Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Foto ilustración: Soohee Cho/The Intercept (Getty Images)
Estados Unidos y Arabia Saudí llevan siendo amigos desde 1945, cuando el presidente Franklin D. Roosevelt se reunió con el rey fundador de Arabia Saudí, Abdulaziz, a bordo del USS Quincy en el Canal de Suez para cerrar el acuerdo del siglo: Washington proporcionaría la seguridad y Riad el petróleo. Su alianza se ha mantenido durante más de siete décadas, incluso después del 11 de septiembre, cuando 15 de los 19 secuestradores que derribaron las Torres Gemelas resultaron ser ciudadanos saudíes. Pero ahora, de manera extraña y tardía, un número creciente de políticos y expertos estadounidenses parece haberse vuelto en contra del Reino y su beligerante joven príncipe heredero, Muhammad bin Salman, desde la desaparición y presunto asesinato del periodista saudí y colaborador del Washington Post, Jamal Khashoggi, en el consulado saudí en Turquía el pasado 2 de octubre. Sin embargo, muchos de los integrantes de los think tanks y expertos de Washington, por no citar a los principales miembros de la administración de Trump, se muestran reacios a hablar en contra de Arabia Saudí y se han estado dedicando a difamar a Jamal Khashoggi. Gran parte de todo este asunto tiene que ver con los intereses financieros de Donald Trump en Arabia Saudí, así como con el hecho de que Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu están obsesionados con Irán y están empeñados en perseguir a Irán, y el Reino de Arabia Saudí es su aliado clave en ese empeño agresivo. En el episodio de esta semana, Mehdi Hasan está acompañado por el jefe de la oficina de defensa de The Intercept, Ryan Grim, y por el fundador del Consejo Nacional iraní-estadounidense, Trita Parsi, para tratar de deconstruir la malvada Liga de la Justicia de Donald Trump, Benjamin Netanyahu y Muhammad bin Salman.
Donald Trump (DT): No voy a encubrir nada. Una vez dicho esto, conviene recordar que Arabia Saudí ha sido un aliado nuestro muy importante en Oriente Medio. Estamos parando a Irán. Tenemos otros aliados muy buenos en Oriente Medio, pero Arabia Saudí es un claro aliado.
Soy Mehdi Hassan. Bienvenidos a Deconstructed.
Mehdi Hasan (MH): ¿Por qué EE. UU. está tan interesado en ayudar a los saudíes a encubrir el asesinato del periodista Jamal Khashoggi? ¿Tiene que ver con las ventas de petróleo y armas y con los apartamentos de Trump o es algo más profundo, más geopolítico? ¿Tiene que ver realmente con Irán e Israel?
Presentador de informativos: Un destructor estadounidense se aproxima junto a un yate por el Gran Lago Amargo, en el Canal de Suez, en Egipto. Lleva a Ibn Saud, rey de los cinco millones de habitantes de Arabia Saudí a una conferencia con el presidente Roosevelt, que se ha detenido aquí a su regreso de la conferencia de Crimea.
MH: EE. UU. y Arabia Saudí han sido los mejores amigos desde 1945, cuando el Presidente Franklin D. Roosevelt se reunió con el rey fundador de Arabia Saudí, Abdulaziz, a bordo del USS Quincy en el Canal de Suez para cerrar el acuerdo del siglo: Washington proporcionaría la seguridad y Riad proporcionaría el petróleo.
Esa alianza se ha mantenido durante más de siete décadas, se mantuvo durante la Guerra Fría; se mantuvo incluso después del 11 de septiembre, cuando 15 de los 19 secuestradores que derribaron las Torres Gemelas resultaron ser ciudadanos saudíes. Pero ahora de manera extraña y tardía, ya que el periodista saudí y colaborador del Washington Post, Jamal Khashoggi, fue presuntamente asesinado por agentes del gobierno dentro del consulado saudí en Turquía, un número creciente de políticos y expertos de EE. UU. parece haberse vuelto en contra del Reino y su beligerante joven príncipe heredero Muhammad Bin Salman, o «MBS». Escuchen al senador republicano, el halcón Lindsey Graham, en Fox&Friends el martes:
Senador Lindsey Graham: He sido su mayor defensor en el hemiciclo del Senado. Este hombre es una bola de demolición. Hizo asesinar a ese tipo en un consulado en Turquía y espera que lo ignore. Me siento utilizado y maltratado porque siempre he defendido a Arabia Saudí en el hemiciclo.
