Presentamos a continuación un material de discusión en torno a la relación entre la crisis ecológica-energética contemporánea, la posible perspectiva de un colapso civilizatorio cercano y la reciente polémica que ha estallado entre las posturas ecosocialistas y las nuevas posiciones teórico-ideológicas del llamado «Marxismo colapsista».Se ofrece aquí una contextualización de algunos aspectos de la crítica colapsista al ecosocialismo, reproduciéndose en la segunda parte de este material una conversación con el intelectual Michael Lowy en donde aquel realiza una réplica a dicham crítica.
Algunos elementos de la crítica del colapsismo marxista al ecosocialismo
Desde hace algunos meses diversas organizaciones ecosocialistas de Chile, Argentina y otros países de América Latina vienen siendo objeto de una potente campaña de ataque ideológico en redes sociales por parte de un nuevo referente comunicacional que actúa bajo el nombre de «Marxismo y Colapso». Uno de los objetivos centrales de este referenteha sido polemizar con algunas de las figuras y posturas centrales del ecosocialismo, por ejemplo aquellas representadas por el intelectual marxista Michael Lowy.Una de las posiciones centrales de este grupo ha sidonegar reiteradamente varios de los preceptos centrales de los programas marxistas tradicionales y de la estrategia ecosocialista; esto es, por ejemplo, la idea de que un cambio revolucionario en las relaciones sociales de producción y el establecimiento de un nuevo régimen productivo orientado a la satisfacción delas necesidades sociales sería capaztanto de»frenar» (o «revertir») los efectos de la actual crisis ecológica-energética, así como también de «evitar» un fenómeno de colapso civilizatorio cercano.
Por el contrario, «marxismo y colapso» defendería la necesidad de un nuevo marco teórico y estratégico al interior de la izquierda mundial para dar cuenta del fenómeno de colapso civilizatorio y extinción humana que, como producto de la combinación entre los efectos destructivos de la crisis ecológica-energética actual y las contradicciones tradicionales del sistema capitalista decadente, sería ya imposible de detener. Según este planteamiento, lo anterior pondría al conjunto de las fuerzas socialistas ante un escenario inédito en la historia revolucionaria moderna que se caracterizaría, entre otras cosas, por la «irrupción práctica» (a diferencia de los siglos pasados ) del «horizonte de barbarie» anticipado teóricamente por una serie de pensadores marxistas tales como Rosa Luxemburgo o Walter Benjamin.
De acuerdo con Miguel Fuentes, uno de los ideólogos principales de estas posiciones, un escenario como el anterior implicaría no sólo una diferencia fundamental con el siglo pasado en el cual dicho horizonte se habría mantenido en un terreno aún «hipotético», sino que obligaría además a las organizaciones de izquierdaanti-capitalista a pensar la situación histórica actual en el marco de una «dinámica de cierre» (o clausura) del horizonte socialista moderno. La razón de lo anterior sería que estaríamos (o estaríamos muy cerca de estarlo) ante las puertas de un tipo de «resolución negativa» de la lucha de clases moderna como aquellaanticipada teóricamente por Marx en el Manifiesto Comunista , esto al referirse a la posibilidad de una «autodestrucción» de las dos clases fundamentales del sistema capitalista.
Michael Lowy (ecosocialismo) – Miguel Fuentes (marxismo colapsista)
Uno de los ejemplos de este «escenario inédito» al cual estaríamos a punto de enfrentarnos seríala perspectiva de un derrumbe generalizado (inminente) de las fuerzas productivas a nivel planetario, aquello como efecto de un avance imparable del calentamiento global yla crisis ecológica . Según las concepciones de «Marxismo y Colapso», una situación de derrumbe económico de este tipo poseería, potencialmente, una gravedadmayor a cualquiera de las crisis económicas experimentadas durante la historia del capitalismo, asociándose desde aquía un escenario mucho más destructivoal que tuvieron algunas de las peorescatástrofeshistóricas de los últimos siglos: por ejemplo, las guerras mundiales . La explicación de estosería que, a pesar delos niveles de destrucción masiva que experimentó Europa durante estos conflictos bélicos, las bases de la economía capitalista habrían podido mantenersesólidas en el resto del planeta (por ejemplo en Estados Unidos), constituyendo lo anterior, en consecuencia, una situación radicalmente diferente al escenario potencial de derrumbe global «sincronizado» que estaría pronto a producir lacrisis ecológica-energética en ciernes. Igualmente, a diferencia del costo en vidas que tuvieron las guerras mundiales, el cual ascendió en su conjunto a una cifra alrededor de los cien millones de personas, la crisis ecológica actual, ligada a una pronta crisis de subsistencia planetaria generalizada, podría cobrarse durante este siglo un número de víctimas que llegue a los billones (esto sin descartarse la posibilidad de una extinción completa de nuestra especie).
