Unos diez mil niños gazatíes se han visto obligados a trabajar, incluso hasta doce horas al día, para ayudar al sustento de su familia en la empobrecida Gaza, debido al bloqueo que practica Israel desde hace doce años contra ese enclave que se ha convertido, con sus dos millones de habitantes, en el mayor campo […]
Unos diez mil niños gazatíes se han visto obligados a trabajar, incluso hasta doce horas al día, para ayudar al sustento de su familia en la empobrecida Gaza, debido al bloqueo que practica Israel desde hace doce años contra ese enclave que se ha convertido, con sus dos millones de habitantes, en el mayor campo de concentración de la historia.
Aunque la legislación palestina prohíbe trabajar a los menores de 15 años, al menos el 30% de los 9.670 casos detectados por la Oficina de Estadísticas de Palestina violan esa disposición. «El trabajo ilegal frecuentemente va unido al abandono escolar», según reconocen las autoridades.
La organización Palestinalibre (1) relata la historia de Salman Rajab, de 14 años, quien utiliza el citado «pseudónimo» para explicar que «limpia cristales y parabrisas de los coches en los semáforos» a cambio de un shéquel israelí (0,25 céntimos de euro).
«Soy el mayor de una familia y mi padre tuvo un accidente de trabajo hace cinco años y está incapacitado. ¿Qué puedo hacer? Si no trabajo mis hermanos y hermanas se morirían de hambre», cuenta Rajab.
Rajab es uno de los 372.000 menores de dieciocho años que viven en la Franja, territorio que está cercado por 51 kilómetros de alambradas electrificadas. La costa mediterránea de Gaza -de 40 kilómetros- está prácticamente bloqueada por la marina israelí que alega razones de seguridad para justificarse, como la llegada de «barcos con armas» para Hamás.
La pobreza en Gaza afecta a más del 50% de la población (es decir, a más de un millón de personas), advierte la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, siglas en inglés).
El trabajo infantil también ha llegado a Cisjordania. Los más afortunados trabajan en hostelería: restaurantes y hoteles, pero también hay un número preocupante de menores que están siendo empleados ilegalmente en el sector de minería, canteras, etc., agregan las fuentes.
«Con el incremento del desempleo aumenta el abandono escolar y el trabajo infantil», explica Nidal Ghaben, director del Centro para la Democracia y los Derechos de los Trabajadores.
El Gobierno ultraderechista de Benjamín Netanyahu presiona cada vez más fuerte a la población de Gaza a fin de provocar «intifadas», lo que permite a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), especialmente a sus francotiradores, «reducir a los terroristas» que «rechazan cualquier diálogo de paz».
Debido a la situación desesperada que se vive en Gaza, unos 35.000 palestinos, la mayoría con estudios, abandonaron el enclave en 2018 a través del paso fronterizo de Rafah, que comunica con Egipto, para luego intentar llegar a Europa en busca de trabajo.
El pasado mes de abril trece palestinos murieron al hundirse la embarcación en la que viajaban frente a las costas de Turquía.
La pobreza y el desempleo ha provocado asimismo un serio incremento de la mendicidad, la prostitución y consumo de drogas en Gaza, pues el objetivo de Tel Aviv, ciudad donde se acaba de celebrar el Festival de Eurovisión, es convertir el enclave en una zona inhabitable donde la gente se vea obligada a pelear hasta la muerte o aceptar un plan de paz humillante que excluya los derechos históricos del pueblo palestino.
Nota
1- Palestinalibre.org. tiene sede en Chile, país que alberga al mayor número de refugiados palestinos de América Latina (unos 500.000).
Blog del autor: http://m.nilo-homerico.es/reciente-publicacion/
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