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Una Compañía de excavadoras objetivo de un grupo de Derechos Humanos

Fuentes: Forward

Washington – El impulso para que una compañía Americana cese sus negocios con Israel ha recibido un estímulo prominente de una destacada organización por los Derechos Humanos. Human Rights Watch, con base en Nueva York, apremia a sus miembros para que envíen cartas a Caterpillar, una compañía dedicada a la maquinaria pesada para obra pública […]

Washington – El impulso para que una compañía Americana cese sus negocios con Israel ha recibido un estímulo prominente de una destacada organización por los Derechos Humanos.

Human Rights Watch, con base en Nueva York, apremia a sus miembros para que envíen cartas a Caterpillar, una compañía dedicada a la maquinaria pesada para obra pública radicada en Peoria, Illinois, urgiéndola a que «suspenda inmediatamente» la venta de sus excavadoras D9 al ejército israelí. La carta de muestra circula por la organización afirmando que » el ejército israelí utiliza las D9 como su arma primordial para arrasar los hogares `palestinos, destruir cultivos agrícolas y hacer trizas las carreteras, violando las leyes de guerra.»

En respuesta a la campaña de cartas, un prominente líder de la comunidad judía, Malcolm Hoenlein, llama a que los judíos «reconsideren sus donativos» a Human Rights Watch. Hoenlein, el vicepresidente de la Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones Judías Americanas, dijo que el grupo de derechos Humanos tiene el record en tomar posiciones en un solo lado contra Israel.

Israel ha sostenido regularmente, que su demolición de casas en Cisjordania y Gaza está moral y legalmente justificada como parte de su Guerra contra el terrorismo.

Mientras que la campaña por poner condiciones a la venta de excavadoras de construcción norteamericana a Israel no es nueva, el apoyo público de tan importante organización parece dar al movimiento un importante impulso. Sarah Leah Whitson, directora para Oriente Medio de Human Rights Watch, dijo que la unión de la organización a la campaña está generando un gran interés entre los grupos de Derechos Humanos y entre los activistas internacionales. «Muchas organizaciones están haciendo llamamientos sobre esto» dijo al Forward. «Hay claramente ese sentir entre la gente que quiere determinar responsabilidades por la terrible situación en Gaza.»

Caterpillar, que alega que no tiene responsabilidad alguna por el uso que sus clientes hagan de sus productos, fue también objeto principal de una resolución de desposeimiento emitida el pasado Julio por la Iglesia Presbiteriana de los EE.UU.

La campaña para detener las ventas de Caterpillar se ha intensificado tras la muerte, masivamente publicada, En marzo del 2003 de la pacifista norteamericana Rachel Corrie en Gaza. Corrie fue aplastada hasta morir por una excavadora D9 israelí que estaba demoliendo casas y túneles en la ciudad de Rafah. Israel dice que las casas y túneles eran usados para el contrabando de armas y explosivos por terroristas palestinos desde Egipto. Quienes apoyan la campaña sostienen que Corrie fue muerta intencionadamente, pero Israel dice que el conductor de la excavadora no la vio.

«La próxima vez Human Rights Watch quiere saber por que la comunidad judía le llama parcial y unilateral, deberían mirar lo que están haciendo ellos en este asunto,» dijo Abraham Foxman, director nacional de la Liga Anti-difamación.

En el pasado, dijo Foxman, los judíos apoyaron a Human Rights Watch con sus contribuciones debido a las posiciones de la organización sobre Israel. » Por eso antes de lanzarse contra nosotros o contra otros grupos deberían verse a ellos mismos en los términos de que es lo que hacen y de como lo hacen,» dijo.

Foxman se lamentaba que la organización de Derechos Humanos apunta solo a Israel de esta manera, incluso fracasando en adoptar medidas contra los fabricantes de armas que las venden a regímenes dictatoriales. «Cuando proviene de, hace que los activistas se acerquen» dijo Foxman.

Un diplomático Israelí de Washington rechazó comentar directamente la campaña contra Caterpillar. » Prefiero no verme envuelto en esto,» dijo el diplomático.

Human Rights Watch rechaza las acusaciones de parcialidad. En el 2002, la organización publicó un extenso estudio sobre los atacantes palestinos suicidas, en el que los denunciaba como un «crimen contra la humanidad». Pero de las 30 declaraciones puestas en su página Web este año dedicadas al conflicto palestino-israelí, solo dos han sido críticas con los adversarios de Israel: Una condenando el uso de niños como atacantes suicidas; la otra denunciando el asesinato de civiles en los atentados al complejo turístico de Taba, en Egipto el pasado 7 de Octubre.

Un portavoz de la organización dijo que se habían lanzado campañas contra grandes empresas que estaban poniendo en marcha explotaciones con quebrantamientos laborales en países en vías de desarrollo, pero que no podía recordar una campaña donde una compañía era apremiada a detener sus ventas de un producto a causa de que ese producto era supuestamente usado para violar los derechos Humanos. El abuso de productos específicos es habitualmente difícil de probar, dijo el director de Comercio y Derechos Humanos de la Arvind Ganesan. En el caso de Caterpillar, dijo, la evidencia esta clara.

La carta de muestra de la organización a Caterpillar, dirigida al presidente de la empresa, James Owens, afirma: » Las D9 son la principal herramienta de las IDF para destruir hogares civiles. Los soldados israelíes a menudo no avisan a los palestinos antes de embestir sus pesados vehículos contra las paredes de sus casas. La pala trasera, conocida como ‘la cortadora,’ rasga carreteras, levanta alcantarillados y cañerías. Al menos tres palestinos han sido muertos en los últimos años por las excavadoras y bajo los escombros a causa de no haber podido abandonar sus casas a tiempo.»

La posición de Caterpillar es que no se ha dictado a Israel cómo usar las excavadoras, dijo el portavoz de la empresa Jim Dugan. En carta de replica a Whitson, el 12 de Noviembre, Owens escribe que la empresa «no tiene la capacidad práctica o el derecho legal de determinar como son usados nuestros productos tras haber sido vendidos.» Owens apunta a lo mismo en una carta que envió el pasado año a la familia de Rachel Corrie. Según Caterpillar, sus ventas a Israel cumplen con la ley estadounidense y están canalizadas a través del programa gubernamental de ventas militares al exterior.

Una resolución para detener las ventas a Israel fue derrotada el pasado mes de Abril, con un 96% de los votos en una reunión de accionistas en Chicago. Pero la Voz Judía por la Paz, un grupo con base en Oakland, California que se opone vigorosamente a la ocupación israelí de Cisjordania y de Gaza, anunció la semana pasada que intentará volver a introducir la resolución en la reunión de accionistas del próximo año.

El grupo que ha puesto en marcha una página web dedicada únicamente a la campaña Caterpillar, sostiene que la venta de excavadoras a Israel para su uso por el ejército israelí en los Territorios Ocupados viola el código ético de los fabricantes de maquinaria pesada. El código afirma que » acepta la responsabilidad de la ciudadanía global» y se compromete a «tener en cuenta las prioridades sociales, económicas, políticas y medioambientales» del mismo modo que persigue el éxito financiero.

Traducción: Carlos Sanchis