con totes les lletres de la sagrada paraula? ¿Piensa acaso el ladrón, piensa en castellano por supuesto, que todos son de su condición? ¿Qué problema hay con el 3, el 5 o el 10%? ¿No estamos a casa nostra? ¿Alguien se atrevería a registrar en Madrit la sede del PP? ¿Alguien es capaz de tocar un pelo de Rodrigo Rato, de Bárcenas, de Blesa, del Correa, de Díaz Ferran? ¿No podemos hacer nosotros lo que nos venga en gana? ¿Alguien se ha metido con el PSOE por el caso FILESA o por lo acontecido en Sabadell o Santa Coloma de Gramenet? ¿No tiene razón el nostre president cuando habla de caza al hombre, a él especialmente, a nuestro héroe, a nuestro mártir, a nuestro guía, a nuestro líder, a la persona con ADN carolingio que mejor encarna la voluntad de un pueblo, de todo un pueblo, de solo un pueblo? ¿Qué se ha creído la justicia española? ¡Queremos jueces catalanes, normas catalanas, actuaciones catalanas! ¡Queremos ubicar a los diputados no independentistas, con el apoyo de la CUP si fuera necesario, al fondo del hemiciclo, para que no se les vea, que no quedan nada bien en un Parlament que és català! ¡España, gritemos bien alto, aparta tus sucias manos -también las de tus agentes en esta tierra, la que volem rica i plena- de nuestros asuntos! ¡Nos gobierna quien nos gobierna y quien nos debe gobenar y a mucha honra! ¡Que los amigos de la CUP se ponga rápidamente de acuerdo con la coalición Junts pel sí, la nostra! ¡Junts pel sí, no pel no! ¡El país exige sacrificios! ¡Son buenas gente… pero, sobre todo, son nuestros, son de casa! ¿Acaso no tiene razón, el nostre president, el nostre, cuando pide, con cortesía, con educación, para eso fue educado en Aula, que la CUP obvie o haga abstracción de las presuntas comisiones? ¿Vamos a herir de muerte a un país, a un proceso, a un nuevo y maravilloso Estado por un asunto tan insignificante como éste del 3, del 5 o del 10%? ¡Quien esté libre de pecado y de tentaciones que tire la primera piedra! ¿No habrá alguien mal pensado, muy mal pensado, que piense y sostenga que la vindicación del dret a decidir parece que sea más bien la vindicación del dret a la impunidad y palante?

Paso a otros contenidos. Antes una recomendación. Si tienen tiempo no dejen de ver la intervención de Eulàlia Vintró el pasado miércoles 20 por la noche en la tertulia que presenta, abona y dirige Josep Cuní. Enfrente suyo, doña Pilar Rahola y dos de los suyos (uno de ellos biógrafo a sueldo de Pujol en su día; el otro un periodista cegado por el independentismo más sectario concebible). El cielo y la noche; el sol radiante y la tormenta más huracanada; la sensatez política y el desvarío. No hace falta que les diga quien representa cada cual. Pero véanlo por favor. Enseña mucho sobre el proceso, su cosmovisión de fondo y los mensajes de sus intelectuales orgánicos.

Cambio de tema. Más en las próximas sabatinas.

No encuentro mejor resumen de lo ocurrido en la comparecencia judicial «Made in Hollywood» del ex candidato 4, posición Rey-Reina, que el siguiente fragmento del artículo -«La escalinata»- de José María Mena del pasado martes 20 de octubre de 2015:

«[…] El tribunal, para unos y otros, era solamente un instrumento, arma de ataque o coraza defensiva. Los querellantes dispararon la querella contra Mas, pero en vez de herirle le obsequiaron con el valiosísimo regalo de la escalinata del Tribunal Superior [de Justicia de Cataluña], y con un día de gloria que no merece por las brumas de corrupción que le envuelven, y por su deplorable gestión política. A su vez, Mas y su comitiva, acorazándose con su exhibición en la escalinata, obsequiaron a los querellantes con un tribunal acorralado, con una difícil salida jurídica creíble. Las ostentosas demostraciones de fuerza política y cívica, contradictoriamente, implican una dificultad accesoria para absolver, sobreseer o archivar el caso, porque daría la impresión de que las presiones fueron eficaces, que el tribunal actuó por cobardía o sometimiento. Y si condena, se volvería a oír el argumento, malintencionado, torticero y tendencioso, de «la jugada indigna» de 1984. Evidentemente, ni unos ni otros desean un tribunal de justicia. Sólo buscan y esperan disponer de un instrumento favorable de resolución de su problema político.»

Joan Boada, en su escrito de 21 de octubre, «Incomprensión», navega en la misma dirección y con la misma mirada crítica: «¿Qué hacían los alcaldes y concejales de la ciudadanía, dando apoyo a una ideología y a un político que ha manipulado en su beneficio el movimiento popular independentista?»