Otro planteamiento colapsista que puede destacarse aquí sería la supuesta existenciade un «déficit tecnológico» estructural que, debido a la extrema gravedad que tendríala crisis ecológica-energética actual y el nivel de descomposiciónde las bases eco-sociales del desarrollo históricocontemporáneo, incapacitaría hoy no sólo al capitalismo, sino que también a un hipotético proyecto socialista, para «contener», «frenar» o bien»revertir» los efectos catastróficos de la crisis mundial que se aproxima. Estoúltimo, por lo menos,en el poco tiempo que nos quedaría antes de que esta crisis se descontrole de manera absoluta, precipitando con ello un derrumbe ecosistémico planetario total que se asociaría, de manera inevitable, no auna pretendida»superación revolucionaria» del sistema capitalista, sino que a su colapso.
La posibilidad de un colapso civilizatorio inminente
Un argumento adicional en esta líneasería que la crisis ecológica y energética en ciernes plantearía hoy, acorde con el posible derrumbe inminente del desarrollo de las fuerzas productivas que se asociaría a aquella, un horizonte de escasez crónica de recursos que terminaría por «bloquear» y volver pronto en inviable una gran parte del programamarxista revolucionario de los siglos pasados. La razón de lo anterior se encontraría en el hecho deque, a diferencia del contexto característico de abundancia de recursos de los siglos XIX y XX, un escenario de escasezglobal implicaría una perdida de efectividad (y posterior caducidad) de una serie de consignas revolucionarias clásicasque habrían sido entendidas hasta hoy como las vías principales para la aseguración íntegra y efectiva de las necesidades materiales y espirituales de la población mundial. Algunas de estas medidas serían, entre otras, la expropiación y el control obrero de los medios de producción y la redistribución socialista de las riquezas sociales.
En pocas palabras, la situación de escasez crónica de recursos que se avecinaría en el futuro cercano implicaría, liza y llanamente, que un sector importante de la población mundial se encontraría ya, literalmente, perdida (muerta), esto incluso en un contexto futuro cercano de reorganización socialista del sistema económico. Para los referentes de «Marxismo y Colapso», aquello tendríauna serie de repercusiones (todavía no estudiadas) sobre las futuras dinámicas de la lucha de clases internacional,esto por ejemplo al nivel de las «fracturas inevitables» que el avance progresivo de un marco de escasez de recursospodría producir, inexorablemente, al interior de las filas de los explotados. Lo anteriorconstituiría así un escenario radicalmente distinto a los vistos durante los siglos XIX y XX en los cuales el desarrollo de las fuerzas productivas (y la abundancia mundial de recursos)representó la base objetiva de una potencial alianza revolucionaria internacional del conjunto de los oprimidos por el capitalismo. Un ejemplo de estas posibles «fracturas internas» futuras al nivel del campo de los explotados, gatilladas por un derrumbe global de las fuerzas productivas y un contexto de escasez aguda, podría encontrarse en una potencial división entre los sectores de la sociedad aptos para asegurar su sobrevivencia por sus propios medios y aquellos sectores (remanentes) que sólo podrían hacerlo obteniéndolos (de forma pacífica o violenta) de los primeros.
El derrumbe de las fuerzas productivas en un contexto de colapso
La perspectiva ecosocialista y la ecología marxista se caracterizarían por presentar, por lo tanto,una serie de «puntos ciegos» que afectarían su capacidadpara una evaluaciónrealista de la verdadera gravedadde la crisis ecológica-energética en curso y de sus potenciales proyecciones durantelas próximas décadas. Una muestra de lo anteriorserían tanto la escasa reflexión dada por estas corrientesen torno a la ya referida posibilidad (objetiva) de un fenómeno de colapso civilizatorio como resultado del avance de los procesos ya activados (e irreversibles) de destrucción ecosistémica, así como también la incomprensión de aquellas de las «limitaciones estructurales» que, tal como seindicómás arriba, tendría una potencial revolución mundial para hacer frente (tanto en el ámbito tecnológico como social) a este escenario de ruptura ecológica planetaria.
