Todos los días, los hospitales reciben niños accidentados, unas veces porque se caen de sus bicicletas, se lesionan en las piscinas o en accidentes automovilísticos, o también golpeados por adultos violentos. Si no tienen seguro médico, corren el riesgo de morir en el hospital. Según un estudio efectuado por el hospital All Children’s Hospital, la […]
Todos los días, los hospitales reciben niños accidentados, unas veces porque se caen de sus bicicletas, se lesionan en las piscinas o en accidentes automovilísticos, o también golpeados por adultos violentos. Si no tienen seguro médico, corren el riesgo de morir en el hospital.
Según un estudio efectuado por el hospital All Children’s Hospital, la Coalición SAFE KIDS de la Florida y la Universidad del Sur de la Florida, los niños sin seguro médico hospitalizados en la Florida tienen el doble de probabilidades de morir que otros niños cubiertos por seguro privado o por Medicaid.
De casi 11,000 niños lesionados hospitalizados en la Florida en el 2002, 131 murieron. Alrededor del 18 por ciento de éstos carecían de seguro médico, a pesar de que ellos constituían solamente el 8.5 por ciento de los niños hospitalizados, según el estudio publicado el lunes.
Los autores del estudio no se explican a qué se debe la disparidad, pero están preocupados y han solicitado fondos estatales para continuar el estudio. «Comienzan a surgir dudas acerca de las diferencias en la forma en que esos niños se lesionan», dijo la pediatra Dra. Lisa Simpson, profesora de salud infantil en la Universidad del Sur de la Florida (USF).
Esos niños con más probabilidad pertenecen a familias pobres cuyos sueldos bajos no les alcanza para costear seguro médico privado, pero son más altos que el límite para ser cubiertos por Medicaid. Por ahora, los investigadores solamente pueden suponer algunas posibilidades:
Puede haber algo diferente en la forma en que estos niños se lesionan. Quizás van en vehículos viejos que no los protegen en casos de accidentes; quizás no juegan en lugares seguros; quizás están más propensos a ser abusados por adultos.
Los padres de niños con seguro médico puede que lleven rápidamente a sus hijos a la sala de emergencias de un hospital en caso de lesiones, aunque sea como medida de precaución; mientras que los padres de niños sin seguro esperan a ver si están gravemente lesionados o no tienen vehículos para transportarlos al hospital.
«Es triste, pero se comprende que esperen, ya que tienen que pagar la visita al hospital», comentó Jean Lee, investigadora principal del estudio que también es candidata al doctorado en la Escuela de Enfermeras de la USF.
Otra posibilidad es que esos niños quizás sean tratados en forma diferente cuando llegan al hospital. Las salas de emergencia tienen la obligación de tratar a los pacientes ya puedan o no pagar, pero varios estudios han mostrado las diferencias en los resultados de algunas condiciones médicas basadas sobre quienes tienen seguro, dijo ella.
Los médicos de salas de emergencia dicen que ellos esperan que ésa no sea la razón. Es difícil creer que eso sea un factor que afecte a los niños con lesiones graves, dijo el Dr. Alan Causey, pediatra en la sala de emergencias del All Children’s Hospital en St. Petersburg.
«Cuando un niño llega a la sala de emergencias, no viene acompañado de sus padres, ya que llegan por helicóptero o ambulancia y nosotros no sabemos si tienen seguro. Hasta cierto punto, este desconocimiento probablemente sea beneficioso», comentó el Dr. Causey.
El estudio encontró que los niños están más propensos a morir por lesiones diferentes en edades diferentes. Por ejemplo, bebés menores de un año probablemtne están expuestos a ser asesinados deliberadamente por otra persona; entre las edades de uno a 4 años más niños mueren ahogados; y los niños de 5 ó más años de edad tienen más probabilidades de morir en accidentes de vehículos motorizados.
Las caídas fueron las causas más frecuentes de lesiones, pero los accidentes en vehículos causaron la mayoría de las muertes. Accidentes acuáticos fueron especialmente peligrosos. Un 2.4 por ciento de niños casi ahogados fueron hospitalizados, pero los niños ahogados constituyeron el 11.5 por ciento de las muertes.
El estudio recomienda medidas de precaución para evitar las muertes, tales como cinturones de seguridad y asientos especiales para niños; piscinas cercadas y lugares de juego acolchados. «Muchas de las lesiones son evitables. Tenemos que invertir en prevención», dijo la Dra. Simpson.