El diputado convergente Carles Campuzano, al comentar la actuación de la Guardia Civil el miércoles 21, el día en que escribo esta nota, ha criticado «el espectáculo» organizado. Tal vez, como nos vienen acostumbrando desde hace ya algún tiempo, para intentar que miremos el dedo y no a la Luna. Admitámoslo. Demasiado espectacular pues. Pero nada comparable a lo organizado por el presidente de su partido, el hijo político del molt ex honorable, en su comparecencia del jueves pasado. A su lado, la Guardia Civil -mi simpatía por la benemérita es nula, sin resquicio para la modificación mientras no pidan perdón por los asesinatos cometidos y se depuren responsabilidades- ha actuado con la máxima discreción posible.

Eso sí, mientras tanto, la pobreza ha aumentado en Cataluña dos puntos este último año. Según AROPE, la red europea contra la Pobreza y la Exclusión, 1.600.000 ciudadanos catalanes, un 22% de la población, están situdos, les sitúan, en el umbral de la pobreza y, de este grupo de personas, un 6,3%, 470.000 ciudadanos, padecen pobreza extrema. Mientras tanto también, el gobierno de la Generalitat en funciones se aparta de la causa por corrupción, que ella misma impulsó en su día, contra el ex gerente de la Agencia Catalana del Agua y actual presidente de Infraestructuras, Joan Lluís Quer. El gobierno catalán considera que no es necesario compadecer en estos momentos.

Pues vale, casi todo vale. Sea todo por las nuevas estructuras de Estado.

El mismo martes podía leerse en las páginas de El País Cataluña: «Ada Colau, la primera edil que participa en el homenaje anual a Antonio Ruiz Villalba, abatido por la policía franquista en 1971». Carlos Vallejo, responsable del Memorial, recordó lo sucedido. Ruiz Villalba fue abatido por los disparos de la Policía Armada (los grises entonces por el color de su uniforme) durante el episodio de ocupación de la fábrica por parte de empleados despedidos que protestaban por el encarcelamiento de 23 huelguistas que pedían ser readmitidos.

Colau, que nació el día en que fue asesinado el compañero Salvador Puig Antich, señaló que su «generación está en deuda con el movimiento obrero» y con el tenaz e inmenso esfuerzo de las clases populares en su lucha contra el fascismo.

Gracias Ada. El texto de Sam Pizzigati es para ella y también en memoria y honor de Antonio Ruiz Villalba. ¡Pan para todos y todas; rosas para todos y todas!

Un texto de Sacristán sobre Guevara («En memoria de Ernesto «Che» Guevara», NH 16, 1er trim, 1969, p. 39) también para ellos, y especialmente para Xavier Doménech que supo sugerir y señalar :

No ha de importar mucho el cobarde sadismo complacido con el que la reacción de todo el mundo ha absorbido los detalles macabros del disimulo, tal vez voluntariamente zafio, del asesinato de Ernesto Guevara. Posiblemente importa sólo como experiencia para las más jóvenes generaciones comunistas de Europa Occidental que no hayan tenido todavía una prueba sentida del odio de clase reaccionario. Pero esta experiencia ha sido hecha, larga y constantemente, en España, desde la plaza de toros de Badajoz hasta Julián Grimau.

Importa saber que el nombre de Guevara ya no se borrará de las historias, porque la historia futura será de aquello por lo que él ha muerto. Esto importa para los que continúen viviendo y luchando. Para él importó llegar hasta el final con coherencia. Los mismos periodistas reaccionarios han tributado, sin quererlo, un decisivo homenaje al héroe revolucionario, al hacer referencia, entre los motivos para no creer en su muerte, en sus falsas palabras derrotistas que le atribuyó la estulticia de los vendidos al imperialismo.

En la montaña, en la calle o en la fábrica, sirviendo una misma finalidad en condiciones diversas, los hombres que en este momento reconocen a Guevara entre sus muertos pisan toda la tierra, igualmente, según las palabras de Maiakovski, «en Rusia, entre las nieves», que «en los delirios de la Patagonia». Todos estos hombres llamarán también «Guevara», de ahora en adelante, al fantasma de tantos nombres que recorre el mundo y al que un poeta nuestro, en nombre de todos, llamó: Camarada.

El poeta nuestro era Rafael Alberti.

Me olvidaba… Salvo cambios de última hora, Portugal, tan cerca, tan admirada y tan desconocida a un tiempo, tendrá un nuevo gobierno donde la izquierda no sumisa ni servil puede (y debe) adquirir un fuerte protagonismo. Como nos recordaba José Zeca Afonso en el último de sus recitales: ¡25 de abril sempre! ¡25 de abril sempre! ¡25 de abril sempre!

