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Trump se posiciona como un halcón pro-Israel

Fuentes: Rebelión

Texto traducido por el autor.

Desde el primer día quedó claro que la nueva administración estadounidense sería la más proisraelí en décadas, como lo demuestran las recientes decisiones políticas y declaraciones públicas.

Para empezar, el embajador israelí en Washington, Mike Herzog, declaró que Israel espera que el presidente Trump levante rápidamente la suspensión en la entrega de bombas pesadas “bunker buster” (usadas, entre otras cosas, contra búnkeres subterráneos). La administración Biden había congelado esta entrega debido a su preocupación por el elevado número de víctimas civiles en Gaza.

De todas formas, si el alto el fuego se rompe y vuelve a estallar la guerra, Israel tendrá munición de sobra.

Trump también quiere que Egipto y Jordania reciban a toda la población gazatí, de forma temporal o a largo plazo, para limpiar el país. «Estamos hablando de un millón y medio de personas, y simplemente lo limpiamos todo», dijo Trump.

Otra medida destacada ha sido el levantamiento de sanciones contra colonos judíos extremistas y violentos en Cisjordania. Biden implementó estas sanciones como respuesta a los ataques contra aldeas palestinas. La eliminación de estas sanciones anima a los extremistas a intensificar el terror contra la población palestina en Cisjordania. Parece que estos colonos ven una oportunidad para avanzar en objetivos largamente anhelados, como la anexión de gran parte de Cisjordania.

La misma noche de la investidura de Trump decenas de colonos atacaron la aldea palestina de al-Funduq, e incendiaron coches y otras propiedades. Violencia similar se registró en otras tres localidades de Cisjordania. Según funcionarios de salud locales, al menos 20 palestinos resultaron heridos, mientras que un agente de policía israelí disparó contra dos israelíes en circunstancias poco claras.

Al día siguiente el ejército israelí lanzó una operación militar a gran escala en Jenin, denominada «Iron Wall» (Muro de Hierro). Es probable que esta operación estuviera destinada a apaciguar a las facciones de extrema derecha dentro del gobierno israelí.

El rostro principal de esta extrema derecha es el influyente ministro de Finanzas Bezalel Smotrich, que ha exigido una mayor seguridad en la Cisjordania ocupada. Es muy posible que la suspensión de sanciones haya sido una moneda de cambio para mantener a Smotrich y a otros extremistas dentro del gabinete israelí, a pesar de su fuerte oposición al alto el fuego.

Como tercera medida, Trump ha restablecido las sanciones contra la Corte Penal Internacional (CPI). Esta institución había emitido órdenes de arresto contra el primer ministro Benjamin Netanyahu y el exministro de Defensa israelí Yoav Gallant por crímenes de guerra. Restaurar estas sanciones es una señal contundente de que Trump respaldará a Israel no solo militarmente, sino también jurídicamente.

En cuarto lugar, el nuevo presidente ha ordenado una suspensión temporal de 90 días de toda ayuda exterior de Estados Unidos. Esta decisión afecta duramente a la población palestina, ya que muchos de sus proyectos humanitarios y de desarrollo dependen en gran medida de la financiación estadounidense a través de organizaciones como USAID y las Naciones Unidas. Esta suspensión llega en un momento crítico en Gaza, donde más de dos millones de personas dependen de ayuda humanitaria urgente.

Aunque Trump se atribuyó el mérito de facilitar un alto el fuego entre Israel y Hamas, se mostró escéptico sobre su sostenibilidad. Cuando se le preguntó si creía que el alto el fuego se mantendría, respondió: «No es nuestra guerra. Es su guerra. No estoy convencido». Tampoco ha mostrado el menor interés en una posible reconstrucción de Gaza.

El apoyo de Trump a Israel no es sorprendente. Durante su mandato anterior, reconoció como legales los asentamientos judíos en Cisjordania, legitimó la reivindicación israelí de los Altos del Golán y presentó un plan de paz que entregaba prácticamente toda Jerusalén a Israel y dejaba a la población palestina solo un suburbio pobre de la ciudad.

La postura de Trump sobre Gaza carece descaradamente de sensibilidad. Describió la devastada franja en términos de bienes raíces, refiriéndose a su «ubicación fenomenal» y «cosas hermosas» que podrían hacerse allí, sin reconocer la urgencia humanitaria o la dolorosa realidad de sus habitantes.

Con sus declaraciones y primeras medidas, Trump ofrece un claro apoyo a los colonos y las facciones de extrema derecha del gobierno israelí, mientras socava aún más los derechos palestinos. Lo peor está aún por venir.

Más que nunca, se necesita un movimiento fuerte de solidaridad con Palestina.

Fuentes:

– Donald Trump signals strong pro-Israel stance by lifting West Bank sanctions
– Israel expects Trump to reverse Biden’s hold on 2,000-pound ‘bunker buster’ bombs: report
– Middle East crisis: US pick for UN affirms rightwing view on West Bank; UN chief urges Israeli forces to exercise ‘maximum restraint’ – as it happened
– Donald Trump lifts sanctions on Israeli settlers as violence flares

Texto original: https://www.dewereldmorgen.be/artikel/2025/01/23/trump-2-0-ontpopt-zich-als-een-pro-israel-havik/