Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
La Ley DREAM -Ley de fomento para el progreso, alivio y educación para menores extranjeros- fue rechazada en el Senado de EE.UU. el 18 de diciembre del año pasado. Faltaron sólo cinco votos de los 60 requeridos para progresar.
El Partido Republicano demostró una vez más su desdén hacia uno de los grupos más marginados y vulnerables en este país: los inmigrantes indocumentados.
Y no olvidemos a los demócratas que votaron en contra. Este grupo incluyó a los senadores
Max Baucus de Montana, Kay Hagan de Carolina del Norte, Ben Nelson de Nebraska, Mark Pryor de Arkansas y Jon Tester de Montana.
Si hubiera sido aprobada en el Congreso, y promulgada por el presidente Obama, la Ley DREAM habría suministrado un camino a la ciudadanía a numerosos individuos indocumentados que demostraran un fuerte compromiso hacia la educación superior o el servicio en las fuerzas armadas.
Yo tenía varias dudas respecto a esta ley, pero no eran las mismas que las de los senadores que votaron no. No me gustaba la palabra «alien» en el título [Alien en inglés significa extranjero, pero al mismo tiempo extraterrestre, N. del T.]; ningún ser humano es un alien. No me gustaba el hecho de que habría inducido a jóvenes morenos a arriesgar sus vidas en guerras injustas como la que el presidente Bush libró en Iraq. Y no me gustaba el hecho de que daba un trato especial a los que iban a la universidad. Después de todo, un chico inmigrante que no va a la universidad también contribuye a nuestra sociedad.
Aparte de mis objeciones, esta ley debiera haber sido aprobada. Hubiera dado esperanza y oportunidad a hijos de inmigrantes que vinieron a este país hace por lo menos cinco años – a menudo como niños.
A fin de cuenta, aunque constituye una pérdida a corto plazo para los latinos en este país, a largo plazo, los republicanos y esos demócratas conservadores pagarán un gran precio en las urnas.
La influencia morena en EE.UU. es una realidad que una población blanca que envejece tendrá que aceptar. Como el mayor grupo racial minoritario en el país con un grado de natalidad mayor que el promedio nacional, los latinos representarán inevitablemente una mayoría en muchos Estados clave.
Los latinos se levantan y exigen ser tratados como seres humanos – con o sin estatus legal. Queremos que nuestros hijos tengan una oportunidad igual en el sueño estadounidense, y no sufran una pesadilla estadounidense.
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Alvaro Huerta es doctorando en el departamento de planificación ciudadana y regional de la UC Berkeley, y erudito visitante en el Centro de Investigación de Estudios Chicanos en la UCLA. Para contactos: [email protected].