Pero no es de todo esto, siendo importante, de lo quería hablar esta semana. Es de esto:

Tuvimos un sueño. Un sueño, no una quimera ni un desvarío ni una ensoñación infantil. Queríamos cambiar las cosas, el mundo, la vida. No éramos tontos ni ingenuos. Teníamos referentes y habíamos oído historias en nuestras casas, en nuestras familias, en nuestras barrios, en las calles de las ciudades y pueblos que queríamos hacer nuevamente nuestros. De todos y todas. Era tiempo de represión y silencio.. pero hablábamos, claro que hablábamos. El fascismo nos carcomía por dentro… y por fuera. Leíamos a Neruda, a Espriu y a Miguel Hernández. También a Gorki, Pavese, a Hikmet. Escuchábamos a Paco Ibáñez, a Raimon, a Ovidi, a Seeger, a Brel, a Brassens, a José Afonso, a Labordeta, a La Bullonera. También a Llach y a Oskorri por supuesto. Salíamos a la calle todos los días que podíamos (que eran muchos) protestando por la injusticia, por la represión, por los compañeros asesinados en Barcelona, en Granada o en El Ferrol. También lo hicimos por los asesinados de aquel otro 27S, como lo habíamos hecho por las compañeros de Burgos. Recordábamos, nos habían explicado, el asesinato de Julián Grimau y Enrique Ruano. También el del médico argentino. En Bolivia y con el soldadito boliviano. Escuchábamos también a Carlos Puebla. Nos sentíamos fraternalmente unidos a todas las causas justas del mundo (que eran muchas). Vietnam, Chile, Argentina, Portugal, como después Nicaragua, Guatemala, Angola, Mozambique, y como tantos otros países se agrupaban en nuestros corazones y en nuestros pensamientos. Algunos compañeros fueron a luchar allí. No regresaron. Participábamos en asambleas democráticas que luchaban por las libertades cívicas y contra las opresiones lingüísticas y nacionales, en Cataluña y fuera de Cataluña. Se hablaba, hablábamos, del estatuto de autonomía como vía para el ejercicio del derecho de autodeterminación (es decir, de secesión). Pero nadie, nadie es nadie, apostaba por ninguna separación, por ninguna independencia nacionalista, por ninguna ruptura de un demos común. Era inimaginable para nosotros un escenario así, una pantalla con estas coordenadas como algunos dicen ahora. ¿Cómo íbamos a separarnos de nosotros mismos? ¿Cómo íbamos a desear romper el el país de países de Rosalía, Aresti, Espriu, Cernuda y García Lorca? ¿Cómo? ¿No éramos nosotros mismos? ¿No se trataba de unir fuerzas para luchar contra el fascismo y el capitalismo (más o menos) salvaje? ¿A quién le importaba la «identidad nacional» de forma básica, esencial, separadora? Éramos o queríamos ser antifascistas, socialistas consecuentes, antimilitaristas, feministas incluso, empezábamos a entender de qué iba eso del ecologismo social y sí, además, ciertamente, éramos andaluces, vascos, gallegos, aragoneses, extremeños, castellanos o catalanes pero no íbamos de eso. No había ninguna línea de demarcación con esto último. Sí, en cambio, con lo anterior: fascismo y alrededores, antifascismo y apoyos. Nos sentíamos más unidos a cualquier compañero/a trabajador de Andalucía o de Asturias que a Porcioles, Samaranch y tantas otros poderes oligárquicos del país (o de otras zonas del país de países). No teníamos ninguna duda de nuestro republicanismo ni de nuestro federalismo. Los compañeros de otros lugares de España apoyaban nuestras protestas contra opresiones de cualquier tipo (también las nacionales). Nosotros las de ellos. Era la misma lucha, el mismo combate, el mismo sueño. España no era sólo un país de fachas, nacional-católicos y especies represivas afines. España, aunque no decíamos la palabra por respeto (mal entendido) a los derechos democráticos de naciones entonces -¡entonces!- oprimidas, era para nosotros el país de países de Salvador Puig Antich y del poeta asesinado. Machado nos había hablado de la España que helaba el corazón. Pero no toda España helaba el corazón. Deseábamos una España fraternal, solidaria, en que todos pudiéramos convivir con nuestras semejanzas (que eran muchas, muchas) y nuestras diferencias (que no eran ni son tantas). Queríamos, sintíamos que Erice era de todos como lo eran Raimon o Aresti. No queríamos ningún desgarro, ninguna separación antipopular. Y menos aún una alienación, astuta e interesadamente diseñada, bajo banderas ondeadas por gentes que tenían -y siguen teniendo- los negocios y el poder como divisa esencial de su existencia. Ya entonces y también después, y durante décadas. Eran, son, los grandes defraudadores y manipuladores que algunos convirtieron en intocables. De aquí y de allí. Nosotros no éramos, no queríamos ser de ese mundo. La solidaridad, oíamos y decíamos en Nicaragua y en muchos lugares del mundo, era la ternura de los pueblos. Nosotros queríamos practicarla. Sin esfuerzo, estaba en nuestros «genes» aunque no hablábamos de genes catalanes diferenciados, ni biológicos ni culturales como ahora se ha hablado, incluso por sesudos historiadores supuestamente de izquierda transformadora. ¿Hemos despertado? ¿Nos hemos vuelto realistas? ¿La identidad étnico-territorial es lo más de lo más? ¿Somos ante todo vascos, andaluces, gallegos o catalanes? ¿Las banderas sectarias nos emocionan y nos dirigen? ¿A dónde, con quiénes? ¿Las hacemos nuestras? ¿Para qué? ¿No se trataba de enterrarlos a todos ellos en el mar y sin distinciones étnicas? ¿No rige ya aquello que llamábamos consciencia de clase? ¿Se ha transformado en eso que algunos llaman consciencia o identidad nacional? ¿La Patria, y sus prolongaciones, es ahora el programa de nuestra hora? Patria, bandera, nación, etnia, identidad, lenguas sectariamente vividas, ¿son esas nociones nuestras señas de identidad? ¿La estelada fue alguna vez símbolo nuestro? ¿En eso nos hemos transformado, en miembros de un Volk creado y generado para su conversión en un Estado distinto, separado? ¿Es eso lo que queremos, es a eso a lo que aspiramos? ¿No deberíamos apearnos en la próxima, que es ya, y con la próxima urgencia? ¿Vamos arrojar a nuestra tradición republicana, fraternal, de hermanamiento, toda ella, a la cuneta o por el desagüe de la bañera? ¿Es eso lo que realmente queriamos, lo que queremos?