MH: Pero esta es la realidad. Hay muchos pensadores y expertos en Washington D.C., por no mencionar a los principales miembros de la administración de Trump, que no quieren liberarse de su cálido abrazo con los saudíes, que han estado ocupados difamando a Jamal Khashoggi y presentando los hechos de forma que favorezcan a los saudíes. Así pues, querría hablar hoy de las razones de todo eso. ¿Por qué Arabia Saudí cuenta con tantos apoyos de los neoconservadores, del gobierno de Trump, incluso del Estado de Israel? No es sólo porque compran muchas armas y venden mucho petróleo, por muy importante que esto sea; ni es sólo porque le dan mucho dinero a Donald Trump a nivel personal, por muy importante que esto sea. De hecho, hice un video para The Intercept sobre ese tema precisamente esta semana, pueden verlo en nuestra página web.
Todo eso es cierto, PERO tiene también que ver con la geopolítica, tiene también que ver con el poder. Va del elefante iraní en la cacharrería y del hecho de que Donald Trump y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, están obsesionados con Irán. ¡Obsesionados! Y están decididos a perseguir a Irán, y el Reino de Arabia Saudí es su aliado clave en ese esfuerzo agresivo. El mismo Trump ha admitido esto. Escuchen al presidente de Estados Unidos hablando en la Fox Business Network el martes por la noche:
DT: No lo olviden, Arabia Saudí es nuestro socio. Es nuestro aliado contra Irán y contra los misiles y contra lo que está haciendo para tratar de apoderarse de Medio Oriente.
MH: Así pues, esto es lo que quiero, llegar al fondo, lo que quiero es deconstruirlo. Ver por qué existe una especie de malvada Liga de la Justicia de Trump, Netanyahu y MBS que quieren iniciar una nueva guerra en el Medio Oriente.
Y, ¿saben qué? En realidad me complació mucho ver que esta semana el New York Times informaba de que los funcionarios de la Casa Blanca están «preocupados» por esta nueva crisis con Arabia Saudí, y la historia en constante evolución por parte del Reino sobre si asesinaron o no a Jamal Khashoggi , ya sea de forma accidental o de otra manera, si eso podría, y cito: «hacer descarrilar una confrontación con Irán y poner en peligro los planes para conseguir la ayuda de Arabia Saudí para evitar perturbaciones en el mercado del petróleo».
¿Lo captan? Si esa historia podría desbaratar el enfrentamiento con Irán. Porque esto último es claramente la prioridad de los halcones en Washington D.C., Tel Aviv y Riad. El Times continúa señalando que esta crisis se produce «en un momento difícil para la administración Trump, de la que se espera vuelva a imponer duras sanciones contra Irán el 5 de noviembre con la intención de bloquear todas las exportaciones petroleras iraníes».
«Pero para hacer que la estrategia funcione», dice el periódico, «el gobierno cuenta con su relación con los saudíes para mantener el flujo mundial de petróleo… y para trabajar juntos en una nueva política para contener a Irán en el Golfo Pérsico».
Contener a Irán. Sancionar a Irán. Enfrentamientos con Irán. ¿Con qué objetivo final? Guerra con Irán. Ese es el nombre del juego cuando se trata de Trump, Netanyahu y sí, MBS, el príncipe heredero saudí. Son los tres mosqueteros anti-Irán y, por lo tanto, se mantendrán unidos en las buenas y en las malas, a través de asesinatos horripilantes y todo lo que consideren necesario. Al igual que sus cronistas y propagandistas aquí en D.C. y en otros lugares.
Para debatir este ángulo de Irán e Israel, tan lamentablemente ignorado en toda esta crisis saudí, y la alianza saudí con EE. UU. en general, se unen a mí el jefe de la oficina en D.C. de The Intercept, Ryan Grim, que ha estado siguiendo el rastro del dinero y las campañas de influencia por parte de los gobiernos de Arabia Saudí y de los Emiratos Árabes Unidos aquí en Washington D.C. desde hace varios años, y Trita Parsi, fundador del Consejo Nacional Iraní-Americano, profesor adjunto en la Universidad de Georgetown y autor de Losing an Enemy: Obama, Iran and the Triumph of Diplomacy . Tanto Trita como Ryan se han enfrentado a gran cantidad de miembros de grupos de presión prosaudíes y proisraelíes aquí en D.C. en los últimos años, así que gracias a ambos por acompañarme en Deconstructed.
