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Debate entre dos grandes antisionistas: Gilad Atzmon cuestiona las tesis teológicas de Lenni Brenner

«Prefiero ser un ser humano que una serpiente de cascabel»

Fuentes: PeacePalestine

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Introducción de Gilad Atzmon

Este pasado 9 de febrero recibí un correo de Lenni Brenner, el legendario historiador judío marxista antisionista [véase semblanza al final, añadida por el traductor]. Lenni parecía muy preocupado, al borde del pánico, por así decirlo. Puede haber tenido buenos motivos para espantarse: estaba totalmente convencido de que me había enfermado, de la peor dolencia conocida por la humanidad. Lenni estaba seguro de que me había convertido en un cordero de Cristo. Pero Lenni no se detuvo allí, también creía que, además de mi recién adoptada religión, ocupaba mi tiempo libre actuando de inquisidor, persiguiendo a los hijos de Israel y haciéndolo porque habían matado a Jesús.

En un esfuerzo desesperado por salvar un alma perdida de Israel, sea la mía o la suya, Lenni se puso en contacto conmigo para averiguar si había algo de verdad en los malignos rumores. Lenni estaba convencido de que tenía una primicia en sus manos, así que le envió una copia a Alexander Cockburn, de Counterpunch, revista que acoge regularmente mis escritos.

Tal como lo veo, el cuestionario de Lenni nos ofrece una auténtica idea de la noción del trauma judío. Para un extraño, es probablemente difícil creer el grado de terror que algunos judíos se infligen sin motivo. Al parecer, Lenni, que es un destacado historiador, demuestra que lo horrorizan el cristianismo, sus símbolos, su narrativa y su mensaje de divinidad.

Con el pasar de los años he aprendido mucho de Lenni Brenner. Aunque no comparto su visión política, considero que sus libros no tienen precio. Creo que las diferencias entre Lenni Brenner y yo muestran un cuadro muy exacto del emergente abismo que existe entre la decadente escuela de pensamiento tribalista ortodoxo laico y el renaciente discurso ético; un discurso que apunta más allá de lo político y de lo dogmático. Espero que este intercambio despierte algún interés entre los seguidores de Lenni. Estoy bastante seguro de que mis lectores lo considerarán interesante y ameno.

CounterPunch publicó el intercambio sin esta introducción. Tras haber respondido a Lenni Brenner, encontré un artículo de un autor que ha tenido gran influencia en mi persona, Kurt Vonnegut. En su último libro de ensayos, escribe:

¿Qué piensan los humanistas de Jesús? Digo de Jesús como lo hacen todos los humanistas: «Si lo que dijo es bueno, y tanto más si es absolutamente hermoso, ¿qué importa si fue Dios o no?»

Pero si Cristo no hubiera pronunciado el Sermón de la Montaña, con su mensaje de misericordia y piedad, no me gustaría ser un ser humano.

Preferiría ser una serpiente de cascabel.

Conversación entre Gilad Atzmon y Lenni Brenner

Lenni: Hola, Gilad. La gente me dice tantas cosas sobre tu persona que decidí obtener algunas respuestas de tu propia boca, o directamente de la boca del caballo, como decimos los yanquis.

Gilad: Hola Lenni, ¡Encantado!

Lenni: ¿Eres cristiano?

Gilad: Eso no es de tu incumbencia, (por si no lo sabes, el cristianismo no es pedofilia, está permitido en nuestros días). Sin embargo, soy un ex judío. No me integré formalmente en ninguna religión organizada y esto incluye: al Islam o a la Cristiandad, así como a la versión del marxismo talmúdico de tus amigos bundistas del Reino Unido (que se parece más a una religión que a una ideología).

Lenni: ¿Fue Jesús sólo humano, o divino, total o parcialmente?

Gilad: ¡Qué pregunta tan patética!, Lenni. ¿Cómo voy a saberlo? ¿Lo sabes tú? Dado que me formé en filosofía, voy a tratar de ayudarte a refinar tu pregunta. Lo que quieres preguntar es SI CREO que Jesús fue divino.

Mi respuesta, señor Brenner, es muy, muy simple. No me involucro en cuestiones que tienen que ver con la divinidad. Y mi propia creencia es irrelevante, porque no soy religioso. Sin embargo, respeto el HECHO de que mucha gente que me rodea cree que Jesús fue divino. A diferencia de ti y de tus amigos del Reino Unido, respeto las creencias de los demás. En realidad, respeto toda forma de actividad espiritual. Admiro a la gente que se siente inspirada por la divinidad. Admiro a los judíos de la Torá, que son la única resistencia colectiva judía contra el sionismo. En caso de que te preguntes dónde encuentro la divinidad, mi respuesta es muy simple: en Coltrane, Stravinsky y Bach, pero esto cambia a menudo.

