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34 razones

Fuentes: Berria

Treaducido para Rebelión por Ramon Bofarull

24 de noviembre

Haciendo cantera

Que me perdonen la comparación en Ajuria Enea, pero Patxi López se ha puesto como Ángel Acebes. Acebes el 20 de febrero de 2003, con Egunkaria recién cerrado: «ha sido una operación para defender y proteger los derechos y libertades, la cultura, el pensamiento y la libertad lingüística de los ciudadanos vascos». El mundo al revés. El lehendakari el martes, con 34 jóvenes a quienes no se imputa ninguna acción violenta recién detenidos: «otro paso hacia la libertad y la paz de Euskadi» y parte de la «tarea de deslegitimación» de la violencia.

34 jóvenes detenidos, incomunicados y, sin que a ninguno se le impute acción violenta alguna, encarcelados en su mayoría, por la paz y la libertad, por supuesto, y en aras a deslegitimar la violencia, concretamente. Luego se mostrarán preocupados de que los jóvenes que no rechazan la violencia de ETA sean más de los que querrían y hablarán de la necesidad de impulsar la paz en la escuela.

El propio Alfredo Pérez Rubalcaba ha admitido indirectamente que ha sido una operación preventiva: dice que desarticulando ─otra vez─ la «cúpula» de Segi se deja a ETA sin cantera. Y los principales medios de comunicación, sin poner objeción de tipo alguno a encarcelar a quienes el auto del juez no les imputa otro delito que intentar «adoctrinar a jóvenes», han repetido el mensaje del ministro: era la cantera de ETA y punto.

Algunos de los principales medios de comunicación también han dado otro mensaje: han realizado la operación para influir en el debate que se está dando en el seno de la izquierda abertzale. Principal titular de El País: «el golpe a la cantera de ETA ha hundido al ala dura de la izquierda abertzale«. La explicación viene en el editorial del día siguiente: «Este tipo de detenciones no obstaculiza el supuesto debate sobre el abandono de la violencia y, además, contribuye a aclararlo».

De acuerdo, es muy probable que uno de los principales objetivos de la redada sea ese mismo: condicionar el debate. ¿Pero en la dirección sugerida por El País y otros tantos medios de comunicación? Difícilmente. Quien impulsa una estrategia de guerra con redadas de esta envergadura refuerza precisamente los argumentos de quienes proponen responder con estrategias de guerra y en modo alguno los de quienes quieren trasladar el conflicto al terreno político. Los diseñadores de la estrategia subyacente a esta redada hace tiempo que asumieron, y bien asumida, la lección de Karl von Clausewitz: la guerra no es más que la continuación de la política con otros medios.

Es curiosa la ciaboga que están dando en torno a la perspectiva del debate interno de la izquierda abertzale. Cuando encarcelaron a Arnaldo Otegi y a otros cuatro, la Audiencia Nacional, el Ministerio del Interior y la mayoría de medios de comunicación declararon que los encerraban porque estaban reestructurando Batasuna por orden de ETA. Luego algunos de ellos, para evidenciar que hay desacuerdos en el seno de la izquierda abertzale, han difundido, sirviéndose de la filtración de algunos escritos de presos de la cárcel de Estremera, que los presos de Batasuna están cuestionando el liderazgo de ETA. Y ahora, deteniendo a los duros de Segi, que están condicionando el debate a favor de los políticos de Batasuna. ¿Pero no estaban presos Arnaldo Otegi, Rafa Díez, Arkaitz Rodríguez, Miren Zabaleta y Sonia Jacinto por actuar a las órdenes de ETA?

Haciendo de Montilla

Una vez recuperado de la ciática, Patxi López ha vuelto a la escena pública dando una sorpresa: se ha atrevido a pedir explicaciones nada menos que a José Luis Rodríguez Zapatero, porque, a consecuencia del trato con el PNV, se retrasará la transferencia del empleo. Ha intentado hacer de Montilla, pero, a saber por qué, muchos han visto más al actor de teatro que quiere demostrar que no está subordinado a Madrid que a un lehendakari verdaderamente enfadado.

25 de noviembre

Milagros

Ya no tiene remedio. Harán el juicio, que empezará el 15 de diciembre. Joan Mari Torrealdai se enfrenta al riesgo de ser encerrado por haber sido presidente del Consejo de Administración de Egunkaria; Iñaki Uria, porque fue consejero delegado; Txema Auzmendi, porque fue secretario del Consejo de Administración; Martxelo Otamendi, porque fue el director, y Xabier Oleaga, porque fue jefe de redacción. ¿Que por eso es imposible encarcelar a nadie? ¿Que por las responsabilidades que ejercieron o el trabajo que realizaron en un medio de comunicación no es posible deducir que sean militantes de ETA? Pregunten a José Luis Elkoro: con 74 años está en la prisión de Dueñas, cumpliendo una condena de ocho años, por haber sido presidente del Consejo de Administración de Orain [empresa editora de los clausurados Egin y Egin Irratia (n. del t.)]; o a Teresa Toda, cumpliendo una de seis, porque fue subdirectora de Egin, o a Jexuxmari Zalakain, Pablo Gorostiaga, a los hermanos Murga o a todos los que están en la cárcel por haber tenido alguna responsabilidad en la empresa editora de Egin. Milagros de la Audiencia Nacional.

Berria, 28 de noviembre de 2009

Fuente: http://www.berria.info/blogak/imanol/?title=34_arrazoi&more=1&c=1&tb=1&pb=1