Trita, quiero empezar contigo. ¿Crees que me equivoco? ¿No es excesivo el enfoque que se da en ese sentido a la cobertura sobre Arabia Saudí para mantenernos como compinches del reino de Riad en todo lo que se refiera a Irán y formar equipo de algún tipo con la malvada Liga de la Justicia para arremeter contra Irán todos juntos, Israel-Arabia-EE. UU., en algún tipo de nueva guerra?
Trita Parsi (TP): Creo que vas por buen camino. Me refiero en gran medida a que la razón por la que la Administración Trump no trata de buscar justicia en este caso es porque está inmersa en una estrategia para contrarrestar a Irán, que tiene en realidad que ver con el hecho de asegurar que EE. UU. duplique su presencia militar en la región, para así ayudar a saudíes e israelíes a cambiar el equilibrio de poder tal y como era antes de 2003.
Esa es la estrategia saudí e israelí. Ahora bien, creo que algunas personas se equivocaron un poco en esta historia en el sentido de decir: mira, necesitamos a los saudíes para esta estrategia. No necesitamos tal estrategia. Son los saudíes los que necesitan esa estrategia. Son los saudíes los que han estado presionando a favor de esa estrategia junto con los israelíes. Porque antes de esto teníamos un acuerdo nuclear que estaba funcionando y teníamos a la Administración de Obama que realmente intentaba reducir lentamente pero de forma segura la dependencia de Estados Unidos de Arabia Saudí. Trump ha hecho todo lo contrario y, de manera extraña, ahora está argumentando: bueno, necesitamos que los saudíes le respondan a Irán. Pero no necesitamos contrarrestar a Irán. Son los saudíes los que necesitan a EE.UU. para contrarrestar a Irán.
MH: OK , quiero desentrañar gran parte de todo eso en la discusión de hoy. Ryan, ¿hasta qué punto Irán, la aterradora amenaza de Irán, figura en tu experiencia respecto a los cálculos de políticos prosaudíes, columnistas de periódicos prosaudíes, lobistas prosaudíes aquí en D.C.? ¿Cuántas veces aparece Irán en esa conversación?
Ryan Grim (RG): Todo está vinculado con Israel de varias maneras. Y como bien sabes, Israel considera que Irán es su amenaza existencial. Y los saudíes y los emiratíes han reconocido en los últimos años, o desde hace más de una década, que su mejor camino hacia el poder en Washington es hacerse amigos de Israel. Ahora bien, ese ha sido un acto de malabarismo porque en realidad no reconocen al país y, por lo tanto, necesitan una retórica diferente en casa de la que necesitan aquí en Washington. Pero los embajadores se han convertido en buenos amigos y más o menos permiten que Israel actúe de alguna manera a través del Congreso. Los emiratíes y los saudíes también están bombeando ahora un montón de dinero hacia Washington. Pero con sólo dinero no lo consiguen. Necesitan también la cobertura política y la cobertura política es Israel. Y así, en la medida en que Israel quiere un enfrentamiento con Irán, los saudíes y los emiratíes también lo quieren -los emiratíes un poco menos-, pero si eso les acerca más a Israel, también les acerca más a EE. UU., por lo que están dispuestos a aceptarlo.
MH: Y, obviamente, los saudíes tienen sus propias razones sectarias y geopolíticas para que no les guste Irán. Arabia Saudí es un «Estado de mayoría suní». Irán es un Estado de mayoría chií y, desde luego, ya sabes, el enemigo de mi enemigo es mi amigo. ¿Es así de simple, Trita, «el enemigo de mi enemigo es mi amigo»? Háblanos de la historia de fondo. Ryan mencionó que ha venido sucediendo y construyéndose durante varios años. Dile a nuestros oyentes cómo se ha desarrollado esta extraña alianza saudí-israelí-Trump que vemos en el Oriente Medio justo ahora. Porque los neoconservadores, y tú has escrito sobre los neoconservadores en D.C., siempre afirman amar la democracia y odiar la dictadura. Es por eso que supuestamente fuimos a Iraq. Recuerdo que los israelíes solían atacar a Arabia Saudí todo el tiempo por apoyar el terrorismo, por ser antisemitas. Y ahora, ¿cómo entran en esta nueva relación en la que todos son amigos para siempre?