Lenni: ¿Fue él (Jesús) el Mesías? ¿Va a regresar? ¿Aceptas que el Nuevo Testamento es de inspiración divina?

Gilad: Lenni, ¿me parezco al Papa? ¿Cómo se supone que sepa si Jesús fue el Mesías? De nuevo, ¿conoces las respuestas? Mi relación con Jesús es bastante metafísica. Considero a Jesús como un despertar ético crítico. Para mí, Cristo es todo amor al prójimo. Jesús es el nacimiento del humanismo universal occidental (tal como lo conocemos). Siguiendo a Hegel, me inspira la noción de la alteridad, y la «dialéctica del amo-esclavo.» Sin embargo, la noción de la alteridad no es otra cosa que la herencia de Cristo. Te sugiero que pienses un poco sobre el asunto.

Quisiera mencionar también que tu rechazo del cristianismo y de la religión en general es bastante desconcertante. Sin embargo, sin que yo sea cristiano, debo insistir en recordarte, y a tu media docena de seguidores en el Reino Unido, que pasaron los días en los que los judíos perseguían a los cristianos:

Lenni: ¿Escribiste esto?: «Sugeriría que tal vez deberíamos hacerle frente de una vez por todas: los judíos fueron responsables de la muerte de Jesús quien, a propósito, fue él mismo un judío palestino. Pero entonces habría que formular dos preguntas:

  1. ¿Cómo es que gente que vive hoy en día se siente responsable o perseguida por un crimen cometido por sus antepasados lejanos hace casi 2.000 años? Supongo que esos judíos que se enfurecen cuando son culpados de matar a Jesús son los mismos que se identifican con los asesinos de Jesús. Los que cometerían ese acto asesino en la actualidad.

  2. Esos judíos se llaman sionistas y ya avanzan en su sexto decenio de crímenes inhumanos contra el pueblo palestino y el mundo árabe.

El sionismo, para los que no lo saben, es una repetición de los días más oscuros de la era bíblica judía.»

Gilad: Sí, por cierto, son mis palabras y siguen en pie.

Lenni: ¿Tiene algún judío en vida alguna responsabilidad por la muerte de Jesús?

Gilad: Lenni, ¿perdiste tu capacidad de comprender un texto tan simple? Realmente te pediría que dijeras en qué forma mi texto implica que esté acusando a judíos contemporáneos por la muerte de Cristo o que sean responsables de ella. En realidad, el texto dice exactamente lo contrario. Pregunto: «¿Cómo es posible que gente que vive hoy en día se sienta responsable o perseguida por un crimen cometido por sus antepasados lejanos hace casi 2.000 años?» En otras palabras, considero que es sorprendente que gente en nuestros días se sienta ofendida por semejantes acusaciones.

Lenni: ¿Soy responsable yo? ¿Tengo que expiar por su muerte? ¿Tengo que aceptar que se alzó de entre los muertos?

Gilad: Lenni, ¿me parezco a un loquero? Realmente te dejo esa pregunta. Tú eres el que debiera responder si te «sientes» responsable o no. De ninguna manera mi texto implica que tú o alguna otra persona sea responsable. El texto dice que los que se sienten ofendidos son «los que se identifican con los asesinos de Jesús. Los que cometerían ese acto asesino en nuestros días.» Por lo tanto, eres tú el que deberías preguntarte si cometerías un crimen semejante en la actualidad.

Una vez más, tal vez quisieras refinar tu pregunta. La pregunta que quieres formular es si YO CREO que eres responsable.

La respuesta es no. No CREO que seas responsable, más aún, SÉ que no eres responsable. A pesar de ello, mi texto implica también que PODRÍAS no ser tan inocente como querrías serlo.

En mi texto destaco que «Supongo que esos judíos que se enfurecen cuando son culpados de matar a Jesús son los mismos que se identifican con los asesinos de Jesús. Los que cometerían ese acto asesino en la actualidad.»

Al parecer estás «enojado», te sientes acusado de algo sin siquiera haber sido acusado de alguna cosa. A simple vista, la pregunta que te tienes que hacer es si te identificas con los asesinos de Cristo. Estoy bastante seguro de que no lo haces y que no deberías hacerlo. Sin embargo, te tengo que decir que los tribunales cibernéticos amañados que tú y tus amigos realizan a diario me recuerdan demasiado a los del sanedrín. Sugiero que también pienses un poco en eso.

