El abogado de Jean Bertrand Aristide fustigó hoy las críticas de Estados Unidos sobre el regreso del expresidente a Haití, tras siete años de exilio en Suráfrica. Para el letrado Ira Kurzban, Washington carece de potestad para determinar el momento en que su cliente debe retornar a su tierra natal. «No le corresponde a Estados […]
El abogado de Jean Bertrand Aristide fustigó hoy las críticas de Estados Unidos sobre el regreso del expresidente a Haití, tras siete años de exilio en Suráfrica.
Para el letrado Ira Kurzban, Washington carece de potestad para determinar el momento en que su cliente debe retornar a su tierra natal.
«No le corresponde a Estados Unidos decir cuando un exgobernante debe volver a su país», aseveró el jurista, al recalcar que solo las autoridades haitianas pueden fijar la fecha de regreso, aún sin precisar.
Kurzban rechazó así declaraciones del vocero del departamento de Estado norteamericano, Philip J. Crowley, quién consideró el retorno de Aristide «una distracción inconveniente» para Haití, donde se prepara la segunda vuelta de los comicios generales del pasado 28 de noviembre.
«El pueblo haitiano debe ahora concentrarse en escoger al candidato que apoyará en la votación,» dijo el funcionario de la Casa Blanca.
Aún se desconoce cuándo Aristide viajará a la nación caribeña, pero su abogado anunció que sería pronto y solicitó al Gobierno local máxima protección para su cliente.
Según diversas fuentes periodísticas, la noticia de su llegada mantiene expectante a la población haitiana, que en los últimos días se ha movilizado en masas en el aeropuerto de Puerto Príncipe para recibir al exsacerdote, primer presidente elegido democráticamente en el país.
Aristide fue derrocado por un golpe de estado en febrero de 2004 y desde entonces vive en Suráfrica.
El pasado 20 de enero, manifestó su deseo de regresar a Haití por motivos médicos y para cooperar con la recuperación del sector educativo, seriamente afectado tras el devastador sismo de enero del 2010.
Las autoridades locales accedieron a su solicitud y emitieron el martes anterior un pasaporte diplomático que le permitirá el ingreso al país francófono.
Su regreso inquieta a Estados Unidos y también a Francia porque el exmandatario goza de gran popularidad en Haití y su presencia podría arruinar sus esfuerzos para llevar a la presidencia a uno de sus candidatos preferidos, Mirlande Manigat y Michel Martelly.
Ambos fueron admitidos para la votación del 20 de marzo tras el recuento de los votos, pero en medio de fuertes presiones de las dos potencias para que las autoridades haitianas aceptaran un informe de la Organización de Estados Americanos que proponía su participación.
Precisamente, Washington y París están responsabilizados de orquestar la asonada que sacó a Aristide del poder siete años atrás.