TP: Realmente es fascinante observarlo. No sólo ahora, sino durante los últimos cinco años, ver cómo los halcones pro-Israel, diría más bien que pro-Likud, sus operativos en esta ciudad, han estado trabajando también como lobistas para Arabia Saudí o como portavoces de Arabia Saudí. En realidad, viene sucediendo desde hace bastante tiempo. Y es debido a la percepción geopolítica común que tienen y a lo que han llegado a percibir, en particular, como resultado del acuerdo nuclear.
El acuerdo nuclear no iba sólo de la cuestión nuclear. Significó que Estados Unidos, después de 40 años, había asumido una realidad en la región: que Irán es una potencia importante. Porque recuerda lo que estuvo haciendo John Kerry tan pronto como se alcanzó el acuerdo nuclear. Dio la vuelta al mundo diciéndole a la gente: «Comercia con Irán. Debe asegurarse de que este acuerdo funcione al proporcionar a Irán los beneficios económicos que les prometimos». Era lo contrario a la contención. Esto les aterrorizó, porque significaba que, en su perspectiva, EE. UU. les abandonaba. Y ahora tenían que ir y luchar contra la rivalidad iraní por sí mismos en lugar de hacer que llegara Estados Unidos y con su poder masivo inclinara la balanza a su favor. Y luego tuvieron suerte.
Donald Trump salió elegido. Un hombre que no entiende nada de geopolítica y lograron convencerle rápidamente, hasta el punto en que pienso que realmente empieza a creerlo, que su lucha contra Irán es la lucha de Estados Unidos contra Irán. No lo es.
MH: Ryan, me refiero a que Trita menciona a Trump allí. Sabemos que la gente de alrededor de Trump, como el asesor de seguridad nacional John Bolton, que nunca conoció un país del Medio Oriente que no quisiera bombardear, invadir, ocupar; le encanta la idea de bombardear a Irán. Literalmente, escribió un artículo para el New York Times en 2015 titulado «Para detener las bombas de Irán, bombardee Irán». Sabemos que el secretario de Estado, Mike Pompeo, es un halcón contra Irán. Quería bombardear Irán en vez de lograr un acuerdo nuclear y, en realidad, ha escrito un artículo para el último número de Foreign Affairs titulado «Enfrentando a Irán». ¡Sorpresa!
¿Cuál es el acuerdo de Trump? ¿Por qué crees que está tan interesado en unirse a Arabia a la vez que odia a Irán? Él no es un ideólogo, obviamente. No está al tanto de la historia de fondo que Trita acaba de describirnos.
RG: Exactamente.
MH: Así pues, ¿dónde entra él? ¿Es sólo por la ostentación saudí y la compra de sus apartamentos, y de Netanyahu tentándole? ¿Es así de fácil?
RG: Algo hay de eso. De alguna forma, es así de fácil. Hay también otra parte psicológica fácil, que es la de que Obama quería congraciarse con Irán. Trump ha dicho de ese acuerdo que es el peor jamás conseguido en la historia de los acuerdos.
MH: Le gusta hacer todo lo contrario de Obama.
RG: En efecto, piensa que Obama intimó demasiado con Irán, así que, ya sabes, al estilo de George Costanza , vas y haces todo lo contrario y emprendes la guerra con Irán. Desafías a Irán. Y sí, no sabe mucho acerca de geopolítica, pero sí conoce a muchos saudíes, como has mencionado, no sólo hace negocios con saudíes, sino que también tiene una relación personal con muchos de ellos, y si no fuera así, ahí está su yerno para hacerlo.
También es salvajemente proisraelí, más proisraelí que el típico presidente estructural proisraelí que hemos tenido. Y como Israel le dice que Irán es malo y que Arabia es buena, él se dice: «Bien, eso es lo que yo pensaba porque Obama pensaba lo contrario». Así que todo encaja en su lugar con bastante facilidad para él y no es alguien que vaya a preguntar a sus asesores: «Dame los argumentos opuestos en esta cuestión». Y sus asesores son, como dijiste, las personas más rabiosamente antiiraníes que pueden encontrarse en el Partido Republicano.
MH: En todas partes. Exactamente, no sólo en el gobierno. Tiene gente como Tom Cotton y Lindsey Graham en el Senado, que son halcones antiiraníes. Por cierto, ¿George Costanza no sería un presidente mucho mejor que…?
RG: George Costanza lo sería. Bueno, dependiendo de si hizo lo que sus instintos le dijeron que hiciera o lo contrario. De cualquier manera…
MH: Votaría a Constanza en un suspiro con Kramer como vicepresidente.
