La ex compañera de fórmula del republicano John McCain está en una campaña de promoción de su persona que no sólo está referida a la publicidad que alcanza en la prensa estadunidense, sino que también le significa buenos ingresos. Por el discurso que pronunció en la reciente reunión del Tea Party, Partido del Té, recibió […]
La ex compañera de fórmula del republicano John McCain está en una campaña de promoción de su persona que no sólo está referida a la publicidad que alcanza en la prensa estadunidense, sino que también le significa buenos ingresos. Por el discurso que pronunció en la reciente reunión del Tea Party, Partido del Té, recibió nada menos que cien mil dólares.
Resulta así que esta mujer que apareció en el centro de la política estadunidense como sacada del sombrero de un mago, desafía y ataca al presidente Obama, desarrolla un discurso ultraderechista que la sitúa en el populismo de derecha, pero que llegado el momento de decir si se está pre-postulando como candidata a la presidencia de su país, contesta con evasivas.
Tampoco podría decir que sí, porque en definitiva Sarah Palin es un personaje controvertido. Cuando los republicanos la convirtieron en su candidata a la vicepresidencia, la entonces gobernadora de Alaska no tenía otro mérito que su condición de mujer, lo que en su partido estimaban que les atraería votos femeninos después que Hillary Clinton perdiera la nominación presidencial demócrata.
Convertida en candidata, Palin demostró ampliamente su falta de preparación en todos los planos. Sabía poco y nada del mundo y no mucho más de su propio país. Los funcionarios republicanos encargados de prepararla para sus intervenciones y entrevistas lo han dicho abundantemente, lo que a ella le molesta porque asegura que sí sabía que la península coreana estaba dividida en dos países.
Una de sus afirmaciones más recordadas es aquella según la cual desde Alaska veía Rusia. Su flanco más débil es, sin embargo, su uso o abuso, según algunos, del poder. Ya durante la campaña presidencial se señaló que cargaba gastos discutibles al estado de Alaska y ahora se cuestiona el rol asumido por su esposo Todd Palin, apodado «el primer caballerete», quien durante los dos años y medio de gobierno de su esposa intervino en decisiones del estado, incluso en nombramientos judiciales y concesiones de gas, según acaba de revelar el diario The Washington Post.
Pese a todo lo dicho, Sarah Palin está en el primer plano noticioso como posible candidata presidencial del partido republicano o del Tea Party, Partido del Té, que algunos aspiran a convertir en un nuevo partido político. El Tea Party original surgió durante el movimiento de independencia del país del norte y esa denominación estuvo referida a las demandas económico-comerciales a Gran Bretaña.
El populismo en Estados Unidos
El populismo es un término al cual se le dan muchas acepciones, se lo intenta definir como sinónimo de demagogia, para algunos es condenable y otros lo reivindican. Los círculos de poder estadunidenses le han declarado la guerra en la medida en que consideran como tales a gobiernos que propician un cambio en sentido progresista y el director de Inteligencia Nacional del país del norte acaba de entregar un informe señalando que lideres populistas latinoamericanos se oponen a la influencia de su país en América Latina.
Tras este ejemplo que de hecho desconoce el derecho de autodeterminación de los pueblos, veamos que dicen los estudiosos del tema. El populismo surgió en el siglo XIX, tuvo un papel destacado en la caída del zarismo en Rusia. En Estados Unidos, dice Alexandre Dorna, autor del libro Le Popoulisme, este movimiento es prácticamente coautor de sus principios fundadores a través de la frase de Lincoln que define a la democracia como el gobierno del pueblo y para el pueblo.
El populismo surge en Estados Unidos a fines de 1870 con los grandes movimientos de los estados agrarios que buscan la acción política para resolver sus problemas. Su candidato presidencial llegó segundo, pudieron haber ganado y con ello cambiar la historia de su país. Postulaban una suerte de socialismo agrario liberal, eran contrarios a la esclavitud y estaban a favor de las libertades sociales y civiles de las mujeres.
Desde esa época se viene planteando en Estados Unidos la idea de crear un tercer partido, alternativo a republicanos y demócratas.
¿Un nuevo Maccartismo?
Desde que dejó la gubernatura de Alaska para dedicarse a su promoción personal, Sarah Palin se ha situado a la derecha del Partido Republicano y desde esa posición ataca al presidente Barack Obama y a todos sus colaboradores. Queda claro que está en una pre-campaña presidencial, pero no lo admite de manera abierta.
Tampoco admite que el Tea Party podría ser su próxima casa política, porque dentro de esa organización tampoco hay mucha claridad acerca de si quieren ser o no el tercer partido de Estados Unidos. Experiencias anteriores de candidatos independientes o de otros que intentaron crear algo mas orgánico no fructificaron.
En la reunión del Tea Party que comentamos surgieron muchas críticas a ese movimiento. En primer lugar por los cien mil dólares pagados a Palin para que pronunciara su discurso, lo que determinó que se cobraran altas cuotas de inscripción para financiarlo y eso a su vez significó que a la reunión asistieran los estratos más pudientes. Además, Palin tampoco se ha pronunciado, sólo dice que sería absurdo no pensar en la candidatura presidencial para 2012 y que no va a «cerrar una puerta que quizás se me abra en el futuro».
De todas maneras, ya está recolectando fondos a través de un comité de acción política y ha recibido un respaldo importante a con el contrato que le hizo la cadena televisiva Fox News como comentarista política en sus programas. La ex postulante a la vicepresidencia también ha escrito un libro y para promoverlo viaja por distintos estados del país, lo que hace que esté en campaña política permanente con distintos pretextos.
Veamos ahora qué propone. Dice que está dispuesta a confrontarse con Obama en cualquier momento y asegura que el actual presidente sólo gobernará un período. Opuesta a los rescates financieros que el mandatario promovió para enfrentar la crisis, lo acusa de estar ahogando en deuda al país y sostiene que deberían efectuarse recortes en el gasto público.
Se opone a la reforma al sistema de salud. Considera que Obama debería jugar «la carta de la guerra» y «declararle la guerra a Irán» y que eso podría cambiar la opinión pública a su favor. Cuando le preguntaron si Obama debía jugar esa carta «cínicamente», respondió «Las cosas podrían cambiar dramáticamente si él decidiera endurecerse e hiciera todo lo que puede para hacer segura a nuestra nación y a nuestros aliados».
Insistió en este punto en la reunión del Tea Party, criticando el manejo del atentado fallido a un avión comercial estadunidense al decir que no se trataba de un simple asunto legal porque no era así como lo consideraban los extremistas islámicos «ellos saben que estamos en guerra y para ganarla necesitamos un comandante en jefe, no un profesor de leyes parado frente a un atril».
En la Casa Blanca optaron por no seguirle el juego y el encargado de prensa se mofó de los torpedos que Palin se escribió en las manos para no olvidarse de tocar algunos temas. Pero los del Tea Party decidieron iniciar una campaña financiera para juntar 10 millones de dólares en la perspectiva de presentar candidatos a parlamentarios en las próximas elecciones y esperan elegir 20.
Mientras tanto, algunos analistas tratan de definir qué es Palin. Unos hablan del «Palinismo», en alusión al macartismo, pero haciendo la diferencia de que Palin no es alcohólica como Joseph McCarthy, si bien comparte con él otros atributos, como la habilidad para dirigir el debate. Sólo que por ahora nadie ha recogido su desafío.
– Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.
Fuente: http://alainet.org/active/36152