De alguna manera tú y los que son como tú saben lo que es bueno para los palestinos, los judíos, la clase obrera. Ocasionalmente me pregunto qué es lo que te da tanta confianza. Por cierto, tú y tus seguidores habéis logrado silenciar a algunos de los intelectos más interesantes sólo porque no aprobáis su posición política o su religión. Me cuesta comunicarte, Lenni, que esos días ya pertenecen al pasado. Tus seis discípulos en el Reino Unido trabajan día y noche desde hace más de tres años haciendo lo posible por silenciarme. Me cuesta tener que decirte que no tienen éxito. En realidad, logran todo lo contrario.

No me dan pena porque en realidad no tienen una reputación que defender. Pero en realidad tú sí me das pena, Lenni. Haces una contribución importante al discurso israelí-palestino. Tus libros son más que valiosos. Tienes una reputación que defender. Preferiría verte en medio del discurso que rodeado por las últimas sombras de los ecos del socialismo tribal.

Pero antes de terminar este correo voy a agudizar las diferencias entre nosotros. A diferencia de ti, Lenni, creo en la libertad de palabra. No como tú, Lenni, yo creo en la libertad de palabra. No como tú, Lenni, yo me opongo a los guardapuertas. También estoy contra toda forma de discursos dogmáticos o monolíticos de hegemonía. No como tú y tus amigos, yo creo que todo sujeto humano tiene derecho a los derechos humanos. No como tú, Lenni, yo apruebo a Hamas. No como tú, Lenni, yo comprendo que la política de la clase obrera tiene muy poca relevancia en Arabia.

Sin embargo, nunca he tratado de silenciar a nadie; al contrario, lucharé por tu derecho a expresar tu opinión.

Lenni: Gracias, de antemano, por tu tiempo y tus esfuerzos al respecto.

Gilad: Ha sido un placer.

Con mis mejores deseos.

Gilad

Fuente: http://peacepalestine.blogspot.com/2007/02/better-human-being-than-rattlesnake.html

Semblanza de Lenni Brenner

Lenni Brenner nació en una familia judía ortodoxa. Se hizo ateo a los doce años, y marxista a los 15, en 1952. Su participación en el movimiento negro por los derechos civiles comenzó en su primer día en la izquierda organizada, cuando encontró a James Farmer del Congreso por la Igualdad Racial, organizador más tarde de los «viajes por la libertad» de comienzos de los años sesenta. Participó activamente a mediados de los años cincuenta con Bayard Rustin, más tarde organizador de la Marcha de Martin Luther King de 1963, «Yo tuve un sueño» en Washington.

Fue arrestado 54 veces durante sentadas por los derechos civiles en el área de la Bahía de San Francisco, y de nuevo durante el Movimiento por la Libertad de Palabra de Berkeley en la Universidad de California en 1964. Mientras estaba en la cárcel por sus actividades en el campus, pasó 4 días en intensas discusiones con Huey Newton, fundador más tarde del Partido de las Panteras Negras. Subsiguientemente trabajó con Kathy Cleaver. Más recientemente, en los años noventa, él y el líder de los Panteras, Bobby Seale, defendieron sus actividades durante los años sesenta en el show de la televisión de Morton Downey.

Fue un activista contra la guerra desde los primeros días de la guerra de Vietnam, hablando frecuentemente en mítines en Bay Area. En 1963, organizó el Comité por la Reforma de Narcóticos en Berkeley. En 1968 fue cofundador de la Asociación Nacional por la Justicia en Irlanda, la afiliada USamericana de la Asociación por los Derechos Cívicos en Irlanda del Norte. En los años noventa, él y Kwame Ture (alias Stokely Carmichael), el legendario líder del «Poder Negro» del Comité de Coordinación No-Violenta Estudiantil, cofundaron el Comité contra el Sionismo y el Racismo. También publicaron The Anti-War Activist. Actualmente organiza la Coalición por la Reforma de la Ley de Narcóticos.

Brenner es autor de 4 libros: «Zionism in the Age of the Dictators,» «The Iron Wall: Zionist Revisionism from Jabotinsky to Shamir,» «Jews in America Today» y «The Lesser Evil: The Democratic Party

Brenner tiene una estupenda respuesta para la calumnia que utilizan los sionistas contra todos los críticos judíos del sionismo. En el foro «Judíos contra el Sionismo», en Londres el 18 de junio de 2003, dijo:

«Los que me llaman un judío que se odia a sí mismo, debieran hablar con mis amigas. Todas me dicen que estoy enamorado de mí mismo.»

http://cosmos.ucc.ie/cs1064/jabowen/IPSC/php/authors.php?auid=251