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La mercantilización de la solidaridad

Fórum Barcelona 2004, S.A.

Fuentes: revistapueblos.org

Barcelona acoge desde el pasado 9 de mayo y hasta el 26 de septiembre la celebración del Fórum Universal de las Culturas, un macroevento lúdico-cultural que, según se desprende de su discurso oficial, pretende impulsar la paz, la diversidad y la sostenibilidad mundiales. Sin embargo, tras la cara amable de lo políticamente correcto, se encuentra […]

Barcelona acoge desde el pasado 9 de mayo y hasta el 26 de septiembre la celebración del Fórum Universal de las Culturas, un macroevento lúdico-cultural que, según se desprende de su discurso oficial, pretende impulsar la paz, la diversidad y la sostenibilidad mundiales. Sin embargo, tras la cara amable de lo políticamente correcto, se encuentra el patrocinio de multinacionales denunciadas por el impacto negativo de sus prácticas en los países del Sur o vinculadas a la industria armamentística. Una vez más, vuelve a quedar de manifiesto la contradicción entre la lógica mercantil y el campo de la «solidaridad».

Organizado conjuntamente por el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y la Administración General del Estado, el Fórum cuenta, además, con el apoyo de la UNESCO como socio principal. A ese respaldo institucional al más alto nivel se une el empuje de los principales medios de comunicación españoles, dedicados desde hace meses a jalear al Fórum desde su posición de voceros (media partners, según el eufemismo oficial) del evento. Junto a ellos, centenares de organizaciones de todo tipo (ONG, colegios profesionales, ayuntamientos, federaciones deportivas, escuelas, universidades…) también se han sumado a la cita, colaborando de uno u otro modo en su realización.

Sin embargo, frente a todas esas adhesiones entusiastas, numerosos colectivos del movimiento asociativo catalán han renunciado a participar en el Fórum y han preferido unir esfuerzos para desenmascarar su hipocresía. Diálogo, convivencia, participación o justicia social son algunos de los valores que le sirven al «acontecimiento de las culturas» como cortina de humo para desviar la atención de sus verdaderas intenciones. El Fórum ha sabido apropiarse hábilmente de una retórica transformadora para encubrir tras ella una calculada operación de especulación urbanística destinada a potenciar el gancho de Barcelona como destino turístico. El evento ha servido como pretexto para urbanizar el último tramo del litoral que quedaba por incorporar a la ciudad, el del municipio de Sant Adrià de Besòs, donde se ha construido el recinto que albergará los actos centrales del Fórum.

La mercantilización de la solidaridad

En el ámbito de la solidaridad y la cooperación internacionales, llama la atención la participación, como socias o patrocinadoras, de algunas empresas multinacionales relacionadas con el negocio de la guerra o denunciadas en repetidas ocasiones por atentar contra los derechos humanos o contra el medio ambiente en los países del Sur, entrando en contradicción evidente con los principios proclamados por el Fórum.

El acercamiento entre el mundo empresarial y la «solidaridad» no constituye algo nuevo ni exclusivo del Fórum Barcelona 2004. Se trata de una tendencia cada vez más acentuada y que viene motivada por el hecho de que los actores de ambos campos se benefician de ella. Gracias a su penetración en los espacios solidarios, las empresas mejoran su imagen ante la sociedad, lo que repercute positivamente en sus resultados económicos. Al mismo tiempo, los agentes solidarios obtienen de las empresas dinero con el que llevar a cabo sus proyectos y actividades.

Con la mercantilización creciente de la solidaridad, la colaboración con las multinacionales se acepta ya mayoritariamente como algo inevitable o, como mucho, no censurable a priori, obviando interesadamente que juegan un papel clave en la situación de pobreza que vive gran parte de la humanidad y que, por tanto, colaborar con ellas constituye un contrasentido. En consecuencia, el debate queda reducido a los criterios que deben regir esa colaboración para saber con qué entidades nos podemos relacionar y con cuáles no. Eso en la teoría. En la práctica, sin embargo, se suele adoptar un discurso que pone límites a la relación con las empresas para, a la hora de verdad, colaborar con ellas prácticamente bajo cualquier circunstancia. El Fórum 2004 constituye un claro ejemplo de ello.

Socios y patrocinadores de dudosa reputación

El evento tiene como socios a Endesa, Telefónica, El Corte Inglés, Toyota, La Caixa y Discovery Communications, mientras que el conjunto de patrocinadores, más amplio, lo integran Damm, Indra, Iberia, MediaPro, Nestlé, Cola Cao, Randstad, Henkel, Grupo Leche Pascual, Coca-Cola, Roca, Grupo Agbar, GL Events, Gallina Blanca, Grupo Panrico y Abertis. Como es sabido, algunas de estas empresas son viejas conocidas en el campo de la solidaridad, y no precisamente por su contribución a la mejora de las condiciones de vida de los habitantes de los países empobrecidos. Recordemos algunos de los casos más significativos:

– Endesa: responsable de la destrucción de la vida de los ecosistemas del Alto Bio-Bio y del pueblo pehuenche-mapuche en Chile como consecuencia de la construcción de una presa hidroeléctrica. No ha dudado en utilizar presiones, engaños y chantajes para sacar adelante este proyecto, calificado de etnocidio por diversas organizaciones de derechos humanos (1).