Un ejemplo supuestamente evidentede esto últimose hallaría en la consigna ecosocialistade una posible «regeneración» del «equilibrio metabólico» entre elhombre y la naturaleza, aquello nada menos que en un contextoen el cual los niveles de alteración antrópica del medio-ambiente ya habríandestruidono sólo los últimos restos de dicho equilibrio (ya pulverizado por el avance del capitalismo),sino que, asimismo,hecho «saltar por los aires» los delicados y complejos pilares climáticos del periodo holocénico establecido en la Tierra a lo largo de decenas de miles de años. De acuerdo con la perspectiva colapsista, estosequilibrios serían asíya no sólo imposibles de «recomponer»durante un largo periodo de tiempoen escala geológica, sino que, además, tal como en el caso del resto de «equilibrios medioambientales» rotos en el pasadoterrestrecon motivode otras graves alteraciones paleo-climáticas (entre otraslas cinco extinciones masivas queenfrentóla vida sobre nuestro planeta previamente al origen dela humanidad),aquellos habrían sido destruidos, muy probablemente, para siempre. Sería justamente en consignas como éstas en torno a una posible «restauración» del equilibrio metabólico hombre-naturaleza, compartida incluso por sectores «ecológicos» del industrialismo marxista (por ejemplolos representados por la sección medioambiental de la revista democrático-ciudadana «La Izquierda Diario»), en donde una parte importante del programa eco-socialista se presentaría, según la posturacolapsista, como una verdadera «utopía verde».
Regeneración del equilibrio metabólico hombre-naturaleza: ¿fantasía o posibilidad?
Debe considerarse aquí, asimismo, laincapacidad del desarrollo tecnológico actualpara siquieradetener (y menos «revertir») la trayectoria destructiva de lo que ha sidodenominado ya por la ciencia como el inicio de la VI extinción masiva de la vida terrestre, la cual se encontraría hoy, aquello sin siquiera haberse alcanzado la barrera catastrófica de los 1.5 grados centígrados de aumento del calentamiento global fijada por la ONU, en pleno desarrollo. Lejos de cualquier posible»restauración» de ningún «equilibrio metabólico» entre el hombre y la naturaleza, no existiría hoy, por lo tanto, esto si se consideran por ejemplolos actuales niveles de gases de efecto invernadero en la atmósferaque aseguraríanun aumento cercano probablementeincontrolable de las temperaturas globales, otro escenario más que el de una «ruptura geológica» imparable que, con o sin la aplicación de un «programa ecológico socialista», no harámás que empeorar durante este siglo. Una de las críticas esgrimidas al ecosocialismo y al pensamiento ecológico marxista en este punto es que, tal como se dijo anteriormente, dichos referentes defenderían una perspectiva simplista (y en gran medida utópica) respecto a las capacidades que tendría el proyecto revolucionario socialista moderno para enfrentar esta crisis planetaria.
De acuerdo con las posiciones colapsistas, las tareas de la izquierda y la revolución hoy serían así, asumiendo la perspectiva cercana de un cambio climático y una crisis energética súper-catastrófica imparable, dar pasos en la discusión de un programa político coherentecon este escenario de derrumbeglobal inminente. Una de las razones de lo anterior sería quesolamente discutiendo esta perspectiva, de una manera realista, sería posibleen el futuro la mantención de un proyecto comunista que, debiendo ser esta vez asegurado «en la barbarie misma», pueda constituir una alternativa de sobrevivencia y civilización para aquel sector de la humanidad que estaría capacitado para superar (de la manera que sea) los desafíos de la gran crisis geológica-civilizatoria que se abalanza sobre nosotros.
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Materiales adicionales (online)
1. Ecosocialismo
-Manifiesto ecosocialista
https://www.rebelion.org/hemeroteca/sociales/lowy090602.htm
-Ecosocialismo y crisis civilizatoria
-Michael Lowy, la crisis ecológica y el colapso
2. Marxismo y colapso
-Presentación de «Marxismo y colapso»:
-Marxismo y colapso web:
https://www.marxismoycolapso.com
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