No, no es eso, no puede ser eso. Ni aquello era sueño ni hemos despertado en el país del realismo sucio y segregador. España no nos explota; nos explotan Bárcenas, Florentino Pérez, Millet, Boi Ruiz, Mas, Rajoy y gentes próximas. Nada que ver con ellos y con el mundo que representan, quieren y dirigen. ¿Tenemos alguna duda de lo que representan Mas-Colell, Boi Ruiz o Felip Puig por ejemplo? ¿Hemos olvidado quien los nombró y los ratificó posteriormente?

Cuesta por todo ello leer cosas como las siguientes provenientes de voces oídas, leídas y reconocidas de la izquierda catalana, una izquierda que no debería ser otra cosa que la izquierda transformadora en Cataluña pero que, admitámoslo a nuestro pesar, la realidad se impone, es, hoy por hoy (y desde hace tiempo), otra cosa muy distinta en muchas de sus aristas y concreciones: una izquierda nacional, marcadamente nacionalista (no cultural ni vivencialmente, de hecho, a pesar de todas las apariencias y sus intervenciones en un ágora muy marcada), que se relaciona guardando las distancias, y depende y cómo, con el resto de fuerzas de izquierdas de eso que ellos llaman «Estado español» (Ejemplo de esto que digo los cinco puntos de la propuesta de «Barcelona en comú» para las elecciones generales del 20 de diciembre. Grupo parlamentario propio esa esa la gran cuestión; derecho a la secesión es la otra. Lo demás monserga, acompañamiento no definido por el momento, lo que toca).

La selección. Los énfasis en cursiva son míos.

De Jordi Borja: «Tiempos de confusión y de espera» <http://www.sinpermiso.info/textos/cataluna-tiempos-de-confusion-y-de-espera>

1. «[…] Una, las elecciones plebiscitarias no las ganaron los independentistas, por poco pero se acercaron al 48%. Precisaban como mínimo más del 50 o 55% , que es lo que corresponde a un referéndum. Y dos, los antiindependentistas les encanta proclamar que Catalunya se ha fracturado en dos como ya preconizó Aznar, siguiendo la estela de Calvo Sotelo «Antes una España roja que una España rota». Todos tienen razones, nadie tiene la razón. Veamos tres cuestiones.

