Recomiendo:
0

Victoria de Erdogan en las elecciones locales «plebiscitarias»

Fuentes: La Directa

Las elecciones locales turcas del pasado domingo 30 de marzo han resaltado más que nunca la polarización que divide a la sociedad desde hace ya tiempo y el bipartidismo regional con la ayuda incondicional de una campaña electoral agresiva, amenazante y discriminatoria del Primer Ministro Recep Tayyip Erdoğan llevada a cabo en su nombre más […]

Las elecciones locales turcas del pasado domingo 30 de marzo han resaltado más que nunca la polarización que divide a la sociedad desde hace ya tiempo y el bipartidismo regional con la ayuda incondicional de una campaña electoral agresiva, amenazante y discriminatoria del Primer Ministro Recep Tayyip Erdoğan llevada a cabo en su nombre más que en el de su partido. Sin embargo, los resultados anunciados por el Consejo Superior Electoral (YSK) son aún provisionales ya que casi todos los partidos han recurrido los resultados en algún municipio, entre ellos la capital del país, Ankara. Hasta el jueves día 4 de abril se pueden producir cambios.

El Partido por la Justicia y el Desarrollo (AKP) ha salido aparentemente reforzado de estas elecciones al mantener la práctica totalidad de las alcaldías que ya tenía en su poder desde las elecciones locales de 2010. La aparición en las redes sociales de conversaciones telefónicas implicando a Erdoğan y a su familia en casos de corrupción, los cierres de Twitter y YouTube, las protestas callejeras que estallaron en junio de 2013 -y se han ido repitiendo esporádicamente hasta hoy-, la nueva ley de Internet que censura contenidos y permite cerrar páginas de forma prácticamente inmediata, la reforma del Consejo Supremo de Jueces y Fiscales que vincula toda investigación a la aprobación previa del Ministro de Justicia, designado a dedo por el primer ministro… una lista interminable de protestas, actos de violencia policial, desinformación mediática y reformas legales para encubrir la corrupción y controlar las críticas no ha conseguido alterar los resultados en una sociedad en la que la adoración al líder es todavía clave.

El discurso de Erdoğan en campaña se ha centrado en la denuncia de un supuesto complot y en la existencia de un montaje, obra del juego sucio de otros, que pretendía desacreditar su persona. Parece haber funcionado. En los mítines ha atacado, por una parte, a Fethullah Gülen y su movimiento religioso, por otro, al partido de la oposición y heredero del kemalismo, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) y la juventud en protesta en la calle. La victoria del AKP deja las puertas abiertas a que Erdoğan se presente como candidato a la presidencia. En Turquía existe un sistema parlamentario con Primer Ministro y Presidente. Este último, que hasta ahora era elegido por el Parlamento, será elegido en unos meses por primera vez por el pueblo. Erdoğan, que no puede volverse a presentar a las elecciones como Primer Ministro, pues ya lo ha sido tres veces, podría presentarse a Presidente. Algunos analistas comentan la posibilidad, incluso, de que se adelanten las elecciones generales de 2015 y se convoquen simultáneamente con las presidenciales.

Un país polarizado y coloreado región por región

Los resultados ofrecen la idea de que hay dos claros polos tanto políticos como sociales; un polo quiere romper el monopolio creado por Erdoğan y el AKP e incluye tanto a grupos politizados como gente de la calle y grupos sociales; el otro, quiere mantener el status quo y está formado por los sectores conservadores del país -tanto en las zonas rurales como en las urbanas. El AKP ha pugnado con los otros partidos para obtener la alcaldía en todas las provincias -es necesario aclarar que en el caso de las grandes ciudades se votaba a los alcaldes de cada distrito urbano y también al de la Gran Ciudad’, Büyükşehir, que enmarca todo el territorio provincial. El nuevo mapa electoral no es demasiado distinto al de las últimas elecciones en cuanto a partido ganador. En el Mar Egeo, con la ciudad de Izmir, y en la ciudad de Eskişehir, sigue gobernando el CHP. En grandes ciudades, como Estambul, Ankara o Bursa, en el centro de Anatolia y en la costa del mar Negro, el AKP. En las provincias mediterráneas del sudeste, Adana y Mersin, los ultra-nacionalistas del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP) han hecho su feudo. Y en las provincias kurdas, el Partido por la Paz y la Democracia (BDP), se ha hecho más fuerte que nunca con 11 capitales de provincia ganadas, entre ellas la ciudad más grande de la zona, Diyarbakir/Amed, con la Secretaria general del BDP Gültan Kisanak como alcaldesa. La diferencia respecto anteriores comicios recae en la lucha que se ha dado en cada región entre sólo dos partidos, el AKP y el principal partido de la oposición de cada región. Así, muchos votos de terceros partidos han sido redirigidos al principal partido de la oposición encontrándonos con un sistema bipartidista ‘provincial’ que parece ser temporal y que persigue el objetivo a corto plazo de sacar al AKP del poder. El CHP ha ganado muchos votos nuevos en Estambul y Ankara -acercándose peligrosamente al AKP. En el Kurdistán la hegemonía del BDP sólo ha sido cuestionada por el AKP. Y en el Mar Negro y en las zonas del interior todos los votos se han repartido entre el AKP y el MHP, ambos partidos conservadores.

