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Bonaerenses se rebelan contra torres

Fuentes: Tierramérica

Desconcertados por la multiplicación de torres en barrios de casas bajas, vecinos de Buenos Aires reclaman frenar la construcción descontrolada que amenaza con hacer colapsar los servicios de agua y saneamiento, y con dejar a la ciudad sin espacios verdes. El epicentro de la crisis es el central barrio Caballito, donde se construyó 15,4 por […]

Desconcertados por la multiplicación de torres en barrios de casas bajas, vecinos de Buenos Aires reclaman frenar la construcción descontrolada que amenaza con hacer colapsar los servicios de agua y saneamiento, y con dejar a la ciudad sin espacios verdes.

El epicentro de la crisis es el central barrio Caballito, donde se construyó 15,4 por ciento del total de edificios nuevos entre enero y agosto, pese a que ocupa sólo tres por ciento de la superficie total de la capital. En cambio, en 14 barrios de la zona sur, que abarcan 11 veces más superficie, apenas se destinó tres por ciento a la construcción nueva.

«Nos quieren aplastar bajo el cemento», protestó a Tierramérica Gustavo Desplats, líder de Proto Comuna Caballito, que agrupa a más de 20 entidades del barrio e integra la más amplia Red Verde Ciudadana.

El movimiento surgió en junio con una manifestación de 40 vecinos de Caballito. Pero este mes realizan la protesta número 15, a la que se sumaron miles de vecinos en distintos barrios.

Los vecinos convocan a hacer ruidos en distintas esquinas, a marchar con tapabocas contra la contaminación o a colocar fajas de clausura en torno a torres en construcción en pleno barrio residencial.

Ahora el reclamo es por el desequilibrio en el desarrollo urbano. Los vecinos consideran que falta un plan estratégico. Argumentan que las normas existentes son obsoletas y los inversores deciden sin importar si se trata de una zona de casas bajas o donde la infraestructura es inadecuada.

«Es una dinámica que rompe el tejido social, generando ghettos en barrios con torres de lujo y expulsión de residentes de clase media que van hacia un proceso de marginación», denunció Desplats.

Para frenar el descontrol reclaman suspender las obras y crear un órgano gubernamental que coordine el crecimiento de todo el núcleo urbano con participación vecinal. «Si no interviene el Estado, la brecha de crecimiento entre barrios será cada vez mayor», alertó Desplats.

Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, en la ciudad de Buenos Aires viven 2,7 millones de personas. Pero si se considera su área metropolitana, el número asciende a 12 millones.

Entre enero y octubre de este año, los pedidos de permiso de construcción en el gobierno de la ciudad aumentaron 48 por ciento respecto de igual periodo de 2005. Estos indicadores de crecimiento vienen en ascenso desde la devaluación de comienzos de 2002, cuando la construcción comenzó a ser una alternativa de inversión segura.

La legisladora comunal Beatriz Baltroc, del oficialista Frente para la Victoria, señaló a Tierramérica que «hay un crecimiento desordenado» y propuso una regulación más estricta de la edificación.

«Somos uno de los barrios de Buenos Aires con mayor contaminación ambiental y sonora, e igual somos los que recibimos más inversiones inmobiliarias», añadió Desplats. Esto se debe a su ubicación estratégica en el centro de la ciudad.

Pero el barrio no está preparado para esa avalancha. En la ciudad de Buenos Aires viven 15.000 personas por kilómetro cuadrado. En Caballito son 28.000 en igual superficie, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda 20.000 personas por kilómetro cuadrado.

En cuanto a espacios verdes, aunque la OMS sugiere de 12 a 15 metros cuadrados por habitante, en Caballito hay apenas 1,3 por persona.

El barrio opera con servicios de agua y cloacas construidos en 1911 para un área de quintas donde vivían 25.000 personas. Ahora tiene 190.000 habitantes y con las nuevas torres se apresta a recibir 40.000 más antes que finalice 2008.

Son múltiples los reclamos de residentes por falta de presión del agua o por sótanos inundados con aguas servidas.

El movimiento vecinal logró impacto en noviembre, cuando la justicia aceptó un pedido de amparo para frenar la construcción de torres en 16 manzanas hasta que un estudio garantice que los servicios públicos no colapsarán.

Un decreto del gobierno de la ciudad paralizó por 90 días la entrega de permisos de construcción en los seis barrios de crecimiento más acelerado de la ciudad. Las constructoras pusieron el grito en el cielo y los vecinos fueron por más.

El abogado Osvaldo Sidoli, de la Red Verde Ciudadana y responsable del recurso que detuvo la construcción, informó a Tierramérica que ya presentaron otro para suspender obras en otras zonas de Caballito, uno en el barrio Villa Pueyrredón y dos en Palermo.

«No queremos que se pare la construcción (de las torres erigidas sobre más de 2.500 metros cuadrados), sino que haya audiencias públicas con vecinos, como manda la ley, y que se hagan los correspondientes estudios de impacto ambiental», remarcó Sidoli.

«Hay constructoras que en la misma manzana levantan dos torres en 1.250 metros cada una, para evitar cumplir con esos requisitos», agregó.

* La autora es corresponsal de IPS. Este artículo fue publicado originalmente el 9 de diciembre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.