2. […] Era público desde antes de las elecciones cual era el candidato a presidente No tiene sentido ahora discutirle la presidencia. Obtuvo casi tres veces más diputados que la segunda candidatura, cuatro la tercera y seis CUP. Sería lógico que los opositores se abstuvieran, por lo menos los partidos que asumen el derecho a decidir, la coalición CSQP y según el día el PSC. El presidente y su gobierno deberán gobernar, no tanto para el futuro y más para el presente. No se trata de sustituir a CUP, que parece destinado a jugar a ser el ratón que importuna al gato, sino por lógica democrática y catalanista. Hay que dar una oportunidad a los ganadores y crear un conflicto artificioso sol conduciría a debilitar al movimiento catalanista que todos los citados defienden

[…] La campaña electoral de CSQP fue absurdamente mal planteada y luego muy mal ejecutada. Hubieran podido representar una alternativa catalanista popular a la vez sensata y combativa, por la autodeterminación y el derecho a decidir, centrar la confrontación con el gobierno del PP y su naturaleza nacionalmente represiva y socialmente reaccionaria, plantear el carácter nacional de Catalunya como algo irrenunciable y proclamar su rechazo radical al status actual. La campaña se situó fuera de juego desde el inicio y la participación de Podemos y una candidatura improvisada acabó de contribuir al desastre. Una coalición sin amor y sin confianza quizás puede restar más que sumar. Algo a reflexionar a la hora de presentarse a las elecciones de diciembre. Atención, en tiempos de tribulación no hacer mudanza dijo Ignacio de Loyola. Pero ¿no hacer mudanza es mantener la coalición o volver a ser lo que son?».

«Por la autodeterminación», se diga lo que se diga, equivale a «por la secesión, a favor de la independencia». No otra cosa, no elección entre varias posibilidades.

De David Companyon, «Las elecciones catalanas en clave de ruptura constituyente» <http://www.sinpermiso.info/textos/las-elecciones-catalanas-en-clave-de-ruptura-constituyente>. Los énfasis en cursiva son míos también, al igual que algunas observaciones:

1.»La participación del 77% ha sido la más alta en unas elecciones catalanas (y la segunda mayor en toda la historia tres las elecciones generales de 1982) muestra que para la mayoría lo que se estaba votando era excepcionalmente importante y no la antesala de las generales del 20 D (¿? ¿Un puñetazo a Podemos tal vez?)

La principal conclusión excepcional es que el «status quo», el orden institucional surgido del Régimen de la restauración monárquica del 78 ha salido derrotado de las urnas. Y ese cuestionamiento no se hace en clave de reforma, sino de ruptura, una ruptura que tiene como asignatura materializarse. Una ruptura en Catalunya [¡De Catalunya!] con el Régimen pero no necesariamente [pero tal vez sí] con los pueblos que conforman el Estado Español [¡España no existe como nación de naciones, sólo el Estado]. Una ruptura que la izquierda transformadora española (Podemos, IU…) debe apoyar [¿y por qué debería apoyar la secesión que algunos pretenden? ¿Para enloquecer más rápido?] como la parte más avanzada de la que ha de darse, debería darse, en el resto del Estado.

2. «Una lectura únicamente plebiscitaria de las elecciones nos mostraría el triunfo de la hegemonía política del independentismo. Es la fuerza mayoritaria en la sociedad catalana y, como se vio el 11s, la única parte movilizada [¡la única parte movilizada porque se ha hecho todo lo posible para acallar y anular el importante movimiento social asociado al 15M!]. Las fuerzas apoyadas por el Assemblea Nacional Catalana (ANC) representan el 47,7% de los votos, la suma de Junts pel Sí (39,5%) i la CUP (8,2%), mayoría absoluta de escaños: 62 de JxSI i 10 de la CUP, pero no alcanza el 50% de los votos»[No se dice explícitamente, pero se está diciendo de algún modo que el plebiscito lo han ganado las fuerzas secesionistas, las que quieren romper el demos común].

3. «El acto más significativo se vivió en la Plaza Sant Jaume de Barcelona. La alcaldesa, Ada Colau, leyó el manifiesto de apoyo firmado entre otros por los sindicatos CC.OO, UGT y Unió de Pagesos; ICV, EUiA, CUP, ERC, Unió y CDC además de Pacto por el Derecho a Decidir que agrupa 3.000 entidades. Políticamente la escena fue de una gran potencia y mostró la fuerza unitaria que tiene la reivindicación democrática del derecho a decidir frente al inmovilismo del gobierno del PP.» [¡Escena de gran potencia! El derecho a decidir, insisto, es derecho a la secesión, derecho inexistente en un caso como el de Cataluña en estos momentos, sin amparo jurídico en parte alguna].

4. «A medida que pasen los días, se irá abriendo paso una lectura menos plebiscitaria y más en clave de ruptura con el Régimen y su Constitución, de agotamiento del «status quo» y del autonomismo, de las fuerzas que son favorables a un proceso constituyente y el ejercicio de la soberanía de Catalunya. La suma de estas fuerzas es superior a la lectura plebiscitaria, pues hay que sumar Catalunya Sí Que Es Pot. Serían 83 diputados sobre 135. Catalunya Sí Que Es Pot (la coalición de Podem, ICV, EUiA i Equo) no aceptó el marco plebiscitario y no se pronunció ni por el SI, ni por el NO a la independencia. Basó su estrategia en la denuncia de las políticas neoliberales de Artur Mas y la corrupción de CDC» [CSQES no se posicionó a favor de la independencia; luego, por tanto, se ubicó en el marco de la no independencia. Allí los situó Mas por ejemplo durante toda la campaña].

