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La cadena perpetua en España «sin complejos»

Fuentes: Cigala News

Políticos de la oposición y medios sensacionalistas piden la cadena perpetua y el gobierno se jacta de que España tiene el código penal más duro de Europa. Como hace ya meses que -por suerte- no sucede ningún asesinato mediático tipo Mari Luz o Marta Castillo, con progenitores asomando por todos los programas de telebasura y […]

Políticos de la oposición y medios sensacionalistas piden la cadena perpetua y el gobierno se jacta de que España tiene el código penal más duro de Europa.

Como hace ya meses que -por suerte- no sucede ningún asesinato mediático tipo Mari Luz o Marta Castillo, con progenitores asomando por todos los programas de telebasura y noticiarios pidiendo mano dura y denunciando lo blandas que son las leyes con los delincuentes en España, ha tenido que ser un hecho menor -que al tal Rafita lo trinquen robando un coche- el que vuelva a poner de actualidad la petición de debate sobre la pena de cadena perpetua.

Destacados políticos del Partido Popular y amarillistas telediarios como el de Antena 3 han vuelto a tocar a rebato y se han lanzado como locos a mentar ese concepto tan demagógico y tan capaz de proporcionar votos como es el de la cadena perpetua. Si no fuera tan grave materia hasta haría gracia el hecho de que en sus declaraciones piden (Javier Arenas dixit) que el debate se aborde «sin complejos», como si la humanidad, el respeto a la dignidad de las personas y la bondad fuesen «complejos» y la venganza y el linchamiento social fuesen actitudes sanas y naturales. No creemos que haga falta recordar que ha sido siempre la ultraderecha la que ha pedido mano dura aplicada sin complejos.

El caso es que estos medios de comunicación petardos y estos políticos sin escrúpulos saben de sobra que mienten cada vez que invocan el manido discurso de que la justicia es muy blanda, que los delincuentes entran a la cárcel por una puerta y salen por otra etc etc. No solo se dan cuenta de sobra de lo falso de sus discursos, sino que además son también sobradamente sabedores del daño que causa a la sociedad la venenosa desinformación que siembran. La mayoría de la gente da por válidas sus afirmaciones falaces y el cáncer del miedo y la paranoia se extiende sin cesar. La gente acaba pensando que la ley es una chufa y que los delincuentes se burlan de ella.

Ante la interesada ofensiva demagógica de la oposición y sus medios afines en busca de votos, el propio Gobierno ha tenido que salir a la palestra a recordarnos a todos que el código penal español es el más duro de la Unión Europea y que aquí se promulgan condenas que hacen que las cadenas perpetuas (revisables) de otros países del continente casi den risa. Y si no que se lo digan a Manuel Pinteño, más de tres décadas en prisión sin haber cometido delito de sangre alguno, y lo que le queda al parecer gracias a la implícita reforma penal lograda por los rancios personajes que nos gobiernan y denominada «Doctrina Parot»

Por cierto que todos los políticos, del gobierno y la oposición y todos los medios de des-información masiva coinciden en una cosa: no quieren oír hablar del concepto «reinserción». Las causas de los problemas que originan la delincuencia no les interesan en absoluto. Los tratamientos a las diferentes problemáticas que originan la mayoría de los comportamientos delictivos -casi sin estrenar en España y de gran éxito en otros lugares– les resultan prácticamente desconocidos y despiertan en ellos el mayor de los aburrimientos. Para ellos todo se reduce a castigar. Castigar, castigar y castigar. La oposición cuestiona al gobierno por castigar poco, el gobierno se defiende diciendo que no hace otra cosa que endurecer el código penal para más y mejor castigar.

Si se llega a dar el debate sobre la cadena perpetua que sugiere la oposición ya imaginamos en qué términos se mantendrá. Desde luego a años luz de cualquier tipo de análisis sobre las causas de la realidad delincuencial y sus posibles soluciones. Los argumentos que se pondrán sobre la mesa insistirán todos ellos en el factor «inseguridad ciudadana» agitando una y otra vez los cuatro espantajos de los sucesos más manidos que salen en la televisión, y abundarán en la idea de lo bueno y deseable que sería para la sociedad tener a sus individuos potencialmente peligrosos lo más lejos que se pueda y a ser posible de forma permanente. Sin cortarse un pelo, sin complejos…

Cadena perpetua… ¿y qué pedirán luego? De aquí al fascismo hay cuatro pasos.

Fuente: http://grupotortuga.com/La-cadena-perpetua-en-Espana-sin


«España tiene penas equiparables a la cadena perpetua»

Europa Press

El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, señaló este lunes que España, para cierto tipo de delitos graves, tiene penas de cumplimiento íntegro de hasta 40 años, por lo que, «técnicamente, es una pena equiparable a una cadena perpetua».

En este sentido se manifestó el titular de Justicia, en respuesta a la intención del PP de abrir un debate sobre la cadena perpetua.

Según Caamaño, en España hay penas, debido al principio de cumplimiento íntegro y efectivo, de hasta 40 años de duración, cuando «en otros países se le llama cadena perpetua a penas de 15 años», por lo que requirió que «no se juege con las palabras».

Asimismo, destacó que lo que se solicitan no son cadenas perpetuas de quince años, ni penas «revisables», que como mucho llegan a los 40 años, que es lo que se recomienda en el derecho penal humanitario. «Tenemos un código que, para los delitos más graves, ofrece una respuesta rigurosa», aseveró.

Además, el titular de Justicia manifestó que «el populismo y la demagogia no son buena forma de hacer un Código penal», y aseguró que España tiene uno de los Códigos «más rigurosos» de su entorno democrático.

«Tenemos que hacer una política criminal para la sociedad y no dejarnos llevar por el calor, que pueda arrastrar, cierta demagogia ocasional», subrayó.

Por otra parte, Caamaño destacó que se ha enviado al Congreso un Código penal «plenamente ajustado» a las demandas de los españoles, y están «abiertos» a las sugerencias del resto de grupos parlamentarios y a introducir en él «la mayor sensibilidad».

Finalmente, el ministro destacó que el Código también es un «límite de la libertad» y que «legislar a golpe de facebook no es la mejor recomendación».