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Tampa y Cuba, ¿back to the future?

Fuentes: Progreso semanal

Mucho antes de que Miami fuera lo que es hoy, otra región de Florida ya tenía estrechas relaciones con Cuba. Tampa era el sitio donde los inmigrantes de la Isla preferían asentarse, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XIX, cuando Vicente Martínez Ybor abrió allí la primera fábrica de tabacos. Ybor City […]

Mucho antes de que Miami fuera lo que es hoy, otra región de Florida ya tenía estrechas relaciones con Cuba. Tampa era el sitio donde los inmigrantes de la Isla preferían asentarse, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XIX, cuando Vicente Martínez Ybor abrió allí la primera fábrica de tabacos.

Ybor City se convirtió en epicentro de la elaboración de puros, para lo cual se importaban de Cuba no solo las hojas sino los trabajadores. El Censo de 1900 contabilizó allí más de 3 500 personas nacidas en Cuba, la mayor concentración para ese momento en Estados Unidos. Fue ese uno de los sitios privilegiados donde José Martí recaudó dinero y organizó la Revolución de 1895.

Aunque mucha historia ha corrido desde entonces y ahora el área metropolitana de Miami alberga la mayor cantidad de cubanoamericanos, Tampa sigue teniendo fuertes lazos con Cuba.

En el nuevo contexto de las relaciones entre nuestros países, esa región busca convertirse en un pivote para los vínculos comerciales bilaterales. Por eso, a mediados del pasado mes de mayo, representantes de la Cámara de Comercio de Tampa realizaron una visita a Cuba.

Al regresar a su país, ofrecieron declaraciones a la prensa local donde se mostraron optimistas sobre las perspectivas del área de Tampa Bay para renovar las relaciones y el comercio una vez que el bloqueo estadounidense haya sido levantado.

Entre los 35 miembros del grupo se encontraban Joe Lopano, director ejecutivo del Aeropuerto Internacional de Tampa; Jim Dean, presidente de Busch Gardens; y Betty Castor, presidenta del directorio de Becas Internacionales J. William Fulbright.

Durante el viaje, el tercero organizado por la Cámara, visitaron La Habana, Cojímar y Varadero; se reunieron con funcionarios de la Sección de Intereses de Estados Unidos; recorrieron el Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología; y conocieron la Zona Especial de Desarrollo de Mariel.

«El papel de esta Cámara es posicionar a la región y estar listos para hacer negocios en Cuba y con Cuba», dijo a los periodistas el director de esa entidad, Ronald Christaldi.

La intención del presidente Barack Obama de modificar su estrategia hacia la Isla está produciendo una ola de entusiasmo por parte de empresas estadounidenses. Así, un revitalizado lobby económico intenta ocupar posiciones para arrancar con la primera luz verde.

La Cámara de Comercio de Tampa ya está pensando en los primeros pasos que debe dar una vez que se levante el bloqueo. Propone, por ejemplo, incluir más vuelos a Cuba desde el Aeropuerto International de Tampa, facilitar el comercio a través del puerto y fomentar los nexos en áreas como la salud y el turismo.

Christaldi reconoció que otras regiones del país, como New Orleans y New York, ya están enviando líderes a Cuba. «Florida y especialmente Tampa Bay no pueden darse el lujo de permanecer sin hacer nada, mientras el resto del mundo se posiciona para tomar ventaja en esta oportunidad económica», afirmó.

Asimismo, la Cámara aprobó recientemente una resolución unánime a favor de establecer un Consulado cubano en el área, algo que sería posible una vez que Estados Unidos y Cuba completen el proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas. De hecho, hubo un Consulado cubano en Ybor City hasta 1961.

Aún con las restricciones actuales, Tampa tiene alrededor de 10 vuelos semanales a Cuba, cifra que podría crecer significativamente si se eliminara la prohibición para que los estadounidenses hagan turismo en la Isla.

«No tenemos a Suiza a 90 millas, tenemos a Cuba», dijo el director ejecutivo del Aeropuerto Internacional de Tampa, Joe Lopano.

El esfuerzo hacia la normalización de las relaciones dio otro paso significativo este mes de mayo con la decisión del Departamento del Tesoro de emitir licencias específicas para el servicio comercial de ferry de pasajeros hacia Cuba, algo que estuvo prohibido durante décadas. Esta medida, que podría facilitar las visitas de los cubanoamericanos a sus familiares, podría también beneficiar a Tampa.

Un editorial del Tampa Bay Times aseguró que ese servicio daría tanto a las familias como a quienes se incluyen en las 12 categorías de personas que legalmente pueden viajar a Cuba una opción más barata y conveniente. Especialmente porque los viajes en ferry desde la Florida podrían costar unos $ 250 ida y vuelta, casi la mitad del precio de los pasajes aéreos, y los pasajeros podían llevar cargas mucho más pesadas.

El periódico añadió que aunque Miami ofrece en realidad la ruta más directa, la proximidad de Tampa, su ubicación costera y la población cubanoamericana hace que sea un huésped natural para el servicio. Además, la popularidad de los vuelos directos entre Tampa y Cuba debería ser suficiente para atraer la inversión de los operadores de ferry.

 

El apoyo brindado por los empresarios de la región al nuevo acercamiento con Cuba fue agradecido públicamente por la Secretaria de Comercio de Estados Unidos, Penny Pritzker, durante un discurso en marzo pasado que tuvo como escenario a Tampa.

Además de las crecientes oportunidades de negocios, también hay potencial para los intercambios culturales y educativos, de acuerdo con Betty Castor. Según explicó, actualmente los estudiantes y profesores de las universidades públicas de Florida tienen prohibido hacer viajes de investigación o de estudio a Cuba, a pesar de que otros centros norteamericanos sí tienen esa posibilidad. «Yo espero que eso cambie», dijo.

Recientemente, The New York Times dedicó un extenso reportaje a las relaciones entre Tampa y Cuba. «La huella cubana es difícil pasar por alto», apuntó el diario. «Restaurantes cubanos, bustos de Martí y joyas arquitectónicas, como el Club Cubano, se dispersan a través de Ybor City, ahora un distrito histórico».

The New York Times también destacó cómo los políticos de Tampa, a diferencia de muchos en Miami, han estado presionando desde antes del 17 de diciembre por unas mejores relaciones con Cuba. Por ejemplo, en 2013 la representante Kathy Castor visitó la Isla y pidió el fin del bloqueo y las restricciones de viajes. En 2003, el entonces representante Jim Davis también vino a Cuba. Asimismo, el alcalde de Tampa en 2002, Dick Greco, no solo visitó La Habana sino que se reunió con Fidel Castro.

El proceso de mejora de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos parece estar transitando dos caminos paralelos aunque indisolublemente ligados. Por un lado, conversaciones oficiales entre ambos gobiernos, para restablecer las relaciones diplomáticas e impulsar los temas de interés común. Al mismo tiempo, hemos visto un creciente interés de ciertos sectores y estados para potenciar las relaciones económicas directas. En ese escenario, Tampa quiere ser protagonista.

«Esta región tiene una larga tradición histórica de comercio con Cuba que se remonta al siglo XVI», explicó Christaldi, y agregó que eso es lo que esperan renovar y construir cuando llegue el momento.

Fuente: http://progresosemanal.us/20150602/tampa-y-cuba-back-to-the-future/