[Videoclip de Seinfeld ]
George Costanza: Te digo que si me postulara para el puesto, pediría la pena de muerte para los aparcacoches dobles. Si se permite que esto continúe, esto no es una sociedad. ¡Esto es la anarquía!
MH: Lo siento, Trita, ibas a hablar de algo más serio.
TP: Lo que Ryan está diciendo es… estoy totalmente de acuerdo y creo que es importante que hablemos sobre el ángulo en el que ver la región a través de los prismas saudíes o israelíes es un factor importante. Pero también quiero decir que hay personas en el gobierno de EE. UU. que tienen esta opinión independientemente de Arabia Saudí e Israel. Y sus puntos de vista, tal como yo los veo, van mucho más allá de una visión imperialista pura. Quieren estar muy presentes y que EE. UU. tenga la hegemonía en la región. Y lo están haciendo independientemente de lo que diga Israel o Arabia Saudí.
Quieren controlar los recursos. Consideran que cualquier tipo de renuncia es una retirada.
MH: Trita, obviamente eres partidario de relaciones más estrechas entre Estados Unidos e Irán, fuiste el fundador del NIAC, el Consejo Nacional Iraní-Americano, ayudaste a presionar a favor del acuerdo nuclear con Irán durante los años de Obama, pero muchos estadounidenses, y no sólo la derecha, dirían que «los saudíes siempre han sido unos aliados fiables, han invertido en nuestra economía, nos han vendido petróleo, han estado con nosotros durante la Guerra Fría, etc., etc.», mientras que en Irán se escuchan gritos de «Muerte a Estados Unidos». Y está también el tema de la crisis de los rehenes, que muchos estadounidenses aún recuerdan. Esa es la diferencia entre Arabia Saudí e Irán. Es por eso que Arabia Saudí se libra un poco. Algo que Irán no va a conseguir. ¿Es eso justo?
TP: No creo que sea eso del todo. En primer lugar, creo que EE. UU. debería haber reducido las tensiones con Irán y tratar de encontrar una vía para que ambos países puedan tener algún tipo de relación que funcione. No creo que sea posible una cálida asociación estratégica ni nada de eso para ninguna de las dos partes. Tampoco creo que Estados Unidos deba tener una mala relación con Arabia Saudí. Lo que creo es que Estados Unidos tiene ya una mala relación con Arabia Saudí porque los saudíes han estado financiando y promoviendo gran parte del terrorismo que ha estado golpeando a Estados Unidos, Europa y otros muchos lugares. Y creo que en realidad es peor apoyar el 11-S que compararlo con los gritos por las calles de Teherán. Aquel fue realmente un crimen inmenso y se están yendo de rositas. Y creo que es bastante fascinante que este momento que estamos viendo, precisamente ahora, sea transformador.
Sólo espero que sea transformador en el sentido de que en realidad tratamos de tener una relación constructiva en la que usamos nuestro apalancamiento para asegurarnos de que Arabia Saudí se comporte bien, mucho mejor de lo que lo hace, en lugar de pensar que este es el momento para convertirnos en alguna forma de enemigo de Arabia Saudí. No creo que eso sea útil para la región. No creo que sea útil para Estados Unidos.
MH: Has mencionado el 11 de septiembre. Ryan, Trump ha emitido esa terrible prohibición de entrada en EE. UU. contra siete países musulmanes, ahora respaldada por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, que claramente no debería existir. Pero, ¿no es extraño que la lista de prohibición incluya a Irán, que a pesar de ser acusado regularmente por el Departamento de Estado de EE. UU. de ser un Estado patrocinador del terrorismo -el principal Estado patrocinador del terrorismo-, que yo sepa, corrígeme si me equivoco, ningún iraní ha sido capturado matando a estadounidenses en suelo estadounidense? Mientras que sí sabemos que el 11 de septiembre quince secuestradores saudíes ayudaron a matar a 3.000 ciudadanos estadounidenses. Es raro, ¿verdad? que exista esa lista de Trump, el islamófobo, prohibiendo la entrada de musulmanes mientras se desvive para asegurarse de que Arabia Saudí no esté en la lista, pero Irán sí.
RG: Correcto, podrías escribir fácilmente una contrahistoria en la que Arabia Saudí fuera el villano en ella. Y, de hecho, creo que hay una ira latente hacia Arabia Saudí que se ha reprimido durante años en Washington…
MH: Interesante.