Unas elecciones marcadas por la violencia

La jornada electoral transcurrió marcada por la muerte de 8 personas y por numerosas irregularidades denunciadas por los mismos votantes. Según informa la agencia de noticias Anadolu Ajansi, peleas entre candidatos a muhtar, sus partidarios y parientes (el muhtar sería como un gobernador de barrio, mahalle, que normalmente no pertenece a ningún partido y que se presenta a las elecciones locales como independiente), acabaron a tiros provocando la muerte de 2 personas en Hatay y 6 en Şanliurfa. Las irregularidades, denunciadas desde Twitter y Facebook durante el día, aumentaron cuando el Consejo Electoral empezó a informar de resultados por la noche. Muchas ciudadanas se quedaron en los colegios electorales durante horas para comprobar el recuento de votos en cada mesa electoral para compararlos con los resultados oficiales. La desaparición de votos o la asignación a otros partidos provocó críticas y protestas. El caso más conflictivo ha sido el de Ankara. A primera hora de la noche, el candidato del CHP, Mansur Yavaş, proclamó la victoria. Media hora después, el alcalde del AKP, Melih Gökçek, en el cargo desde hace 20 años (15 como alcalde de la ‘Gran Ciudad’ más 5 antes como alcalde del distrito de Keçioren), desmintió el anuncio Yavaş. En varios barrios de Ankara la luz se fue justo cuando se hacía el recuento. Durante una hora el sistema electrónico quedó parado y cuando se reinició, la diferencia entre Gökçek y Yavaş había aumentado de golpe, pese a que los votos que quedaban por contar eran de los dos distritos más céntricos y poblados de la ciudad: Çankaya y Yenimahalle, donde el CHP gana siempre y lo hacía también en esta ocasión con diferencia. Al final, el Consejo Electoral concedió la victoria a Melih Gökçek, con un 44’9% de los votos, frente al 43’8% de Yavaş.

La jornada post-electoral ha sido también muy intensa. En Ankara, la gente se ha movilizado acudiendo a los colegios electorales para volver a recontar los votos de cada mesa. Los seguidores del CHP se reunieron frente a la sede del Consejo Electoral para protestar y la policía acabó interviniendo. Pronto, hashtags como #Mansursavasiyor (Mansur lucha), #Ankarasandikihbari (información de urnas de Ankara) y #direnMansur (Mansur resiste) se convirtieron en trending topic mundial, a pesar de que Twitter permanece prohibido. Finalmente, el CHP ha recurrido los resultados en Ankara de varios distritos: Çankaya, Yenimahalle, Keçioren y Mamak, después de asegurarse de que las irregularidades registradas son suficientes para obtener la alcaldía. Los resultados finales se conocerán como muy tarde el jueves 3 de abril. Ankara no ha sido el único municipio en conflicto. El CHP ha recorrido también los resultados de la ciudad de Antalya, la capital del mediterráneo y Yalova, en el sur del mar de Mármara, donde oficialmente ha perdido por un solo voto y hoy, 2 de abril, el Consejo Electoral ha confirmado la victoria del CHP. El AKP ha recurrido los resultados de todos los municipios de la provincia de Izmir, el MHP en tres provincias y el BDP en varios municipios del sureste.

Otros resultados

La gran decepción de estas elecciones ha sido el mal resultado del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), partido fundado en 2012, y que pretendía ser la voz de todos los oprimidos en la República de Turquía -trabajadores, mujeres, comunidades de gays y lesbianas, kurdos- y que apoyaba al BDP en la zona del Kurdistán pero pretendía obtener buenos resultados en grandes ciudades como Estambul y Ankara. La tensión vivida estos últimos meses parece haber forzado a gran parte de la población al ‘voto útil’ para acabar con la inmunidad de Erdoğan y eso ha perjudicado a los partidos pequeños. Aún así, de la provincia de Tunceli ha salido el primer alcalde del Partido Comunista de Turquía (TKP), Fatih Mehmet Maçoglu.

La encuesta realizada a pie de urna realizada por la empresa Ipsos muestra de forma muy clara la complejidad de la sociedad turca y la polarización antes mencionada. Entre los votantes del AKP, el principal motivo para votar ha sido ‘el líder’, es decir, Erdoğan, y, en segundo lugar, la actuación del ayuntamiento y del gobierno central. En cambio, entre los votantes de otros partidos como el CHP, las prohibiciones de Twitter y Facebook y las grabaciones publicadas en la red han sido el principal motivo que los ha llevado a las urnas.

La participación ha sido altísima, cerca del 90%. En la sede del AKP en Estambul, la gente empezó a gritar el nombre de Erdoğan cuando se informó de la victoria. En ningún momento oyó el nombre del partido, AKP, o el del alcalde, Kadir Topbaş. Tradicionalmente la sociedad turca ha estado siempre dirigida y dominada por un mismo Estado -durante 600 años de forma ininterrumpida, primero con el Imperio Otomano y después con la República de Turquía- y la figura del líder, sea la de los sultanes otomanos, sea la de Atatürk o ahora la de Erdoğan (el nuevo padişah) ha sido siempre muy importante para controlar y dirigir a la población. Hoy en día, la mitad de la población sigue por el mismo camino mientras el resto intenta romper con el pasado y abrir una nueva puerta al futuro. La lucha, cada vez más enconada, entre distintos sectores de la sociedad empieza a tomar un cariz peligroso, y más cuando el gobierno y Erdoğan no pregonan un discurso para nada integrador.

Artículo publicado en catalán en La Directa, 2 de abril.

Fuente original: http://directa.cat/noticia/victoria-derdogan-les-eleccions-locals-%E2%80%9Cplebiscitaries%E2%80%9D

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.