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Crisis en Palestina

Volver al pueblo o inflamar al pueblo

Fuentes:

Mahmud Abbas ha hecho saber su intención de llamar a los palestinos a las urnas. El anuncio se produce cuando todavía no se ha cumplido el primer aniversario de la abrumadora victoria de Hamas en las legislativas de enero de 2006. La intervención del presidente palestino fue recibida ayer con muestras de satisfacción en Israel, […]

Mahmud Abbas ha hecho saber su intención de llamar a los palestinos a las urnas. El anuncio se produce cuando todavía no se ha cumplido el primer aniversario de la abrumadora victoria de Hamas en las legislativas de enero de 2006. La intervención del presidente palestino fue recibida ayer con muestras de satisfacción en Israel, pero la reacción en Palestina era bien diferente. A excepción del partido del presidente de la ANP, el resto de las organizaciones palestinas, ya por voz de sus representantes en Gaza y Cisjordania, o mediante declaraciones de sus representantes el exilio, expresaban su descontento con una medida que promete añadir un nuevo factor de tensión a una situación muy complicada.

El anuncio de convocar elecciones, tanto a la presidencia como al legislativo, ha sido justificado por Abu Mazen por el deseo de «volver al pueblo, para que el pueblo decida». Una declaración que, sin embargo, contrasta con la principal afirmación de su declaración en Ramallah, por la que hacía saber que como presidente puede cesar al gobierno «cuando quiera». En consecuencia, ese viaje de regreso al pueblo no implica en sí mismo un ejercicio de democracia, ya que el presidente Abbas se reserva el derecho de revocar, de acuerdo a sus intereses, al gobierno emanado de la voluntad popular.

Con suanuncio electoral, Abu Mazen viene a colocar un velo sobre un hecho mayor ocurrido esta semana: el atentado del que salió ileso, el pasado jueves, el primer ministro y dirigente de Hamas Ismail Haniyeh. El movimiento islamista había pedido explicaciones por ese ataque al presidente Mazen, que responde ahora con una decisión que en vez de dar respaldo al gobierno elegido por los palestinos, busca su derrocamiento.

A la espera de cómo evolucionen los acontecimientos, la decisión de Abu Mazen parece seguir los pasos de un guión trazado fuera de Palestina. Conocida es la oferta del primer ministro israelí, Ehud Olmert, de abrir el diálogo con Mazen. Pero esa oferta, al igual que la cursada por la UE para levantar las sanciones económicas, tiene una condición: descabalgar a los islamistas del gobierno palestino. Bajo esos dos ejes de presión, Mazen ha postergado primero la idea de un gobierno de unidad nacional con Hamas y desbroza ahora una transición a la que, a buen seguro, dará también su bendición la secretaria de Estado norteamericana, Condoleeza Rice, que anuncia visita para enero. –