RG: Por el dinero y por la alianza con Israel; y si tapón se desprende completamente, puede que la botella explote. Tienes a las familias de las víctimas del 11 de septiembre que llevan tratando de demandar a Arabia Saudí desde mucho tiempo. Una cuestión que se convirtió en tema candente en el Congreso cuando Arabia Saudí presionó para evitar que sucediera. Todo sigue igual…
MH: ¿Es así como explicas la irrupción de Lindsey Graham en Fox News?
RG: Sí. También han estado protegidos por los millones que se han gastado en ejercer presiones y ahora muchos de los lobistas se están alejando de ellos. Aunque siempre podrán encontrar gente que coja su dinero.
MH: Es Washington D.C.
RG: En efecto.
MH: Siempre encontrarás a alguien que coja tu dinero.
RG: Pero quién coja tu dinero importa. Si tienes como lobista tuyo al congresista chanchullero que fue expulsado de su ciudad por un escándalo de corrupción, puedes conseguir a ese tipo, pero eso no es tan bueno como tener a Glover Park Group .
MH: Sí, que se han largado.
RG: Que se han largado ahora.
MH: ¿Te sorprende, Ryan, después de haber cubierto esta ciudad durante tantos años? Quiero decir, soy bastante cínico, así que cuando la gente me dice «Oh, esto será un punto de inflexión. Este será el punto de ruptura», no lo compro. Pero estoy sorprendido, tengo que admitirlo, ante la reacción visceral de los medios de comunicación estadounidenses e incluso de los políticos republicanos ante este presunto asesinato de Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí en Turquía. Entiendo que era amigo de muchos periodistas. Tenía un perfil profesional alto. Prestamos más atención a eso que al hecho de que los saudíes han estado bombardeando y sitiando y matando de hambre al Yemen durante varios años, aunque lo entiendo. Pero incluso así, ha sido sorprendente, y la forma en la que la historia se ha mantenido día tras día.
RG: Ha sido uno de los ciclos de noticias más duraderos del área de Trump.
MH: ¿Te sorprende?
RG: Sí y no, creo que la imagen de una sierra para huesos seguirá con MBS mientras esté en el poder y se mantenga en Arabia Saudí. Usamos a menudo metafóricamente el término carnicero para referirnos a los dictadores. Tener esa imagen vívida y visceral en la mente de las personas de K Street que están acostumbradas a hacer pequeños compromisos es demasiado para muchas de ellas.
MH: ¿Trita?
TP: ¿Puedo agregar algo que… estoy totalmente de acuerdo en que se ha acumulado una tremenda cantidad de ira, y creo que deberíamos recordarnos que incluso antes de esto, los votos en el Senado y el Congreso en lo referente a la guerra de Yemen…
MH: Estaban empezando a cambiar.
TP: Estábamos empezando a cambiar y esto sucedió ya hace dos, tres años, en los que constantemente pudimos ver que algo se estaba desarrollando.
MH: Tuvimos a Chris Murphy en el programa en la primera de esta serie de Deconstructed. El senador Chris Murphy lideraba muchos de esos votos. Su argumento es que algo va finalmente a cambiar.
RG: No se hubiera conseguido el acuerdo con Irán si eso no hubiera sido cierto.
TP: Exactamente.
MH: Estamos hablando de la obsesión con Irán aquí en Washington D.C., pero no es sólo una obsesión geopolítica. Se mezcla con el racismo tradicional de vez en cuando, como vimos esta semana. Escucha a Lindsey Graham (LG) en Fox News:
[Videoclip]
Steve Doocy (SD): Elizabeth Warren.
LG: Sí.
SD: La prueba de ADN ha dado que podría tener entre 1/64 a 1.000 partes de nativa americana.
LG: Voy a hacerme una prueba de ADN. Todos tendríais que hacérosla. Probablemente seré iraní y eso sería terrible.
Brian Kilmeade (BK): Son un gran pueblo pero sus dirigentes son malos.
LG: Malos dirigentes. Yo no soy de la misma rama que el ayatolá.
MH: Trita está preocupado de ser iraní.
TP: Seré franco, hay muchos iraníes preocupados de convertirse en iraníes. No creo que les gustara tenerle en su club.
MH: Pero eso es fanatismo.
