Mientras este año el Congreso de EE.UU. volvió a plantearse la posibilidad de legalizar cerca de 12 millones de indocumentados, una oficina del gobierno en Washington anticipa que seguirá aumentando el número de menores no acompañados y sin papeles bajo su cuidado. «Hace varios años nos llegaban unos 5.000 niños anualmente. Luego esto aumentó a […]
Mientras este año el Congreso de EE.UU. volvió a plantearse la posibilidad de legalizar cerca de 12 millones de indocumentados, una oficina del gobierno en Washington anticipa que seguirá aumentando el número de menores no acompañados y sin papeles bajo su cuidado.
«Hace varios años nos llegaban unos 5.000 niños anualmente. Luego esto aumentó a 6.000 y ahora estamos casi en los 8.000», señaló a BBC Mundo desde Washington el subsecretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos para Niños y Familias, Wade Horn.
Esa entidad del gobierno dirige 36 hogares de menores indocumentados que están a la espera de ser procesados por las autoridades migratorias tras haber sido detenidos.
«Creo que esto es un reflejo del hecho de que estamos presenciando un incremento en los esfuerzos para garantizar la seguridad en la frontera, particularmente en el sudoeste. Esto significa que va haber más detenciones de individuos indocumentados, incluyendo niños», agregó el funcionario.
El gobierno estadounidense estima que todos los años entre 80.000 y 90.000 menores de edad no acompañados cruzan la frontera de México a Estados Unidos.
Niños centroamericanos
En una visita a un hogar de menores indocumentados en con capacidad para 33 camas en la localidad de Kendall, Florida, la BBC pudo comprobar que los niños, en su mayoría varones centroamericanos de entre 15 y 17 años de edad, disponen de juegos de video, billares, clases de inglés y otras amenidades.
«Nuestra misión es poder ayudar a niños que entran ilegales en este país y poder servirles, para ayudarlos a entrar en el sistema legal en los EE.UU., para poder quedarse aquí o determinar si pueden estar aquí, o si tienen que regresar (deportados) a su país», señaló a BBC Mundo la directora del centro Open Arms International, Brazos Abiertos Internacional, Jill Volovar.
La responsabilidad del cuidado de los niños indocumentados pasó de las autoridades migratorias al Departamento de Salud y Servicios Humanos tras la aprobación del Patriot Act, la Ley Patriota, en 2002.
Esto ha significado un importante cambio en el trato de los niños, que ya no son esposados durante los traslados de un lado a otro cuando están bajo el cuidado del Departamento de Salud.
Sin embargo, todavía se dan casos como el de Rosita, una niña peruana de 14 años que fue deportada en noviembre del año pasado por las autoridades migratorias luego de haber vivido en EE.UU. desde los dos años de edad.
«Rosita sí fue esposada cuando se la llevaron de su casa y fue de acá de Florida. Primero la llevaron aquí en Miami y luego decidieron que no tenían un lugar para menores…», señaló en Miami a la BBC la activista por los derechos de los inmigrantes, Nora Sándigo.
«Aún cuando no la torturaron físicamente, para ella fue una tortura mental», agregó Sándigo.
Niña hondureña
De vuelta en Kendall, tratamos de conocer la historia de los jóvenes en ese hogar, particularmente el de una niña hondureña de ocho años de edad.
Sin embargo funcionarios del hogar y tres abogadas del Centro de Abogacía de los Inmigrantes de Florida, no lograron ponerse de acuerdo en torno a la posibilidad de hacer la entrevista, ante el temor de que cualquier declaración podría perjudicar su proceso de deportación.
De todos modos, la abogada Michelle Abarca relató a la BBC el caso reciente de un adolescente de Guatemala.
«Su madre murió y su padre lo abandonó. Él creció con familiares que abusaban de él. Finalmente él terminó viviendo en las calles a una edad muy temprana», dijo Abarca.
El adolescente logró cruzar la frontera después de pasar por México y «estuvo en un centro como este por un año y medio, esperando que su caso de inmigración se resolviera. Finalmente pudo conseguir residencia permanente por medio de una visa especial», agregó.
Recursos legales
El caso del adolescente guatemalteco es inusual, ya que en los hogares más cercanos a la frontera con México, las circunstancias son menos favorables debido a la falta de recursos legales.
«Es difícil incluso conseguir un abogado que ayude. Entonces muchas veces son deportados sin siquiera haber tenido la oportunidad de que alguien les ayudara con su caso de inmigración», según la abogada.
El 65% de los menores indocumentados detenidos por el gobierno son entregados a guardianes, pero muchos terminan siendo deportados.
«Generalmente un funcionario de inmigración viaja con el menor de edad a su país de origen y lo entrega a las autoridades de ese país. Hemos oído de muchachos que simplemente los dejan salir del aeropuerto solos y que ellos busquen cómo llegar a su casa», dijo Abarca.
Servicio de Inmigración y Aduanas
Pese al traspaso de la custodia de la mayoría de los menores indocumentados detenidos del control de las autoridades migratorias al departamento de salud, algunos todavía siguen bajo el cuidado del Servicio de Inmigración y Aduanas, conocido por sus siglas en inglés como ICE.
La Unión Americana de Libertades Civiles (cuyas siglas en inglés son ACLU) recientemente demandó a ICE por supuestas fallas en el trato de los niños en el centro de detención de Hutto, donde unos 200 niños comparten celdas con sus padres mientras esperan ser deportados.