– El Corte Inglés: su principal suministradora de ropa, la empresa Induyco, ha sido acusada recientemente de emplear a mujeres en condiciones de semiesclavitud en el sector textil en Marruecos (2). Asimismo, El Corte Inglés es miembro del Círculo de Tecnologías para la Defensa y la Seguridad y propietaria de Informática El Corte Inglés S.A., empresa que desarrolla sistemas de información para el área de Defensa.

– Nestlé: en 2002 exigió a Etiopía, país azotado por el hambre, seis millones de dólares para compensar la nacionalización de una empresa en 1975. Ha sido muy criticada, además, por promover la leche en polvo en detrimento de la natural para alimentar a los bebés, especialmente en países del Sur, donde el agua potable suele ser un lujo y la leche en polvo se mezcla a menudo con agua contaminada (3).

– Coca-Cola: entre todas las violaciones de derechos humanos que se le imputan, destaca la demanda presentada en 2001 por el sindicato colombiano Sinaltrainal contra Coca-Cola y sus socios en Colombia por la utilización de «escuadrones de la muerte» en el hostigamiento y asesinato de sindicalistas. También en 2001, fue condenada en EE.UU. por discriminación racial de trabajadores afroamericanos (4).

– Indra: colaboradora habitual de los ministerios de Defensa e Interior, Indra participa en numerosos proyectos destinados al desarrollo de alta tecnología militar, como el avión Eurofighter-2000, el carro de combate Leopard o la Fragata F-100. Entre sus clientes, se encuentran también la Unión Europea Occidental y la Marina estadounidense (5). Junto a Indra, se lucran también con el negocio de la guerra Telefónica, La Caixa e Iberia.

Agenda de Principios y Valores

¿Qué hace el Fórum ante esta situación? En primer lugar, oculta el «lado oscuro» de sus socios y patrocinadores en la información corporativa que ofrece de cada uno de ellos en sus materiales promocionales. Además, exige a todas las entidades que suscriban su «Agenda de Principios y Valores», entre los que se encuentran, por ejemplo, la defensa de la biodiversidad o el respeto de todas y cada una de las identidades culturales. Sin embargo, el Fórum no articula ningún tipo de mecanismo que vele por el cumplimiento de esos compromisos, dejando todo en manos del autocontrol de las empresas. De ese modo, la Agenda cumple justamente la función contraria a la que se le atribuye: en lugar de garantizar la responsabilidad social de las empresas, encubre su irresponsabilidad.

Al asociar los valores del Fórum con una información maquillada de las compañías que lo financian, se borra sutilmente la responsabilidad de estas empresas en la perpetuación de la pobreza y la desigualdad en el mundo. Y no sólo eso. Por si la cuidadosa labor de los estilistas del Fórum no fuera suficiente, grandes ONG españolas como Cruz Roja, Intermón Oxfam, Manos Unidas o Médicos sin Fronteras participan en el evento como entidades colaboradores, ofreciendo, al igual que han hecho en anteriores ocasiones, la coartada perfecta para el lavado de cara de las multinacionales, que además se beneficiarán de las exenciones fiscales fijadas por ley para la ocasión. La lógica del mercado vuelve a manejar a su antojo los valores solidarios, apoderándose de ellos, instrumentalizándolos a su favor y desactivando todo su potencial transformador.

* Daniel Franco es redactor de Pueblos.

Este artículo fue publicado en el n° 11 de la edición impresa de la revista Pueblos, junio de 2004, pp. 56 y 57.

Para saber más

– Forum Barcelona 2004 (sitio oficial): http://www.barcelona2004.org

– De qué va realmente el Fórum: http://www.forumbcn2004.org

– Forum Universal de las Culturas – Barcelona 2004, Sociedad Anónima: http://barcelona.indymedia.org/?category=forum_2004

– Fotut 2004: http://fotut2004.org

Notas:

(1) Se puede encontrar abundante información sobre el tema en el sitio web del Equipo Nizkor: http://www.derechos.org/nizkor/espana/doc/endesa/

(2) «Moda que aprieta: La precariedad de las trabajadoras de la confección y la responsabilidad social de las empresas», Intermón Oxfam, febrero de 2004, http://www.intermonoxfam.org/cms/HTML/espanol/1110/dc090204sector_textil_rsc.pdf

(3) Weiss, Hans y Werner, Klaus: El libro negro de las marcas. El lado oscuro de las empresas globales, Debate, Barcelona, 2004, pp. 326 y 327.

(4) Op. cit., pp. 282 y 283.

(5) «La multinacional de tecnología militar ‘Indra’ colaboradora del Fòrum 2004», Masala, abril-mayo de 2003. Disponible en Indymedia Barcelona: http://barcelona.indymedia.org/?category=forum_2004