TP: En efecto, es fanatismo y no es la primera vez. Hace un par de años hizo un comentario de que cuando trabajaba en algún equipo en la época en que era estudiante universitario, aprendió que todos los iraníes son mentirosos. Así que para él es muy importante. Esto no va sólo de: «Oh, no nos gusta el régimen, pero amamos a la gente». Quiero decir que se vio muy claramente que hay una obsesión. Hay un odio. Tiene un componente racial. Y ese es un factor muy, muy real en algunos de los elementos más agresivos en Washington. Los que antes mencioné como imperialistas.
RG: Y este hombre era tan malo que los tipos en el sofá de Fox and Friends tuvieron que ponerse a golpear suavemente con los nudillos por eso.
MH: El pueblo es un gran pueblo…
RG: El pueblo es un gran pueblo.
MH: Que seas tan racista que hasta la Fox News tiene que salvarte de tu racismo…
[Videoclip]
LG: Ese tipo tiene que irse. Arabia Saudí, si estás escuchando, hay un montón de buena gente a la que pueden elegir, pero MBS ha contaminado a vuestro país y se ha contaminado él mismo.
BK: ¿Quién? ¿Quién le sustituiría?
LG: Eso les compete a ellos. Ese no es mi trabajo.
BK: Pero hay algún otro príncipe heredero allí…
LG: Hay montones de ellos.
SD: Los hay a cientos.
LG: Es su tarea, no la mía, elegir a su líder.
SD: Exactamente.
TP: Por sus comentarios, entiendo que Lindsay está muy, muy comprometido con la guerra contra Irán. Pero piensa que MBS se ha convertido en un lastre.
MH: No es el tipo más adecuado para pensar así.
TP: Hay que tirarlo debajo de un autobús. Quiero decir que se fue a la Fox and Friends porque estaba tratando de hablar directamente con Trump. Hay que tirarlo debajo de un autobús…
MH: Y cambiar a vuestro gobierno.
TP: Salvemos el verdadero objetivo aquí, que es la guerra con Irán.
MH: Me encantar ver que Lindsay Graham responde a todo con el cambio de régimen.
RG: Pero después se vuelve humilde cuando le preguntan a quién deberían poner allí. Dice: «Bueno, eso es cosa de ellos».
MH: Porque Arabia Saudí es una famosa democracia. Vamos a elegir…
TP: Eso es porque está a bien con cualquiera de la Casa de los Saud.
MH: Pero ¡qué hipocresía! Sé que estamos en Washington D.C. y que deberíamos acostumbrarnos a la hipocresía, pero la hipocresía de esa gente… Incluso por el lado israelí, Dore Gold, a quien he mencionado, el exjefe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, que es el hombre clave en las relaciones con Arabia Saudí, está diciendo ahora que sí, que los saudíes deberían unirse a nosotros contra esos malvados persas. Escribió un libro…
TP: Lo sé.
MH: Titulado «El reino del odio» tras el 11-S en el que dijo que Arabia Saudí es el exportador de todo el terrorismo. Que es el más malvado del mundo. Y ahora es el tipo que está básicamente haciéndose amigo de los saudíes formando parte de todo esto, como digo, la malvada Liga de la Justicia para atacar a Irán.
TP: Y la única vía para entender esto es dejar a un lado preguntas como «¿tiene que ver con la cuestión suní-chií?» Tiene que ver de la lucha por el poder en la región.
MH: Estoy completamente de acuerdo contigo.
TP: Y sólo así se pueden entenderse todos estos espectáculos distintos.
MH: Por tanto, Trita, antes de acabar -y no es una pregunta como para contestarla con rapidez-, pero me cuestiono muchas cosas sobre esto. ¿Cómo sería una guerra con Irán? Creo que a la Administración Trump le encantaría una buena pelea con Irán. Creo que a Netanyahu le encantaría una guerra con Irán, pero siempre me pregunto en qué forma o de qué forma. ¿Cómo es eso posible? No es fácil. Irán no es Iraq. No puedes simplemente invadir mañana.
TP: Claro que no puedes invadir y no hay tales movimientos de tropas en esta etapa. Señalaría que en realidad hay ciertos preparativos, que no es inconcebible que haya ataques con misiles y cosas de esa naturaleza, que la Administración de Trump puede pensar que van a ser limitados y que tiene el control de la escalada.