5. «¿Es lo mismo un gobierno presidido por Mas que uno presidido por alguien de CDC que no sea Mas? ¿Y un gobierno no presidido por CDC? Un gobierno constituyente y no continuista de las políticas neoliberales y privatizadoras, con un programa de rescate social, que aplique la ILP contra desahucios y pobreza energética, la Renta Ciudadana Garantizada, acabe con el desmantelamiento de la sanidad pública, el megaproyecto especulativo de casinos del BCN World o implante un impuesto a las grandes fortunas. ¿Podría ser aceptable un gobierno (apoyado desde dentro o desde fuera) que tuviera una mayoría situada a la izquierda y que contara con consejeros de CDC? Recordemos las «cuentas»: CDC 34, ERC 28, CSQEP 11, CUP 10.» [En el fondo, está apuntando la votación de otro candidato de Junts que no se Mas o, en última instancia, del propio Mas. Algunos personajes de CSQES están por esa labor. Lo hemos visto antes]

No sigo. Ya está bien por hoy. ¿Están claras las consecuencias de participar y, en algunos casos, emocionarse, en las concentraciones convocadas por la ANC escuchando atentamente el decir, incluso el sentir, de doña Carme ?

En el capítulo de varios:

1. De Clara Valverde:

«33 años, enferma (infarto e ictus), lleva 11 noches durmiendo delante del ICAM (Vallcarca en Barcelona) por los derechos de todos. Naty, que está demasiado enferma para trabajar, ha sido dada de alta por el ICAM. Esto no es un caso aislado. En los últimos dos años se ha demostrado, por abogados y periodistas, que el ICAM está dando altas y retirando Incapacidades Permanentes (IP) (hasta IPs que han sido dadas por jueces) a personas demasiado enfermas para trabajar. Está pasando especialmente con enfermos de Síndromes de Sensibilización Central pero también de Esclerosis Múltiples y otras patológias. Naty somos todxs porque aunque estés sanx, cualquiera puede enfermar. Y si estás demasiado enfermx para trabajar, aunque hayas cotizado, el ICAM te puede dar el alta y retirarte la IP aunque te la haya dado un juez. Naty ha perdido todo: salud e ingresos. Está dispuesta a morir delante del ICAM. No tiene nada que perder.

¿Qué puedes hacer tú?- ir a la concentración delante del ICAM (Vallcarca en Barcelona) este lunes 19 de octubre a las 19 horas – contactar con la prensa y decirles que vayan a la rueda de prensa de los abogados de Collectiu Ronda delante del ICAM el lunes a las 12hrs
- manda un tuit de apoyo a Naty @NatyLopezGama
- coge tu tienda y saco de dormir y participa en la #AcampadaICAM
- rebota este e-mail a tus listas. Gracias! Clara Valverde
Liga SFC/SSC

http://m.eldiario.es/catalunyaplural/diarisanitat/Acampada-durant-davant-denunciar-tracte_6_441015911.html

También esta referencia sobre el tema: http://www.catalunyapress.cat/es/notices/2015/10/miembros-del-col-lectiu-ronda-denuncian-que-el-icam-deniega-la-incapacidad-a-enfermos-cronicos-129681.php

2. ERC lleva al congreso de diputados una última noción sobre el 27S. Quieren que la cámara se posicione sobre Cataluña (¿Qué querrá decir eso exactamente?) La iniciativa instará a reconocer «la voluntad mayoritaria del pueblo» de Cataluña, expresada en las elecciones del 27S, «de constituirse en estado independiente». ¿Voluntad mayoritaria? ¿De qué estarán hablando? ¿Cómo cuentan, cómo interpretan? Hay que liarla. Sea como sea. Este es el programa.

3. Ayuntamientos del área de Barcelona recuperan servicios privatizados. Ripollet es un ejemplo. Por la senda de Berlín o de París. Hablamos del agua, de la grúa, de la gestión de las guarderías, de la limpieza de edificios públicos, etc. En palabras de Pilar Castillejo, primera teniente de alcalde de Hacienda y responsable de esta área de Ripollet: «Municipalizar servicios es solo una cuestión política y nosotros queremos dejar clara cuál es nuestra voluntad. El agua es un bien público y su gestión no puede estar en manos privadas. Seríamos el primer municipio metropolitano en hacerlo y abriría el camino a otros que lo están estudiando como Badalona o Cerdanyola». ¡Que cunda el ejemplo y el coraje!

