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Zona hostil

Fuentes: Rebelión

He seleccionado este trozo de una entrevista realizada a Ana Jerozolimsky (corresponsal en Israel), donde explica la decisión tomada de llamar «zona hostil» a la Franja de Gaza, y que me ha sugerido reflexiones sobre el interesante juego de palabras al que estamos asistiendo, simplemente para justificar «lo injustificable», es decir, un crimen contra la […]

He seleccionado este trozo de una entrevista realizada a Ana Jerozolimsky (corresponsal en Israel), donde explica la decisión tomada de llamar «zona hostil» a la Franja de Gaza, y que me ha sugerido reflexiones sobre el interesante juego de palabras al que estamos asistiendo, simplemente para justificar «lo injustificable», es decir, un crimen contra la humanidad.

«Por un lado, el término «zona hostil», según dicen los expertos, no existe en sí en el Derecho Internacional. O sea, que no por haber adoptado esta decisión desde el punto de vista del Derecho Internacional Israel tiene autoridad legal para hacer algo que antes estaba prohibido o tomar nuevas medidas que antes no había podido aplicar a raíz del disparo de cohetes. Israel recalca que hace más de dos años (en agosto se cumplieron dos años) retiró a todo su ejército de la Franja de Gaza, todas las tropas que tenía allí, también a los civiles, a los colonos de los asentamientos, y que lo que pasa ahora en Gaza no es su responsabilidad.

Desde el punto de visita del Derecho Internacional, según dice el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, y han dicho otros, como Israel todavía controla las fronteras y el espacio aéreo y marítimo de Gaza, sigue teniendo la responsabilidad. Pero el problema de fondo quizás es más profundo desde el punto de vista legal. Porque el Derecho Internacional no se refiere en forma ordenada a una guerra entre un Estado soberano y organizaciones terroristas. No es que haya regulaciones claras de cómo puede librar Israel su guerra contra Hamas, que tomó el control de un territorio y desde allí sigue disparando. El Derecho Internacional no contempla esa opción. Se habla de guerras entre estados soberanos, pero no está claro cómo puede un Estado soberano actuar contra una organización terrorista». (http://www.espectador.com/nota.php?idNota=104860)

Bueno, veamos…. cuando atacan al Líbano lo hacen aplicando «el derecho de autodefensa», pero a ojos de todo el mundo fue un «abuso de su derecho» del cual aún no han respondido ni han sido juzgados (más http://www.psicoeducacion.eu/?q=/node/17 )

Esto lo han aprendido, y no pueden atacar masivamente a Gaza apelando el derecho de autodefensa, pues además no están siendo realmente amenazados (a pesar de que con el último Qassam hirieran a 70 soldados, increíble para el impacto que puede tener un cohete casero, y que ningún medio ha comentado). Ahora toca jugar de otra manera.

El Derecho Internacional sí regula la lucha armada cuando se trata de grupos terroristas, pero no se consideran tales cuando estos están en su tierra y defienden sus derechos (se aplican el derecho de autodefensa). Como los palestinos de Gaza están en Gaza, no pueden ser terroristas, a menos que se demuestre que es otra fuerza la «que toma Gaza».

Veamos, Hamas «toma Gaza a la fuerza», su Gobierno no es reconocido, y podriamos entender que tiene el estatus de una fuerza extranjera en su propio territorio, entonces se les denomina terroristas, y actualmente «zona hostil» incluyendo a todo ser humano de la Franja (y que son 1 millón y medio).

Probablemente este plan venga de antes, pero efectivamente no existe nada que regule a la «zona hostil», pues no es Estado, y efectivamente una situación tan paradójica y absurda no aparece en la legalidad. Que un partido político que gana las elecciones por mayoria absoluta, se defiende de un ataque de fuerzas armadas, sea encarcelado, oprimido, bombardeado, confiscada su población en una zona y que la llamen «hostil»..; claro que no hay ley que regule las relaciones con una zona hostil, si es un término inventado por quienes la han creado. Debería llamarse campo de exterminio y entonces las leyes ya se podrían aplicar, y con bastante acierto, ya que fueron precisamente formuladas para evitar estos crímenes contra la humanidad.

Aplicando el Derecho Internacional no es legal lo que hacen, pero pudiera ser que tampoco ilegal. Han aprendido bien a falsificar la realidad, a jugar con ella, y a cometer genocidios cambiándoles de nombre. No obstante, parece que como seres humanos no somos tan fáciles de engañar.

Los resultados de una encuesta universitaria que hemos pasado a 500 estudiantes de la USE sobre un analisis de Israel y Palestina, parecen ir en esta dirección. Sus conocimientos de ambas realidades señalan grandes equivocaciones y errores, sesgado con la tendencia a igualar ambas partes; sin embargo, mas del 70% señala a Israel como agresor y a Palestina como víctima. Parece que a pesar de carecer de información válida, siguen percibiendo que unos ganan y otros pierden, que unos se enriquecen mientras los otros se mueren.

Teniendo en cuenta que la percepción del ser humano es global integrando emociones y razonamiento en la misma, entendemos que la imagen del «niño con la piedra frente al tanque» se ha quedado en la retina colectiva, y lo nombren como lo nombren, la inmensa y cruel desigualdad que esta imagen refleja es percibida. Con las justificaciones y los términos inventados se llega a confundir, pero no a engañar.

Parece que ninguna justificación o término inventado puede acallar la conciencia humana que la percepción de esta inmensa desiguadad en sí misma despierta. Si bien a veces cuesta reaccionar, y es precisamente por el estado de confusión que ellos nos crean en el intento de justicar lo injustificable: la planificación y la puesta en marcha de «un crimen contra la humanidad».