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La Audiencia remite el caso al Tribunal militar

Desestiman la querella que acusaba a militares españoles de encubrir las torturas a prisioneros iraquíes

Fuentes: El Mundo

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha decidido rechazar la querella que el abogado Víctor Hortal y la asociación Politeya presentaron contra los integrantes del equipo médico militar español desplegado en «Camp Bucca» por supuesto encubrimiento de las torturas a presos iraquíes. «Las conductas descritas en […]

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha decidido rechazar la querella que el abogado Víctor Hortal y la asociación Politeya presentaron contra los integrantes del equipo médico militar español desplegado en «Camp Bucca» por supuesto encubrimiento de las torturas a presos iraquíes.

«Las conductas descritas en el escrito de la querella quedarían comprendidas en el ámbito estrictamente castrense, más allá de las competencias atribuidas a este órgano jurisdiccional por la Ley Orgánica del Poder Judicial», dice el auto.

Con esta resolución, el magistrado Ismael Moreno remite el caso al Juzgado Togado Militar Central «a los efectos oportunos» y da la razón a la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que se había opuesto a la admisión a trámite de dicha querella.

Para la Fiscalía de la Audiencia Nacional, al tratarse de militares que se encuentran en una misión en el extranjero y bajo órdenes de sus respectivos mandos, la competencia para hacerse cargo del caso es del Tribunal Militar.

Los querellantes, el abogado Víctor Hortal y la asociación Politeya, han presentado ya un recurso de reforma contra el auto de Ismael Moreno, en el que insisten en que la competencia para investigar los hechos denunciados es de la Audiencia Nacional.

El escrito de la querella se basa principalmente en el informe que realizó el general norteamericano Antonio Taguba para el Senado de Estados Unidos y que se centra en las torturas de la prisión Abu Ghraib, en Bagdad, pero que también reconoce que hubo malos tratos en «Camp Bucca».

Allí, entre los meses de abril y junio de 2003, el Escalón Médico Avanzado del Ejército de Tierra prestó asistencia médica a los prisioneros, que estaban a cargo de la 800 Brigada de la Policía Militar estadounidense.

Para los querellantes, «resulta inverosímil que los médicos militares españoles que desempeñaron su labor en ‘Camp Bucca’, con la preparación que sin duda tienen, no hayan comunicado a sus mandos o a las autoridades militares o gubernativas españolas la menor noticia sobre la experiencia que han vivido en ese campamento».

A juicio de Hortal y Politeya, «los médicos militares españoles tuvieron oportuno conocimiento, al menos como testigos ‘de visu'», de la práctica sistemática de torturas o malos tratos a los presos iraquíes.

En el escrito de querella se pide la declaración como imputados del almirante José Antonio Moreno Susanna, máximo responsable de la Unidad Conjunta de Apoyo Humanitario desplegada en Um Qasr; los tenientes coroneles Manuel Guiote, José Luis Fernández y Alfredo Villar, y el capitán enfermero Cayetano Herrera, que prestaron asistencia médica a los prisioneros, y al resto de miembros del cuerpo médico militar español que actuó en «Camp Bucca».