4. Reflexión de uno de los economistas-estrella de Junts pel sí, candidato en las elecciones del 27S, actual diputado de la «coalición» si no ando errado. Para que no nos confundamos sobre el ideario de Junts: «Uno de los retos, tanto si hay nuevo estado como si no, sería poner en marcha un marco legislativo, financiero y judicial que no ponga tantas trabas y tantos costes a la puesta en marcha y desarrollo de las empresas. Cataluña podría ganar mucho en competitividad para captar inversión extranjera con un marco que se inspire en las mejores prácticas internacionales». Oriol Amat (Junts pel sí, 2015)

5. La candidata acordada o impuesta por Junts pel sí para la presidencia del nuevo Parlament de Catalunya, a propuesta de ERC, es la actual diputada Carme Forcadell, la ex presidenta de ANC, antigua regidora de ERC, una política casi (o sin el casi) profesional que ha asegurado en repetidas ocasiones en estos últimos años que (no exagero, es literal) España ha esclavizado y esclaviza a Cataluña, que los catalanes somos esclavos de España y que no, que no pude ser, que no podemos seguir así, que queremos respirar, que no nos dejan.

La elección es algo así, para hacernos idea, como si una síntesis de Wert-Aznar-Bono fuera el presidente del Parlamento español. En la prensa se lee en el día de hoy, 20 de octubre, que Forcadell «también es vista con buenos ojos por la CUP, de quien depende la mayoría secesionista en el Parlament». Si es así, si la información es correcta, a partir de ahora hablar de «izquierda transformadora» o término afín, es como decir «Estroncio polo bebe licor del azúcar con». Un non-sense sin atisbo para ninguna reconstrucción.

Desde un punto de vista federalista, mejor imposible. Empezamos a conocer los personajes históricos que dirigirán las instituciones del denominado «nuevo estado». Per canviar-ho tot decían en su propaganda. «Nadie nos cerrará la boca sino con besos», añadían. Vale, hemos entendido, hemos captado el mensaje. Forcadell for president! Acaso una de sus primeras actuaciones: ubicar a los grupos no independentistas en el fondo del hemiciclo. Los independentistas, Junts pel sí y las CUP, los verdaderos catalanes, en las primeras filas. ¡Como es de recibo!

6. De una información de EFE fechada el 18 de octubre sobre Teresa de Ávila. «La presencia de catalanismos en su obra, su vivencia en un gran convento, inexistente en Ávila, o las visitas del duque de Gandía, virrey de Cataluña», han hecho que un grupo de historiadores identifiquen a Teresa de Ávila con Teresa de Cardona Enríquez, prima hermana de Fernando el Católico.

El grupo de historiadores pertenece a la fundación «Nova Història». En los últimos años ha atribuido procedencia catalana a personajes históricos como Cristóbal Colón, Cervantes, Américo Vespucio, Hernán Cortés o Bartolomé de las Casas. Según Jordi Bilbeny, fundador de NH, Teresa de Cardona Enríquez (1494-1562), abadesa de Pedralbes desde 1521 hasta que murió, era en realidad Santa Teresa. Con sus propias palabras: «la formación de una princesa catalana explicaría la calidad de la obra de Teresa de Jesús, que en ningún caso podría haber sido creada por una simple priora, una monja pía y pobre […] es evidente que Teresa de Jesús no podía ser una monja sencilla, sino que tenía que tener una formación y un gran bagaje cultural, como lo podía tener una princesa». Por consiguiente…

Hay más. La prosa castellana de Teresa de Jesús está teñida, a decir de Bilbeny, de «infinidad de catalanismos». Algunos ejemplos: «muy por menudo», «mi madre tenía de hacernos rezar», «monesterios», «en llegando a», «niñerías nonada buenas», «estaba muy más contenta», «el rigor del mal de corazón» (en el sentido de sensación de hambre), «hasta la fin del mundo». Luego, por tanto…

Por otra parte, autores ingleses se refieren a Teresa en el siglo XVIII como abadesa («spanish abbess»). «Entra en contradicción -afirma Bilbeny- con la tradición, que la presenta como una mera priora». De lo que se infiere…

La tesis «coincide con la publicación, por primera vez, de la «Obra poética» (Llibres de l’Índex) de Teresa de Jesús en una edición bilingüe castellano-catalana, de la «obra atribuida» a la gran mística hispánica». La edición se completa con un apéndice que incluye poemas escritos en Cataluña en 1614 con motivo de su beatificación. Bilbeny recuerda que «las fiestas más espectaculares cuando fue beatificada tuvieron lugar en Barcelona y Valencia, y no en Ávila, ni en Valladolid, ni en Toledo». Consiguientemente…