No creo que vaya a desarrollarse así. Los iraníes tienen capacidad para golpear objetivos e intereses de Estados Unidos en toda la región. Si tienen la sensación de que esto va a ser una guerra, de que es la guerra final, de que es una guerra por su supervivencia, van a ir a por todas y a expandir la guerra. Saben que su única posibilidad de derrotar a Estados Unidos no es venciéndoles, sino sobreviviendo a la guerra. Y eso sólo puede suceder si no permiten que EE. UU. elija el campo de batalla. Los iraníes elegirán el campo de batalla y eso significa que toda la región se convertirá en parte de ese campo de batalla.
RG: Una cosa a tener en cuenta sería la embajada en Bagdad, que las fuerzas iraníes efectivamente han rodeado. Si comienzas a bombardear Irán, entonces los miles de estadounidenses que están en esa Embajada…
MH: Mi preocupación ha sido siempre que no vayan conscientemente a la guerra con Irán, a sabiendas de que es el tipo de guerra accidental porque tienes gente como Trump que es un bocazas y dice estupideces y hace estupideces. Y Netanyahu y MBS, ¿qué tienen en común estos tres líderes? Todos son realmente incompetentes y malos para ejercer liderazgo. Y Netanyahu es probablemente el mejor de los tres, y eso no es decir mucho precisamente.
TP: Quiero dar un paso atrás porque estamos teniendo esta conversación muy a menudo sobre cómo sería la guerra y cosas así, pero la conversación que no estamos teniendo es: ¿Cuál es el interés nacional real de los Estados Unidos en todo esto? ¿Por qué incluso tendríamos que considerar una confrontación militar con Irán? ¿Ahora cuando tenemos un acuerdo nuclear en funcionamiento en el que no existe una amenaza de que los iraníes puedan ir rápidamente a por la bomba nuclear? E incluso si así fuera, ¿cuál es el interés nacional real? Creo que si tuviéramos más conciencia sobre eso, evitaríamos muchos, muchos de estos escenarios tan ridículos a los que se ha arrastrado EE. UU.
MH: Ryan, última pregunta para tí: ¿es este un punto de inflexión? El congresista Ro Khanna y otros han dicho que la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudí nunca volverá a ser la misma. Lindsey Graham parece estar insinuando que, aunque está más interesado en criticar a MBS que a Arabia Saudí en su conjunto, es este el momento; hemos visto muchos cambios en las últimas semanas: gente que se retira de las conferencias, lobistas se marchan, políticos estadounidenses que se alinean hasta atacar a Arabia Saudí. Más de siete décadas después del abrazo entre EE. UU. y Arabia. ¿Está produciéndose un cambio?
RG: Sí, creo que es un punto de inflexión. No sé exactamente cómo será la relación en el futuro, pero no será la misma que hemos tenido durante las décadas anteriores. Una parte de esto se reduce a la naturaleza partidista implícita, que los demócratas, como decía Trita, se están moviendo en una dirección diferente en la relación con Arabia Saudí. En la medida en que tengan poder en Washington o lleguen al poder, eso cambiará, así como la bofetada en el rostro que personas como Lindsey Graham sienten que les han dado. Veremos cómo cambia, pero está definitivamente cambiando.
MH: Ryan Grim, Trita Parsi, gracias por acompañarme en Deconstructed.
[Interludio musical]
Puede que no crean que existe un vínculo entre el atroz asesinato de un periodista en el interior de un consulado en Turquía y evitar otra guerra importante liderada por EE. UU. en Oriente Medio que podría matar a cientos de miles de personas. Pero como ya han escuchado, sí que existe. Hay una razón por la que EE. UU. e Israel se han aliado con el gobierno de Arabia Saudí, con el príncipe heredero Muhammad bin Salman, y la razón es Irán. Las gentes que quieren una guerra contra Irán no van a permitir que la muerte de Jamal Khashoggi se interponga en su camino. A menos que nos aseguremos de que los saudíes y sus aliados y sus apologistas se vean obligados a rendir cuentas.
Mehdi Hasan es columnista y uno de los principales colaboradores de The Intercept. Es el presentador del podcast de The Intercept «Deconstructed». Hasan también es el anfitrión de «UpFront» de Al Jazeera English. Ha entrevistado, entre otros, a Edward Snowden, Hamid Karzai, Ehud Olmert y el general Michael Flynn. También es autor de dos libros: una biografía del ex líder del Partido Laborista de los EE. UU., Ed Miliband, y un libro electrónico sobre la crisis financiera y la economía de la austeridad. Vive en Washington D.C.
Fuente:
https://theintercept.com/2018/10/18/why-wont-trump-condemn-the-saudis-hint-its-israel-also-iran/
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