El investigador Pep Mayolas, también NH, sostiene que «la Teresa de Jesús castellana es una invención del Concilio de Trento para hacer desaparecer la figura de Teresa de Cardona, y no debe ser casual que Teresa de Ávila no comience a firmar con su nombre hasta 1562, año en que muere la de Cardona». De ahí puede colegirse con fuerza deductiva…

El nacimiento de la Teresa de Ávila está asimismo rodeado de dudas (Bilbeny de nuevo): en Gotarrendura, pequeña aldea abulense donde representa que nació Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada el 28 de marzo de 1515, está mutilado el libro de bautismos, en el que faltan las 34 primeras páginas, y también falta el libro «pequeño» al que remite el libro anterior para informaciones complementarias, si bien esta circunstancia se podría explicar por el interés en ocultar sus orígenes conversos. La fecha de la muerte de Teresa de Ávila en 1582, cuando el papa Gregorio XIII instaura el calendario gregoriano derivado del Concilio de Trento. Para Mayolas es «toda una operación de marketing, pues al saltar del 4 al 15 de octubre de aquel, hicieron que tuviera «la agonía más larga de la historia, como exaltaba el anecdotario popular». Luego, por tanto…

7. Para contrastar, una documentada -esta vez sí- «hazaña catalana» (tomo pie en la historiadora Soledad Bengoechea): «L’interès dels sectors burgesos en mantenir a qualsevol [cualquier] preu [precio] el control sobre les illes [las posesiones españolas en las Antillas] es posaria [se pondría] de manifest el 12 de novembre de 1896, quan, en mig [medio] de la guerra a les Antilles, el govern [español se entiende] reclamà un emprèstit per a continuar la guerra. El Foment del Treball Nacional (FTN), la corporació econòmica de més arrelam [arraigo] a Catalunya, va fer [hizo] una crida [llamamiento] a tots «els productors» per a poder continuar la lluita [lucha]. 120 socis van respondre [respondieron] a la convocatòria, i es recollí [recogió] la quantitat de 11.564.000 pessetes (de l’època)». No está mal, nada mal. ¿España explotó también en esta ocasión a Cataluña o, más bien, la burguesía catalana exigía (colaborando generosamente en la tarea) que el «Estado español» siguiera ayudándoles a explotar a aquellos desfavorecidos, a los condenados de la Tierra?

8. Acabo con actos de barbarie. Es pertinente para el caso: muchos intelectuales orgánicos, por no hablar del presidente en funciones, son muy amigos y admiradores del Estado racista y anexionista de Israel, a pesar de que, supuestamente, ellos están por la emancipación de todos los pueblos (conjunto, grupo, colectivo en el que no suelen incluir el pueblo palestino; son pobres y no tienen buenas relaciones con Occidente).

De otro de los imprescindibles artículos de Ilan Pappe: «La colonización israelí es la raíz de la violencia»:

«[…] En su discurso, Herzog, el líder de la oposición liberal sionista, manifestó la deshumanización de los palestinos de una manera diferente. Su pesadilla, subrayó repetidamente, es un país en el cual judíos y palestinos vivirían juntos. Por ello, separación, creación de guetos, y enclaves, son la mejor solución, incluso si significa reducir un poco el gran Israel. «Estamos aquí, y ellos están allá», repitió el famoso eslogan de Ehud Barak y Shimon Peres a fines de los años 90. El periodista liberal sionista de Haaretz, Barak Ravid, repitió el horror de los sionistas liberales: Si se tiene un estado binacional, los acuchillamientos serán una ocurrencia diaria, advirtió. La idea de que un Israel/Palestina liberado sea una democracia para todos nunca ha estado en el programa liberal sionista.

Este deseo de no compartir la vida con cualquier cosa que sea árabe es una actitud que afecta a diario a cada palestino. Más de un siglo de colonización y nada ha cambiado en la negación total de la humanidad de los palestinos nativos o de su derecho a su país.

La actual ola de protestas y ataques individuales fue provocada por la política y las acciones israelíes contra la Mezquita Al-Aqsa. Pero fue causada por una atrocidad de un siglo de duración: el creciente culturicidio de Palestina.

El mundo occidental fue horrorizado por la destrucción de antiguas joyas culturales por el Estado Islámico (EI-ISIL-Daesh). La destrucción y eliminación israelí del patrimonio islámico de Palestina fue mucho más amplia y significativa. Apenas una mezquita se mantuvo intacta después de la Nakba, y muchas de las restantes fueron convertidas en restaurantes, discotecas, y granjas.

Cualquier intento de los palestinos de resucitar su patrimonio teatral y literario es considerado por Israel como una conmemoración de la Nakba, y es ilegalizado si es realizado por cualquiera que dependa de subsidios gubernamentales. Lo que vemos -y seguiremos viendo- en Palestina, es la lucha existencial del pueblo nativo de un país que todavía está bajo amenaza de destrucción».

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